La última jornada de guerra en Ucrania ha estado marcada por la visita al país tanto de la nueva Alta Representante de la Unión Europea, la estonia Kaja Kallas, como del nuevo presidente del Consejo Europeo, el portugués António Costa. En el marco de su visita, la primera que realizan al exterior, se han reunido entre otros con Zelenski, quien ha repetido que una invitación a unirse a la OTAN es necesaria para la supervivencia de Ucrania, si bien por el momento esta no parece estar entre los planes de sus aliados, dadas las dificultades que entraña. Desde Francia, además, varios diputados han solicitado la creación de una coalición destinada a enviar instructores a Ucrania, al tiempo que Macron pedía a sus socios nórdicos el desarrollo de una Europa de la Defensa, en un contexto de discusiones relativas a algunas de las nuevas iniciativas de defensa comunitarias y el papel que los terceros Estados puedan jugar en ellas. Sobre el terreno, mientras tanto, continúan produciéndose los avances rusos; avances que durante el último trimestre han sido los mayores desde las primeras fases de la guerra, sumando pese a ello apenas 1.600 kilómetros cuadrados, además de otros 500 recuperados en la región de Kursk.
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La entrada en funcionamiento no solo de la nueva Comisión Europea, liderada por la alemana Ursula von der Leyen, sino también de la nueva Alta Representante/Vice presidenta de la Comisión, Kaja Kallas y, por supuesto, del nuevo presidente del Consejo Europeo, António Costa, abre una nueva etapa en términos comunitarios de la que se espera (algo difícil, por otra parte) que no se produzcan el mismo tipo de roces a los que asistimos mientras convivieron la propia von der Leyen, Borrell y Michel y que llegaron a materializarse en momentos absolutamente deplorables.
En lo que a la defensa europea se refiere, así como a la política exterior en términos más amplios (recordemos que la Política Común de Seguridad y Defensa o PCSD se encuadra dentro de la Política Exterior y de Seguridad Común o PESC, por más que parezca un mal trabalenguas) sin duda el principal reto será resolver la situación en Ucrania de una forma aceptable. Algo que quiere decir, ni más ni menos, llegar a una solución que se encuadre dentro de medidas más amplias destinadas a alumbrar y consolidar una nueva arquitectura de seguridad en Europa que sea estable, a diferencia de la que hemos ido dejando atrás y cuyas lagunas estuvieron en las raíces del actual conflicto.
Para ello, deberán ser capaces por una parte, de entenderse con los Estados Unidos, lo que implicará entre otros asumir de forma mucho más decidida algunas responsabilidades en materia de defensa de modo que los Estados miembros de la UE puedan: 1) tomar una cuota de responsabilidad mucho mayor en lo relativo a su propia defensa; 2) influir sobre las decisiones estadounidenses en el seno de la OTAN gracias precisamente a cumplir de forma más adecuada con sus responsabilidades; 3) impedir el «decoupling» entre la UE y los Estados Unidos; 4) mantener la estabilidad estratégica (lo que implica disuasión, pero sin llegar al punto de provocar una escalada) respecto a Rusia a largo plazo.
Todo lo anterior es, sin duda, mucho más fácil de expresar sobre el papel que de implementar. Al fin y al cabo, no solo estamos en un contexto inestable como muchos quieren ver a causa de la actitud de líderes como Putin, Kim Jong Un, Xi Jinping o de las inclinaciones de la cúpula iraní, ni mucho menos. Más bien dicha actitud es consecuencia de procesos mucho más amplios y de mayor calado que han erosionado en buena medida la superioridad económica o tecnológico-militar occidental y que ofrecen a los anteriores incentivos para intentar maximizar su posición dentro del sistema internacional.
Entre ellos, cabe citar algunos relacionados específicamente con la defensa, como el paso a la segunda era nuclear (el lanzamiento de un IRBM por parte de Rusia hace apenas unas semanas, por cierto, está íntimamente ligado con ello, como ya explicamos, si bien es un empleo subnuclear; algo que en Rusia se había teorizado tiempo atrás) o a la segunda era espacial. Todo ello, en el marco, más amplio, de la transición de una tercera a una cuarta revolución militar, lo que implica enormes cambios a nivel táctico, técnico u operacional, pero también industrial.
Para que todo lo anterior sea posible, los nuevos líderes europeos deberán hacer de la actual amalgama de iniciativas comunitarias en materia de defensa, con su barroquismo normativo, un todo funcional susceptible de lograr que la industria de los Veintisiete sea capaz de: 1) proporcionar a las Fuerzas Armadas de los países miembros el conjunto de soluciones que necesitan para aumentar su operatividad y, con ello, la disuasión; 2) competir en un mercado internacional que continúa, pese a todo, dominado con holgura por las empresas estadounidenses, como constata el último informe del SIPRI, recientemente publicado.
No es de extrañar que más allá de intentar sostener a Ucrania, sean muchos los políticos y empresas que ven en este país una oportunidad de ampliar las exportaciones, de acceder a conocimientos y personal cualificado y de crear joint-ventures (no olvidemos que se está concediendo a este país un estatus privilegiado que se manifiesta en el texto de todos los nuevos documentos). Tampoco que una de las grandes peleas, a decidir en buena medida en las próximas semanas, tenga que ver con el porcentaje de acceso al mercado interior de Defensa que tendrán terceros países como los Estados Unidos en el marco de iniciativas como EDIDP: un debate que ha dejado claras una vez más las diferencias en cuanto a posición de aquellos países cuya industria es más boyante y autosuficiente, como ocurre con Francia y el resto, especialmente aquellos más cercanos a los Estados Unidos…
Pasando ya a las novedades sobre el terreno, cabe decir que ha sido una jornada atípica, pues apenas han trascendido noticias relativas a la destrucción causada por los ataques a larga distancia de unos y otros. Así, coincidiendo con la visita de Kallas y Costa a Kiev, las Fuerzas Armadas rusas habrían lanzado sobre el territorio ucraniano hasta 78 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) según el Ministerio de Defensa de este país. De ellos, afirman haber derribado 32 y desviado otros 45, varios de ellos, precisamente en las inmediaciones de la capital ucraniana, si bien no ha sido la única región afectada por la llegada de estos ingenios que han dejado al menos 1 muerto y tres heridos en Ternopil.
Del lado ruso, no hay nada que haga pensar que los ucranianos hayan logrado alcanzar algún objetivo relevante en las últimas horas dentro de su territorio o de las zonas controladas por sus Fuerzas Armadas. Pese a ello, desde el Ministerio de Defensa ruso han hablado en su último parte diario del supuesto derribo de «55 vehículos aéreos no tripulados» ucranianos de ala fija.
Eso sí, sobre lo que hay datos es sobre los lanzamientos rusos de drones suicidas durante el último mes que, a tenor de las informaciones proporcionadas por Ucrania (vimos hace unos días cómo desde Rusia confirmaban en buena medida los datos) habrían superado una vez más y con creces los récords anteriores, tal y como puede verse en la siguiente imagen compartida en Twitter por @ShahedTracker.
En cuanto a los combates y los movimientos, apenas hay nueva información que compartir desde ayer. No se han producido noticias de consideración en el sector de Kursk. Sí, a diferencia de los últimos tiempos, en el de Járkov, en donde fuentes ucranianas hablan de un importante ataque ruso sobre Vovchansk que habría sido frenado en las últimas horas e, incluso, de avances por parte de las AFU en el centro de esta localidad.
En otros sectores, como el de Kupiansk, si bien continúan los combates, todavía no se han producido cambios respecto a lo compartido ayer y las fuentes que hablan de nuevos movimientos, en realidad están confirmando informaciones que ya habíamos recogido en los últimos informes.
Lo más relevante continúa ocurriendo en cualquier caso en el sureste de Ucrania. Así, por una parte en dirección a Pokrovsk continúan los ataques rusos desde Selydove, pese a lo cual no se conocen nuevos avances. Por otra parte, se habrían producido choques al norte del Vovcha, en las inmediaciones de Stari Terny. Por otra parte, en el interior de Kurajove se habla de avances rusos al sur de la ciudad. Además de esto, ya el sector de Velika Novosilka y para finalizar, tenemos a las propias fuentes ucranianas reconociendo avances al norte de la ciudad, concretamente entre Novoocheteruvate y Novyi Komar, lo que otorgaría al Ejército ruso el control de la carretera que une Velika Novosilka con la autovía Donetsk-Zaporiyia.
La situación general, aunque no cabe hablar de colapso ucraniano, continúa deteriorándose en términos territoriales. Si en los dos informes previos ofrecíamos datos sobre los avances rusos, cuantificándolos, en las últimas horas han aparecido nuevas fuentes y estudios que permiten hablar, entre septiembre y noviembre, del peor trimestre ucraniano en cuanto a pérdidas de territorio desde hace mucho tiempo, con avances rusos que no han dejado de acelerarse.
Antes de pasar al apartado internacional, además, es obligado hacer una referencia a los planes rusos para crear un nuevo servicio dentro de sus Fuerzas Armadas, dedicado en exclusiva a la operación de sistemas no tripulados, con lo que seguirían así el camino marcado anteriormente por Ucrania; camino que muy posiblemente seguirán también más temprano que tarde otros ejércitos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El apartado internacional comienza, como no podía ser de otra forma, con la visita de Kaja Kallas y António Costa a Kiev, que coincidía además con una fecha señalada, pues hace 33 años que los ucranianos votaron en referéndum separar su camino del de las demás repúblicas que formaban la URSS (no confundir con el Día de la Independencia, festividad que Ucrania celebra cada 24 de agosto).
Y es que, aunque el tema ya se haya tocado en la primera parte del informe, falta por comentar que han sido recibidos entre otros por el presidente ucraniano, Zelenski, quien ha dejado algún comentario interesante. Por ejemplo, el referido a las razones por las que Ucrania no solicita a sus aliados el envío de tropas extranjeras, en tanto cree que perdería su apoyo de hacerlo. Sus palabras exactas, de hecho, fueron: «Si pregunto sobre la necesidad de tropas extranjeras, ya sean de la OTAN o de otros lugares, la mitad de nuestros aliados inmediatamente dejarían de apoyarnos».
Además de esto, Zelenski ha vuelto a referirse a la necesidad, para garantizar la seguridad futura de Ucrania, de que el país sea invitado a entrar a formar parte de la OTAN (según Zelenski, el país necesita garantías en este sentido antes de sentarse a negociar con Putin), asumiendo nuevamente (recordemos lo explicado estos días a propósito de la entrevista con Sky News) que la invitación no aplicaría a todo el territorio del país ya que «El artículo 5 no puede aplicarse a todo el territorio de Ucrania durante la guerra», según el propio presidente ucraniano. Por supuesto, más allá de esto se han tocado en las reuniones todos los temas habituales, desde los relativos a la futura entrada de Ucrania en la UE hasta la necesidad de reforzar la defensa aérea del país o las sanciones contra Rusia.
Kallas, además, ha sido recibida también por el ministro de Exteriores ucraniano, Sybiha, quien ha agradecido que la primera visita de la nueva Alta Representante sea a su país, así como el apoyo que la antigua primera ministra de Estonia siempre ha mostrado a Ucrania. Además, en el marco de su encuentro han hablado sobre las prioridades en las relaciones bilaterales, incluyendo el fortalecimiento del apoyo militar o los avances en la integración europea de Ucrania.
Costa y Kallas, además, han sido recibidos calurosamente por el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, quien también ha agradecido la visita como «un gesto de apoyo inquebrantable» y ha podido discutir con ambos temas como la ayuda financiera a Ucrania o la futura membresía comunitaria del país, entre otros. A propósito de esto último, el ucraniano ha anunciado que se están preparando para abrir los primeros grupos de negociación a principios de 2025, a sabiendas de que deben hacer progresos en temas como la liberalización comercial.
Por último, los dos dignatarios europeos se han visto con el presidente de la Rada Suprema del país, Ruslan Stefanchuk, quien aseguró que Ucrania está plenamente comprometida con la implementación de todas las reformas clave necesarias para lograr la plena membresía en la UE y, además, solicitó más armamento y ayuda.
El siguiente punto relevante (en realidad, mucho más importante que la visita de Kallas y Costa a Ucrania) vuelve a estar en Siria, en donde los rebeldes han completado la toma de Alepo mientras la aviación rusa intenta frenar la ofensiva, Turquía continúa con su intervención y desde el exterior se presiona a Assad para que «elija bando», esto es, para que salga de la órbita de Rusia e Irán. Algo que desde la coalición internacional estarían acompañando de ataques contra las milicias chiítas (pro-iraníes) en un juego peligroso. Al fin y al cabo, si los rebeldes llegan a tomar un poder excesivo, como hemos explicado en informes anteriores, no es descartable que terminen por alumbrar algún tipo de monstruo como en su día fuera el Estado Islámico, ya que no todos los grupos que conforman este bando son demócratas de pro amantes de los derechos humanos, precisamente. Todo lo cual, más allá de los efectos que pudiese tener sobre la región, terminaría por ser aprovechado (y en este caso, no sin razón) por la propaganda de una Rusia cuya máxima preocupación sigue siendo Latakia.
En Georgia, por su parte, la situación continúa siendo explosiva, incrementándose la tensión y el grado de violencia empleado por los manifestantes en las últimas horas con el empleo de cócteles Molotov contra las fuerzas de seguridad. Fuerzas que han expulsado mediante cañones de agua y también con cierta brutalidad a los manifestantes de las inmediaciones del parlamento georgiano, que está ubicado en el centro de Tbilisi.
Pasando a Rusia, Putin ha firmado la ley de presupuestos para 2025, así como el periodo de planificación 2025-2027. Se prevé un gasto público para el próximo año de 378.500 millones de dólares, con un déficit del orden de 11.020 millones. Además, para hacer la previsión han trabajado con una posible subida del PIB del 2,5% el próximo año, así como con una tasa de inflación del 4,5 por ciento. A pesar de ello, hay fuentes que creen que la evolución macroeconómica de Rusia en los próximos meses será mucho peor de lo esperado, lo que en última instancia se dejará sentir sobre su esfuerzo bélico.
Por último, finalizamos en Rumanía, en donde el partido proeuropeo PSD ha obtenido el 22,4% de los votos en las elecciones legislativas. Sin embargo, los resultados electorales han servido para constatar la subida en cuanto a representación de distintas fuerzas de extrema derecha, todos los cuales tienen en común su oposición a apoyar militarmente a Ucrania. Fuerzas que, combinadas, han obtenido el 31% de los votos.
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