La última jornada nos ha dejado, además de los habituales combates y los escasos movimientos que los acompañan, o el lanzamiento de drones de largo alcance por parte de ambos contendientes, diversas noticias relacionadas con las futuras negociaciones de paz. En concreto, pues no hay fecha para las mismas, noticias relativas a los intentos por parte de la propia Ucrania o de la Unión Europea para tener un papel relevante en las mismas, a pesar de que Moscú no considera ni a uno ni al presidente de este país, ni a la organización como interlocutores válidos. Más allá de esto, también ha sido noticia la visita de Shmyhal a Croacia, la llamada entre Zelenski y la primera ministra danesa o los repetitivos intentos que desde las Instituciones Europeas hacen para intentar dotar a la UE de las capacidades necesarias para ser un actor internacional respetado y respetable.
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Las últimas horas, para desgracia de los habitantes de la UE, nos han dejado varias muestras más de la incapacidad tanto de las Instituciones Europeas como de sus Estados miembros para representar un papel relevante en la arena internacional. Por una parte, la Alta Representante y Vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, ha presionado en la 17ª Conferencia Espacial Europea, celebrada en Bruselas, para que los Veintisiete se doten al menos de capacidades defensivas en el espacio.
Esto querría decir, de hacerse, que los Estados miembros pudiesen garantizar un nivel de seguridad mínimo para sus activos espaciales en órbita frente a los tipos de ataques más probables, a saber (compartimos un extracto de un artículo escrito hace un tiempo por un servidor):
- Microondas de alta potencia: Al igual que vimos al hablar de la Letalidad Distribuida, también en el espacio la emisión de microondas será una forma relativamente incruenta de terminar con un satélite enemigo. Eso sí, se necesitará una cantidad importante de energía para emitir radiación suficiente como para superar la protección que suelen incluir «de serie» los satélites.
- Jamming: Otra posibilidad en alza pasa por interferir los satélites enemigos o sus señales, con la ventaja añadida de que el efecto podría ser temporal y utilizarse como medio de coerción.
- Láser: Lejos de los tiempos en que se pretendía basar grandes láseres en tierra o de la SDI de Reagan, ahora sí resulta posible, gracias a la mayor eficiencia energética, situar armas láser a bordo de satélites con los que destruir o inutilizar los medios enemigos.
- Sprays químicos: Aunque parezca mentira, la guerra espacial podría consistir en algo a priori tan simple como rociar un spray sobre un satélite enemigo, impidiendo por ejemplo que sus placas solares puedan cumplir con su función o cegando sus sistemas ópticos.
- Ataques cinéticos: Más allá de los misiles lanzados desde la tierra o desde aviones al objeto de golpear los satélites enemigos, podrían llegar a situarse interceptores cinéticos en el propio espacio, una solución cada vez más barata aunque requiere de bastante precisión para cumplir su función. Por otra parte, como veremos, países como Francia se plantean situar armas convencionales a bordo de sus satélites como medio defensivo, una solución que ya probó la Unión Soviética tiempo atrás.
- Mecanismos robóticos: Solución propia de Goldfinger, consistiría en capturar un satélite enemigo mediante uno propio no con la intención de devolverlo a la tierra, sino de que la otra potencia pierda el control sobre el mismo o bien que este se aparte de su órbita.
Por supuesto, también frente a ciberataques u otros que pudiesen afectar a las estaciones de seguimiento y control en tierra, de ataques que pudiesen dirigirse contra infraestructuras relacionadas como las que poseen las empresas aeroespaciales, etc.
Desgraciadamente, aunque en la UE reconocen la importancia del Espacio y de todos los activos relacionados, así como la necesidad de avanzar en la defensa y la resiliencia de los mismos, por el momento son varios los Estados miembros que se oponen a lo que consideran una «militarización» del Espacio». Es por ello por lo que, a pesar de los enconados debates, desde hace un tiempo están frenando la adopción de medidas más drásticas, aunque estas consistan únicamente en dotar a los satélites de medios para cambiar de posición o para hacer frente a determinados ataques, sin incluir ninguna capacidad ofensiva (lo que es un enorme error en vista de hacia dónde apuntan los demás, incluso los aliados y de lo que podría suponer en términos de disuasión y estabilidad). De hecho, en la Comunicación Conjunta sobre la «Estrategia espacial de la UE para la seguridad y la defensa» de 2023, se decía que:
«La Estrategia propone acciones para reforzar la resiliencia y la protección de los sistemas y servicios espaciales en la UE. Para ello, la Comisión estudiará la posibilidad de proponer una serie de iniciativas, entre ellas:
- proponer una Ley Espacial de la UE para proporcionar un marco común para la seguridad, la protección y la sostenibilidad en el espacio;
- creación de un Centro de Intercambio y Análisis de Información (ISAC) para crear conciencia y facilitar el intercambio de mejores prácticas;
- iniciar un trabajo preparatorio para garantizar el acceso autónomo de la UE al espacio a largo plazo, abordando en particular las necesidades de seguridad y defensa;
- Reforzar la soberanía tecnológica de la UE reduciendo las dependencias estratégicas y garantizando la seguridad del suministro en materia espacial y de defensa, en estrecha coordinación con la Agencia Europea de Defensa y la Agencia Espacial Europea».
Pese a lo cual, sólo Francia parece haber dado algún mínimo paso -tras analizar los cambios que la nueva era espacial acarreará- en el sentido de desplegar, muy a futuros, medios de defensa espacial tanto cinéticos como no cinéticos y, en principio, sin ninguna vocación ofensiva a pesar de las pruebas que planea realizar. De hecho, su Estrategia de Defensa Espacial dice: «In order to be able to implement France’s space defence strategy and better protect our space capabilities (know and act), it is crucial to give the armed forces the capabilities to defend us in space». Lo que, no obstante, llevará años transformar en capacidades reales.
Casos como el de España, que ha confiado al Ejército del Aire y del Espacio la » defensa del espacio aéreo y ultraterrestre español» son mucho más dramáticos, pues a pesar de contar con capacidades como las proporcionadas por el Centro de Operaciones (S3TOC) situado en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, y el radar de el seguimiento de objetos en órbita cercana a la Tierra (S3TSR), a lo más a lo que puede aspirar es a asistir como espectador privilegiado a cualquier evento que afecte a sus activos espaciales, sin poder ofrecer respuesta alguna en ese dominio, que ya no cabe considerar como un espacio singular, tal y como hacía la «Escuela del Santuario».
Todo lo cual nos devuelve al principio de este informe y a Kaja Kallas, quien ha pedido también que la UE se plantee posibles sanciones contra Moscú en caso de ataques en el espacio, afirmando que los europeos: «Ya somos el objetivo de una guerra híbrida, también en el espacio, con la interferencia sistemática de las señales de navegación por satélite». Sanciones que, como sabemos, se demostraron totalmente insuficientes para frenar en su momento la agresión rusa a Ucrania, para torcer a posteriori la voluntad de Moscú de perseverar en dicha agresión y que, en cualquier caso, difícilmente infligirían a la economía rusa el mismo tipo de daños que un ataque a los activos espaciales de cualquier Estado miembro o de la propia UE (Galileo) podrían suponer. No olvidemos que del espacio dependen el (copiamos extracto del artículo anteriormente citado):
- Reconocimiento: desde la identificación de objetivos hasta la detección de los efectos de las detonaciones nucleares subterráneas. En la actualidad la resolución, en el caso de los más avanzados, es inferior a los 20 centímetros, lo que permite realizar análisis de una precisión sin precedentes, igualando a la fotografía aérea en algunos casos.
- Navegación y posicionamiento: Desde la ubicación del objetivo hasta el guiado de las armas. A pesar de que los sistemas principales son el estadounidense GPS, el chino Beidou, el ruso Glonass y el europeo Galileo, cada vez son más los países que buscan su alternativa aún a escala regional, como Japón con QZSS e India con NaviC.
- Inteligencia de señales (SIGINT): con el objeto de detectar las emisiones enemigas, algo muy útil por ejemplo para prevenir operaciones militares, o bien cuando estas ya están en marcha para localizar objetivos, para labores de inteligencia, etcétera.
- Comunicaciones: Quizá el aspecto más sensible, pues como explicamos a propósito de la Network Centric Warfare y de la Guerra Electrónica en Rusia, los ejércitos modernos pierden buena parte de su operatividad si estas no son posibles o se ven degradadas.
- Alerta temprana: Los sensores infrarrojos de los satélites pueden detectar misiles mediante el rastro de sus emisiones térmicas o “plumas”.
- Meteorología: Aunque a algunos les sorprenderá que se incluyan los satélites meteorológicos dentro de este epígrafe, sin previsiones fiables sería inconcebible planificar algunas operaciones militares.
- Cartografía: Caso similar al anterior, sin datos cartográficos lo suficientemente exactos, la conducción de operaciones militares se complica. Además, en algunos casos como el fondo marino, esto tiene una importancia capital por ejemplo en la guerra submarina.
Lo ocurrido a propósito del espacio es significativo del lo largo del camino a recorrer por los europeos en todo lo que tiene que ver con su Seguridad y Defensa. Desgraciadamente, cualquiera que haya seguido los debates de los últimos tiempos y que tenga un mínimo de conocimiento histórico puede comprobar que se producen básicamente en los mismos términos que hace 40 o 20 años, pero con un grado de ambición todavía menor si cabe.
Todo lo cual, a pesar de los incrementos en el gasto en defensa de los últimos tres años (ayer mismo Estonia, Letonia, Lituania y Polonia pidieron a la UE que destinara al menos 100.000 millones de euros a defensa para 2027, argumentando que esta financiación no puede esperar hasta el próximo ciclo presupuestario de la UE), ha tenido como resultado que la UE, en tanto que actor global, ha ido perdiendo fuelle (algo que queda claro a propósito de temas como el de Groenlandia, tratado ayer). De esta forma, si en ningún momento fue considerado por Moscú como un actor válido, mucho menos lo es ahora. Lo que nos lleva a las últimas declaraciones de un Zelenski que está intentando que tanto sus aliados europeos como la propia Ucrania representen algún papel en las hipotéticas conversaciones de paz (mientras intenta adaptarse al cese temporal de la ayuda exterior estadounidense), pero que al mismo tiempo asume que sólo los Estados Unidos pueden ofrecer el tipo de garantías de seguridad que el país necesita.
Una posición seguramente más realista que la defendida por el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa (en el vídeo bajo estas líneas), quien ha afirmado recientemente que «Las negociaciones de paz con Ucrania también implican negociaciones sobre seguridad en Europa. Y no puede haber discusión sobre seguridad en Europa sin la Unión Europea […]. Sería contradictorio que el señor Trump pidiera a los europeos que asumieran una mayor responsabilidad para garantizar su seguridad y que los europeos no estuvieran presentes en la mesa de negociaciones». Lo que si bien tiene toda la lógica del mundo, a los ojos de Trump y sin un respaldo firme en forma de mayor gasto en defensa, de capacidades y de disposición a emplearlas, no deja de ser poco más que humo.
Cambiando ya de tema, para tratar los ataques a larga distancia, tenemos que el Ministerio de Defensa de Ucrania ha publicado que Rusia habría lanzado sobre el país un total de 57 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) de los que aseguran haber derribado 29, mientras que 14 más se habrían perdido por el camino.
Las defensas aéreas, en cualquier caso, han estado activas en regiones como la de Kiev o la de Sumy. Entre los daños, se ha producido un incendio en Chernígov, si bien no se han reportado víctimas. Sí que las ha habido en el ataque contra Sumy, que ha dejado 2 fallecidos y 9 heridos. Además, otro ataque, en este caso con un dron táctico, ha dejado un muerto más en Antonivka, en la región de Jersón.
Del lado contrario, un menor y su madre habrían muerto a causa de ataques ucranianos en el óblast ruso de Bélgorod, mientras que otros 2 miembros de la misma familia habrían resultado heridos, según el gobernador de dicha región, Vyacheslav Gladkov. Además de esto, se han registrado explosiones en Novozybkov y Klimovo, localidades ambas situadas en la región de Bryansk. Ahora bien, aunque podría pensarse que el segundo ataque tendría como objetivo la conocida base aérea ubicada en dicha localidad, parece que no ha sido así. En el segundo paso, por su parte, el objetivo alcanzado ha sido una estación de bombeo de gas parte del gasoducto Druzhba, lo que ha provocado un incendio.
Las defensas rusas, además, habrían estado activas en regiones como la de Rostov, así como en Berdiansk, localidad ocupada por Rusia. Todo ello mientras los equipos de extinción de incendios continúan trabajando en la en la planta química de Sibur-Kstovo, atacada como sabemos horas atrás.
En cuanto a los combates y los movimientos, las novedades son relativamente escasas. Cabe comentar al respecto, eso sí, que al menos según el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, la actividad rusa habría decaído en un 25%, si bien los disparos diarios de la artillería habrían aumentado un 15%, hasta el orden de los 5.000 diarios y el número de ataques diarios con bombas planeadoras rondaría los 75, con picos de hasta 100.
No hay cambios en Kursk, Járkov o Siversk. Sí en Chassiv Yar, en donde la aviación rusa ha continuado empleándose a fondo mediante el lanzamiento de bombas planeadoras. La infantería rusa, por su parte, ha atacado al sur de la ciudad, concretamente en Stupochny, al parecer logrando algún avance tanto ahí, como en zonas más céntricas.
En Toretsk, por su parte, hay mappers que hablan sobre avances rusos al este del «terrikon» que domina la zona minera de Krymsky, al norte de la ciudad.
Más importantes son los cambios en dirección a Pokrovsk, con avances rusos al norte de Psichane, así como también al norte de Baranivka, en dirección al famoso cruce de carreteras. No hay cambios, eso sí, al oeste del sector, si bien los ataques rusos siguen siendo constantes por ejemplo contra Udachne o en torno a Dymytrove.
En el sector de Kurajove, por su parte, lo más destacado son los limitadísimos progresos logrados en la última jornada por el bando ruso tanto al sureste de Nadíivka como al oeste de Slov’yanka. Por otra parte, son cada vez más las fuentes que dan por sentada la presencia rusa al noreste de Andríivka, así como las que hacen referencias a nuevos avances en dirección norte desde el curso del Sukhi Yaly.
Por último, en el río Dnipró, las tropas rusas se habrían asentado en la isla de Nestryha, continuando con una «guerra dentro de la guerra» de la que no se habla demasiado por falta de datos, aunque los hay de sobra como para saber que las infiltraciones, los desembarcos y los combates se producen prácticamente a diario, al igual que los intercambios con drones o artillería, si bien con una intensidad mucho menor que en otros sectores.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Comenzamos hoy el apartado diplomático con unas declaraciones del Ministerio de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, que hacen referencia en buena medida a lo tratado en la primera parte del informe a propósito de la falta de capacidades y, por ende, de peso internacional de la UE y de sus Estados miembros. Sybiha ha dicho, en concreto a través de las rede sociales, que: «En una era de competencia global, la UE debe ser competitiva. Para ello necesita a Ucrania, con su poderoso ejército, su tecnología en rápido desarrollo, su energía renovable, su gente valiente y otras ventajas. Estamos trabajando para acelerar nuestra adhesión a la UE durante la presidencia polaca y danesa de este año». Ciertamente, la UE necesita de muchas de estas cosas, desgraciadamente para el diplomático, no está tan claro que la entrada de Ucrania pueda proporcionarlas y, mucho menos que pueda hacerlo en una medida que compense el enorme coste en todos los sentidos de su integración, un tema que genera intensos debates aquí en Bruselas, y a pesar del discurso oficial.
La UE, mientras tanto, y a pesar de haber extendido recientemente el periodo en el que aplicarán las sanciones a Rusia, no parece en condiciones de poder renunciar por el momento a las importaciones de gas ruso. De hecho, la Comisión Europea no propuso una prohibición del gas natural licuado ruso en su último paquete de sanciones porque los estados miembros expresaron su preocupación por no conseguir primero alternativas, ni siquiera desde los Estados Unidos, según han declarado a la agencia Reuters diplomáticos de la UE.
Cambiando hacia Ucrania, allí Zelenski ha aprovechado las últimas horas por una parte para participar en el homenaje a los «héroes de Kruty», un acto de carácter marcadamente nacionalista que rememora una batalla acaecida en enero de 1918 en la región de Chernígov, en el marco de la guerra soviético-ucraniana y en la cual unos pocos ucranianos consiguieron retrasar durante varios días la ocupación de Kiev, a costa de fuertes bajas.
Por otra, para mantener una reunión telemática con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Tras agradecer como es habitual el apoyo danés, ambos hablaron sobre «la importancia de la unidad y la solidaridad en Europa para hacer frente a los desafíos y amenazas a la seguridad mundial que se ciernen sobre todos los europeo». También sobre «el fortalecimiento de la cooperación bilateral entre Ucrania y el norte de Europa, así como de los esfuerzos conjuntos para acercar una paz justa y duradera».
Además, Zelensky habló en su discurso diario a través de las redes sociales, una vez más de la situación que deja el corte temporal de la ayuda humanitaria estadounidense, así como de las medidas que se están tomando para minimizar su impacto. De esta forma, Zelenski ha anunciado que ha «dado instrucciones para que ciertas iniciativas clave se financien con nuestros recursos internos, así como para entablar conversaciones con nuestros socios europeos». Además, ha ordenado que «continúe la auditoría de los programas de asistencia estadounidenses suspendidos, en particular en los sectores humanitario, de seguridad y social».
El primer ministro del país, Denys Shmyhal, ha visitado en las últimas horas Zagreb reuniéndose allí con su homólogo Andrej Plenković, con quien ha tratado diversos temas, incluyendo «la recuperación de Ucrania y la seguridad energética de Europa, incluido el uso de las instalaciones de almacenamiento de gas de Ucrania, que con 31 mil millones de metros cúbicos son las más grandes del continente». Además, como es habitual en estos casos, ha mantenido distintas reuniones, incluyendo con empresarios locales, para intentar captar fondos que permitan acelerar la recuperación económica de Ucrania.
También se ha visto Shmyhal con el presidente del Parlamento de Croacia, Gordan Yandrokovych, a quien ha agradecido el apoyo de su país. En su encuentro, ambos políticos hablaron sobre la ayuda militar y humanitaria, la integración de Ucrania en la UE y la OTAN. Además, según Shmyhal: «Reforzaremos aún más nuestra coordinación. El Parlamento croata fue uno de los primeros en condenar la agresión a gran escala de Rusia contra Ucrania y también reconoció el Holodomor como un genocidio del pueblo ucraniano. Lo apreciamos mucho».
Pasamos a Francia, pues desde este país Francia han invitado al jefe de la diplomacia ucraniana, a la Alta Representante de la Unión Europea y a los ministros de Asuntos Exteriores de varios países occidentales a una reunión sobre la guerra en Ucrania que tendrá lugar el próximo 12 de febrero en París, según funcionarios galos. Se espera, de hecho, que Alemania, el Reino Unido, España, Italia y Polonia participaran en la reunión, aunque no está claro si tomará parte el nuevo secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. En cualquier caso, aunque no ha trascendido cuáles serán los temas a tratar, parece evidente que todo girará en torno a las posibles conversaciones de paz, las garantías de seguridad y el papel de la UE y sus Estados miembros o de Ucrania en todo ello.
Otro punto de interés lo encontramos en Eslovaquia, país en el que la oposición continúa sin ser capaz de tumbar el Gobierno de Fico a pesar de los intentos de moción de censura, y en el que se ha convocado al embajador ucraniano para que de explicaciones a propósito de las últimas críticas de Zelenski a las compras de gas ruso por parte de este país, algo que consideran «una injerencia en los asuntos internos de la República Eslovaca».
Pasando a la OTAN, la secretaria general adjunta, Radmila Shekerinska, presidió la reunión del Consejo OTAN-Ucrania, en la que destacó los esfuerzos en curso para acercar a Ucrania a la OTAN, incluidos el Comando de Asistencia y Entrenamiento en Seguridad de la OTAN para Ucrania (NSATU) en Wiesbaden, el Centro Conjunto de Análisis, Entrenamiento y Educación (JATEC) y el Paquete Integral de Asistencia (CAP) para Ucrania. Además, aseguró que los Aliados están en vías de cumplir la promesa hecha en la Cumbre de Washington de entregar 40 mil millones de euros en asistencia en seguridad acordados para 2025 y acogió con satisfacción las crecientes inversiones de los Aliados en la industria de defensa de Ucrania
Su jefe directo, Mark Rutte, mantenía mientras tanto su primera llamada telefónica con el nuevo secretario de Defensa estadounidense, el polémico Pete Hegseth, haciéndole llegar el mensaje de que «para disuadir y defender, tenemos que mantenernos fuertes, unidos y preparados, y eso es lo que #NATO hace todos los días. Espero trabajar contigo para aumentar aún más el gasto y la producción de defensa para una alianza fuerte».
Pasando a Rusia, desde este país las novedades han sido muy pocas en las últimas 24 horas, después del revuelo causado por las declaraciones recientes de Putin cuestionando la legitimidad de Zelenski.
Una de las más relevantes, aunque difícilmente implicará recuperar el control sobre las bases en Latakia, tiene que ver con el acuerdo al que han llegado con el nuevo Gobierno sirio, consistente básicamente en que seguirán reuniéndose para tratar este tema en el futuro. Así, según el portavoz del Kremlin, Peskov, hechas después de que la delegación rusa se viese con los representantes locales «es necesario establecer y mantener un diálogo constante con Siria».
Por otra parte, aunque el suceso ha ocurrido en Suecia, un hombre ha sido detenido tras intentar entrar con su automóvil en el recinto ocupado por la embajada de Rusia en Estocolmo. Al parecer, se trataba de un ciudadano ucraniano con residencia en Suecia, de 45 años de edad y que según el Ministerio de Exteriores ruso «En 2015 y 2018 ya había perpetrado ataques contra la embajada y la misión comercial de Rusia en Suecia. Las autoridades suecas lo consideraban un deficiente mental y lo habían atendido».
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