Durante la última jornada ha sido noticia la destrucción parcial de la presa de Kurajove, en un suceso del que no se conoce el responsable, pero que sin duda afectará a la situación en este sector, en el que los avances rusos no dejan de incrementarse. Más allá de esto, continúan los rumores en torno a inminentes acciones rusas tanto en Kursk como en Zaporiyia, en lo que sería un intento por forzar a Ucrania a sacar unidades de Donetsk, facilitando así los avances con la vista puesta en la llegada el poder de Trump. En el apartado internacional, lo más importante de la jornada ha tenido que ver nuevamente con la visita de Josep Borrell a Ucrania, incluyendo los datos que ha facilitado sobre la ayuda concedida a este país hasta la fecha.
Sin ti, este sitio no podría seguir funcionando. Ayúdanos mediante una pequeña donación a través del siguiente enlace:
https://www.buymeacoffee.com/guerradeucrania
La última jornada de guerra en Ucrania llega plagada de noticias procedentes del terreno, con lo que vamos a centrarnos en ella, en tanto algunas son importantes y tendrán impacto sobre lo que pueda ocurrir en el futuro a nivel político, en el sentido de unas posibles negociaciones y la posición de partida de cada bando en las mismas.
Comenzando como es habitual por los ataques a larga distancia, desde el Ministerio de Defensa de Ucrania aseguran que las Fuerzas Armadas rusas han lanzado un total de 2 misiles Kh-59/69 y de 74 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) sobre su territorio, de los que habrían logrado derribar respectivamente 2 y 39.
Así las cosas, entre los puntos atacados ha estado una vez más la capital ucraniana, Kiev, en donde continuaba de visita el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, quien ha tenido que moverse a un refugio por precaución. También se han podido ver drones Shahed sobrevolando la ciudad de Dnipró, aunque no han trascendido daños por el momento. Además, ha sido atacada Krivói Rog, según algunas fuentes por un misil balístico ruso, en cuyo caso no habría sido incluido en la cuenta del Ministerio de Defensa ucraniano. En este ataque, según las últimas informaciones, se habrían producido cuatro muertes, tres de ellas de menores.
A propósito de los drones tipo Shahed, se ha podido ver en las últimas horas un vídeo de la supuesta explosión de uno de ellos en Bélgorod, en territorio de la Federación Rusa, el pasado 5 de noviembre, aunque se desconoce si por un fallo de orientación, por efecto de la guerra electrónica ucraniana que lo habría desviado de su trayectoria haciéndolo volver sobre su rumbo, un fallo técnico o qué otra razón.
Y, siguiendo con este tema, hace unas horas Zelenski ha anunciado que su país incrementará el tamaño de sus fuerzas antiaéreas con la creación de nuevos grupos de fuego móviles para contrarrestar el efecto de los drones rusos en las «regiones que son objetivos prioritarios del terrorismo ruso». Lo que, en la práctica, viene a significar que los ucranianos aumentarán el número de «cazadores de Shaheds» intentando contrarrestar la creciente capacidad rusa de hacer uso de estos ingenios, cuyo número de lanzamientos bate nuevos récords mes a mes.
Del lado ruso, por su parte, los únicos datos disponibles sobre ataques recibidos serían los publicados por su Ministerio de Defensa, que hablaba, en su último informe diario de la supuesta destrucción de «cuatro bombas guiadas Hammer fabricadas en Francia y 39 vehículos aéreos no tripulados». Además, se habrían establecido restricciones temporales a los vuelos en el aeropuerto de Saratov por la amenaza de los drones, sin que haya trascendido información relativa a impacto alguno.
La jornada de hoy, como decíamos, ha llegado plagada de noticias procedentes del terreno, con lo que no hay más remedio que dedicar a estas un espacio mayor del normal. Noticias además que llegan prácticamente a todos los niveles, desde el técnico (como la recepción por parte de los ucranianos de disparos M712 Copperhead de 155mm guiados por láser para su artillería), al táctico y al operacional.
En este caso, comenzando por Kursk, continúan arreciando los rumores relativos a una operación ruso-norcoreana inminente destinada a retomar el terreno en poder de Ucrania en esta región. El problema es que, al mismo tiempo, el ministro de Defensa ruso, Belousov, ha estado visitando al grupo de fuerzas bajo mando del coronel general Mijaíl Teplinsky, situadas al sur de Ucrania. Como quiera que este tipo de visitas suelen preceder a una ofensiva, es posible que Rusia vaya más allá de los pequeños movimientos de los últimos días y semanas en Zaporiyia, lo que unido a lo que pueda suceder en Kursk implicaría que el Ejército ruso querría forzar a Ucrania a luchar en un frente más amplio (en el sentido de tener que sacar unidades de Donetsk para desviarlas a zonas que llevan tiempo más o menos estables).
Dicho esto, por el momento las únicas noticias de movimientos procedentes de Kursk tienen que ver con la entrada rusa en Darino y los combates en las inmediaciones de Novoivanovka y Pogrebki, así como con una serie de contraataques ucranianos al norte y oeste el sector que les habría llevado a recuperar localidades como Novaya Sorochina.
En el sector de Kupiansk, las tropas rusas han continuado ampliando el saliente de Pischane, junto al río Oskil en dirección norte.
En el sector de Chassiv Yar, por su parte, las tropas rusas han continuado lanzando ataques tanto al norte como al sur de esta ciudad, intentando progresa al oeste del canal de agua dulce, siendo por el momento en dirección a Stupochky en donde estarían teniendo más éxito.
En cuanto al sector de Toretsk, el Ejército ruso ha vuelto a recuperar parte de las posiciones recientemente perdidas en el centro de la localidad, concretamente en dirección a las zonas mineras al suroeste, cuyos dos «terrikons» son vitales para controlar la ciudad. Todo ello entre lógicas acciones retardantes por parte de las AFU, que continúan luchando calle por calle.
Lo más relevante de la jornada, una vez más, ha tenido lugar en el sector de Pokrovsk-Kurajove. Hablamos de las relacionadas con los daños que habría sufrido la presa de Kurajove (48.01154927770587, 37.21154905219117) que podría tener interesantes efectos sobre el desarrollo de la guerra en este sector y del que no está claro todavía quién es el responsable, con ambos bandos acusándose mutuamente una vez más, como es habitual en estos casos.
Por poner al lector en antecedentes, durante la jornada de ayer aparecieron varias noticias (al principio únicamente rumores en Telegram y Twitter) que hablaban de la supuesta voladora de la presa que contiene el pantano al norte de Kurajove, en el río Vovcha. Eso sí, la imagen que se difundía por la Red no se correspondía con esta localización, sino que pertenecía a otro suceso muy anterior acaecido en la región de Kiev.
Por supuesto, no contamos con pruebas suficientes como para afirmar de forma contundente que lo ocurrido haya sido provocado por uno u otro bando. Sin embargo, sí se puede especular una vez más con a quién beneficia más la ruptura de esta presa o, al menos, sobre qué efectos tendrá para unos y otros.
En el caso de los ucranianos (algunas de cuyas unidades se habían retirado previamente del norte de la masa de agua), el aumento del caudal al oeste del río Vovcha les permitirá contar al menos durante un tiempo con una barrera de agua mayor que complique la conexión entre las fuerzas rusas que continúan avanzando hacia el sur desde el sector de Pokrovsk (recientemente habían tomado Sontsivka, con lo que el riesgo de llegada a Stary Terny era patente) y las fuerzas rusas que están tomando cada vez más terreno al sur del Vovcha, desde Maksymilianivka y Pobjeda, siguiendo la dirección de la carretera H15.
En el caso de Rusia, los beneficios no están tan claros. A pesar de lo que se pueda decir, incluso aunque la reserva de agua se vaciase rápidamente, el terreno que ahora está bajo el agua y más en estas fechas continuaría permaneciendo húmedo, con lo que sería difícilmente transitable. Es cierto que la retirada de los ucranianos de sus posiciones al norte del pantano es beneficiosa para los intereses rusos y que atacar la presa podría ser una forma de forzarla, en tanto una crecida podría complicar el suministro a los defensores de Kurajove desde Konstyantynopil y Andríivka, pero lo cierto es que esta localidad estaba ya en una situación precaria, con sus defensas viéndose cada vez más rodeadas desde el sur, con los rusos llegando a Daljne hace escasas horas.
Ahora bien, lo ocurrido en Pokrovsk-Kurajove no es lo único importante de la jornada. Por una parte, porque en el sector de Vuhledar, al sur del mismo, continúan también los avances rusos, que les habían llevado más cerca todavía del río Sukhi Yali en diferentes puntos.
Por otra, porque cada vez son más las noticias relativas a una reanudación de los movimientos en dirección a Velyka Novosilka, sin que esté claro si en los próximos días asistiremos a un intento serio por parte rusa de alcanzar esta localidad y asaltarla o si, como decíamos al inicio, busquen simplemente atraer reservas ucranianas a la zona para dejar el camino expedito a sus tropas en Pokrovsk-Kurajove. Lo primero no sería descabellado, tanto por la propia importancia de Velyka-Novosilka, como por el hecho de que las posiciones ucranianas forman ahora mismo un saliente, cuya defensa implicaría destinar un buen número de efectivos. Por el momento, las tropas rusas habrían conseguido algunos avances en dirección a Novodarivka y Rivnopil, haciéndose según algunas fuentes con posiciones ucranianas en las alturas y tomando parte de esta localidad.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Comenzamos el apartado internacional con la visita del Alto Representante saliente de la Unión Europea, Josep Borrell, a Ucrania, que le ha llevado en las últimas horas a reunirse con el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak y con el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, además de con el primer ministro, Denys Shmyhal y con el presidente de la Rada Suprema, Ruslan Stefanchuk. Entre los temas tratados, como resulta obvio, se han incluido los relacionados con la colaboración entre la UE y Ucrania y la futura integración europea de este país y, por supuesto, la asistencia militar de los Veintisiete a este último país.
Entre los datos interesantes que han trascendido a partir de las declaraciones, en este caso de Borrell, cabe citar el hecho de que la UE haya suministrado ya 980.000 de los 1.000.000 de disparos de artillería prometidos tiempo atrás. Así las cosas, aunque con meses de retraso (de hecho, deberían haber sido entregados en marzo de este año, lo que sin duda ha influido notablemente en las posibilidades ucranianas a la hora de defenderse), los Veintisiete prácticamente han cumplido ya con su objetivo. A propósito, además, cabe comentar que el objetivo de producción europeo para el próximo año es de 2.000.000 de disparos, sin que esto signifique que vayan a tener como destino Ucrania, ya que la mayoría serán para reponer inventarios en los propios ejércitos de los Estados miembros y, otra parte, para la exportación a terceros estados.
El diplomático español, quien ha resumido en un tuit la ayuda proporcionada por los Veintisiete a Ucrania durante estos casi tres años, ha sido galardonado además con la «Cruz del Honor» ucraniana, algo que ha agradecido diciendo además que ayudar a Ucrania «la tarea más importante durante su mandato».
Borrell, en cualquier caso, no ha sido el único legado extranjero en visitar Kiev recientemente. El ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, visitó también la capital ucraniana, reuniéndose con el presidente Zelenski y anunciando, de paso, un nuevo paquete de ayuda militar que consistirá en armas de pequeño calibre y uniformidad invernal.
Por otra parte, Zelenski ha conversado por teléfono con el presidente polaco, Andrezj Duda, aprovechando la celebración del Día de la Independencia de Polonia, felicitando de paso a su aliado. Durante su conversación, además, han hablado sobre la implementación del «Plan para la Victoria de Ucrania» y de la necesidad de implementar también la «Fórmula de Paz», así como de seguir colaborando en términos bilaterales, en temas como el apartado humanitario.
Como quiera que la independencia de Polonia coincide lógicamente con el Día del Armisticio -que se celebra en países como Bélgica, Reino Unido o Francia y que conmemora el final de la Primera Guerra Mundial- también Macron ha sido noticia, pues junto al británico Starmer ha afirmado que mantendrán su apoyo a Kiev «inquebrantablemente y durante el tiempo que sea necesario». Por otra parte, el presidente galo ha anunciado también que se reunirá el martes con el secretario general de la OTAN, el neerlandés Mark Rutte, en un momento de cierta tensión por los temores que la postura de Trump en relación con la Alianza Atlántica genera (hasta cierto punto infundados, como hemos explicado en diversos informes).
A propósito de Trump y de su política, por una parte ha sido noticia una declaración del ínclito Patrushev sobre el futuro presidente estadounidense, en la que dejaba caer que para llegar al poder se ha echado en manos de poderes a los que debe lealtad, sin dar más explicaciones, en lo que podría ser simplemente un intento de desinformación. Por otra, uno de sus colaboradores cercanos, Mike Waltz (quien será nombrado seguramente Asesor de Seguridad Nacional), ha hablado sobre la necesidad de reforzar las sanciones a Rusia en materia energética y cómo esto podría llevar al país a la mesa de negociaciones.
No es una cuestión baladí, pues aunque Rusia ha demostrado ser capaz de lidiar con las sanciones con gran solvencia, su economía (como demuestra la inflación) también se está resintiendo, algo que terminará por afectar a las cuentas públicas y, con ello, a su capacidad militar, si bien esto podría demorarse largos meses. Las sanciones, de hecho, han sido un tema tratado por Borrell recientemente en una columna de opinión en la que defiende su validez. Desgraciadamente, el diplomático español, sobre quien recae sin duda una parte de la responsabilidad de la «ventana de oportunidad» que Rusia identificó previamente a atacar Ucrania, parece olvidar que si bien sirven para imponer los costes una vez un comportamiento ha comenzado, no sirven para disuadir de iniciarlo, algo que ya se comprobó en febrero de 2022.
En otro orden de cosas, el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, ha mantenido una conversación telefónica con su contraparte brasileña, en la que han tocado diversos temas relacionados con la cooperación bilateral y con la búsqueda de paz. De hecho, el ucraniano ha invitado a Mauro Vieira a visitar ucrania en los próximos meses, aunque no sería la primera vez que esto ocurre ya que el mensaje del ucraniano sugiere que la invitación se habría lanzado anteriormente.
Saltando a Asia, si en informes anteriores veíamos cómo el presidente ruso, Vladímir Putin, ratificaba el acuerdo de seguridad entre su país y Corea del Norte, en las últimas horas ha hecho lo propio el líder norcoreano, Kim Jong Un, oficializando así definitivamente la entrada en vigor del tratado.
En cuanto a Rusia, por una parte desde el Kremlin han negado que la llamada entre Trump y Putin el pasado jueves tuviese lugar, desmintiendo así lo publicado por los medios estadounidenses. Así, según Dmitry Peskov: «Eso es totalmente falso, es pura ficción».
Por otra parte, ha sido también noticia el hecho de que Rusia y Bielorrusia estén ultimando los flecos de un nuevo Acuerdo de Seguridad.
Además, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha hablado sobre cómo desde su país están trabajando en la redacción de una «carta de multipolaridad euroasiática», un documento que según él «recogerá todas las propuestas presentadas durante los debates en la Conferencia de Minsk y otros foros» y del que poco se sabe hasta el momento.
Deja una respuesta