Las últimas horas nos han dejado un nuevo ataque ruso masivo con drones que habría implicado a más de 140 aparatos tipo Shahed según fuentes ucranianas oficiales. Este país, por su parte, ha alcanzado un depósito de municiones ruso en Briansk. Sobre la línea de frente, continúan los avances rusos en dirección a Kurajove especialmente, en donde cuentan con un control cada vez más claro del área al norte del río Vovcha. En la arena internacional, y al mismo tiempo, mientras se discute sobre si la futura Administración Trump obligará a Ucrania a ceder territorios y en qué grado, los Veintisiete trabajan en el que sería el 15º paquete de sanciones contra Rusia, se han hecho anuncios de nuevas ayudas a Ucrania y Rusia trabaja en aumentar su influencia en África, para lo cual ha dado comienzo la Primera Conferencia Ministerial del Foro de Asociación Rusia-África.
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Durante la última jornada de guerra en Ucrania, las Fuerzas Armadas rusas podrían haber lanzado hasta 145 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) sobre Ucrania, de los que desde el Ministerio de Defensa de este país afirman haber derribado 62, un porcentaje más bajo de lo habitual (suele ser más bajo cuando mayores son las cifras de lanzamientos rusos, lo que indica que hay un punto a partir del cual el sistema se satura).
Entre los muchos puntos del país en los que los «cazadores de Shahed» han estado activos, cabe mencionar la capital ucraniana, Kiev, que podría haber sido el blanco de hasta tres docenas de aparatos según algunas fuentes. También en Dnipró, a orillas del Dniéper se ha registrado la llegada de drones rusos. Lo mismo que en Odesa, en donde se habrían producido también nuevas explosiones, después de los daños sufridos durante la jornada de ayer. Pese a todo, no han trascendido por el momento apenas informaciones sobre los daños causados por el masivo ataque ruso, más allá de un fallecido en Schebekino.
En el caso contrario, Ucrania ha atacado con misiles o drones un depósito de munición ruso en la región de Bryansk, provocando importantes desperfectos a tenor de las explosiones registradas, que la propia inteligencia ucraniana cifra en al menos ocho. Dicho esto, los ucranianos habrían lanzado según el Ministerio de Defensa de Rusia hasta 70 drones de ataque en la última jornada contra su territorio, de los que al menos la mitad habrían tenido como objetivo la capital rusa, Moscú. De hecho, se han registrado explosiones por ejemplo en Ramenskoye, al sureste de la capital, causados al parecer por la caída de restos de drones ucranianos.
Relacionado con los drones, aunque en otro orden de cosas, desde Ucrania el general Syrskyi ha declarado recientemente, hablando sobre estos aparatos en sus distintos tipos, que hasta 52.000 objetivos habían sido destruidos y alcanzados por parte de los drones de combate ucranianos en el último mes, aunque no queda nada claro cómo se realiza esta cuenta ni qué se considera un «objetivo». Sí dio cifras sobre las supuestas destrucciones en el mismo periodo de tiempo tanto de sistemas de artillería rusos (129) como de equipos de comunicaciones (221) e infantes (más de 4.000).
Y siguiendo con las declaraciones ucranianas, el presidente del país, Zelenski, ha asegurado hace unas horas que Ucrania ya ha logrado producir los primeros 100 misiles de todo tipo, incluyendo los balísticos o los misiles-dron «Palianytsia», si bien por el momento el resultado de los mismos no está en absoluto claro. Es, en cualquier caso, información relevante pues apenas hay datos sobre la marcha del programa de misiles ucraniano, que busca dotar al país de armas de largo alcance con las que batir objetivos en el interior del territorio ruso sin depender del veto o apoyo de sus aliados.
En cuanto a los combates y los movimientos, mientras siguen llegando nuevos testimonios de la ejecución por parte de militares rusos de soldados ucranianos que previamente se habían rendido y se publican interesante datos sobre el orden de batalla de ambos ejércitos, tenemos que una jornada más no se han producido novedades en el sector de Kursk en cuanto a cambios de posición, pese a las evidencias de pérdidas rusas recién aparecidas, que se suman a las compartidas ayer.
De hecho, tampoco hay novedades relevantes de los sectores de Járkov, Kupiansk, Siversl o Chassiv Yar. Sí alguna de Toretsk, en donde se ha conseguido combatiendo y tras los últimos avances de las AFU, que habían recuperado una buena fracción del territorio perdido durante el mes anterior, el Ejército ruso ha vuelto a pasar a la ofensiva, buscando retomar posiciones en dirección tanto al centro de la urbe como a las zonas mineras.
Lo importante, una jornada más, procede de los sectores de Pokrovsk-Kurajove y Vuhledar, en donde se concentran el grueso de los combates y hacia donde el general Mordvichev ha movido buena parte de las reservas rusas recientemente para seguir forzando los avances al precio que sea. Respecto a este, y antes de explicar los cambios de la última jornada, cabe decir que Mediazone ha logrado confirmar ya el fallecimiento de más de 77.000 militares rusos en lo que va de guerra (con sus nombres y apellidos y apoyo documental). Resta en cualquier caso mucho para que podamos conocer una cifra definitiva de pérdidas. No obstante, parece poco probable que, a pesar del enorme número de bajas que sin duda están sufriendo, los números proporcionados por ejemplo por el Ministerio de Defensa británico puedan ser ciertos.
Explicado esto, en dirección a Pokrovsk un día más se han producido avances por parte del Ejército ruso, que se habría hecho con la aldea de Petrivka, mientras continúan tentando las defensas ucranianas en otros puntos de este sector. Mientras tanto, y en dirección sur, hacia el río Vovcha, las tropas rusas habrían logrado alcanzar Sonchivka, con lo que están cada día más cerca de llegar hacia el embalse del Vovcha desde el norte, probablemente con la intención no solo de forzar la retirada ucraniana de sus últimas posiciones en la zona, sino también de cortar la carretera (aunque sea por el fuego) entre Kurajove y Kontyantinopil.
Al sur del Vovcha, esto es, en dirección a Kurajove, la tónica ha sido la de las jornadas previas, con las tropas rusas lanzando ataques desde el sector de Vuhledar, al tiempo que lo hacen desde el este, desde lo que era el sector de Maríinka. En este caso, logrando avances en los terrenos al oeste de Pobjeda.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El apartado internacional, como corresponde a los fines de semana, llega con escasas noticias relacionadas con cumbres o encuentros. Sin embargo, sí que han sido noticia, valga la redundancia, muchas declaraciones hechas por ejemplo a propósito de lo que pueda hacer o dejar de hacer Trump al llegar a la Casa Blanca.
Así, por ejemplo, uno de los asesores del partido Republicano en materia de seguridad internacional, Bryan Lanza, ha sido tajante al declarar que «Crimea se ha ido», en referencia a que según su punto de vista, Ucrania nunca recuperará la península. Pese a este tipo de afirmaciones, algunos de los socios de los Estados Unidos, como ocurre con Francia, no creen que el norteamericano pueda obligar a Ucrania a ceder territorio sin más a cambio de un alto el fuego. De esta forma, según ha declarado el ministro de Exteriores galo, Jean-Noël Barrot «Donald Trump es demasiado sabio para aceptar respaldar la que sería la mayor anexión territorial de la historia en setenta y cinco años».
Todo ello mientras desde el Kremlin su portavoz, Dmitry Peskov, asegura ver señales positivas por parte de Trump y sus asesores, afirmando que «Las señales son positivas. Trump, durante su campaña electoral, dijo que ve todo esto [el conflicto en Ucrania] a través de acuerdos. Y que pueda obtener un acuerdo que conduzca a la paz». Desgraciadamente, no hay datos suficientes como para poder decir a ciencia cierta hasta qué punto los republicanos podrían tener o no avanzadas las conversaciones con Rusia en este sentido, aunque es evidente que aunque sea a través de terceros, se deben estar produciendo contactos de todo tipo.
Pasando a Bruselas, los Veintisiete trabajan en el que será, de aprobarse, el 15º paquete de sanciones a Rusia, y que estará centrado en limitar la cantidad de componentes extranjeros que llegan a Rusia y que, posteriormente, son utilizados en la producción de armamento, incluyendo drones y misiles con los que golpear el territorio ucraniano, como se ha visto recientemente.
El de las sanciones, por cierto, ha sido uno de los varios temas finalmente tratados por el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, durante su reciente visita a Kiev, todavía en marcha y que le ha llevado, entre otros puntos, a visitar una fábrica de drones de la mano del ministro de Industrias Estratégicas ucraniano, en la que ha podido ver los avances de este país, al tiempo que confirmaba que la UE ya ha entregado más de 400 millones de euros en activos rusos congelados, con los que financiar iniciativas de este tipo. Todo mientras desde Kiev Zelenski pedía en su discurso diario una Unión Europea fuerte que permita además favorecer la integración europea y euroatlántica de Ucrania.
Precisamente, de la ayuda internacional ha hablado el primer ministro ucraniano, Shmyhal, quien en redes sociales se ha congratulado por la decisión del G7, ya explicada en su momento, de entregar a Ucrania durante los próximos años hasta 50.000 millones de dólares procedentes de los beneficios de los activos rusos. Un proyecto que, en cualquier caso, está sujeto a diferentes variables, desde el cumplimiento hasta el hecho de que la guerra siga o no, por lo que la ayuda se entregará en tramos.
Uno de los anuncios más interesantes de las últimas horas tiene que ver con el futuro envío, por parte de los Estados Unidos, de 500 misiles antiaéreos para los sistemas Patriot y AMRAAM en servicio con las AFU. Decimos interesante, porque se ha venido especulando con que la Administración Biden podría anunciar envíos masivos de armamento antes de su salida de la Casa Blanca y, en este sentido, el hecho de que en lugar de armamento ofensivo (de hecho, se han comenzado a entregar misiles antirradiación AGM-88E AARGM, una versión avanzada del HARM) se apueste por el defensivo, es significativo, sin perjuicio de que más adelante se hagan otros anuncios en un sentido diferente.
Por otra parte, y en relación también con la ayuda militar a Ucrania, desde Polonia han actualizado los datos relativos al material entregado, que suma varios centenares de carros de combate y blindados, entre otros. El total en términos monetarios sería de 3.230 millones de euros hasta la fecha.
En Rusia, por su parte, las noticias más importantes de la jornada tienen que ver por una parte con Corea del Norte, ya que el tratado de asociación estratégica recientemente firmado ha sido ratificado por el presidente ruso, Putin, si bien en la práctica todo indica que ya se venía aplicando.
Por otra, con África, continente en el que luchan por aumentar su influencia al igual que hace Ucrania, para lo cual están celebrando la Primera Conferencia Ministerial del Foro de Asociación Rusia-África. Durante la misma, el ministro de Exteriores ruso, Lavrov, ha anunciado que el comercio entre la Federación Rusa y los países africanos ha alcanzado su máximo histórico. Además, a dado cifras concretas, al datar los intercambios durante el último año en 24.500 millones de dólares, asegurando también que «esa cifra claramente no refleja el potencial que aún tenemos por explotar».
Por otra parte, aunque siguiendo con África, el embajador ugandés en Rusia ha confirmado que su país ha recibido una invitación formal para unirse a los BRICS, aunque por el momento no ha confirmado que esta nación africana vaya a dar el paso de entrar en la organización.
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