La última jornada nos ha dejado noticias relacionadas con los Estados Unidos y la aproximación que Trump podría hacer al problema ucraniano, sobre las nuevas ayudas concedidas por la Unión Europea a Ucrania, incluyendo 4.100 millones de euros como parte de la Ukraine Facility, sobre un nuevo «Plan para la Resiliencia Interna de Ucrania» en el que está trabajando el Ejecutivo de Zelenski o sobre la intención del Departamento de Defensa estadounidense de ejecutar toda la ayuda restante antes del cambio de gobierno. Sobre el frente, mientras tanto, la situación continúa siendo sumamente complicada para una Ucrania cuyas tropas estarían retirándose según algunas fuentes del curso del Sukhi Yaly, al tiempo que intentan rechazar ataques como los llevados recientemente a cabo por el Ejército ruso contra el norte de Kupiansk.
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Debido a compromisos profesionales, el informe de hoy se centrará en las novedades sobre el terreno y en el apartado internacional. No obstante, antes de pasar a este tema es obligado hacer al menos un comentario inicial sobre EDIRPA, una de las iniciativas de defensa europeas más recientes y que ha comenzado a dar frutos. Una herramienta sobre la cual, sin embargo, se están diciendo cosas que no parecen corresponderse con la realidad.
En concreto, han sido varios los diarios que han publicado que los 300 millones (se suponía que eran 310, por cierto) de euros aprobados ayer y que tienen como destino la financiación de 5 programas de adquisición (a razón de 60 millones de euros cada uno) se emplearán en su mayoría para adquirir «equipos de defensa aérea, vehículos blindados y municiones, la mayor parte de los cuales irán a Ucrania«; algo que simplemente no se sabe y que, muy probablemente, termine por ser así.
Lo que se sabe sobre EDIRPA (que, por cierto, llega con un notable retraso debido al bloqueo político) es que pretende incentivar las adquisiciones conjuntas de equipos de defensa, aumentando la eficiencia del gasto público y reducir la excesiva fragmentación de la contratación pública de defensa. Además, esta herramienta busca fomentar la competitividad y la eficiencia de la EDTIB (Base Industrial y Tecnológica de la Defensa en Europa), incluyendo en ella a las pymes y empresas de mediana capitalización, acelerar la adaptación de la industria a los cambios estructurales y abriendo las cadenas de suministro para promover la cooperación transfronteriza dentro de la UE.
Su Programa de Trabajo -publicado en marzo de 2024- apoya las adquisiciones conjuntas en tres áreas, suponiendo apenas una fracción de la inversión total -que se espera sea del orden de 11.000 millones euros- con la novedad de que por primera vez se trata de una partida -aunque no directamente para compra de material militar-, sí para el reembolso de los costes de las compras conjuntas (es decir, costes administrativos, lo que tiene su «aquel» viendo las cantidades), en este caso a cargo del presupuesto de la UE y que se utilizará para financiar tres apartados:
- Municiones (p.e. armas pequeñas, munición de artillería, morteros, cohetes)
- Defensa aérea y antimisiles
- Plataformas y sustitución de sistemas legacy.
Dicho esto, es cierto que en las últimas horas, como decimos, se han aprobado los proyectos de compra a los que los fondos previstos irán destinados, en concreto cinco:
- MISTRAL (Common procurement of MISTRAL systems)
- CAVS (Common Armoured Vehicle System)
- CPoA 155 mm (Collaborative Procurement of Ammunition, 155 mm)
- HE 155 mm (High Explosive 155mm Ammunition)
- JAMIE (Joint Air Missile Defence Initiative in Europe)
Lo que en ningún momento se dice es que el destino preferencial del material comprado sea Ucrania, por más que una parte del mismo pueda terminar allí. De hecho, lo más probable es que las compras tengan como destino los vacíos inventarios de los Estados miembros de la propia UE.
Y ya que estamos, por cierto, cabe comentar que haciendo gala de la proverbial falta de transparencia de la Unión Europea en todo lo que concierne a su defensa (pese a recientes esfuerzos por mejorar en este aspecto por ejemplo por parte de la EDA y en relación con la PESCO), que ni siquiera se ha publicado cuáles son las empresas agraciadas. Algo que en el caso de los misiles MISTRAL, por ejemplo, es evidente, pero no en el de la munición o los blindados (6×6, lo que da pistas).
Pasando ya a las novedades sobre el terreno, y comenzando por los ataques a larga distancia, tenemos que según el Ministerio de Defensa de Ucrania las Fuerzas Armadas rusas habrían lanzado hasta 59 drones Shahed-131/136 (Geran-1/2) sobre territorio ucraniano. De estos, las AFU aseguran haber neutralizado 21 de ellos.
En cuanto a los daños causados, lo más relevante ha sido la muerte de una persona en Odessa, como resultado del impacto de un dron Shahed contra un edificio residencial, resultando además heridas otras dos personas. Hay fuentes que hablan, sin embargo, no de drones sino de misiles Kh-59/69 de lanzamiento aéreo. Por otra parte, en la región de Poltava se ha producido un importante incendio que ha afectado a una instalación fabril y que también habría sido provocado por un ataque con drones Shahed.
Del lado contrario, apenas han trascendido noticias, limitándose el Ministerio de Defensa ruso en su informe diario a señalar que sus defensas antiaéreos habrían derribado «seis sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense y 78 vehículos aéreos no tripulados».
Eso sí, a la hora de redacción de este informe estaba en marcha un ataque ucraniano masivo con drones sobre Krasnodarsk, si bien por el momento no hay datos sobre sus efectos, que trataremos de ser necesario mañana.
Pasando a los combates y los movimientos, comenzamos hoy por Kursk y, más exactamente por las noticias relativas a la llegada de sistemas de artillería autopropulsada M-1978/1989 Koksan de 170mm a territorio ruso, pues han sido geolocalizadas en Krasnoyarsk imágenes que así lo demuestran. En este caso, aunque sigue sin haber pruebas tangibles de la participación de los norcoreanos en los combates, cabe tener en cuenta que se trata de sistemas con un alcance de hasta 70 kilómetros, lo que aportaría un plus al Ejército ruso de entrar en servicio en Kursk. Más allá de esto, sin embargo, no hay nada que haga pensar en que en las últimas horas se hayan producido cambios importantes en este sector, si bien siguen apareciendo detalles sobre las pérdidas rusas tras las últimas acciones y algunas fuentes incluyen cambios que seguramente daten de las jornadas previas.
En el sector de Járkov, que lleva bastante tiempo estático en la fundamental, algunas fuentes hablaban en las últimas horas de la entrada de tropas rusas en el norte de la localidad de Kopanky, tomando algunas edificaciones.
Más al sur, tenemos por una parte al Ejército ruso lanzando una intentona sobre el norte de la ciudad de Kupiansk, a la que ya hicimos referencia ayer y siendo aparentemente rechazados. Como explicamos en su día al hablar sobre táctica, es muy posible que la densidad de defensores ucranianos en la zona sea bastante baja, para evitar entre otras cosas el efecto de la artillería y las bombas planeadoras, lo que impide reaccionar de forma instantánea a los reconocimientos en fuerza rusas.
En cuanto al sector de Siversk, se han producido ataques rusos en dirección a Fedorivka.
Pasando a Chassiv Yar, las únicas referencias de las últimas horas hablan sobre combates al sur, en dirección a Stupochky, aunque en términos generales la situación es estable.
En el caso de Toretsk, han continuado los combates en el centro y sur de la ciudad, con desigual éxito. Así, si los rusos han seguido intentando hacerse con partes de Toretsk al norte de las zonas mineras, al sur y este de las mismas los ucranianos habrían continuado con sus esfuerzos por retomar el control de dicho distrito. Todo mientras la ciudad, que llegó a tener 35.000 habitantes, continúa sufriendo bombardeos diarios, como ha denunciado el ministro de Exteriores ucraniano.
Cambiando ya hacia Pokrovsk-Kurajove, la situación no ha dejado de degradarse allí para los ucranianos, que sufren ataques desde Selydove nuevamente en diversas direcciones (Rusia lanza pequeños grupos de hombres al mismo tiempo hacia puntos diferentes con la esperanza de encontrar debilidades en las defensas ucranianas) pero que, sobre todo, están teniendo problemas para defenderse más al sur, en dirección a Kurajove tanto al norte como al sur del Vovcha.
En dirección a Kurajove, en este caso desde el sur, las fuentes prorusas hablan de una retirada en marcha de las AFU de sus posiciones a lo largo del río Sukhi Yaly, información que también ha sido difundida por otras cuentas más neutrales que hacen referencia al riesgo de embolsamiento en un área en la que las posiciones rusas a norte y sur del río distan apenas seis kilómetros en algunos puntos. Teniendo en cuenta que buena parte de las unidades ucranianas en la parte más oriental de la zona serían fuerzas pantalla, parece factible que esta retirada sí se esté ejecutando, algo que en cualquier caso se sabrá pronto.
Por último, es obligado hacer una referencia a lo que está ocurriendo en Velyka-Novosilka, pues cada vez hay más razones para pensar que Rusia tiene la intención de seguir reavivando este sector después de la visita de Belousov a Teplinsky. De esta forma, se han seguido registrando ataques rusos en dirección a Makarivka, pero también contra Rivnopil, Novopil y otros puntos del sector bajo control ucraniano.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Comenzamos el apartado internacional un día más por los Estados Unidos, en donde Trump continúa intentando colocar a personajes de lo más polémicos (por decirlo suavemente) en puestos clave de la Administración, lo que está generando no poca (y lógica) oposición incluso dentro de su propio partido, en el cual los más moderados entienden que los pasos dados por el futuro presidente suponen un riesgo para el país.
Al margen de esto, pero siguiendo con Trump, en las últimas horas ha vuelto a recalcar que la guerra de Ucrania será una prioridad de su mandato, reforzando la idea de que tratará de forzar unas negociaciones en cuanto acceda al poder, siendo sus declaraciones «Vamos a trabajar muy duro en Rusia y Ucrania. Esto tiene que parar. Rusia y Ucrania tienen que parar».
A propósito de Trump, además, se ha pronunciado en las últimas horas el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, quien ha querido especialmente tranquilizar a los miembros europeos de la organización afirmando que, a su parecer, Trump continuará apoyando a la Alianza. Así, el neerlandés ha expresado su confianza en la futura relación entre el nuevo presidente norteamericano y la Alianza y ha recordado que «La OTAN está aquí no sólo para defender a Europa y Estados Unidos, sino también para trabajar juntos para garantizar que el Indo-Pacífico y la región transatlántica sigan siendo seguros».
Pasando a Ucrania, tenemos que Zelenski, quien se ha reunido recientemente con el Jefe de Estado Mayor, el general Syrskyi, ha anunciado que su Gobierno está trabajando en un nuevo plan de 10 puntos denominado «Plan de Resiliencia Interna de Ucrania» que, según el mandatario ucraniano, recogerá «todo lo necesario para garantizar que Ucrania se mantenga fuerte. Hoy hemos abordado varios puntos, entre ellos la soberanía cultural, que abarca el patrimonio cultural de Ucrania, la cultura contemporánea y la diplomacia cultural. La producción de contenidos ucranianos y, con ese fin, el fomento de una unidad real y efectiva dentro de la comunidad cultural de Ucrania».
En cuanto al ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha iniciado una visita a Noruega que le ha permitido reunirse con su homólogo, Bjørn Arild Gram y tratar temas como las formas de desarrollar y fortalecer el sistema de defensa antiaérea ucraniano o la formación de sus militares con la participación de instructores noruegos para ello.
En otro orden de cosas, pasando a las sanciones a Rusia, desde la Unión Europea estarían trabajando según Bloomberg en un nuevo paquete de estas que se dirigirá expresamente contra la «flota fantasma» rusa, en caso de salir adelante. Los Veintisiete esperan aprobar el nuevo paquete antes de fin de año.
Continuando con la Unión Europea, los Estados Miembros han decidido liberar un nuevo paquete de 4.100 millones de euros en ayuda financiera a Ucrania, como parte de los 50.000 millones comprometidos en la iniciativa Ukraine Facility, tal y como ha anunciado el primer ministro del país, Denys Shmyhal. Estas ayudas, que están sujetas a los progresos que Ucrania haga en la reforma de su sistema económico y de su Administración, así como en la lucha contra la corrupción son, en última instancia, las que permiten el funcionamiento diario del Estado que, sin ellas, no podría por ejemplo abonar los salarios de los funcionarios.
Siguiendo con las ayudas, desde los Estados Unidos, concretamente desde el Departamento de Defensa han confirmado que trabajarán a la máxima velocidad para asegurarse de que toda la ayuda remanente (incluidos 5.500 millones de la Autoridad de Retiro Presidencial) es ejecutada antes del final del mandato de Biden, lo que implicará trasladar en un tiempo récord material militar procedente de los inventarios estadounidenses a Ucrania, de forma que el futuro presidente no pueda revocar la orden.
Por último, para finalizar con el tema de la ayuda exterior, desde Francia se han publicado varias noticias relativas a las últimas maniobras que los miembros de la brigada «Ana de Kiev», entrenada en el país y formada por ucranianos, han llevado a cabo antes de partir para su país y tomar parte en los combates.
Cambiando de tema, la empresa austriaca integrada de petróleo y gas OMV anunció el pasado 13 de noviembre que había obtenido un laudo arbitral de la Cámara de Comercio Internacional por más de 243 millones de dólares (230 millones de euros) que subsanará en parte las pérdidas sufridas por las irregularidades en el suministro de gas por parte del gigante ruso Gazprom, situación que preocupa sobremanera al ejecutivo austriaco. Por cierto que, desde Gazprom y en parte como reacción, han afirmado que la Unión Europea está destruyendo artificialmente la demanda de gas en detrimento de sus propios intereses con tal de hacer daño a Rusia. Así, según el comunicado publicado por la gasística: «[…] las acciones de los países de la UE tienen como objetivo destruir artificialmente la demanda de gas en detrimento de sus propias economías. Las políticas de los países de la UE han llevado a una mayor disminución del consumo de gas, al cierre de industrias de alto consumo energético y al traslado de capacidades de producción a otras regiones. El consumo europeo de gas seguirá disminuyendo. El ritmo de la disminución dependerá, en particular, de las futuras decisiones políticas».
En cuanto a Rusia, desde la portavocía del Kremlin han vuelto a hacer hincapié en los numerosos problemas que afectan a la relación entre los Estados Unidos y la propia Rusia, afirmando Dmitry Peskov que es «difícil elegir» cuál es el peor de ellos, a la vez que ha dicho también que «es demasiado pronto para especular sobre esperanzas», en referencia a los cambios que podrían darse en dicha relación tras la llegada de Trump.
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