Guerra de Ucrania – Día 1076

Donald Trump ha afirmado recientemente que quiere negociar un acuerdo con Ucrania de tal forma que este país ofrezca una garantía respecto a sus tierras raras a cambio de la ayuda estadounidense. Al mismo tiempo, desde Bruselas el primer ministro británico ha asegurado que su país proporcionará más ayuda militar a Ucrania durante 2025 que en ninguno de los años anteriores, en una jornada en la que la reunión del EUCO ha finalizado sin una declaración conjunta, algo poco habitual. Sobre el terreno, mientras todo esto pasaba, la guerra ha continuado su curso, un día más con pequeños avances rusos en distintos puntos del frente y, también, con lanzamiento de drones sobre objetivos en Ucrania.

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En nuestra publicación hemos hablado en varias ocasiones a propósito de las «tierras raras» que, en puridad, ni son «tierras» (son óxidos), ni son tan escasas como muchos creen. En concreto, se trata de 17 elementos químicos, a saber: escandio, itrio y los 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio).

Su importancia radica, según los expertos, en el hecho de ser imprescindibles en el ámbito de la electrónica y, por extensión, también en el de la defensa, empleándose en la fabricación de las armas de precisión, los drones, los sistemas de guía, las tecnologías de sigilo o los láseres y sistemas de radar y sonar. Además, serían también empleados a fin de conferir dureza o características específicas a las aleaciones y superaleaciones de alto rendimiento en vehículos blindados y proyectiles. En este sentido, una posible interrupción de la cadena de suministro podría tener un grave impacto en las capacidades de defensa de cualquier Estado con un ejército tecnológicamente desarrollado, algo que ningún actor puede permitirse en estos momentos de competición estratégica entre grandes potencias.

Por si lo anterior fuera poco, más allá de la defensa, las tierras raras son elementos fundamentales en la búsqueda de alternativas más limpias a los combustibles fósiles y la lucha contra el cambio climático, además de en la fabricación de numerosos productos de alta tecnología de carácter más cotidiano. En este sentido, dada su amplia utilización en los diferentes sectores tecnológicos y la relevancia de sus cadenas de suministro para los sistemas de producción, las tierras raras han sido identificadas como materiales críticos por diferentes Estados y organizaciones, tales como los Estados Unidos de América y la Unión Europea. De hecho, ha sido identificada por el Panorama de tendencias geopolíticas elaborado por el Ministerio de Defensa como una preocupación creciente para las economías avanzadas por sus aplicaciones de alta tecnología.

Como cabe suponer, una posible interrupción del suministro o una subida exagerada de los precios podría tener importantes consecuencias para la seguridad y la economía de muchos países. Un problema que se maximiza si tenemos en cuenta que es la República Popular de China el mayor productor de estos elementos, no tanto porque sea el país con las mayores reservas como porque ha desarrollado en los últimos años la industria necesaria para extraerlos, procesarlos y comercializarlos, provocando que el asunto adquiera una dimensión geoestratégica de primer orden.

Una situación que, en estos tiempos de reindustrialización forzada para muchos países, de guerra comercial y de competición, en definitiva, supone un lastre añadido para aquellos que confiaban en mayor medida en el mercado internacional para acceder a determinadas «commodities» y que ahora ser ven obligados tanto a reforzar las cadenas de suministro, diversificando por ejemplo el número de productores al que adquieren las indispensables tierras raras, como a invertir importantes sumas en abrir nuevas minas y plantas de procesado en nuevas localizaciones.

De ahí que la UE, por ejemplo, adoptase en marzo de 2024 la «Ley Europea de Materias Primas Críticas» que tiene por objeto colaborar en la prosecución de la tan ansiada como elusiva y recurrente (en las últimas horas, a propósito de la reunión informal de líderes ha vuelto a saltar a la palestra una vez más) «Autonomía Estratégica» buscando:

  • Aumentar y diversificar el suministro de materias primas críticas de la UE.
  • Fortalecer la circularidad , incluido el reciclaje
  • Apoyar la investigación y la innovación en materia de eficiencia de los recursos y el desarrollo de sustitutos.

De ahí que los Estados Unidos estén, como se dice en España «removiendo Roma con Santiago» no sólo para aumentar la producción propia de tierras raras, sino para encontrar nuevos yacimientos (como los que podría haber en aguas del Pacífico relativamente cerca de Japón) y suministradores de confianza (AUKUS es importante en muchos sentidos, por cierto…), un papel en el que Ucrania –el país que aparentemente tiene las mayores reservas de tierras raras de Europa– podría encajar a la perfección, máxime dada la situación actual y la dependencia respecto de los Estados Unidos tanto para su defensa como para encontrar una salida aceptable al actual conflicto.

No es de extrañar, por tanto, que Trump haya sacado el tema en las últimas horas, dejando caer que quiere que Ucrania suministre a Estados Unidos tierras raras como forma de pago que permita compensar en parte el esfuerzo financiero que para su país supone el apoyo a Kiev. Algo que, por cierto, tampoco es del todo nuevo, pues los propios ucranianos en su «Plan para la Victoria de Ucrania» incluían la posibilidad de convertirse en suministrador de estos y otros materiales para sus aliados, lo que en el caso de los Estados Unidos podría hacerse en «condiciones especiales». Eso sí, hay que tener en cuenta el grado de control que Rusia ejerce sobre una parte sustancial de estas y otras reservas minerales, tema de difícil solución.

En lo que respecta a los europeos, que suelen llegar tarde y mal, lo relevante aquí es que si los Estados Unidos consiguen condiciones verdaderamente «especiales» por parte de Ucrania, lo harán en el marco de un juego de suma cero. Es así porque los EEUU de Trump están apostando con fuerza por asegurar su papel como centro económico del mundo, como mejor estrategia para seguir siendo la primera potencia mundial aprovechando de paso que son el país que lidera la revolución tecnológica en curso.

Para ello, no sólo están tomando medidas a reindustrializar el país, con la apertura de nuevas fábricas (baterías, semiconductores…) y la mejora de infraestructuras, sino que también están imponiendo aranceles que no sólo emplean como medida de presión en temas como la inmigración o para que sus aliados aumenten el gasto en defensa, sino que también sirven para forzar que aquel que quiera vender en los Estados Unidos (el mayor mercado del mundo) deba producir allí, lo que supondrá que un enorme flujo de capital vuelva al país en lo que consideran un «win-win» a pesar de sus posibles efectos negativos en otros ámbitos (erosión de alianzas, pérdida de peso de las instituciones internacionales que los propios EEUU levantaron, pérdida de poder blando, etc.). El mundo que viene, en cualquier caso, algo que habrá que tener en cuenta a la hora de plantear la estrategia futura, si es que a este lado del Atlántico somos capaces de plantear alguna con un mínimo de solidez…

Como quiera que las anteriores son cuestiones no tan inmediatas como la guerra -además, los europeos somos expertos procastinadores– en las últimas horas esta ha seguido su curso con el lanzamiento por parte de Rusia de una nueva oleada de drones sobre territorio ucraniano. Así, según las fuentes de este país, en total habrían sido 71 los Shahed-131/136 (Geran-1/2) empleados durante la pasada jornada, de los que afirman haber derribado 38 mientras que hasta 25 más no habrían alcanzado su objetivo por otras razones. Ataques que, como es habitual, se suman a los numerosos bombardeos y ataques artilleros que Rusia lleva a cabo a diario.

En cualquier caso, no se habrían registrado daños de consideración, a diferencia de las jornadas anteriores, ni tampoco víctimas. Sí desperfectos en algunos edificios, como ha ocurrido por ejemplo en Sad, en la región de Sumy.

Del lado contrario, después de los ataques ya recogidos en el informe anterior, contra instalaciones rusas en Astracán y Volgogrado, tampoco parecen haberse producido novedades de interés en lo relativo a ataques a larga distancia por parte de Ucrania. Eso sí, desde el país han hecho recuento, en boca de Vadym Sukharevskyi, vicecomandante de las Fuerzas Armadas ucranianas, asegurando que los sistemas no tripulados lanzados por estas han protagonizado más de 220 operaciones en el interior de Rusia desde su creación, hace seis meses. Periodo en el que Ucrania ha lanzado más de 3.500 drones de todo tipo.

En cuanto a los combates y los movimientos, antes de comenzar nuestro repaso diario, enlazamos este hilo de @Tatarigami_UA en el que se analizan las principales tendencias y acontecimientos recientes de ambas fuerzas en lucha, rusas y ucranianas.

Dicho esto, comenzamos hoy el repaso a las novedades por el río Oskil, ya que no hay novedades importantes procedentes ni de Kursk, ni de Járkov. Así las cosas, se han registrado una vez más ataques rusos en la orilla occidental del mismo . Más preocupante si cabe, en los últimos tiempos el 1º Ejército de Tanques ruso ha ido «colando» unidades en el saliente de Pischanne, presencia que las AFU intentan controlar lanzando contraataques como el de la última jornada, al sur del mismo. Además, se sigue luchando por la localidad de Novoiehorivka, que el Ejército ruso intenta tomar asumiendo para ello según algunas fuentes importantes bajas en las últimas semanas, a pesar de que su importancia es como mucho relativa.

También ha seguido ocurriendo algo parecido más al sur, en este caso a poniente del río Zherebets, toda vez que el Ejército ruso ha progresado desde Makíivka hacia Budenny, lo mismo que más al sur en dirección a Kolodiazi dese Terny e Ivanivka.

Pasamos a Bakhmut, en donde las tropas rusas han tomado algunas viviendas más al norte de la ciudad, siguiendo el trazado de la línea férrea, al tiempo que han consolidado su control sobre las zonas boscosas al sur.

En cuanto a Toretsk, en donde no hay cambios de importancia, pero sí continúan los enfrentamientos tanto por la gran escombrera («Terrikon») como por las zonas mineras de Krymske, que obran todavía en poder ucraniano a pesar de los intentos rusos.

En el sector de Pokrovsk, lo más señalado de las últimas horas son los combates al norte de las vías férreas, con las tropas rusas intentando progresar más allá de Dymytrove. Además, también han ganado terreno en la localidad de Sbirne, ya bajo su poder, y en Nadíivka, al norte de la anterior, y en ambos casos al oeste del sector.

Finalizando con Kurajove, no hay novedades desde ayer, al menos relativas a movimientos, si bien han seguido produciéndose acciones en el interior de Dachne, mientras desde el sur las tropas rusas presionan el cada vez más estrecho saliente ucraniano, que probablemente sea evacuado en cuestión de días.

Antes de saltar al apartado internacional, cabe decir que las Fuerzas Armadas ucranianas habrían comenzando a cambiar su orgánica, para pasar a adoptar una organización basada en Cuerpos de Ejército. Al respecto se ha pronunciado además Zelenski, quien ha dicho que «necesitamos el sistema de cuerpos» añadiendo que «Hoy hemos debatido sobre el modo de elegir a los comandantes de los cuerpos de ejército: deben ser los oficiales mejor preparados, los más prometedores, con experiencia en combate y con un pensamiento moderno. El ejército debe ser moderno».

Situación general en el frente a 3 de febrero de 2025
Situación general en el frente a 3 de febrero de 2025. Fuente: @WarMapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Ya que hemos tratado suficientemente las declaraciones de Trump, comenzamos hoy el apartado internacional por Bruselas, en donde como sabemos ha tenido lugar una reunión informal de los líderes de los Veintisiete a la que asistieron también el secretario general de la OTAN, Mark Rutte y el primer ministro británico, Keir Starmer, quien venía de reunirse ayer con Scholz, se había visto también con Rutte en el Cuartel General de la OTAN y tomó parte en la cena. En en el caso de Starmer, además, se trata del primer líder británico que toma parte en una reunión de este tipo desde el Brexit, en lo que es una muestra del notable acercamiento que la UE y el Reino Unido están protagonizando y una antesala de futuros acuerdos en materia por ejemplo de Defensa.

Cabe decir, una vez explicado esto, que en esta ocasión se no ha producido una declaración oficial tras la reunión, sino que únicamente han trascendido las observaciones hechas por el presidente del Consejo Europeo, el portugués António Costa, quien ha dicho entre otras cosas que: «La guerra en curso en Ucrania, los ataques cibernéticos e híbridos, la situación en Oriente Medio… Todo ello exige un enfoque europeo firme para garantizar la seguridad de todos nuestros ciudadanos y la paz en nuestro continente. Y la construcción de la Europa de la Defensa es una parte integral de este proyecto. Hoy, nuestros debates se centraron en tres temas principales: capacidades, financiación y asociaciones».

Starmer, por su parte, declaró a la salida de la reunión que «la fragmentación nos debilitará a todos», por lo que los europeos deben «maximizar juntos el peso y la influencia industrial» que poseen. Una declaración lógica en un contexto de creciente inseguridad en el que el Reino Unido está elevando sus presupuestos -teniendo ya el segundo mayor de Europa Occidental, por detrás de Alemania- y pide a sus aliados que hagan lo propio con afirmaciones del tipo «Necesitamos que todos los aliados den un paso adelante, particularmente en Europa» o «Estoy aquí para trabajar con nuestros socios europeos para mantener la presión, apuntando a los ingresos energéticos y a las empresas que abastecen sus fábricas de misiles para aplastar la maquinaria de guerra de Putin».

Starmer, además, anunció en la rueda de prensa concedida tras la reunión con el secretario general de la OTAN que en 2025 su país proporcionará más ayuda militar a Ucrania de la suministrada en ninguno de los tres años de guerra anteriores, si bien no se atrevió a dar una cifra exacta.

Además de esto, la Alta Representante, quien también estuvo presente en la reunión, habló por la mañana, antes de entrar a tomar parte en la misma, en la Conferencia de Embajadores de la UE, aprovechando para cargar una vez más contra Putin de quien ha dicho que «quiere toda Ucrania» y que «no le preocupa la OTAN» sino que le preocupan más «la expansión de la democracia y los valores que defiende la UE», que el «único idioma que habla es la fuerza» y que «para que la paz perdure, como Ucrania merece, debemos presionar al Kremlin para que cambie sus objetivos». Además, buscó confraternizar con los Estados Unidos, dando la bienvenida al compromiso de este país con la «paz a través de la fuerza», en lo que es también un guiño a la posición defendida por el Gobierno de Zelenski.

No es de extrañar que desde la propia Ucrania su ministro de Exteriores agradeciese públicamente las palabras de Kallas, recordando de paso que «la mejor manera de contener el eje Rusia-Irán-RPDC es aumentar la ayuda militar a Ucrania y la presión económica sobre Rusia, y aprovechar al máximo los activos congelados de Rusia».

Todo ello mientras el presidente del país, Zelenski, hablaba sobre los ataques rusos a la infraestructura ucraniana y la seguridad energética, diciendo entre otras cosas que «El suministro de sistemas de defensa aérea a Ucrania es crucial y no debe detenerse. Es esencial buscar constantemente formas en todo el mundo para fortalecer nuestra defensa, aumentar la producción nacional del equipo necesario, localizar la fabricación y asegurar acuerdos de licencia con los socios. Se trata de una tarea crucial, de la que depende gran parte del futuro de Ucrania».

De Europa pasamos a los Estados Unidos, pues parece que la ayuda militar procedente de este país se habría interrumpido nada más llegar Trump a la Casa Blanca, aunque de forma temporal, habiendo sido ya reiniciada. Según se dice, al cortar toda la ayuda internacional, el flujo de armas y municiones también se había visto afectado, aunque tras una reunión el pasado fin de semana se habría logrado poner fin a esta pausa.

En cuanto a Rusia, lo cierto es que las noticias relacionadas de una forma u otra con la guerra de Ucrania han sido escasas. Desde el Kremlin su portavoz, Dmitry peskov, ha dejado claro que no ha habido avances en la organización de la reunión entre Putin y Trump (quien sí se espera que hable por teléfono con Xi Jinping esta misma semana). Peskov, además, ha dicho que «Antes de decidir el lugar de la reunión, hay que determinar de qué se tratará. No hay novedades al respecto».

Por otra parte, en una curiosa (aunque bastante habitual en su caso) muestra de cinismo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha denunciado los intentos de «reestructurar el mundo a la fuerza». En concreto, ha declarado en una entrevista para la revista Russia in Global Affairs que «Los intentos de reestructurar el mundo a la fuerza para que se ajuste a los propios intereses, violando los principios fundamentales de la ONU, sólo profundizarán la inestabilidad y alimentarán la confrontación, que en última instancia conducirá al desastre. Con todos los conflictos que ya existen en los asuntos internacionales de hoy, el rechazo irreflexivo del sistema de la Conferencia de Yalta, con la ONU y su Carta como su ‘núcleo’, conducirá inevitablemente al caos». Además, ni corto ni perezoso, ha añadido que «Todos debemos respetar la integridad territorial de los Estados cuyos gobiernos representan a toda la población que vive en el territorio en cuestión. No es necesario demostrar que, tras el golpe de Estado de febrero de 2014, el régimen de Kiev no representa a los habitantes de Crimea, Donbass y Novorossia, al igual que las metrópolis occidentales no representan a los pueblos de los territorios coloniales que explotan».

Cerramos hoy una vez más con el apartado humanitario, pues  la iniciativa Bring Kids Back UA ha conseguido que doce menores ucranianos más regresen a sus hogares. Una cifra mínima en cualquier caso, toda vez que desde Kiev estiman que entre 150.000 y 300.000 menores podrían haber sido trasladados ilegalmente a Rusia desde el inicio de la guerra.


Comentarios

2 respuestas a «Guerra de Ucrania – Día 1076»

  1. Avatar de Francisco
    Francisco

    El tema de las «tierras raras» no es la primera vez que aparece en esta Guerra, pues ya en el inicio de la misma se hablaba de que uno de los principales objetivos de Rusia era apoderarse de estos yacimientos en el Donbás (se mencionaba especialmente el litio). Sin embargo, esta hipotética conquista fue rápidamente infravalorada, diciéndose en múltiples medios que era una cuestión de escasa importancia estratégica y casi anecdótica. Sin embargo, ¿ahora que los EEUU «exigen» un pago con estas materias primas la cuestión ha pasado a ser de suma importancia?
    Nuevamente da la impresión de que el sesgo partidista de los medios occidentales impide formarse una idea correcta de la importancia real de la cuestión, lo que no hace sino aumentar la desconfianza en sus informaciones.

    1. Será porque no lee los medios suficientes o los medios adecuados. En el informe se ha dejado claro que Ucrania no controla todas las reservas del país. Por otra parte, que las tierras raras no fuesen uno de los principales objetivos rusos (el principal elemento, era sin duda securitario) no quiere decir que la invasión no tenga otras motivaciones o que, llegado el caso, Rusia pueda beneficiarse de otras formas.

      Del mismo modo, para los Estados Unidos la disponibilidad o no tierras raras tampoco van a ser el elemento que decida su nivel de apoyo a Ucrania, sino uno de entre muchos y desde luego no el principal, algo que en ningún caso se ha dicho en este informe.

      No vemos, por tanto, la incongruencia. Un saludo.

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