Durante las últimas horas ha vuelto a ser noticia el misil balístico Oreshnik, pues desde los Estados Unidos han confirmado que Rusia podría volver a utilizarlo en los próximos días, algo a lo que han restado importancia. Además, también ha sido noticia el próximo viaje de Macron a Polonia, con cuyos mandatarios compartirá el contenido de las recientes conversaciones mantenidas con Trump y Zelenski, o el nuevo encontronazo entre este último y Orban. Sobre el terreno, además de los nuevos avances rusos en Pokrovsk o Kurajove, lo más reseñable son los ataques ucranianos sobre Taganrog, Briansk y Donetsk, alcanzando distintos objetivos como instalaciones fabriles relacionadas con la defensa, un ducto o un depósito de municiones.
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(Hoy nuevamente, por motivos estrictamente laborales, nos vemos obligados a reducir el informe al resumen de lo ocurrido sobre el terreno y en el apartado internacional).
Durante las últimas horas, comenzando por los ataques a larga distancia por parte de unos y otros, se han registrado explosiones en localidades ucranianas como Dnipró. De hecho, varias viviendas han resultado dañadas por efecto del ataque ruso, hablándose de restos de misiles caídos sobre ellas, lo mismo que contra Kamianske. En total, según el Ministerio de Defensa de Ucrania, habrían sido dos los misiles de crucero de lanzamiento aérea Kh-59/69 los lanzados contra esta región ucraniana, ambos derribados según dicha institución.
Además, un drone táctico ruso habría provocado heridas a una persona en la región de Jersón. Y, por otra parte, el número de fallecidos por el ataque ruso durante la jornada anterior contra la ciudad ucraniana de Zaporiyia se ha elevado finalmente hasta las diez personas, aumentando la cifra de heridos hasta las veintidós, según el gobernador regional, Ivan Fedorov.
En el caso de Rusia o los territorios ucranianos controlados por este país, tenemos por una parte que las defensas antiaéreas han estado activas sobre Crimea, concretamente sobre Sebastopol, en donde aseguran haber derribado cuatro drones ucranianos. Por otra, que el Ministerio de Defensa ruso atribuyó las explosiones de ayer en la ciudad costera de Taganrog al lanzamiento por parte ucraniana de media docena de misiles balísticos de corto alcance ATACMS que, aseguran, habrían sido todos ellos neutralizados antes de alcanzar su objetivo. Eso sí, a la espera de una evaluación de daños, hay motivos para creer que habrían provocado daños y el propio Ministerio de Defensa ruso ha reconocido bajas, aunque las atribuyen a la metralla y los restos de los misiles ucranianos.
Además, desde Ucrania reconocían haber lanzado un ataque con éxito contra el oleoducto Druzhba a su paso por la región rusa de Briansk, al norte de la frontera con Ucrania. Tenemos también que las Fuerzas Armadas ucranianas han alcanzado, hace escasas horas, un depósito de municiones ruso situado en la villa de Markyne, en la región de Donetsk, provocando importantes explosiones, si bien los efectos concretos están todavía por determinarse. Por último, drones ucranianos habrían vuelto a atacar las instalaciones chechenas en las que se forma la élite de las unidades bajo el mando de Kadírov, ubicadas en Grozni.
Dicho esto, y antes de pasar a hablar de los combates y los movimientos, cabe comentar a propósito del uso de misiles ATACMS contra territorio ruso, que desde los Estados Unidos han confirmado que Rusia podría lanzar un segundo misil balístico de alcance intermedio Oreshnik en los próximos días, aunque no se conoce como es lógico la fecha exacta. Así lo ha explicado la portavoz de la secretaría de Defensa estadounidense, Sabrina Singh, basándose en fuentes de inteligencia del país. En la misma declaración, además, Singh restaba importancia al hecho, afirmando que el Oreshnik no constituye ningún tipo de solución milagrosa y que, más allá de lo que pueda decirse, el apoyo a Ucrania y la guerra iban a continuar su curso igual, exactamente igual que después del primer lanzamiento. Todo ello mientras desde Rusia aseguran que el ataque con ATACMS contra Tangarog «no quedará sin respuesta».
En cuanto a los combates y los movimientos, comenzamos una jornada más por el sector más septentrional, esto es, el de Kursk. Allí mientras las unidades rusas lanzan ataques desde prácticamente todas las direcciones contra las posiciones que mantiene Ucrania, estos últimos habrían lanzando contraataques locales en dirección a Novaya Sorochina (del que ya hablamos) y hacia Biryukovka.
En el sector de Toretsk, se habrían producido nuevos avances rusos al norte del más septentrional de los dos «terrikons» o escombreras que encontramos al sur de la ciudad. Además, otras fuentes hablan también de progresos rusos al sur de Toretsk, entre esta localidad y la vecina Nelipivka.
En el sector de Pokrovsk-Kurajove nos encontramos en primer lugar con nuevos ataques y avances rusos al sur de Pokrovsk, tanto en el caso de Sevchenko como más al sur, en dirección a Novoolenivka, en este caso en la orilla sur del Solona.
En dirección a Kurajove, lo más reseñable son los progresos rusos en Sontsivka y desde Stary Terny hacia el sur, con lo que podrían complicar desde el norte la posición de los defensores de Kurajove, mientras cada vez son más las fuentes que confirman los avances rusos también al sur de esta ciudad. Además, en el curso del río Sukhi Yali un contraataque ucraniano habría permitido expulsar a las tropas rusas de las inmediaciones de la localidad de Kostiantynopolske, aliviando un poco la presión sobre esta y el riesgo de cerco de las unidades de las AFU situadas más al este.
Finalizamos enlazando con un hilo de Twitter que permite ver cómo alguna de las mayores bases rusas de material (en este caso barcazas) ha terminado completamente vacía por efecto de la guerra de Ucrania. Algo lógico, toda vez que el nivel de pérdidas sigue siendo muy alto, si bien probablemente sin alcanzar los extremos que aseguran algunas fuentes en relación con batallas como la se libra en dirección a Pokrovsk.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Iniciamos hoy este apartado con el viaje de Emmanuel Macron a Polonia. El presidente galo, mientras intenta solucionar la complicada situación interna buscando un nuevo primer ministro, llegará en cuestión de horas al país de Europa del Este, en donde se verá con el primer ministro polaco, Donald Tusk y con el presidente, Andrzej Duda, con quienes compartirá los resultados de las conversaciones previas con Zelenski y Trump mientras intenta situar a Francia en el centro de cualquier negociación, manteniendo así la posición internacional de este país y su papel de mediador. Todo mientras fuentes del Elíseo insisten en que «debemos seguir apoyando a Ucrania tan intensamente y durante el tiempo que sea necesario para que pueda abordar las negociaciones desde una posición de fuerza cuando llegue el momento».
Además de esto, los medios rusos se han hecho eco durante esta jornada de unas recientes declaraciones hechas en Twitter por el primer ministro de Hungría, país que en unos días dejará de ostentar la presidencia de turno de la Unión Europea, a propósito de una propuesta de alto el fuego navideña enviada a Zelenski y que el ucraniano habría rechazado. Así, como ha escrito Orban «Al final de la presidencia húngara de la UE, hicimos nuevos esfuerzos por la paz. Propusimos un alto el fuego en Navidad y un intercambio de prisioneros a gran escala. Es triste que el presidente Zelenski haya rechazado y descartado claramente esto hoy. ¡Hemos hecho lo que hemos podido!».
El tuit venía a colación de otro, en este caso publicado por Zelenski, en el que criticaba el papel jugado por Orban y aseguraba que «para lograr una paz real y una seguridad garantizada se requiere la determinación de Estados Unidos, la unidad de Europa y el compromiso inquebrantable de todos los socios con los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas», agradeciendo de paso a Trump y a varios dirigentes europeos el papel que están jugando a la hora de «encontrar soluciones adecuadas y sólidas para una paz real». Dicho lo cual, hay que considerar además que la negativa ucraniana es lógica, pues con la actual situación en el frente entienden que cualquier descanso concedido a Rusia permitiría a dicho país reorganizar y reconstituir sus fuerzas, muy exigidas tras meses de ofensiva.
Respecto a Zelenski, además de intercambiar mensajes con Orban en las últimas horas también ha tenido tiempo para hablar con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien ha trasladado sus condolencias por la catástrofe ocurrida en Valencia y a quien ha ofrecido asistencia, a la vez que ha agradecido el apoyo prestado por ejemplo en forma de sistemas antiaéreos confiando en que se mantenga. Por último, han acordado verse en persona en Bruselas la próxima semana.
Mientras tanto, los Veintisiete han acordado al fin aprobar el que será el 15º paquete de sanciones de la Unión Europea contra Rusia, dirigida como las recientemente aprobadas por los Estados Unidos, principalmente contra la «flota fantasma» rusa. Así las cosas, una vez los embajadores de los Estados miembros han dado luz verde al nuevo paquete, éste entrará en vigor presumiblemente el próximo lunes, momento en el que se conocerán los detalles exactos, incluyendo el número de personas y entidades sancionados.
Siguiendo con la Unión Europea, Kaja Kallas, la Alta Representante, ha dejado caer que en algún momento se pasará de utilizar los intereses de los activos rusos congelados para Ayuda a Ucrania a utilizar los propios activos rusos, un paso polémico y de dudosa legalidad.
En cuanto a la ayuda, en esta ocasión toca hablar no sólo de la ayuda a Ucrania, sino de la que la Unión Europea ha concedido a media docena de países fronterizos con Rusia y Bielorrusia. Concretamente 170 millones de euros que serán destinados, como ha anunciado la presidenta de la Comisión, a apoyar los esfuerzos de países como Finlandia o las repúblicas bálticas a la hora de mantener «valientemente nuestras fronteras a salvo de amenazas de todo tipo procedentes de Rusia y Bielorrusia», en referencia a las convencionales y a las no convencionales.
Un tema al que se ha referido, por cierto, el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, quien ha hablado sobre la «ofensiva híbrida masiva» que Rusia estaría lanzando contra Europa utilizando todo tipo de herramientas, desde los ciberataques a la propaganda, la subversión o el sabotaje, afirmando que deben darse pasos para hacer frente a la misma, esfuerzo en el que defiende que sería útil la experiencia ucraniana.
Volviendo sobre la ayuda, aunque en este caso en un sentido menos habitual, desde Bielorrusia han anunciado que Rusia les ha enviado un lote de sistemas antiaéreos Tor-M2K con los que mejorar la defensa de sus fronteras occidentales, con motivo de lo cual ha tenido lugar una ceremonia de recepción organizada por el Ministerio de Defensa bielorruso.
Además de esto, es importante compartir que Olaf Scholz ha confirmado hace unas horas desde Berlín que la entrega de un sexto sistema de defensa aérea IRIS-T se hará efectiva a Ucrania «antes de fin de año». Declaración hecha durante la celebración del 7º Foro Económico, en el que ha tomado parte el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, quien ha compartido la noticia en las redes sociales. Allí se ha visto, además de con Scholz (con quien asegura haber tenido un productivo encuentro), con el vicecanciller y Ministro Federal de Asuntos Económicos y Acción Climática de Alemania, Robert Habeck, con quien ha hablado sobre defensa aérea, cooperación económica o sanciones.
En otro orden de cosas, la compañía austriaca de petróleo y gas OMV ha rescindido su contrato de suministro de gas a largo plazo con Gazprom Export, según han publicado en la página web de dicha compañía. El contrato, que debía prolongarse hasta el año 2040 ha sido finalmente roto debido a las «numerosas violaciones materiales de las obligaciones contractuales» por parte de la rusa Gazprom.
Pasando a Rusia, desde este país han pedido a sus ciudadanos que eviten viajar a los Estados Unidos y, en términos más amplios, a los países occidentales. Así lo ha dicho la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, quien ha achacado la petición «al aumento de la confrontación en las relaciones ruso-estadounidenses, que están al borde de la ruptura por culpa de Washington».
Cerramos hoy enlazando un artículo de Michael Mcfaul para Foreign Affairs en el que plantea que habría que convencer a Ucrania de ceder territorios a Rusia como paso previo a entrar a formar parte de la OTAN, poniéndose así fin a la guerra. Una propuesta que no es nueva y que, en cualquier caso, es mucho más difícil de implementar que de realizar.
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