A pocos días de cumplirse el millar de jornadas de guerra, el canciller alemán Olaf Scholz ha hablado por teléfono con Vladímir Putin, en un gesto que desde Ucrania, al menos de cara al exterior, es considerado como un error en tanto supone sacar a Rusia de un aislamiento internacional que solo es tal si hablamos de Occidente. En cualquier caso, el presidente ucraniano Zelenski ha advertido de que no están dispuestos a reeditar los acuerdos de Minsk ni a ninguna otra solución al conflicto que no suponga alcanzar una «paz real». Mientras tanto, sobre el frente Ucrania continúa cediendo terreno ante el Ejército ruso, el cual a pesar de unas pérdidas que las fuentes OSINT confirman que no dejan de crecer, sigue siendo por el momento capaz de alistar un número constante de nuevos infantes.
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Como es habitual durante los fines de semana, nos ceñiremos a las novedades sobre el terreno y al apartado internacional, aunque en esta ocasión comenzaremos con un tema íntimamente relacionado con lo que ocurre en el campo de batalla y es que cada vez hay más pruebas de que Rusia está «forzando la máquina» y acumulando un número récord de bajas en los últimos meses. Sin embargo, pese a ello y a tener que destinar cada vez más recursos al reclutamiento, las medidas tomadas por el Kremlin estarían funcionando, permitiendo la llegada al frente de un número constante de nuevos efectivos con los que mantener su ofensiva.
El precio de mantenerse en guerra y de destinar tantos recursos a continuar combatiendo en Ucrania, amén de a hacer frente a las sanciones es, sin embargo, también alto. No se trata ya de los pagos a los propios reclutas o a sus familias en caso de que causen baja, sino que la economía rusa continúa dando muestras de fatiga a tenor de los datos de inflación o de la evolución del rublo, que las intervenciones del Banco Central ruso no están sirviendo para sostener.
Con esto no queremos decir que la economía vaya a sentar a Putin en la mesa de negociaciones (porque los incentivos rusos para seguir en guerra continúan siendo altos), pero sí que cabe tomarlo en cuenta como uno más de los elementos que podrían alterar el cálculo de costes y beneficios del Kremlin y facilitar que, a la llegada de Trump al poder, estén más receptivos ante la idea de un alto el fuego.
Dicho esto, durante la pasada jornada, las Fuerzas Armadas rusas habrían atacado Ucrania según el Ministerio de Defensa de este último país con un total de 29 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), así como con 2 misiles de crucero de lanzamiento aéreo Kh-59/69. Del total, los ucranianos aseguran haber derribado 25 de los drones y 1 misil. Entre los puntos de Ucrania atacados figuran, un día más, Kiev. También se han avistado drones sobrevolando Chernígov, Sumy y Poltava.
Sería, en cualquier caso, una de las cifras de lanzamientos por parte rusa más baja de las últimas semanas, aunque esto difícilmente evitará que durante el mes de noviembre se supere el récord de lanzamiento de drones suicidas alcanzado el pasado mes.
En cuanto a Rusia, su Ministerio de Defensa ha publicado en su último informe diario acerca del supuesto derribo de «10 bombas guiadas Hammer de fabricación francesa, 24 lanzadores múltiples de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense y 449 vehículos aéreos no tripulados», lo que supondría una cantidad ingente de lanzamientos por parte ucraniana de ser cierto. Sin embargo, apenas hay indicios que hagan suponer que este ha sido el número real de aparatos empleados por Ucrania.
En cualquier caso, sí se han producido restricciones al tráfico aéreo como medida de precaución en aeropuertos como el de Kazán. Además, se han registrado incidentes tanto en territorio ruso, como en territorio ucraniano controlado por Rusia, caso de la península de Crimea en donde se han registrado explosiones en Chornomorske y, también, en Evpatoria, si bien no se conocen las consecuencias. Sí hay algo más de información respecto al ataque en marcha ayer a la hora de redacción del informe y que habría afectado a una base aérea rusa en la krai de Krasnodar en un ataque que podría haber involucrado a decenas de aparatos y que se habría dirigido contra la base aérea de Krymsk (44.960257065238395, 37.9914532598196).
En cuanto a los combates y los movimientos, comenzamos hoy por el norte de Ucrania, concretamente por la región de Chernígov, en donde Rusia habría llevado a cabo una pequeña acción mediante la cual ha hecho ondear su bandera en dos localidades fronterizas en la práctica abandonadas. Por el momento, y a falta de más información, parece que no han ido más allá de una acción de reconocimiento, encaminada además a obligar a Ucrania a mantener tropas en la zona.
Pasamos ya al sector de Kursk, en donde han continuado los enfrentamientos, según algunas fuentes el Ejército ruso se habría lanzado contra las posiciones ucranianas a los alrededores de Malaya Loknya y, ya más al este, hacia Martynovka. Por el contrario, otras fuentes reflejan avances ucranianos en Novoivanovka.
En la antigua línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, por su parte, se han registrado nuevos ataques rusos contra el norte de la ciudad de Kupiansk, lo que habría permitido tras mover nuevas unidades a la zona fijarse en las zonas industriales de esta urbe. Además de esto, se han registrado tanto nuevos ataques rusos desde el saliente de Pischanne como más al sur y en dirección oeste, desde Novovodiane.
Más al sur, en Siversk, se ha hablado de contraataques ucranianos en los últimos días en el área de Bilohorivka, destinados a aliviar la presión rusa sobre los terrikons en los que se basa la defensa de esta localidad y a frenar la posibilidad de un avance ruso entre Bilohorivka y la más sureña Verkhn’okam’yans’ke.
Sin noticias procedentes de Chassiv Yar, pasamos a tratar la situación en Toretsk, localidad en la que los ucranianos han proseguido con sus contraataques, logrando penetrar la zona boscosa en dirección a Zalizne por el sur de la ciudad. Al centro y al norte, por el contrario, ha sido el Ejército ruso el que ha conseguido tomar nuevas zonas, avanzando desde Pivnichne.
En cuanto al sector de Pokrovsk-Kurajove, allí en primer lugar el Ejército ruso ha seguido atacando desde Selydove y anotándose mínimos aunque nuevos avances al noroeste de Petrivka. En segundo lugar, en la orilla norte del río Vovcha, habrían conseguido también avanzar algunos centenares de metros hacia Berestky mientras continúan presionando en dirección a Sontsivka para seguir forzando la salida de los ucranianos de esta zona.
No hay demasiadas noticias recientes del sector de Vuhledar –más allá de la continuación de la ofensiva rusa y sus ataques contra Uspenivka– pero sí del de Zaporiyia, en donde las tropas rusas han seguido atacando por una parte en dirección a Velyka Novosilka y, por otra, en dirección hacia Orijiv. Los avances son mínimos en ambos casos pero, sin duda, suponen una notable distracción para los ucranianos, obligados a utilizar parte de sus reservas en ambas zonas.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El apartado internacional comienza, obligatoriamente, con la llamada telefónica que el canciller alemán, Olaf Scholz, ha hecho al presidente ruso, Vladímir Putin, después de meses y meses de aislamiento ruso (salvo por la visita de Orban) desde la esfera occidental. Una llamada que, más allá de su contenido -del que apenas ha trascendido nada- ha sido notablemente polémica, especialmente entre los ucranianos, muchos de los cuales la consideran un error, al menos de puertas hacia afuera.
De hecho, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado literalmente que esta llamada «abre la caja de Pandora», que «es exactamente lo que Putin lleva tiempo buscando» pues para él «es fundamental debilitar su aislamiento» y que lo que pretende es «mantener meras conversaciones que no llevarán a ninguna parte». Por último, además, ha dejado claro que «no habrá un «Minsk-3» y que lo que Ucrania necesita es «una paz real».
Todo al tiempo que los ucranianos intentan convencer a los miembros de la futura Administración Trump de que una victoria rusa en la contienda podría perjudicar a los Estados Unidos, se producen debates internos en el seno del propio movimiento MAGA sobre cuáles son las elecciones más adecuadas en materia de política exterior y muchos muestran su preocupación por la tendencia de Trump a buscar acuerdos rápidos, evitando largos y complejos procesos diplomáticos.
Por el momento, y volviendo sobre la llamada entre los dirigentes alemán y ruso, lo que se sabe es que Putin y Scholz habrían hablado no solo sobre Ucrania, sino también sobre Oriente Medio o las relaciones bilaterales entre ambos países, acordando que sus respectivos asesores mantendrán las líneas de comunicación abiertas.
Así las cosas, Scholz habría exigido a Putin la retirada de tropas del territorio ucraniano y el inicio de negociaciones con Kiev para lograr una paz «justa y duradera». Según las palabras del germano, «Rusia debe mostrar voluntad de negociar con Ucrania, con el objetivo de lograr una paz justa y duradera».
Por su parte, desde Rusia Putin se habría mostrado abierta a entablar negociaciones para solucionar el conflicto en Ucrania, según fuentes del Kremlin, si bien sus condiciones no han variado un ápice, pues en palabras del presidente ruso «Las propuestas de Rusia son bien conocidas y fueron descritas, en particular, en un discurso pronunciado en junio en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia».
Dicho todo esto, hay que tener en cuenta además que la llamada se produce en un momento en el que Scholz se ve afectado por una gran debilidad interna, lo que resta cierta legitimidad a sus acciones, incluyendo las que tome en materia exterior. También por un incipiente escándalo relacionado con la ayuda alemana a Ucrania, que podría terminar por salpicar a su Administración.
Y, antes de pasar a otro tema, dejamos un comentario de Scholz sobre Trump a propósito de Ucrania, pues el alemán ha declarado ante los medios que el futuro presidente estadounidense tiene una posición «más matizada» de lo que comúnmente se cree sobre Ucrania y que nada en la conversación recientemente mantenida con el republicano le hace pensar que este vaya a buscar una paz por separado con Putin, dejando al margen para ello a Ucrania.
Cambiando ya de tercio, pues han ocurrido más cosas a nivel internacional, comenzamos por la visita por sorpresa del ministro de Exteriores japonés, Takeshi Iwaya, a Kiev. Iwaya, que se reunirá con su homólogo ucraniano Andrii Sybiha antes de verse con Zelenski, habría llegado al país en parte en respuesta a la presencia de tropas norcoreanas en Rusia en apoyo de las operaciones contra Ucrania, si bien habrá que esperar a que se produzcan las reuniones esperadas para saber algo más sobre los temas tratados.
Siguiendo con Sybiha, este ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Antonio Tajani, a quien ha agradecido el apoyo a Ucrania y el liderazgo ejercido durante la presidencia de turno del G7 por el país transalpino. Además, han hablado sobre el desarrollo futuro de la cooperación bilateral y sobre la forma de coordinar posiciones frente a futuros eventos internacionales de importancia.
Por su parte, el ministro de Defensa ucraniano, Umerov, ha visitado Oslo, en donde ha llegado a acuerdos con el Primer Ministro Jonas Gahr Støre y el Ministro de Defensa Bjørn Arild Gram para que Noruega se una al «modelo danés» de apoyo a Ucrania, financiando de forma directa la producción de material militar en el país.
En cuanto al primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, lo más relevante de la jornada tiene que ver con el anuncio de que Ucrania ha logrado captar más de 100.000 millones de dólares en financiación internacional durante el último año, superando así el récord marcado en 2023. Claro está, por más que sea un logro diplomático y una muestra del compromiso y la confianza en Ucrania por parte de sus aliados, también supone una notable debilidad y una muestra de hasta qué punto las finanzas del país están comprometidas.
Shmyhal, además, se ha reunido con el representante especial interino de los Estados Unidos para la recuperación económica de Ucrania, Richard Verma, con quien ha hablado sobre las iniciativas más importantes destinadas a la reconstrucción de Ucrania, sobre la implementación de reformas y, también, sobre futuras inversiones.
En otro orden de cosas, desde la Unión Europea, si recientemente conocíamos que estaban trabajando en el que será de aprobarse el 15º paquete de sanciones contra Rusia, parece que también están discutiendo la próxima implementación de nuevas sanciones contra el régimen iraní debido al suministro de misiles a Rusia.
La última noticia del informe de hoy es continuación de otra que compartimos ayer acerca de una reciente victoria judicial austriaca sobre Gazprom, que obligaba a la gasística rusa a pagar al país europeo cientos de millones de euros en compensaciones por las irregularidades en el suministro de gas. Pues bien, el caso es que desde Rusia finalmente han respondido anunciando que cesarán definitivamente de enviar gas natural al país centroeuropeo a partir de este mismo sábado.
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