La guerra de Ucrania sigue su curso, en esta ocasión con nuevos ataques por parte de las AFU contra el territorio ruso empleando tanto medios propios, como misiles SCALP/Storm Shadow cedidos por sus aliados. Rusia, por su parte, continúa atacando con dureza distintos puntos de Ucrania, mientras crecen los rumores acerca de un hipotético uso futuro del misil balístico RS-26. En el apartado internacional, los Estados Unidos han anunciado como se esperaba la concesión de un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 275 millones de dólares, el director general de la OIEA se ha reunido con Sybiha y Zelenski ha afirmado en una reciente entrevista que buscarán la recuperación de Crimea «por la vía diplomática».
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Esta última jornada nos ha dejado nuevos ataques ucranianos contra territorio ruso utilizando tanto medios propios, como suministrados por sus aliados. Entre los llevados a cabo con los primeros, se encuentra el que ha afectado a un depósito de petróleo en la localidad de Sosnovka, en la región de Samara (53.02715087187897, 49.43229038675445), a unos 900 kilómetros de la línea de frente, instalación alcanzada por drones ucranianos.
También el que habría permitido alcanzar un puesto de mando del grupo de tropas rusas «Norte» en la ciudad de Gubkin, situada en la región de Bélgorod, si bien hay dudas sobre que realmente dicho puesto estuviese ubicado allí, a la espera de la confirmación que puedan aportar las imágenes por satélite. Además, los drones ucranianos estarían detrás de las explosiones que se han escuchado en las últimas horas en la ciudad costera de Berdyank, bajo ocupación rusa.
En el caso de los ataques llevados a cabo por medios suministrados por sus aliados, después del visto hace unas horas mediante misiles balísticos ATACMS contra Bryansk se ha producido otro, en este caso empleando misiles de crucero SCALP/Storm Shadow contra un complejo histórico situado en Mar’ino, en la región de Kursk (51.58632166140699, 34.94609665024001) y cuyo búnker era empleado al parecer por el Ejército ruso como puesto de mando tanto para rusos como para norcoreanos, según Ucrania.
Dicho esto, desde el Ministerio de Defensa de Rusia han hablado en su informe diario del supuesto derribo de hasta «cuatro bombas guiadas Hammer de fabricación francesa, un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense y 141 vehículos aéreos no tripulados» durante la última jornada.
Del lado contrario no ha sido una jornada sencilla tampoco para Ucrania, que ha seguido sufriendo los ataques rusos con drones y misiles contra su territorio. En concreto, según el Ministerio de Defensa de Ucrania se habrían lanzado en las últimas 24 horas hasta 122 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), 1 misil S-300 en función de ataque a tierra y 5 misiles de crucero de lanzamiento aéreo Kh-59/69, de los que aseguran haber derribado 56, 0 y 2 respectivamente, además de haber supuestamente logrado desviar mediante contramedidas otros 58 drones rusos.
Así las cosas, se han registrado explosiones y se han escuchado las alarmas en diversas zonas de Ucrania, llegando a cerrar temporalmente en Kiev las embajadas de Estados Unidos y España dada la amenaza de un ataque masivo. Entre las localidades afectadas cabe citar Kremenchuk, así como nuevamente Dnipró. Además, aunque en este caso por la acción de un dron táctico, un civil ha resultado herido en Nikopol, al ser alcanzada una gasolinera.
Por otra parte, ha trascendido un nuevo vídeo, tomado en la región de Kursk, en el que aparentemente las tropas rusas ejecutan hasta a una decena de prisioneros de guerra ucranianos una vez estos se habían rendido.
Además de todo esto, y antes de pasar al análisis de lo ocurrido sobre el terreno en las últimas horas, es obligado comentar que se han incrementado los rumores sobre un hipotético uso futuro por parte de Rusia de misiles balísticos RS-26 «Rubizh» contra objetivos dentro de Ucrania. En este caso, se trata de un sistema armado con una cabeza de guerra convencional de 1,2 toneladas de explosivo y un alcance que algunas fuentes cifran en entre 5.500 y 6.000 kilómetros, pero que solo se alcanzaría con cargas ligeras.
Lo interesante del caso, más allá de que pueda ser una suerte de mensaje (entre muchos otros, la mayoría declaraciones políticas más que acciones tangibles) -de ser empleado- destinado a amedrentar a los aliados de Ucrania, es que este misil, que se espera sirva en el futuro para lanzar el planeador hipersónico Avangard, violaría el difunto tratado INF (Rusia ya había amenazado en el pasado con desplegar misiles de alcance intermedio), con lo que debería ser respondido adecuadamente para mantener la disuasión y, con ello, el equilibrio.
Algo que nos lleva a hacer un último comentario, una vez más, sobre las «líneas rojas», que como hemos dicho en muchas ocasiones (incluyendo el informe de ayer), son siempre móviles. Y es que no debe confundirse el que ninguna de las sucesivas escaladas a las que hemos asistido hayan conducido a una guerra nuclear, con el hecho de que esta (o un intercambio bajo el umbral nuclear, pero que afecte incluso más allá de Ucrania) no pueda producirse.
Lo que garantiza que en última instancia esto no suceda, es la capacidad de disuasión que la OTAN -y en particular los Estados Unidos, dadas las carencias europeas- sea capaz de generar. Así las, cosas, como también hemos repetido en distintos informes, mientras cada paso que Rusia pueda considerar «escalatorio» vaya acompañado de mejoras en la disuasión (desde aumentos en la producción de armamentos a despliegue de nuevas capacidades, lenguaje claro, muestras de solidez en el apoyo político y militar a Ucrania, etc), la escalada será extremadamente difícil o, al menos, controlada, porque lo contrario implicaría un movimiento irracional por parte rusa nada del estilo de Putin.
Eso sí, conviene tener este tema de la racionalidad y los equilibrios claro, pues pensar que Rusia no va a responder en ningún caso, si no tomamos medidas para impedirlo, es una inversión de términos que puede conducir a una escalada inesperada e impredecible.
Pasando ya a los combates y los movimientos, hay que decir que ha sido un día bastante parco en novedades. No obstante, alguna hay, por lo que comenzamos una jornada más por el sector de Kursk, al norte del frente, en donde las tropas rusas se habrían hecho con la zona forestal al sur de Ol’govka y Kremyanoe.
Sin noticias de consideración procedentes de los sectores de Járkov, Kupyansk, Siversk y Chassiv Yar (si bien en este caso continúan los combates, aunque sin cambios de posicioón), pasamos directamente a Toretsk, una ciudad que es quizá la gran olvidada -opacada por los acontecimientos en Kursk o en Pokrovsk-Kurajove, pero en la que se viene librando una cruentísima y compleja batalla urbana en los últimos meses. En este sentido, las tropas rusas después de avanzar durante la pasada jornada hacia el norte de la ciudad, alcanzando las inmediaciones del estadio deportivo (48.40009867303101, 37.8512000908078), habrían logrado progresar también al sur, nuevamente en dirección a los «terrikons» (48.37996861706274, 37.83369877100698). Avances ambos en los que han dejado algunas zonas propicias para que nuevos contragolpes ucranianos puedan aislar a las tropas rusas más adelantadas, todo sea dicho, como puede verse en el mapa que compartimos a continuación.
Pasando ya a Pokrovsk-Kurajove, en primer lugar y desde Selydove se han registrado avances rusos en dirección a la aldea de Pustynka. En dirección sur, pero siguiendo al norte del río Vovcha, se han producido nuevos avances hacia el interior de la localidad de Sontsivka, de la que las tropas rusas ya controlarían buena parte, a pesar de la resistencia ucraniana.
En dirección a Kurajove, en este caso al sur del Vovcha, tenemos que el Ejército ruso controlaría ya aproximadamente el 20 por ciento de esta ciudad, tras avanzar por las barriadas más orientales de la misma. Algunas fuentes, de hecho, otorgan a los rusos ganancias mucho mayores, situándolos en las cercanías del puente sobre el Vovcha. Además, y al mismo tiempo, las tropas rusas habrían logrado avances a norte y sur de Dalnje en las últimas horas, lo que aumenta la presión sobre las tropas ucranianas situadas en torno al curso del Sukhi Yaly, además de permitirles cortar físicamente la carretera que une Kurajove con Uspenivka.
Más allá de esto, en el sector de Velyka Novosilka también se han producido novedades, con el Ejército ruso manteniéndose al ataque en dirección nuevamente a Rzdol’ne al noreste y a la propia Velyka Novosilka desde Novodonets’ke.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Comenzamos el apartado internacional un día más por los Estados Unidos, país que ha anunciado la concesión a Ucrania de un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 275 millones de dólares, en el que se incluyen, como se esperaba, tanto municiones para los HIMARS y MLRS, como disparos para la artillería, entre otros.
Así las cosas, y en total, desde el comienzo de la invasión la Administración Biden ha suministrado a Ucrania material militar por valor de 60.700 millones de dólares, que ascienden hasta 61.300 millones si tenemos en cuenta el material facilitado anteriormente. Huelga decir, que el anuncio estadounidense ha sido rápidamente agradecido desde Ucrania, pronunciándose a propósito del mismo el presidente Zelenski.
No ha sido la única noticia procedente de los Estados Unidos, pues el todavía presidente, Joe Biden, ha presentado al Congreso una declaración de intenciones que persigue cancelar la mitad de la deuda que Ucrania mantiene con el país, lo que implicaría condonar hasta 4.650 millones de dólares, según ha declarado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, quien también ha dicho que «Hemos tomado la medida que estaba delineada en la ley para cancelar esos préstamos, brindar esa asistencia económica a Ucrania, y ahora el Congreso puede hacerlo si así lo desea».
Otro país que también ha transferido recientemente material militar a Ucrania es Alemania, desde donde han actualizado el listado de material suministrado a su aliado, aumentando las cifras de sistemas de artillería, de defensa aérea o de vehículos blindados, entre otros, respecto a la revisión anterior. Dicho esto, el país teutón se ha comprometido a donar a Ucrania material por valor de unos 28.000 millones de euros, de los que se han ejecutado no obstante solo una parte, mientras que otra necesitará de años (hasta 2028) para ser entregada.
Pasando a la diplomacia, comenzamos por Zelenski, el presidente ucraniano, quien se ha visto durante la última jornada con la directora de operaciones del Banco Mundial, con quien ha tratado temas como los programas de apoyo, la sostenibilidad financiera de Ucrania o los activos rusos congelados. Sobre estos últimos, Zelenski ha dicho que está «absolutamente justificado» que se utilicen para defender a Ucrania de la agresión por parte rusa.
En otro orden de cosas, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, ha participado en la conferencia «Italy Supports Made in Ukraine», ofreciendo una charla durante la cual ha puesto en valor la economía ucraniana y la oportunidad de inversión que supone para sus socios europeos, especialmente en todo lo relacionado con el complejo militar-industrial.
El ministro de Exteriores, por su parte, se ha reunido con el Director General de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Rafael Mariano Grossi, a quien ha subrayado que es necesaria una mayor presencia de técnicos de la organización en las centrales nucleares ucranianas en respuesta a la amenaza que plantea Rusia a la seguridad de las mismas.
Sybiha, además, se ha reunido con el ministro de Exteriores austríaco en Viena, agradeciendo el apoyo humanitario y en términos energéticos prestado por el país centroeuropeo, así como la decisión de donar 2 millones de euros en el marco de la iniciativa «Granos desde Ucrania». Además, ambos diplomáticos acordaron reforzar la cooperación bilateral.
Saliendo de Ucrania tenemos que el presidente chino, Xi Jinping, ha llamado a reunir más voces para encontrar una «solución política» que permita solucionar el conflicto de Ucrania. Declaraciones hechas de la mano del presidente brasileño, Lula da Silva, durante la visita del chino al país iberoamericano. Del mismo modo, Brasil, Chile, Colombia y México han llamado, en un comunicado conjunto, a “evitar acciones que conduzcan a una carrera armamentista y agraven” la guerra entre Rusia y Ucrania.
Por último, cerramos enlazando con una nueva entrevista concedida por Zelenski, en este caso a Fox News (recordemos que es el canal favorito de Trump, con lo que difícilmente será casual el mensaje) en la que afirma que Ucrania no puede reconocer como ruso ningún territorio ocupado por Rusia, diciendo además que «estamos dispuestos a recuperar Crimea por la vía diplomática», lo que en la práctica implica una renuncia a su recuperación por la vía militar y, por lo tanto, podría considerarse un paso facilitador a la hora de iniciar futuras negociaciones o de que Trump las lleve a cabo con Rusia.
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