La 1029ª jornada de guerra llega protagonizada por el viaje de Volodímir Zelenski a Bruselas, la capital europea, en donde se ha reunido con el presidente francés, Emmanuel Macron y con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, antes de tomar parte en la cumbre informal en la que se buscará afinar la estrategia de los Veintisiete en relación con Ucrania antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Además de esto, y mientras los combates, los avances rusos y los ataques con drones y misiles por parte de uno y otro bando continúan, desde Corea del Sur han informado de que sus vecinos del norte podrían haber perdido ya un centenar de efectivos en suelo ucraniano.
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(Muchísimas gracias a todos por los ánimos. Hemos de decir que salió mejor que bien y que la mitad de este pequeño equipo de dos que hay detrás de los informes ya puede lucir orgullosa un más que merecido título de doctora en Ciencias Políticas tanto por la Universidad de Gante, en Bélgica, como por la Pablo de Olavide, en España, después de defender su tesis «The Permanent Structured Cooperation (PESCO) of the European Union: Means, Ways, Ends and Tempo» en la ciudad belga).
Durante las últimas horas, desde el Ministerio de Defensa de Ucrania han denunciado el lanzamiento, por parte de Rusia, de hasta 81 drones de largo alcance tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), de los que aseguran haber derribado 51 mientras que 30 más habrían visto su rumbo alterado por las contramedidas.
Ahora bien, a pesar del supuesto éxito de la defensa antiaérea ucraniana, se han registrado explosiones y se han producido apagones en localidades como Krivói Rog, aparentemente como consecuencia del impacto de misiles rusos, algo que no ha sido incluido en el informe diario oficial. De hecho, se sabe que se han empleado misiles en las últimas horas porque al menos uno de ellos ha sido grabado sobre Berdiansk, ocupada por Rusia, con trayectoria al parecer desde el Mar de Azov hacia el interior de Ucrania. Es más, hay fuentes que hablan directamente de dos misiles Iskander-M lanzados desde la península de Crimea y que habrían hecho explosión en la citada Krivói Rog (aunque en este caso difícilmente habrían pasado por Berdiansk, si bien no es imposible). Además de esto, y una vez más como consecuencia del empleo de drones tácticos, un ciudadano ucraniano más ha fallecido en la región de jersón, tras ser alcanzado por uno de estos ingenios.
Del lado contrario, se ha hablado de explosiones sobre Sebastopol, en la región de Crimea, controlada por Rusia. Lo mismo que en Tokmak, en este caso en la región de Zaporiyia y también bajo control ruso, así como en Taganrog, Rostov, Aksai y Azov. Lo más relevante, sin embargo, sería el incendio que se ha producido, como consecuencia de un ataque ucraniano con drones, en la refinería de petróleo de Novoshakhtinsk, también en la región de Rostov y que ha afectado a buena parte de la infraestructura principal de la planta, como se desprende de las imágenes aparecidas en las redes sociales. Eso sí, las autoridades rusas, que han alabado a su defensa antiaérea, han hablado de apenas un «breve incendio».
Más importante si cabe, Ucrania ha atacado recientemente la planta de motores de combustible sólido para cohetes que Rusia posee en Kamensky (48.2996222, 40.1868895); un objetivo que ya había sido señalado en el pasado por su relevancia para el esfuerzo bélico y que ha sido alcanzada bien por drones o, más seguramente, por misiles SCALP/Storm Shadow. Una instalación que, además de haber aumentado su ritmo de producción, pasando a operar en turnos de 12 horas desde antes del inicio de la guerra, había sido ampliada una vez comenzada esta.
Pasando ya a los combates y los movimientos, comenzamos un informe más el repaso por el sector de Kursk, el más septentrional del frente. Allí, los ucranianos continúan haciendo uso intensivo de su artillería y drones (con la curiosa costumbre últimamente de acoplar muñecos de peluche navideños a estos, por cierto) contra las tropas rusas y, también, las norcoreanas. De hecho, a propósito de estos últimos desde Corea del Sur han informado de que sus vecinos del norte habrían acumulado ya un centenar de bajas (incluyendo oficiales de alto rango y accidentes) como consecuencia de sus operaciones ofensivas en esta región rusa.
A pesar de ello, los avances rusos, aunque lentos (difícilmente conseguirán su objetivo de retomar Kursk como pretendían, antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca) siguen produciéndose. De esta forma, en las últimas horas han aumentado el área bajo su control en la zona de Plekhovo, al sureste del sector. Además, algunas fuentes señalan también avances hacia Kruglen,koe, en este caso al noroeste.
A diferencia de otras jornadas, en esta última sí se han producido al menos pequeñas novedades en Vovchansk, en el sector de Járkov. Allí los ucranianos habrían conseguido leves avances en dirección al río Vovcha en la parte oriental de la localidad.
No ocurre lo mismo en otros sectores, como los de Kupiansk o Siversk, en donde no se han producido cambios. Sí en Chassiv Yar, en donde un reciente contraataque ucraniano ha permitido limpiar de presencia rusa la parte al este del hospital Nº 3 y del estadio «Avanhard», en dirección al canal, aunque se sigue dando por hecha la presencia rusa en las instalaciones fabriles al norte de los anteriores.
En el caso del sector de Pokrovsk-Kurajove, que es en donde más avances ha logrado Rusia en los últimos meses, cabe hacer algunos comentarios antes de repasar las novedades en dicho sector. En primer lugar, que tal y como adelantamos un tiempo atrás y a pesar de los ataques en dirección a Pokrovsk, esta ciudad que ha dejado de ser en la práctica un nudo de comunicaciones, difícilmente será asaltada directamente por el Ejército ruso en las próximas semanas. Creemos esto porque entablar una batalla urbana allí, a pesar de los enormes problemas experimentados por las AFU, supondría un nivel de bajas que en las circunstancias actuales Rusia tampoco parece poder permitirse. En segundo lugar, que precisamente por esto lo más probable es que intenten avanzar hacia Ulakly, Andriívka y Kostyantynopil’, buscando cerrar el saliente que los avances a norte y sur del río Vovcha han provocado, igualando de esta forma el frente y logrando de paso la ansiada zona de seguridad alrededor de la ciudad de Donetsk, que no debemos olvidar que era el verdadero objetivo de Rusia en este sector.
Dicho esto, se han registrado pequeños avances rusos en Vidrodzhennia y Dachenske, en dirección a Pokrovsk, al tiempo que intentan progresar al oeste hacia Solone y, más al sur, en este caso de hecho al sur del río Solona, hacia Novoolenivka y Ukrainka. Además, ya en dirección a Kurajove, han comenzado a avanzar desde Sontsivka en dirección a Petropavlivka, así como desde Stari terny hacia Sevchenko, en ambos casos al norte del río Solona, mientras que al sur de este han logrado alcanzar el centro de Uspenivska, en el curso del río Sukhi Yaly, mientras intentan ahora dirigirse por la orilla del mismo hacia Ulakly y Kostyantynopil’, de las que hemos hablado en el párrafo anterior.
En cuanto al sector de Velyka Novosilka, por último, el Ejército ruso ha seguido avanzando desde el sur, tanto en paralelo al río Mokri Yali como desde Rivnopil’, población desde la que intentan repetir lo hecho antes en Makarivka, en este caso rodeando Storozheve por el norte para alcanzar Neskuchne.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el apartado internacional lo más relevante ha ocurrido en las últimas horas en Bruselas, la capital europea. Hasta aquí se ha dirigido Zelenski, quien se reunirá mañana con los Veintisiete en una minicumbre informal como ha sido catalogada a la que, sin embargo, no acudirá el presidente francés, Emmanuel Macron, quien ha partido ya hacia el Índico para supervisar las tareas de rescate y apoyo a las víctimas del ciclón Chido.
A pesar de ello, Macron y Zelenski se han encontrado en Bruselas hace unas horas, hablando sobre temas relevantes como el posible envío de una fuerza de paz compuesta por tropas de los ejércitos de los Estados miembros a Ucrania, en caso de que las hipotéticas conversaciones fructifiquen. En este sentido, hay que recordar que la participación francesa -Macron, de hecho, ha sido el más activo en esta dirección desde meses atrás- es fundamental, ya que aporta cierto respaldo estratégico (nuclear) del que el resto de los Veintisiete carecen y que permitiría evitar que la OTAN como organización o los Estados Unidos se implicasen directamente. Además, la presencia de tropas comunitarias supondría una verdadera garantía de seguridad, en la línea de lo solicitado por Zelenski. Además de esto, Macron y Zelenski hablaron de otros temas, como la necesidad de fortalecer la defensa antiaérea ucraniana, industria o la situación en el frente, temas todos ellos habituales.
Siguiendo con el presidente ucraniano, este también se ha visto con el secretario general de la OTAN, a quien visitó en su residencia bruselense -y a la que acudieron representantes europeos del G7 y de algún otro país como Dinamarca- con quien habló básicamente sobre los mismos temas, incluyendo el de las garantías de seguridad, pero poniendo en este caso el énfasis en la defensa antiaérea. Así, y según Zelenski «la Alianza hará todo lo posible para garantizar que Ucrania sea lo más fuerte posible cuando recurramos a una diplomacia más activa».
Todo ello mientras desde los Estados Unidos aseguran estar preparándose para asignar a Ucrania los 1.200 millones de dólares restantes en la Iniciativa de Seguridad de Ucrania aprobada en su día por el Congreso, así como los 5.600 que quedan todavía en la Autoridad de Retiro Presidencial y que permiten al país suministrar equipo procedente de los inventarios de las Fuerzas Armadas nortemamericanas.
Pasando a la ayuda militar, hoy ha sido el turno del Reino Unido, país que ha liberado un paquete por valor de 225 millones de libras (aproximadamente 273 millones de euros) con los que será sufragado el envío de drones, sistemas de defensa aérea y municiones a Ucrania. Y es que, según el ministro de Defensa británico, quien ha visitado Kiev y ha sido recibido por Umerov, y en referencia a Putin «la magnitud de su error de cálculo es más clara que nunca, mientras el valiente pueblo ucraniano continúa desafiando todos los pronósticos con su energía indestructible», si bien los ucranianos «no pueden hacerlo solos». Por eso prometió que el Reino Unido seguirá entrenando a soldados ucranianos, reforzará la cooperación en materia de defensa industrial y aumentará la presión y las sanciones contra Rusia.
En otro orden de cosas, el ministro de Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, ha continuado con la campaña destinada a ganar apoyos en África, en este caso manteniendo una primera llamada telefónica con su homólogo de Botsuana, Phenyo Butale, con quien ha tratado sobre las formas de incrementar la cooperación bilateral en apartados como el agrícola, la educación o la digitalización, entre otros. Sybiha, además, se ha visto con el senador australiano Penny Wong, con quien ha hablado sobre las formas de aumentar el coste que la guerra en curso tiene para Rusia.
Con Wong también se ha visto el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, quien ha agradecido la transferencia de 50 millones de euros a Ucrania a través del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, como parte de una nueva línea de crédito de 250 millones que permitirá según Shmyhal «ayudar a restaurar y fortalecer nuestra resiliencia». El ucraniano, además, llamó a las empresas aussies a participar en la reconstrucción de su país.
En cuanto a Rusia, los titulares estaban hoy copados por un accidente de tren en Murmansk, que ha dejado más de una treintena de heridos. Todo mientras se prepara la conferencia de prensa anual en la que Putin responderá a preguntas de la prensa y de la ciudadanía, afirmando los medios rusos que ya se han recibido hasta el momento más de un millón y medio de solicitudes en diversos formatos.
Lo más relevante, en cualquier caso, serían las declaraciones del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en relación con el reciente intercambio de acusaciones entre Zelenski y Orban a propósito de la iniciativa de paz de este último (muy bien acogida por el Kremlin, por razones obvias). Así las cosas, Peskov ha dicho que «Vemos que Zelenski se muestra grosero con Orbán. De Kiev se puede esperar cualquier cosa, pero esto demuestra una vez más no sólo el carácter criminal de este régimen, sino también su extrema falta de cultura», destacando de paso que el régimen de Kiev se negó a apoyar los esfuerzos de Orban, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, por el contrario, sí lo había apoyado.
Antes de finalizar, compartimos un artículo publicado por The Economist en el que se asegura que, al menos por el momento, Ucrania estaría logrando con la ayuda de sus aliados, imponerse en la guerra económica contra Rusia (algo muy matizable, toda vez que el grado de destrucción acumulado y el de dependencia ucraniana son altísimos). Hablan, en cualquier caso, de una economía ucraniana que ha vivido tres fases diferentes desde el inicio de la invasión y que está ahora en mucho mejor estado que hace dos años o dos años y medio. Es más, dicen que «La moneda es estable y las tasas de interés, del 13,5%, se mantienen cerca de su nivel más bajo en 30 meses. Comparemos eso con Rusia, donde las tasas deberían llegar pronto al 23% para detener la caída del rublo, los bancos parecen frágiles y se prevé que el PIB crezca solo entre el 0,5% y el 1,5% en 2025».
Por último, cerramos el informe con el apartado humanitario, pues cinco menores ucranianos han podido regresar a Ucrania en el marco de la iniciativa BringkidsBackUA, tal y como ha anunciado el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak.
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