Guerra de Ucrania – Día 1068

La última jornada de guerra en Ucrania ha dejado un nuevo ataque ruso masivo con armas de largo alcance, así como diversos movimientos en la línea de frente, incluyendo algunos avances por parte del Ejército de este país en las inmediaciones del Oskil o en el sector de Kurajove. En el ámbito internacional, mientras vuelven a trascender daños a un nuevo cable submarino en el Báltico, en esta ocasión entre Suecia y Letonia y el bielorruso Lukashenko ha anunciado su victoria electoral, que desde la UE consideran una farsa, lo más importante del día tiene que ver con la inminente reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete, que podría contar con la presencia online del secretario de Estado de los EEUU, Marco Rubio.

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Desde el punto de vista de sus características militares, la guerra de Ucrania podría dividirse en cuatro fases claramente diferenciadas, desde que la invasión a gran escala del país diese comienzo, hace ya casi tres años, aquel infausto 24 de febrero de 2022. Así las cosas, las fases y las características básicas de cada una de ellas serían las siguientes:

  • Primera fase: de la invasión inicial a la estabilización del frente (febrero – abril de 2022);
  • Segunda fase: Alta intensidad, alto tempo y protagonismo de las fuerzas profesionales (abril-noviembre de 2022);
  • Tercera fase: Alta intensidad, bajo tempo, escasa profesionalización y objetivos limitados (diciembre de 2022 – diciembre de 2023);
  • Cuarta fase: marcada por el el perfeccionamiento del método ruso (invierno de 2023 – actualidad).

La guerra de Ucrania estaría por tanto, desde hace meses, inmersa en una cuarta fase de las operaciones marcada por el hecho de que Rusia ha conseguido movilizar un número suficiente de efectivos y adaptarse orgánica y tácticamente lo suficiente como para explotar las debilidades de las Fuerzas Armadas ucranianas.

Las mejoras que ha ido introduciendo en su logística -dispersión y cadena de suministro, eminentemente de municiones de artillería-, unidas a un empleo más efectivo y extendido de los drones FPVs y Shaheds, así como de las bombas planeadoras, el empleo de los raids mecanizados y una marcada superioridad en infantería ligera “de usar y tirar”, han permitido al Ejército de este país refinar un método que está produciendo resultados positivos desde el punto de vista de Moscú -si bien cicateros- a un ritmo acelerado; todo ello, por supuesto, a un coste humano y material difícilmente replicable por casi ningún otro Estado.

La importancia de estos avances cada vez es más relevante, debido a que ciertos puntos del mapa tienen una importancia operacional clave. Ejemplo de ello es Pokrovsk, cuya pérdida podría alterar las rutas logísticas ucranianas en el frente del este (de hecho, ya han ido cambiando hasta convertir a Mezhove en el centro logístico en detrimento precisamente de Pokrovsk). También, más al norte Chasiv Yar, cuya caída podría facilitar ulteriores avances rusos sobre enclaves de entidad regional como Sloviansk y Kramatorsk, éstas últimas también con una considerable relevancia logística, si bien objetivos en sí demasiado grandes para las capacidades rusas actuales.

No obstante, la incapacidad de tomar determinados objetivos, como las dos ciudades que acabamos de citar o la propia Pokrovsk no debe desviar al lector del problema que suponen los constantes avances rusos en dirección a las mismas, terminando por quedar todas ellas al alcance de las bombas planeadoras y, en algunos casos, de la artillería de mayor alcance. Y es que uno de los grandes «logros» rusos en esta última fase de la guerra ha consistido, precisamente, en aprovechar su superioridad material y humana para dejar una y otra vez la logística ucraniana al alcance de sus armas, de forma que se resienta la operatividad de las AFU, se dificulten las rotaciones y las posiciones más avanzadas queden en todos los casos expuestas a una potencia de fuego sin precedentes que hace totalmente desaconsejable situar en primer línea un número adecuado de infantes como para repeler los constantes ataques de las unidades «Storm» rusas.

La siguiente gráfica muestra el porcentaje de bajas rusas en función del origen de las mismas
La siguiente gráfica muestra el porcentaje de bajas rusas en función del origen de las mismas. Como se puede ver, el componente de «Kontractniki» o contratados es cada vez mayor en relación con los movilizados, los aportados por las PMCs o los prisioneros. Fuente de los datos: BBC.

Dejando de lado esta pequeña reflexión, que será convenientemente ampliada (de hecho, en habrá un capítulo ad hoc de unas 15.000 palabras) en el 4º libro sobre la guerra de Ucrania, la realidad militar de las últimas horas nos habla precisamente, y una vez más, del empleo de un buen número de armas de largo alcance por parte rusa.

Así las cosas, aunque a la hora de redacción de este informe no se han publicado todavía datos oficiales, son varias las fuentes que hablan de una nueva oleada de ataques masiva con drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) por parte rusa, los cuales habrían entrado nuevamente al espacio aéreo ucraniano desde diferentes puntos, sobrevolando varias de las regiones del país.

Se habrían registrado, por el momento, explosiones sobre localidades como Dnipró, lo mismo que sobre Cherkassy, sobre Khmelnytskyi, sobre Tver y sobre Ivano-Frankivsk. Además, más allá de los drones, hay reportes que hablan del lanzamiento de bombas planeadoras contra Yunakivka, en la región de Sumy, en Beryslav, situada en la región de Jersón, en Kupiansk, en la de Járkov, en donde habrían caído al menos cuatro de estas y en Konstyantinivka, en donde han resultado heridas, como consecuencia de ello, varias personas.

Del lado contrario, mientras continúa en llamas la refinería de petróleo de Riazán, atacada dos veces por Ucrania en las últimas 72 horas, los ucranianos aseguran haber alcanzado un depósito de municiones en la región de Oryol en el que se almacenarían al menos 200 drones tipo Shahed, los cuales habrían resultado destruidos como consecuencia del ataque.

Pasando a los combates y los movimientos, las novedades de las últimas horas son pocas, entre otras razones porque el informe de ayer lo hicimos público algo más tarde de lo habitual por razones familiares y no ha habido tiempo material para que se produzcan cambios.

Comenzando por el sector de Kursk, desde allí aunque los cambios son mínimos, continúan llegando testimonios de pérdidas norcoreanas. Por otra parte, y más relevante si cabe, en su enésimo giro discursivo Zelenski ha vuelto a justificar la invasión de Kursk -o más exactamente el mantenimiento de la misma-, asegurando en esta ocasión que es necesaria para proteger las ciudades de Sumy y Járkov de las ofensivas rusas, por más que nada haga pensar que el Ejército ruso (que también tiene problemas por ejemplo de personal, a pesar de que sean menores que los ucranianos) esté ahora en condiciones de lanzarse a por objetivos de semejante entidad. Así, según el presidente ucraniano «Pronto se cumplirán seis meses desde que llevamos a cabo operaciones activas en la región de Kursk para proteger las tierras ucranianas. Mantenemos una zona de amortiguación en territorio ruso para proteger nuestras ciudades de Sumy y Kharkiv de las ofensivas rusas».

Más al sur, en la antigua línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, las tropas rusas han logrado algunos avances –como la toma de las pequeñas aldeas de Novoiehorivka y Tverdokilybove– o bien han trascendido datos que permiten trazar con mayor fiabilidad la línea de frente.

En el sector de Toretsk, por su parte, la tónica es la de días anteriores, con ataques rusos en dirección al río Krivii desde el noroeste de Toretsk intentando capturar las ultimas posiciones ucranianas, como las que mantienen en la planta depuradora, así como con intentos tanto por expulsar a las AFU del espacio entre Leonidivka y Toretsk o por hacerse con Dachne y Krymske, al norte.

En cuanto a los sectores de Pokrovsk y Kurajove, no hay cambios reseñables más allá de algunos ataques rusos adicionales al norte de la vía férrea o de nuevos ataques rusos contra la localidad de Andríivka -al norte del Vovcha-, con algunas fuentes señalando que las tropas rusas habrían alcanzado algunas edificaciones al noreste de la población, mientras un contraataque ucraniano intenta evitarlo.

Por último, a propósito de Velika Novosilka, si bien los propios ucranianos han reconocido su retirada y desde canales rusos se está hablando de grandes pérdidas, apareciendo en redes sociales vídeos puntuales en los que aparecen cadáveres de militares ucranianos diseminados por el terreno, nada hace pensar que se haya producido ningún tipo de embolsamiento ni que las tropas rusas hayan capturado cantidades importantes de material o prisioneros. Precisamente, el rápido colapso de la ciudad es perfectamente indicativo de que el grueso de las tropas y los medios había abandonado en las semanas previas el asentamiento, quedando unidades de pantalla mientras se confiaba en la colocación de minas o trampas y en el uso de drones y artillería para ralentizar los avances rusos hasta el último momento.

Y antes de pasar al análisis de la actualidad internacional relacionada con la guerra de Ucrania, cabe señalar que el presidente ucraniano, Zelenski, ha nombrado al Mykhailo Drapatyi, comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania, jefe del Grupo operativo-estratégico Khortytsia, de forma que pueda centrar su atención «en las zonas de combate más intensas» y que garantice «al mismo tiempo un entrenamiento adecuado para las brigadas».

Situación en el sector de Velika Novosilka a 26 de enero de 2025
Situación en el sector de Velika Novosilka a 26 de enero de 2025. Fuente: @DeepStateUA.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

El apartado internacional, llega hoy parco en noticias, como corresponde a las jornadas dominicales, en las que apenas se producen encuentros diplomáticos. Así las cosas, comenzamos por la Unión Europea, pues los ministros de Exteriores de la UE debatirán en cuestión de horas la relación UE-EEUU en su primera reunión desde la llegada de Trump al poder. Una reunión que podría contar con la presencia telemática del nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien ha recibido una «invitación abierta» para asistir según los diplomáticos.

Rubio, por cierto, desde su llegada al cargo apenas ha hablado con el ministro polaco de Exteriores, Radosław Sikorski, y con la ministra letona del ramo, Baiba Braže, lo que también dice mucho de cuáles de entre los Estados miembros tendrán prioridad en la agenda del estadounidense.

El de Ucrania, en cualquier caso, no será el único tema a tratar en la reunión, pues el Consejo de Asuntos Exteriores también debatirá sobre las amenazas cibernéticas contra la UE, así como sobre los acontecimientos en Georgia y Moldavia y, muy probablemente, tras las últimas noticias, sobre la seguridad de los cables submarinos en el Báltico.

Otro asunto interesante es, como hemos adelantado unos párrafos más arriba y una vez más, el de los cables submarinos. Lo es, porque al parecer un nuevo cable, en este caso de comunicaciones y situado entre Suecia y Letonia, habría resultado dañado en las últimas horas, lo que ha generado diversos mensajes de condena por parte de las autoridades de la UE, como la presidenta de la Comisión Europea o la Alta Representante. Se producían, además, reacciones también desde Ucrania, con el ministro de Exteriores, Sybiha, hablando sobre «incidentes sistémicos que afectan a la infraestructura crítica de la UE» mientras pedía una mayor presencia de la OTAN en el Báltico para impedirlo.

Ciertamente, los ataques rusos en la Zona Gris son un tema que hemos tratado ampliamente en estos informes y en varios artículos y que además, a medida que se acerquen unas negociaciones, sin duda irán a más ya que sirven a Rusia para presionar a los aliados de Ucrania dificultando la atribución y llevando la amenaza más allá del campo de batalla. El problema aquí, más allá de la dificultad de evitarlos, es que tampoco en la UE (que es el objetivo prioritario de los mismos) parece existir voluntad de dotarse de medios (y en su caso, de ponerlos en práctica) suficientes como para disuadir a Rusia de este tipo de acciones o responder a ellas. Lo que es peor, algunos de los principales Estados miembros de la UE, como Alemania, parecen estar en las antípodas intelectuales del tipo de mentalidad necesaria para luchar un conflicto de este tipo, llegue o no a una fase militar.

Del Báltico pasamos a Bielorrusia, país cercano a la región en el que han tenido lugar unas elecciones calificadas de «farsa» desde instancias comunitarias y en las que, como era de esperar, el actual presidente se ha declarado ganador con el 86.82% de los votos, obteniendo el segundo candidato más votado, Oleg Sergeyevich Gaidukevich, apenas el 2.02% de los mismos según los datos oficiales.

A propósito, además, es interesante comentar que en el seno de la UE Hungría habría bloqueado una declaración de condena contra las elecciones bielorrusas, por considerarlas antidemocráticas. Todo lo cual ha llevado al Servicio de Acción Exterior de la UE a publicar su propia nota de condena mientras su máxima responsable, Kaja Kallas, se reunía además con la opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya al tiempo que declaraba en las redes sociales que «las elecciones simuladas de hoy en Bielorrusia no fueron ni libres ni justas. El pueblo de Bielorrusia merece tener voz y voto en cuanto a quién gobierna su país».

Por último, para terminar con este tema, ha sido noticia el hecho de que Bielorrusia ha liberado «unilateralmente» a una mujer estadounidense, según anunció el domingo el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en un mensaje publicado en la red social X. El mensaje del secretario de Estado identifica a la ciudadana estadounidense como Anastassia Nuhfer, si bien apenas hay más detalles ni sobre el caso, ni sobre la propia liberada.

Finalizamos el informe de hoy hablando sobre ayuda humanitaria a Ucrania. De esta forma, si bien como explicamos en informes anteriores, los EEUU seguirán entregando a Ucrania la ayuda militar comprometida por la anterior administración, no ocurrirá lo mismo por ejemplo con los proyectos financiados a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Y es los funcionarios de USAID habrían recibido la orden de suspender sus proyectos en Ucrania como parte de la congelación de la ayuda estadounidense, según el medio ucraniano Suspilne.


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