Durante la última jornada apenas se han producido cambios en el campo de batalla, pues las ganancias rusas en el sector de Kurajove o al norte de Velika Novosilka se han visto compensadas por el efecto de los ataques ucranianos hacia el interior de Toretsk. Además de esto, y un día más, el número de lanzamientos de drones rusos habría superado de largo el centenar, provocando daños materiales y la pérdida de varias vidas. Lo más relevante de la jornada, sin embargo, ha vuelto a estar en el apartado internacional, pues si por una parte se ha producido la segunda reunión entre los equipos de negociadores ruso y estadounidense en Estambul en la que los rusos han propuesto entre otras cosas la reanudación de los vuelos entre ambos países y, por otra, ha tenido lugar la visita del primer ministro británico a los Estados Unidos para reunirse con Trump. Además de esto, Putin se ha reunido con funcionarios norcoreanos en las últimas horas, para seguir profundizando en las relaciones bilaterales.
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(En un par de días podremos volver, dentro de lo que cabe, a la «normalidad». Gracias a todos por seguir leyéndonos aunque los informes hayan sido hechos de forma un tanto irregular).
La última jornada de guerra en Ucrania ha sido testigo del lanzamiento, según el Ministerio de Defensa de este país, de hasta 166 drones suicidas de largo alcance tipo Shahed-131/136/138 (Geran-1/2/3), de los que los ucranianos aseguran haber derribado un total de 90 unidades, mientras que hasta 72 más habrían sido desviados de su rumbo por otros medios, como el empleo de sistemas de guerra electrónica; sistemas que cada vez hay más testimonios que afirman que están ganando en utilidad también frente a las bombas planeadoras.
Entre los daños causados por los últimos ataques, cabe comenzar diciendo que uno de los de la jornada anterior se cobró la vida de la periodista Tatiana Kulik, del medio ucraniano Ukrinform, mientras estaba en la localidad de Bucha, de infausto recuerdo. Además de esto, las bombas planeadoras han vuelto a ser empleadas por Rusia sobre objetivos en la región Járkov, atacada en varias ocasiones, entre otros muchos. Por último, un civil ha fallecido debido al impacto de un dron táctico en la región de Zaporiyia, concretamente en la localidad de Marhanets.
Del lado contrario, apenas hay noticias relativas a ataques ucranianos a cierta distancia. Lo más significativo sería el que se ha llevado a cabo con una munición termobárica contra un depósito de municiones en Selydove (Donetsk), que ha dejado una potente explosión y que ha sido citado en una nota de prensa del Estado Mayor ucraniano en la que hacían referencia a otros tres ataques de importancia, uno de ellos la refinería de Ilsky, en la región de Krasnodar.
Desde el Ministerio de Defensa de Rusia, dicho esto, han anunciado en su informe diario el supuesto derribo de «siete bombas aéreas guiadas JDAM de fabricación estadounidense y 104 vehículos aéreos no tripulados» de ala fija.
Pasamos ahora a los combates y a los movimientos de esta jornada 1.100ª de guerra en Ucrania. Comenzamos una vez más por el sector más septentrional del frente, el de Kursk, pues allí se han vuelto a producir nuevos ataques rusos tanto desde el oeste, en las zonas de Novaya Sorochina, Nikolskii y Lebedevka, como desde el este, desde la localidad de Ulanok y sus alrededores.
No se habrían producido noticias de importancia ni en el sector de Járkov, ni tampoco en el de Siversk (a la espera de lo que ocurra con Bilohorivka) o en el del Oskil (aunque se han reportado ataques y pequeños avances en la zona de Kalynove). Sí en Toretsk, en donde los ataques ucranianos de los últimos días continúan produciendo efectos, al progresar no sólo hacia el interior del casco urbano sino también al sur de este hacia el este de las dos grandes escombreras, mientras el Ejército ruso intenta contener a las AFU en la zona.
Cambiando hacia el sector de Pokrovsk, allí apenas se han producido cambios, en tanto que las tropas rusas continúan estancadas a suroeste y noreste de la ciudad, en especial en el trazado ferroviario, en torno a Kotlyne, en donde la defensa ucraniana se ha demostrado tenaz.
Algo distinta es la situación en el sector de Kurajove, pues en este sí se han seguido observando progresos por parte rusa al sur de Kontyantynopil’ durante la última jornada; avances que se unen a los obtenidos al oeste de Nadíivka, en donde han progresado hacia Kotlyarivka.
Algo parecido a lo que ocurre más al sur, en el sector de Velika Novosilka, en donde la situación es también más favorable al Ejército ruso, en tanto que continúa acumulando ganancias al norte de esta localidad. De esta forma, durante la última jornada los rusos han seguido obteniendo avances tanto en dirección a Burlatske (bajo su control), como hacia Vylne Pole.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel internacional la jornada ha estado marcada, entre otros, por la segunda reunión entre los equipos de Estados Unidos y Rusia en Estambul para discutir sobre las negociaciones de paz, así como por el encuentro entre el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y el presidente estadounidense Donald Trump en Washington.
La reunión, que ha durado seis horas y media y ha sido la segunda en menos de dos semanas, no ha contado con una rueda de prensa posterior, si bien los resultados han sido bien acogidos por el presidente Putin quien ha expresado que le generan “cierta esperanza” para la resolución de los “problemas sistémicos” con Washington.
En el caso de Estados Unidos, el Departamento de Estado ha emitido un comunicado en el que señala que el equipo estadounidense ha manifestado “su preocupación por el acceso a los servicios bancarios y contratados, así como por la necesidad de garantizar una dotación de personal estable y sostenible en la Embajada de los Estados Unidos en Moscú”. Además, han señalado que “mediante conversaciones constructivas ambas partes identificaron medidas iniciales concretas para estabilizar las operaciones en la misión bilateral en esas áreas”.
Por su parte, Dmitri, Peskov, portavoz del Kremlin, ha dejado claro que Rusia no está dispuesta a hacer concesiones territoriales, exigiendo a Ucrania que renuncie a las 4 óblasts parcialmente ocupadas en el este y sur del país, -y que se anexionó ilegalmente tras la invasión-, junto con Crimea: “Los territorios que se han convertido en sujetos de la Federación Rusa (…) son parte integral de nuestro país. Esto es absolutamente indiscutible y no negociable”. Exigencias a las que la diplomacia ucraniana no ha tardado en responder defendiendo que “Rusia no puede reclamar ninguno de los territorios ucranianos” y calificando las declaraciones del Kremlin como “risibles”.
Pasando a la reunión entre el primer ministro Starmer y el presidente Trump, durante la rueda de prensa, el líder estadounidense ha afirmado que una tregua entre Ucrania y Rusia debe alcanzarse “pronto”, pues de lo contrario “no sucederá en absoluto”, enfatizando que cree que han “logrado muchos avances” y que están “avanzando bastante rápido”. Igualmente, ha aclarado que no le gusta hablar de mantenimiento de paz hasta que tengan un acuerdo para hacer avanzar las cosas añadiendo que no quiere llamar a la “mala suerte”.
Starmer, por su parte, ha pedido a Trump que se evite cualquier acuerdo que “premie al agresor” lanzando el siguiente mensaje: “hay un eslogan famoso en el Reino Unido, de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, que dice ‘debemos ganar la paz’ y eso es lo que debemos hacer ahora, porque no puede ser una paz que recompense al agresor o envalentone a regímenes como Irán”. Además, antes de la reunión, Starmer insistía en que no cree que sea posible una paz duradera “si no hay un mecanismo de disuasión eficaz contra Putin” defendiendo que “el Reino Unido hará su parte junto con los demás, pero necesitamos una red de seguridad estadounidense”. Sobre esto, además, ha reiterado que Londres está dispuesto a desplegar tropas en Ucrania y aviones de combate para asegurar un buen acuerdo.
Además, el presidente Trump ha asegurado que siente “mucho respeto” por el presidente Zelenski, al tiempo que se preguntaba a sí mismo sorprendido delante de la prensa si él había llamado “dictador” al líder ucraniano la semana pasada. Sobre esto, Trump ha afirmado “No puedo creer que haya dicho eso” y destacando que tiene “muy buenas relaciones” con Zelenski.
Por otro lado, Trump ha sido claro al asegurar su “apoyo” al artículo 5 del Tratado de la OTAN, si bien considera que “no creo que vayamos a tener ninguna razón para recurrir a ello”.
A colación de la OTAN, la Alta Representante y vicepresidenta de la Comisión, Kaja Kallas, durante su visita a Washington, ha insistido en que la Alianza es la mejor garantía de seguridad para Ucrania, lo que va en contra de las últimas declaraciones de Trump y su invitación a que Ucrania vaya olvidándose de la membresía.
Antes de pasar a otras cuestiones, cabe comentar los detalles que se conocen de la reunión que tendrá lugar el domingo en Londres y en la que Starmer ejercerá de anfitrión. La reunión tendrá por objetivo el de “impulsar la acción europea sobre Ucrania, demostrando nuestro inquebrantable apoyo colectivo para lograr una paz justa y duradera, y un acuerdo duradero, que garantice la futura soberanía y la seguridad de Ucrania”. No obstante, más allá del propósito, resulta interesante que durante la mañana mantendrá una reunión telefónica con los países bálticos, recibirá a Zelenski, pero también a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, por separado, y por la tarde se reunirá con los líderes de varios países europeos como Francia, Italia, Dinamarca o Alemania, y representantes de la UE y la OTAN. Sin embargo, y a diferencia de las dos reuniones de urgencia organizadas por Francia, se espera que Turquía participe.
Por su parte, el ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, afirma que París propondrá a sus socios europeos la creación de “reservas de armas” en su territorio que también podrían ser transferidas a Ucrania si fuese necesario para disuadir a Moscú, aclarando que “las garantías de seguridad incluyen varios niveles potenciales”.
Siguiendo con Francia y aunque se trate de un tema distinto, pero de gran preocupación para los europeos, el presidente Macron ha advertido contra un “feliz vasallaje” de Europa respecto de Estados Unidos, subrayando que “la respuesta (…) no es la sumisión” tras las últimas declaraciones de Trump y su intención de imponer aranceles del 25% a Europa. Además, sobre el tema Macron añadía: “Hoy la transformación que necesitamos hacer es convertirnos en una potencia, porque no lo somos. Somos un mercado, somos un lugar tranquilo, pero somos un poco amorfos. No estamos proyectando lo suficiente. (…) Europa debe redescubrir este gusto por el riesgo, la ambición y el poder. No es una mala palabra, al contrario”.
Pasando a la actividad de Zelenski, el presidente ucraniano ha hecho escala en Irlanda para reunirse con el primer ministro irlandés Micheal Martin antes de su encuentro con el presidente Trump durante la próxima jornada. Tras el encuentro -que, dicho sea de paso, se produjo en el propio aeropuerto-, Martin ha señalado que le ha trasladado a Zelenski que desde Irlanda presionarán para que se acelere la adhesión de Ucrania a la UE y mostrado su predisposición para “ayudar en todo lo posible, incluso en un papel de mantenimiento de la paz” tras un alto el fuego, si bien dependerá “de la naturaleza de los acuerdos, si se materializan” pues cabe recordar que Irlanda es un Estado neutral. Según Zelenski, discutieron sobre los pasos para poner fin a la guerra, incluidas las garantías de paz para Ucrania y toda Europa.
Mientras tanto en Rusia el presidente Putin se ha reunido en Moscú con Ri Hi-yong, miembro del Politburó del partido único norcoreano. No obstante, desde la portavocía del Kremlin no han ofrecido ningún detalle adicional sobre la reunión con el funcionario norcoreano, más allá de la confirmación de que esta había tenido lugar acompañada de un vídeo de Putin y Hi-yong.
Para concluir y sobre la ayuda a Ucrania, Letonia ha enviado un nuevo lote de 500 drones de ataque de fabricación letona a Ucrania como parte de su compromiso con la Coalición Internacional de Drones que colidera con el Reino Unido.
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