La última jornada de guerra en Ucrania nos ha dejado la continuación de los ataques rusos con drones contra este país y la constatación de que los objetivos, mientras dure la tregua parcial, van a seguir siendo en muchos casos indiscriminados. Sobre el frente, continúan concentrándose los combates en el Oskil, en Toretsk y en Zaporiyia. En el apartado diplomático, mientras el Ministerio de Exteriores ucraniano emite comunicados denunciando los ataques contra Krivói Rog, Zelenski afirma que guardar silencio sobre los mismos es «incorrecto y peligroso». Rusia, mientras tanto, ha vuelto a acusar a Ucrania de atacar sus infraestructuras. Además, desde Kiev están investigando la filtración del borrador del Acuerdo de Minerales, todavía sin firmar.
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La última jornada ha seguido la tónica de la anterior y, por la información que tenemos a la hora de redactar este informe, seguirá también en la siguiente, quizá de forma todavía más dramática. El Ministerio de Defensa ucraniano contabilizaba, dicho esto, el lanzamiento de 92 drones tipo Shahed-131/136/138 por parte rusa durante el día 5 de marzo, de los que asegura haber derribado 51 por medios cinéticos, mientras que 31 más se habrían perdido por acción de la guerra electrónica o de los problemas técnicos.
A la espera de que se vayan sumando datos de bajas, pues tras ese conteo Rusia ha seguido atacando y lanzando misiles de todo tipo (hablaremos de ello en el próximo informe), por el momento se ha registrado la muerte de un civil y tres heridos en Krivói Rog, que se suman al terrible saldo dejado por el ataque de la jornada anterior, que sumó 19 muertos, incluyendo 9 niños. Se ha hablado también de explosiones e incendios en Mykolaiv así como en la localidad costera de Odesa. Los daños han alcanzado además a las regiones del noroeste de Ucrania, como Khmelnitsky o Vinnytsia. Y por supuesto, a Kiev.
En el caso de Rusia, después de los ataques ucranianos de ayer contra la fábrica de fibra óptica y contra la fábrica de explosivos, no se han vuelto a registrar o no ha trascendido al menos noticia de incidente alguno. El Ministerio de Defensa ruso, pese a ello, ha presentado una larguísima lista de supuestos ataques y sabotajes ucranianos dirigidos contra gasoductos o contra la red eléctrica. Resulta curioso, a propósito, que este tipo de listados únicamente hayan aparecido desde que entrara en vigor el acuerdo de alto el fuego parcial y que antes, cuando se suponía que Ucrania estaba atacando a conciencia las infraestructuras rusas, los incidentes, aunque en muchos casos importantes y con pruebas gráficas, se contasen a diario en el mejor de los casos con los dedos de una mano, pero no fuesen reconocidos por Moscú en muchos casos. También que ahora que los ucranianos se concentran en atacar instalaciones relacionadas con la producción militar, como hemos visto en las jornadas pasadas, dichos ataques tengan éxito y haya pruebas de los mismos, lo que indica que Ucrania sí tiene capacidad de atacar con precisión y a larga distancia el interior del territorio ruso, pero Rusia evite comentarlos, dando bombo a incidentes de los que no aporta prueba alguna.
Dicho esto, los rusos aseguran además haber derribado 49 drones ucranianos sobre Bélgord, Voronezh, Kursk, Samara, Mordovia, Briansk y Lipetsk. En total, durante la pasada jornada, los militares rusos se atribuyen el derribo de «siete bombas aéreas guiadas JDAM y cinco cohetes de lanzamiento múltiple HIMARS de fabricación estadounidense, así como doscientos ocho vehículos aéreos no tripulados» de ala fija.

Pasamos ahora a los combates y los movimientos, tema respecto al cual la información es particularmente escasa en las últimas horas. Sin noticias de consideración procedentes del sector de Kursk, como tampoco de Bélgorod o Járkov (aunque hay fuentes que reportan combates en el interior de Vovchansk), comenzamos hoy el repaso directamente por el sector del Oskil.
En este caso, tenemos nuevos progresos rusos en torno a Kamianka, al norte de Kupiansk. Concretamente, la infantería rusa habría conseguido avanzar algunos metros en la parte sudoriental de esta localidad. Además, en el mismo sector pero más al sur, han hecho lo mismo al noroeste de Novolyubivka un día más, situándose peligrosamente cerca de Nove y Katerynovka, en la orilla occidental del Zherebets.
El siguiente punto de interés lo encontramos en Chassiv Yar, en donde a la espera de que se pueda materializar o no la contraofensiva ucraniana sobre la que se viene rumoreando, por el momento son los rusos quienes han ampliado su control sobre la parte oriental de la urbe.
Otro punto caliente sigue siendo Toretsk, desde donde -más allá de las noticias sobre combates- llegan testimonios de los militares ucranianos, que hablan de la superioridad artillera rusa, pero también de la efectividad de la infantería ucraniana, al tiempo que critica a algunas fuentes OSINT; una lectura interesante al menos. Con todo, las tropas rusas se mantienen al ataque en Toretsk, intentando recuperar lo perdido en las semanas previas, por el momento sin conseguirlo.
Saltamos al sector de Pokrovsk, en donde lo más relevante no son los cambios de posición, sino los fuertes bombardeos rusos sobre posiciones ucranianas en Lysivka, que generalmente anteceden a los intentos de asalto, con lo que habrá que estar atentos.
Para finalizar, toca hablar un día más de Zaporiyia, pues entre Kamianske y Orijiv los rusos se mantienen al ataque un día más, cargando contra Lobkove y Mali Scherbaky.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Como se explicaba en la sección anterior, no solo continúan los ataques, sino que también lo hacen las reacciones al ataque en Krivói Rog que, según las últimas cifras, ha causado un total de 72 heridos, incluidos 12 niños, pero también 19 fallecidos, incluidos 9 menores.
Durante la jornada, el Ministerio de Exteriores ha emitido un comunicado cuyas cifras, poco después quedaban desactualizadas por haberse incrementado el número tanto de heridos como de fallecidos. El Ministerio pone de manifiesto que este bombardeo ha conmocionado a Ucrania y al mundo “por su particular crueldad”, ya que el misil ruso tenía por objetivo edificios residenciales comunes, parques infantiles y otras infraestructuras civiles y estaba equipado con municiones de racimo para maximizar el número de víctimas.
Así, el Ministerio rechaza “categóricamente las mentiras de Rusia sobre los supuestos objetivos militares de este ataque”, dado que “los hechos del lugar del crimen demuestran que no había objetivo militares”, defendiendo que el objetivo de Moscú no era otro que el de “sembrar el terror deliberado contra la población civil”. En consecuencia, para Ucrania este ataque constituye otro crimen de guerra y una grave violación del derecho internacional humanitario.
Asimismo, las autoridades ucranianas consideran que, a diferencia de Ucrania, con este ataque Rusia “demuestra su total desprecio por los esfuerzos internacionales de paz bajo el liderazgo del presidente estadounidense Trump” por lo que entienden que “esta es la señal de Moscú a Washington de que Putin seguirá librando guerras y asesinando ucranianos hasta que sienta un nivel de presión y fuerza diferente”.
Por último, el Ministerio de Exteriores exige reacciones públicas claras, la condena de las atrocidades rusas y acciones concretas para aumentar la presión sobre Moscú y fortalecer a Ucrania, en particular, mediante el fortalecimiento de la defensa aérea y la provisión de asistencia militar adicional.
Sobre esto último también se ha pronunciado el presidente Zelenski, afirmando que “guardar silencio sobre el hecho de que Rusia está matando niños con misiles balísticos es incorrecto y peligroso”, dado que “solo envalentona a la escoria de Moscú para continuar la guerra y seguir ignorando la diplomacia” y subrayando que “la debilidad nunca ha terminado una guerra”.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso acusaba a Ucrania durante la jornada de haber incrementado sus ataques contra la infraestructura energética rusa, alegando que han atacado 14 objetivos en las últimas 24 horas a pesar del alto el fuego. Estos hechos han sido calificados por Ucrania como “falsa” y “desinformación”.
Volviendo sobre las últimas declaraciones del presidente Zelenski, este considera que se ha producido un “avance tangible” tras su reunión con los jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Francia y el Reino Unido. Pese a que la reunión se produjese el viernes, hasta el sábado por la tarde no se publicó el comunicado oficial. Según este, la reunión versó sobre el despliegue de tropas por parte de los socios -algo que ya sabíamos-, y Zelenski añade que están discutiendo “la presencia en tierra, aire y mar, así como la defensa aérea”, pero también “otros asuntos delicados” que no han sido precisados. Para continuar con los trabajos, Zelenski comentaba que a nivel de Fuerzas Armadas cree que se reunirán semanalmente y las ubicaciones de dichas reuniones se están discutiendo por separado.
Por otro lado, continuamos a vueltas con el acuerdo sobre minerales. Según informa Financial Times Ucrania la administración del presidente Zelenski ha ordenado a los servicios de seguridad que encuentren a las fuentes que han filtrado el borrador de acuerdo. Entre las medidas figuran someter al polígrafo a aquellos con acceso al documento en varios ministerios.
Cambiando de tercio, los viceministros de Defensa de Ucrania, Valerii Churkin y Sergiy Boev, se han reunido con una delegación de la empresa Rheinmetall Landsystem, encabezada por su CEO Björn Bernhard. A modo de curiosidad, esta fue una de las primeras empresas que establecieron una producción localizada en Ucrania.
En cuanto a la reunión, el objetivo era hablar de los avances en proyectos conjuntos, así como de las operaciones de las empresas conjuntas ucraniano-alemanas encargadas de la reparación y el mantenimiento de equipos militares enviados desde otros Estados, y también explorar las posibilidades de formación dirigida por los socios de Ucrania para especialistas ucranianos en cuestiones de mantenimiento.
Para concluir y del lado de España, según las últimas noticias el Gobierno aun no contando aún con presupuestos, aprobará la próxima semana la transferencia de 2.084 millones de euros al Ministerio de Defensa para poder cumplir con los gastos previstos. El Gobierno ha confirmado que no se trataría de una nueva partida ni estaría vinculada con el compromiso de alcanzar el 2% del PIB en Defensa para 2029. Según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, esta transferencia “no tiene ninguna característica especial” y se debe a que el país funciona con los presupuestos prorrogados”. No obstante, y pese a las declaraciones, lo cierto es que la transferencia llegará antes de la cumbre de la OTAN en la que se discutirá sobre el gasto de los Aliados en defensa, así como la necesidad de incrementar los objetivos.
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