Guerra de Ucrania – Día 978

Desde la OTAN, su secretario general, Mark Rutte, ha confirmado la presencia de soldados norcoreanos en la región rusa de Kursk, mientras la presidenta de la Comisión Europea promete una respuesta (sin especificar) y desde Washington comparten su preocupación por este tema con Beijing. Con o sin refuerzos norcoreanos, pues las tropas de este país no han entrado en combate, el mes de octubre ha sido el mes en el que las tropas rusas han logrado tomar más territorios a las AFU desde marzo de 2022, con 478 kilómetros cuadrados según algunas fuentes. Un dato que se entiende mejor si atendemos al hecho de que podría ser también el mes más mortífero para las tropas rusas desde que comenzara la guerra…

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Según la agencia France-Presse, durante el mes de octubre, todavía sin concluir, el Ejército ruso habría tomado 478 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano, frente a los 477 y 459 kilómetros tomados respectivamente en agosto y septiembre. Esto quiere decir que el presente mes habría sido el más beneficioso para Rusia en este aspecto desde marzo de 2022, cuando los BTGs rusos habían logrado penetrar en gran medida las defensas ucranianas, viéndose posteriormente obligados a retirarse ante la imposibilidad de implementar con éxito su estrategia inicial.

Por supuesto, 478 kilómetros cuadrados situados en su contexto (la superficie total de Ucrania reconocida internacionalmente es de 603.628 kilómetros cuadrados, por lo que los 478 kilómetros tomados suponen el 0,0792 por ciento del territorio del país) son una minucia. Sin embargo, como solemos decir, lo interesante son las tendencias y lo que hemos visto desde que el Ejército ruso tomase Avdíivka es una aceleración en las conquistas, que habla a las claras de la situación de las AFU en un momento en el que disponen paradójicamente de más munición de la que tenían a su disposición hace por ejemplo seis u ocho meses.

Por otra parte, el avance ruso se entiende mejor si atendemos al mismo tiempo al hecho de que este país podría haber sufrido el número más alto de bajas (al que habría que sumar las pérdidas materiales) desde el inicio de la guerra, si bien este dato es más difícil de demostrar. De esta forma, según fuentes ucranianas estaríamos hablando únicamente durante la pasada semana de 10.490 muertos y heridos. Podrían superarse por tanto las cifras de septiembre que, según medios como el New York Times estadounidense, habrían sido las más altas a su vez desde el comienzo de la invasión.

Dado que lo importante son, como decimos, las tendencias, más que las cifras exactas, siempre complicadas de verificar, lo que sí parece claro es que los avances rusos continúan produciéndose a un alto coste y, por derivación, que desde el Kremlin están presionando a Mordvichev para que ponga toda la carne en el asador antes de la llegada de la estación fría y, por supuesto, antes de que las elecciones estadounidenses se produzcan, ya que su resultado es todavía incierto. Sea cual sea, en cualquier caso, ambos bandos deberán revisar sus estrategias a la luz de los resultados e, incluso, comenzar a implementar estrategias de salida.

A propósito de lo anterior, distintos medios han venido hablando en los últimos días sobre los escenarios posibles tras una hipotética victoria de Trump. El último ha sido el Financial Times, diario que ha elegido el término «imprevisibilidad» para calificar la posible agenda exterior del candidato republicano en términos generales. Para el caso ucraniano, por su parte, han hablado de la posible congelación del conflicto, citando a Frederic Fleitz, asesor de Trump, quien plantea el futuro de la guerra en los siguientes términos: «Congelamos el conflicto, Ucrania no cede ningún territorio, no renuncia a sus reclamos territoriales y mantenemos negociaciones con el entendimiento de que probablemente no habrá un acuerdo final hasta que Putin abandone el escenario».

Una solución que podría calificarse de «pan para hoy y hambre para mañana», al no llegarse a ningún tipo de acuerdo definitivo que permita asegurar la estabilidad estratégica y con ello impedir nuevos intentos rusos pero que, por el contrario, se entiende que sublima este particular a través de la disuasión extendida estadounidense durante un periodo indefinido, recurriendo de paso a lo que Macron denominaría «paciencia estratégica».

La opción, si bien no es la más recomendable (por su potencial de una vuelta a las hostilidades), no es en cualquier caso del todo descabellada. Por una parte, se deja completamente de lado al menos temporalmente el tema que más puede escamar en el Kremlin: la entrada de Ucrania en la OTAN. Por otra, al congelar la guerra incluso sin acuerdo de paz, la sociedad ucraniana tendría un respiro al tiempo que evitan nuevas pérdidas territoriales, si bien esto no hará desaparecer los temores expresados recientemente por Zelenski en una entrevista concedida a la BBC británica.

El problema es, como siempre, que el Diablo habita en los detalles. Esto quiere decir que sin conocer más datos sobre cómo se seguiría reforzando a Ucrania para que el país pudiese defenderse con garantías en caso de un nuevo ataque (al fin y al cabo, el conflicto ya estuvo congelado en diferentes momentos entre 2014 y 2022) y sobre las posibles cesiones a Rusia para que accediese a detener su invasión en un momento favorable, es difícil hacer una evaluación certera. Por otra parte, considerar que todo esto es un problema que sin Putin se solucionaría prácticamente por sí mismo, constituye también un error conceptual. Al fin y al cabo, los imperativos estratégicos rusos son estructurales y van mucho más allá de Putin…

Como quiera que la guerra no va a terminar mañana, desgraciadamente tendremos tiempo para seguir tratando estas y otras cuestiones. Mientras tanto, pasamos como siempre al análisis de lo ocurrido sobre el terreno, que comienza por un nuevo ataque ruso masivo con drones y misiles contra el territorio de Ucrania que ha dejado, nuevamente, apagones en buena parte del país.

En total, según el Ministerio de Defensa de Ucrania, Rusia habría lanzado un centenar de drones de largo alcance tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), de los que las defensas antiaéreas habrían derribado 66 y, supuestamente, otros 24 se habrían perdido. Ahora bien, esto no ha impedido que en Krivói Rog se hayan registrado una decena de heridos tras un impacto sobre un edificio residencial, o que un misil (al que el Ministerio de Defensa ucraniano no ha hecho referencia) haya alcanzado según algunas fuentes la ciudad de Dnipró. Tampoco que dos menores hayan fallecido en Nikopol, en este caso al parecer por una acción llevada a cabo con un dron tipo FPV. Por otra parte, un ataque llevado a cabo mediante una bomba planeadora ha dañado un edificio histórico en el centro de Járkov, en un hecho que ha sido denunciado incluso por el presidente ucraniano, Zelenski.

El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, ha hablado en su último informe del supuesto derribo de «tres bombas guiadas Hammer de fabricación francesa, dos misiles tácticos operativos ATACMS y un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense, así como 120 vehículos aéreos no tripulados».

Ha obviado, sin embargo, citar a las tres personas que habrían resultado heridas en un ataque con un dron FPV contra un autobús en la localidad ocupada de Gorlóvka, en la región de Donetsk. También el ataque que los ucranianos habrían conducido contra un puente ferroviario en la localidad de Berdiansk, en la costa del mar de Azov, si bien no han trascendido por el momento pruebas suficientes como para confirmar la acción.

En cuanto a los combates y los movimientos, mientras desde distintas instancias se confirma la presencia de tropas norcoreanas en la región de Kursk y se espera que puedan llegar a participar de los combates, lo cierto es que no se ha producido ninguna novedad digna de consideración en esta región en las últimas horas, con lo que pasamos a analizar lo ocurrido en otros sectores.

En el sector de Kupiansk, donde recientemente hemos ido recogiendo diferentes avances rusos tanto en el saliente de Pischanne como a la altura de Kreminna en dirección al río Zherebets, lo más relevante es la confirmación de la presencia de tropas rusas en la localidad de Zahrynove, al sur de Kruhlyakivvka por una parte, y su llegada al norte de Tors’ke por otra.

Sin noticias de importancia tampoco de los sectores de Siversk, Chassiv Yar o Toretsk (donde no parece que el contraataque ucraniano de los últimos días haya logrado nuevos progresos), pasamos directamente a Pokrovsk-Kurajove y Vuhledar, los sectores en los que se está decidiendo esta fase de la guerra, en la que como hemos explicado Rusia está haciendo todo lo posible por obtener cuanto territorio pueda en previsión de un cambio de escenario.

En el primer caso, y en dirección a Pokrovsk, tras capturar la práctica totalidad de Selydove, el Ejército ruso está buscando avanzar al oeste y al sur de dicha localidad, llegando a Novodymitrivka y a Vyshneve, tras lo que se espera que sigan la dirección marcada por el río Solona, como dijimos.

En dirección a Kurajove, por su parte, han conseguido no solo tomar la mayor parte de Górnik, sino que han comenzado a darse combates e intercambios en Kurakhivka, en donde las tropas rusas habrían llegado a las proximidades de la estación ferroviaria (48.035851142203335, 37.37478497817708). Todo al tiempo que desde el sur se producen nuevos ataques desde Maksymilianivka o Pobjeda en dirección a Kurajova.

En el caso del sector de Vuhledar nos encontramos, por una parte, con nuevos ataques tanto al norte como al sur en paralelo al río Sukhi Yali, tanto contra Katerynivka (en cuyo interior han avanzado) como contra Yelyzavetivka. Por otra, con nuevos avances entre Shaktarske y Novoukrainka, al oeste del sector, mientras intentan sobrepasar por el norte la primera de estas localidades.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

El apartado internacional comienza hoy por la OTAN y por Corea del Norte, toda vez que el secretario general de la organización, Mark Rutte, compareció ayer tras reunirse con oficiales surcoreanos para confirmar la presencia de militares juches en Rusia, en lo que considera: 1) Una escalada significativa en la participación de la RPDC; 2) otra violación más de las resoluciones de la ONU y; 3) una peligrosa expansión de la guerra de Rusia.

A propósito, se han producido además noticias relacionadas. En primer lugar, desde los Estados Unidos han afirmado, intentando disuadir a Rusia, que en caso de que las tropas norcoreanas entren en combate dejarán de imponer restricciones adicionales al empleo de armas estadounidenses por parte ucraniana, si bien se han cuidado de explicar exactamente qué limitaciones retirarían, manteniendo cierta ambigüedad estratégica.

En segundo lugar, desde la Comisión Europea, tras hablar por teléfono Von der Leyen con el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol, la presidenta de esta institución ha asegurado que «La seguridad de Europa y la de Asia Oriental están vinculadas (…). 
Reaccionaremos con nuestros socios que comparten nuestro punto de vista, le dije al presidente surcoreano». Por supuesto, la germana tampoco ha especificado el tipo de respuesta que se dará a una Corea del Norte que se ha convertido en un aliado fundamental de Rusia, hasta el punto de que los intercambios de armamentos podrían haber alcanzado un valor de 5.500 millones de dólares.

Desde Ucrania, por su parte, el ministro de Exteriores Sybiha, quien ha continuado con su gira africana en las últimas horas, ha pedido que se escuche a una Ucrania que llevaba semanas alertando del envío de tropas norcoreanas a Rusia, así como que se levanten las restricciones al empleo de armamento de largo alcance contra el territorio ruso.

Cambiando de tercio, aunque siguiendo con la diplomacia ucraniana, si ayer Zelenski se refirió, como vimos en el informe, a los países nórdicos y a futuros anuncios respecto a estos, en las últimas horas se ha dirigido a los participantes en la Cuarta Cumbre Ucrania-Países Nórdicos, ante quienes ha dicho que las amenazas rusas de escalada no deben socavar la determinación de los participantes, pues solo la determinación logrará poner fin a la guerra. Además, la cita ha permitido aprobar una Declaración conjunta, en la que se reafirma el compromiso de estos países con Ucrania. Países que, hasta la fecha, han proporcionado más de 20.000 millones de euros en apoyo militar, financiero y humanitario, según se recoge en dicho documento.

Precisamente, siguiendo con los países nórdicos, Noruega ha anunciado la concesión a Ucrania de un nuevo paquete de ayuda por valor de 500 millones de euros, como parte del presupuesto aprobado para ayudar a este país durante los próximos años. Del total de 500 millones, se espera que la mitad consista en ayuda militar, aunque no ha trascendido el contenido exacto.

Suecia, por su parte, destinará 63 millones de euros en nueva ayuda, anuncio que se ha hecho también coincidiendo con la Cumbre y que permitirá, entre otras cosas, financiar nuevas compras por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas, ya que 20 de los 63 millones serán específicamente para que las AFU adquieran de la propia industria ucraniana el material que necesiten.

En otro orden de cosas, se ha sabido en las últimas horas que Croacia donará 30 carros de combate y 30 vehículos de combate de infantería a Ucrania, como parte de un acuerdo circular promovido por Alemana. De esta forma, desde Berlín financiarán la adquisición o parte de la adquisición de hasta medio centenar de carros de combate Leopard 2A8 por parte croata, a cambio de que este país entregue sus sistemas de armas más antiguos a Ucrania.

Otro tema de actualidad continúa siendo la situación de Georgia, en donde la oposición se ha manifestado contra la victoria del partido gobernante en las recientes elecciones legislativas, mientras continúan produciéndose acusaciones de injerencia rusa. Por el momento, pese a todo, las protestas han transcurrido sin incidentes notables en una jornada en la que, además, el primer ministro húngaro, Víktor Orban, ha llegado al país para apoyar al partido en el poder y a pesar de ser censurado por ello, una vez más, por el resto de Estados miembros de la UE.

Por otra parte, desde el Reino Unido han introducido nuevas sanciones contra distintas entidades y ciudadanos rusos, dirigidas específicamente contra elementos que se sospecha que tienen que ver con los intentos rusos de minar y desestabilizar tanto a Ucrania como a su democracia.

Por último, a falta de noticias de consideración provenientes de Rusia, cerramos con un artículo de Foreign Policy en el que se habla sobre la economía de este país y la situación de la misma en relación con su déficit fiscal y sus reservas.


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