Las Fuerzas Armadas rusas han continuado progresando en el sector de Pokrovsk-Kurajove, tomando la localidad de Kurakhivka y amenazando la zona minera de Vovchenka, al tiempo que desde el sur logran avances en el sector de Vuhledar y baten nuevos récords mensuales en cuanto a lanzamiento de drones. En el apartado internacional, una vez concluida la Conferencia de Montreal, en la que decenas de países han firmado un documento apoyando la vuelta a Ucrania de los menores y los ciudadanos ilegalmente deportados a Rusia, desde este país han vuelto a acusar a Occidente de sabotear las negociaciones de paz y los esfuerzos mediadores de países como Turquía.
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Hoy, como solemos hacer los sábados, el informe se reducirá a la actualidad sobre el terreno por una parte y a la actualidad internacional por otra, dejando de lado las cuestiones estratégicas. Eso sí, antes responderemos a una cuestión que nos han planteado por correo electrónico, relacionada con el informe de ayer: ¿por qué la República Popular de China es la prioridad estadounidense y no lo es la Federación de Rusia cuando en épocas pasadas los EE. UU. apostaron por «Europa primero»?
En este caso, la respuesta tiene cuatro vertientes. La primera es fundamentalmente económica, y es que la RPC constituye un tipo de desafío al que los Estados Unidos nunca se habían enfrentado, ya que ni la URSS ni la Alemania Nazi tenían el potencial de convertirse en el polo económico global que sí tiene China. Tampoco tuvieron la intención, al menos a corto o medio plazo, algo de lo que este país sí ha hecho gala.
La segunda es de corte ideológico, por decirlo de alguna manera, y es que China y los Estados Unidos a pesar de compartir muchos elementos en común desde que el país comunista abrazara el capitalismo en lo económico, representan dos sistemas totalmente enfrentados en aspectos básicos, que van desde el papel del Estado al control que este ejerce sobre la población y muchos otros más. Por supuesto, son dos lógicas imperiales (en ambos casos fascinantes, pues son muy diferentes a la lógica imperial rusa, anclada en otra época) enfrentadas que persiguen en un caso mantener y en otro ampliar sus esferas de influencia en un juego de suma cero.
La tercera es de índole militar, y es que China no ha escondido en ningún momento su intención de ser capaz, a mediados de siglo, de expulsar a los Estados Unidos del pacífico occidental y de contar con unas Fuerzas Armadas «de talla mundial» para esas fechas, lo que unido a su potencial económico (cada vez más en duda, por cierto), le permitiría aspirar a un papel de hegemón al menos teóricamente.
La cuarta, más ligada con el informe de ayer es puramente geopolítica, es decir, ligada con lo permanente: la geografía. Si ayer hablábamos del «Heartland», del «Rimland» y de Spykman, a poco que uno vea el mapa (que volvemos a compartir) podrá entender que una Rusia (o Imperio Mongol, que para el caso daría igual) siempre que esté «contenido» en el «corazón del mundo» y sin acceso a los recursos del «Rimland», será una amenaza relativa. El gran problema es cuando una potencia del «Heartland» y otra del «Rimland» se unen, como ocurrió en su momento con la Unión Soviética y la Alemania Nazi y, en la actualidad, con una China que es un gigante económico, ocupa una parte fundamental del «Rimland» y tiene acceso a los cuasi-infinitos recursos energéticos o minerales rusos…
El mismo tipo de amenaza (aunque no se daban los otros dos elementos) que hizo sonar las alarmas en Washington a propósito del anuncio del NordStream 2 por parte de Alemania y la Federación Rusa, por cierto. Y es que para una potencia que pertenece al «Círculo Exterior» y que es en lo fundamental una talasocracia, la única forma de ejercer su papel de «Policía global» con éxito pasa por mantener bien controlado el «Rimland» y evitar alianzas como la de Rusia y China o Corea del Norte y China.
Esperamos haber explicado por qué los EE. UU. siguen y seguirán primando Indo-Pacífico (o por qué tanta atención prestada a Oriente Medio), mientras en Europa hay un país que sufre una invasión y a la que se ha reducido el nivel de ayuda. Eso sí, que nadie olvide que todos estos escenarios están ligados dada la conformación cada vez más evidente de lo que algunos denominan jocosamente «El eje de los perdedores»…
Explicado esto, pasamos a lo ocurrido en la guerra de Ucrania en las últimas horas. Allí, comenzando por el informe diario del Ministerio de Defensa ucraniano, tenemos que Rusia habría lanzado hasta 48 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) y tres misiles Kh-59/69 de los que aseguran haber derribado respectivamente 31 y 1.
Entre los objetivos de los ataques se encontrarían una vez más puntos como Odesa, en donde ha resultado dañada una estación de bomberos, sufriendo dos de los trabajadores heridas. También se ha informado de explosiones en Poltava, una jornada más. En Járkov, por su parte, continúan con el recuento de víctimas de los ataques de días anteriores, que se elevan por ahora a tres fallecidos. Por último, un civil habría fallecido en Beryslav, en la región de Jersón y al norte del río Dniéper como consecuencia de un bombardeo.
Del lado contrario, en han reportado nuevas explosiones en la localidad costera de Berdyansk, ocupada por Rusia, resultando dañados edificios gubernamentales, en concreto la Administración de Puertos del Mar de Azov. Además, a una considerable distancia del frente hasta tres drones ucranianos habrían atacado instalaciones industriales en Ufa, según ha anunciado el jefe de la región de Bashkiriya, Radiy Khabirov.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, ha hablado del supuesto derribo de hasta 41 drones ucranianos sobre las regiones de Kursk, Bryansk, Oriol y Bélgorod, así como sobre la península de Crimea.
Respecto a los ataques, y antes de pasar a los combates y los movimientos, merece la pena resaltar que, según Financial Times, y a colación de los rumores sobre negociaciones para evitar ataques sobre la infraestructura energética del contrario durante el próximo invierno, esto ya habría sucedido durante el pasado año. Sin embargo, a pesar de la existencia de un supuesto acuerdo tácito, habría sido finalmente roto por Ucrania en febrero y marzo de este año, al volver a atacar las instalaciones rusas relacionadas con los hidrocarburos.
Por otra parte, tenemos que se habría alcanzado un nuevo récord en el empleo de drones tipo Shahed por parte rusa, llegando durante el mes de octubre a las 1.960 unidades lanzadas, lo que supera muy de largo los algo menos de 1.400 usados durante el mes anterior y dobla con creces los casi 800 de septiembre.
En cuanto a los combates y los movimientos, ahora sí, cabe decir que la mayor parte de la atención continúa concentrándose en Pokrovsk-Kurajove, en donde muchos hablan de colapso, pero más bien parece que el Estado Mayor ucraniano ha cursado una orden de retirada (ordenada) a posiciones más lógicas dada la longitud actual del frente.
Comenzamos en cualquier caso por el sector de Kupiansk, en donde las Fuerzas Armadas rusas han ido completando la toma de la zona boscosa entre la localidad de Sinkiv’ka y el río Oskil. Además, se han registrado ligerísimos cambios a favor de Rusia en el área de Stepova Novoselivka por una parte y en la de Kolomychyvka por otra, al tiempo que las tropas rusas persisten en sus intentos de avanzar desde Kruhlyakivka en dirección sur. Por el contrario, al sur del sector, a la altura de Kreminna, las AFU habrían logrado retomar el control de la mayor parte de Terny tras un contraataque en las últimas horas, aliviando así la presión sobre la línea del Zherebets.
Sin apenas noticias relevantes procedentes del sector de Chassiv Yar, como tampoco de los de Siversk o Toretsk, pasamos un día más al de Pokrovsk-Kurajove. En este caso, si bien se han producido pequeños avances rusos en dirección a Pokrovsk, lo más interesante está teniendo lugar en dirección a Kurajove. Así las cosas, el Ejército ruso ha completado en las últimas horas la toma tanto de Kurakhivka como de Oleksandropil, izando las respectivas banderas en ambas localidades (en el caso de Oleksandropil esto había ocurrido días atrás, aunque había partes de la localidad en las que los combates han proseguido un tiempo, seguramente por la persistencia de las unidades ucranianas empleadas como pantalla). Las luchas, en cualquier caso, giran ahora en torno a la zona minera de Vovchenka, en una situación cada vez más precaria (hasta el punto de que algunos adelantan su caída) pero que, por su orografía, permite dominar la zona.
En dirección a Kurajova, pero en este caso al sur del río Sukhi Yar, es decir, en el sector de Vuhledar, Rusia ha completado la conquista de Novoukrainka, algo evidenciado por los testimonios gráficos. Además, ha seguido atacando Velyzavetivka y Trudove, buscando llegar a Uspenivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El apartado internacional -que llega particularmente parco en noticias de consideración- comienza una vez más por Corea del Norte, pues el presidente ucraniano Zelenski ha denunciado que esta es una «guerra de dos países contra uno», a pesar de que por el momento sigue sin haber evidencia alguna de que los norcoreanos hayan tomado parte en los combates. Por supuesto, y como es habitual desde hace meses, desde Ucrania han aprovechado la ocasión para volver a solicitar a occidente armamento de largo alcance. Así, en palabras de Sybiha «Necesitamos una decisión fuerte de nuestros aliados para levantar todas las restricciones al uso de misiles de largo alcance hacia territorio ruso».
Siguiendo con el presidente ucraniano, recientemente ha concedido una entrevista al canal surcoreano KNS, en la que ha hablado sobre el tema, compartiendo después en Twitter un hilo con los puntos más señalados y recalcando no sólo el envío de tropas, sino los lazos económicos y militares entre Rusia y Corea del Sur y el riesgo que supone lo que él considera una escalada y una forma por parte de ambos países de probar a Occidente.
Mientras esto ocurría, desde los Estados Unidos el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III ha admitido que militares norcoreanos podrían tomar parte en el conflicto directamente tras reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Cho Tae-yul, y el ministro de Defensa Nacional, Kim Yong-hyun. Según las declaraciones de Austin: «Ahora calculamos que Corea del Norte ha enviado a unos 10.000 de sus soldados a entrenarse en el este de Rusia», dijo Austin. «Nuestra información más reciente indica que unos 8.000 de esos soldados [norcoreanos] están ahora en la región de Kursk. Todavía no hemos visto a esos soldados desplegados en combate contra las fuerzas de Ucrania, pero esperamos que estos soldados norcoreanos se unan a la lucha contra Ucrania en los próximos días».
En cuanto a las declaraciones de Sybiha a las que hemos hecho referencia antes, han tenido lugar en el marco de la Conferencia de Montreal, en la que 45 países se han comprometido a apoyar el retorno de los menores ucranianos y de los deportados a Rusia, para lo cual han firmado un documento que recoge los principios compartidos por los participantes en la cumbre, incluyendo el apoyo a la victoria de Ucrania y la condena a cualquier país que apoye la agresión rusa. A la cita, además de Sybiha, ha acudido como explicamos ayer Yermak, quien ha agradecido el apoyo del país anfitrión, Canadá.
Pasando a Rusia, desde este país han afirmado que los intentos de mediación turcos no tendrán éxito, ni tampoco los de cualquier otro país, porque «los países occidentales y el gobierno de Kiev no buscan la paz en Ucrania». Según el ministro de Exteriores ruso, que no se ha movido un ápice de su retórica habitual (que en ningún momento admite culpa alguna por parte de Rusia ni en el desencadenamiento de la guerra, ni en el fracaso de las negociaciones): «Washington y sus aliados siguen brindando un amplio apoyo a Kiev y están discutiendo la posibilidad de utilizar misiles occidentales de largo alcance para atacar territorio ruso. Vladimir Zelenski no ha revocado su orden de prohibir las negociaciones con Moscú. En estas circunstancias, parece poco probable que cualquier país, incluida Turquía, tenga éxito en sus esfuerzos de mediación».
Continuando con Lavrov, el jefe de la diplomacia rusa ha anunciado que en breve su país e Irán firmarán un acuerdo de asociación integral que incluirá un apartado de defensa, de forma que se estreche la cooperación en dicha área. Así, «el tratado definirá el compromiso de las partes de una cooperación más estrecha en áreas de defensa y en interés de la paz y la seguridad tanto a nivel regional como mundial».
Por último, a modo de comentario, se ha publicado recientemente un libro en el que toman parte algunos de los estrategas rusos más relevantes, en el que se recoge cuál debería ser a su juicio la evolución de la doctrina nuclear y en el que uno de sus autores, Serguéi Karaganov (quien ha pasado por estas páginas en varias ocasiones) sostiene, muy en su línea, que el uso limitado de armas nucleares podría salvar al mundo del estallido de una guerra nuclear global… El libro, por cierto, no es más que una versión accesible al público de un informe confidencial presentado a la cúpula rusa.
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