La guerra de Ucrania viene hoy marcada por la próxima llegada de militares norcoreanos a la región rusa de Kursk, que podría materializarse en cuestión de horas. También por el paso dado por el Parlamento Europeo en relación con el préstamos de 35.000 millones de euros a Ucrania y por la cumbre de los BRICS y las reuniones entre Putin y Xi Jinping, así como por las palabras de Narendra Modi a propósito de su disposición a colaborar en la búsqueda de una salida a la guerra. Sobre el frente, y tras otra jornada de lanzamiento de drones Shahed por parte rusa, los puntos calientes de la jornada los encontramos en Chassiv Yar y en Pokrovsk-Selydove, una vez más.
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Según la inteligencia ucraniana, los primeros militares norcoreanos llegarán a la región de Kursk en el plazo de unas pocas horas. Es decir, que habrían recibido por parte rusa un entrenamiento en el mejor de los casos de menos de un mes (a sumar al que podrían tener de origen en su propio país, claro está). La información parte del teniente general Kyrylo Budanov, quien ha dado esa fecha a The Warzone, quien ha añadido además que no está claro el nivel de equipamiento (que corre a cargo de Rusia) de las tropas enviadas por Kim Jong-Un, una incógnita que según el ucraniana se despejará en breve.
Desde Corea del Sur, mientras denuncian la «violación flagrante» de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, prometen por su parte tomar «medidas graduales» en respuesta a la cooperación militar entre Moscú y Pyongyang que, como ido recogiendo en informes anteriores, consideran una seria amenaza a la seguridad y estabilidad de la península coreana. No han explicado, sin embargo, en qué pueden consistir dichas medidas, aunque las más probables además del envío de asesores (observadores, más bien) militares a Ucrania pasan por el momento por las transferencias de armamento o de ayuda económica a Kiev. Eso sí, los norcoreanos también se han pronunciado en las últimas horas, concretamente en boca de la «hermanísima» del dictador, Kim Yo Jong, quien ha amenazado a Seúl con consecuencias «terribles y fatales» en represalia, llegado el caso.
Dicho lo cual, y en añadidura a lo ya comentado en jornadas anteriores sobre el papel y función de las tropas juches en lo que concierne a la guerra de Ucrania, conviene observar al menos tres aspectos más. En primer lugar, si lo dicho por Budanov se cumple (en estos casos no suele fallar y además hay fuentes OSINT que confirman los posibles movimientos), estas tropas se dirigirían a la región de Kursk. Esto, por supuesto, no impide que puedan ser desplegadas finalmente en otros sectores del frente, pero como decíamos hace varios días, es más lógico que de entrar en combate lo hagan sin pisar en ningún momento suelo ucraniano, pues Rusia también tiene una escalada que gestionar y cierto temor a la misma.
En segundo lugar, más allá de la carga adicional que la llegada de hasta «dos brigadas de hasta 6.000 hombres cada una» según Zelenski supone para unas AFU con notables problemas de personal – estarían alcanzando su nadir en este aspecto, al igual que la propia Ucrania en términos de población– la entrada en juego de los norcoreanos permitirá analizar su rendimiento real. Ayer decíamos que la participación en operaciones militares reales permitirá al régimen de Kim Jong-Un un aprendizaje impagable. Sin embargo, esto tiene dos caras y lo mismo podrán decir los surcoreanos, mucho más habituados a participar en ejercicios internacionales y que tendrán la oportunidad de observar en detalle el rendimiento de su némesis.
En tercer y último lugar, está lo que la necesidad de refuerzos norcoreanos nos dice sobre la propia Rusia. Por supuesto, este país tiene una importante ventaja en cuanto a personal frente a Ucrania (y no sólo, como demuestran las cifras sobre drones de reconocimiento de largo alcance compartidas por Foreign Affairs), como hemos venido señalando. Pero no es menos cierto, como también hemos explicado en sucesivas ocasiones que, a falta de una movilización y dado el enorme desgaste que implican el tipo de tácticas que los rusos emplean para lograr avanzar, que esta superioridad tiene fecha de caducidad, si bien es difícil de determinar con exactitud.
En ese sentido, los británicos hablaban ante las Naciones Unidas de cómo «su desesperación es un peligro para todos nosotros». Por supuesto, los hijos de Albión son de todo menos un actor objetivo. Sin embargo, son múltiples las fuentes OSINT, muchas de las cuales hemos ido citando en sucesivos informes, que hablan sobre el nivel de desgaste ruso y el impacto que esto podría tener en las operaciones durante los próximos meses.
Rusia, aunque esto sigue siendo más una impresión que un hecho demostrable, ha venido jugando en todo momento con el escenario de las elecciones estadounidenses y la toma de posesión del próximo presidente estadounidense (en enero) en mente y poco más. De hecho, hemos hecho varias referencias a cómo, para Moscú, el «centro de gravedad» ucraniano no estaba en su red eléctrica o en ningún punto geográfico, sino en el apoyo estadounidense. Es por ello por lo que Mordvichev, aprovechando la situación política norteamericana, estaría «quemando» recursos a niveles no vistos desde hace tiempo con el fin de lograr cuantos avances sean posibles en este tiempo. A partir de ahí, con Trump o Harris ya en la Casa Blanca (mientras tanto, desde Rusia continúan haciendo lo posible por favorecer la victoria de Trump), en el Kremlin deberán reevaluar su estrategia y valorar si seguir adelante o buscar una salida. Es más, todo lo ocurrido a propósito de la cumbre de Ramstein o la decisión de posponer la celebración de la segunda Cumbre de Paz Global entre otros movimientos y declaraciones recientes podrían tener que ver con este hecho y es que ambos bandos juzgan que lo más relevante por venir no se producirá en el campo de batalla, sino en las urnas estadounidenses.
En cualquier caso, y en el mejor de los escenarios para Moscú (y lo hemos repetido hasta la saciedad) Rusia no podría seguir lanzando operaciones significativas en Ucrania más allá de 2025 por puro agotamiento. Al fin y al cabo, no hay que olvidar que al tiempo que lucha en Ucrania está intentando ampliar y modernizar sus Fuerzas Armadas para contrapesar a la OTAN y ambos objetivos son hasta cierto punto incompatibles, por más que por el momento esté logrando progresar en ellos a costa de multiplicar su gasto militar y recalentar su economía.
Mientras todo lo anterior se decide la guerra no cesa, como tampoco los ataques rusos contra objetivos en el interior de Ucrania. Así, en las últimas horas desde este país aseguran haber derribado 42 de los 60 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) lanzados por Rusia y que habrían sido abatidos sobre las regiones de Sumy, Dniprópetrovsk, Cherkassy, Donetsk, Zaporiyia, Kiev, Jersón y Járkov.
Curiosamente, no han trascendido apenas informaciones sobre el daño causado por los aparatos que sí han impactado en suelo ucraniano. Se ha hablado de explosiones en Sumy, en Kramatorsk o en Sloviansk entre otros puntos, cierto, pero más allá de que algunas podrían deberse a la acción de las bombas planeadoras, no hay una evaluación de daños humanos o materiales como en otras ocasiones.
Por otra parte, otros incidentes como las explosiones que han causado la muerte de una persona en Marhanets o heridas a otra en Nikopol tienen un origen distinto, ya que se deben o bien a la acción de la artillería, o bien al lanzamiento de drones tácticos entre una y otra orilla del río Dniéper.
Del lado contrario, y a diferencia de las jornadas anteriores, no parecen haberse producido ningún ataque ucraniano contra el interior de Rusia. Sí han denunciado, en este caso desde las fuerzas de ocupación rusas que controlan la central nuclear de Zaporiyia, supuestos ataques ucranianos que habrían causado un nuevo apagón en Energodar y la muerte a una persona. Al mismo tiempo, sin embargo, habrían logrado restablecer el suministro eléctrico a la propia central, cortado dos días atrás como explicamos.
Dicho esto, y según el Ministerio de Defensa de Rusia, sus defensas antiaéreas habrían logrado derribar durante las últimas 24 horas «una bomba aérea guiada Hammer de fabricación francesa, cuatro cohetes HIMARS de fabricación estadounidense y 77 vehículos aéreos no tripulados».
Pasando ya a los combates y los movimientos, nos encontramos en la última jornada con que podrían estar produciéndose algunos cambios significativos en sectores como el de Chassiv Yar. Comenzamos, sin embargo y como es habitual por el sector de Kursk, a la espera de que se confirme o desmienta la llegada de combatientes norcoreanos y aunque solo sea para decir que no se han producido novedades.
Situación más o menos análoga a la que se vive en los sectores de Kupiansk y Siversk, por cierto. Eso sí, en el primero se han seguido produciendo ataques rusos en distintos puntos, aunque como decimos no hay cambios sustanciales, siguiéndose la tónica de las jornadas anteriores.
Distinta es como decíamos la situación en Chassiv Yar. En dicho sector ya hay fuentes que comienzan a hablar de ruptura en las defensas ucranianas, habiendo logrado el Ejército ruso importantes avances en el interior de la ciudad durante los últimos días, así como alcanzar puntos relevantes en los alrededores de la misma. No obstante, hay que tomar estas informaciones con cierta cautela a falta de más fuentes que lo confirmen. Ahora bien, desde el lado ucraniano reconocen avances rusos en la orilla occidental del canal, detalle que hay que tener en cuenta.
En el sector de Toretsk, por su parte, tenemos nuevos avances rusos al oeste de Niu York pero, sobre todo, continuos ataques hacia el norte de Neplivka y el interior de la propia Toretsk.
Pasando al sector de Pokrovsk-Kurajove, es aquí en donde ambos bandos están comprometiendo más recursos y en donde Rusia está logrando los avances más significativos (siempre dentro de la limitadísima escala propia de esta guerra y de esta fase en concreto, algo que no conviene perder de vista pues en ningún caso se ha salido de la guerra de posiciones). Así, en Selydove, que es uno de los puntos más relevantes del sector, las tropas rusas han seguido progresando al este de la ciudad, al tiempo que estrechan el cerco sobre la misma a norte y sur; todo ello sin dejar de atacar en dirección a Pokrovsk en otros puntos más al norte, como ocurre desde Hodrivka o Novohodrivka.
Además de esto, en dirección a Kurajova continúan intentando introducirse a través de las defensas ucranianas entre Novoselydivka e Izmailivka, al tiempo que cargan contra Górnik y Zoriane y, más al sur, continúan intentando avanzar hacia distintas direcciones desde Maksymilianivka.
En el sector de Vuhledar, por su parte, se han registrado ganancias rusas entre Konstyantinivka y Antonivka y Katerynivka, a ambas orillas del río Sukhi Yaly, acompañados de ataques en otros puntos del sector, como el que va de la zona anterior al norte de Vodiane.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la sección internacional desde Estrasburgo, pues en la sesión plenaria del Parlamento Europeo se ha aprobado el préstamo de hasta 35.000 millones de euros a Ucrania que se financiará con los beneficios de los activos rusos congelados.
Con 516 votos a favor, 56 en contra y 61 abstenciones, Ucrania está más cerca de ver materializada la iniciativa del G7 de proporcionar hasta 50.000 millones de dólares (aproximadamente 45.000 millones de euros) que se devolverán a través de los futuros beneficios de los activos congelados del Banco Central de Rusia en la UE. En particular, estaríamos hablando de 210.000 millones de euros que se mantienen en la UE y están bloqueados en aplicación de las sanciones.
Asimismo, según la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, el G7 y la UE están “muy cerca” de finalizar los detalles del préstamo de 50.000 millones, con una contribución de Washington de unos 20.000 millones.
Por su parte, el Reino Unido ha anunciado un “préstamo militar” por importe de 2.260 millones de libras también respaldados por las ganancias de los activos rusos congelados. Estos fondos se destinarán a la adquisición de defensa aérea, artillería y otros equipos esenciales.
No obstante, esta no es la única ayuda que ha trascendido, pues el primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado que Londres donará 120 millones de libras adicionales a la “Coalición de Capacidad Marítima” debido a la intensificación de los ataques por parte de Rusia a la infraestructura portuaria ucraniana. Asimismo, está buscando socios dispuestos a cofinanciar la entrega de cientos de drones marítimos y radares de vigilancia para proteger el corredor marítimo por el que se transporta el grano ucraniano en el Mar Negro. Complementariamente, junto con Noruega están buscando otros 100 millones de libras para cofinanciar otros proyectos.
En lo que concierne a la ayuda hay que destacar que Ucrania y Francia han firmado un acuerdo de ejecución que abre la puerta a 200 millones de euros en subvenciones. Se prevé que hasta un 50% de estos fondos se empleen para comprar bienes y servicios ucranianos para proyectos de recuperación que se llevarán a cabo en estrecha cooperación con empresas francesas. No obstante, en este caso los ámbitos que quedan cubiertos por las subvenciones están limitados a: salud, energía, suministro de agua y saneamiento, desminado, tecnologías digitales, infraestructura, agricultura, gestión de residuos y vivienda.
Por otro lado, Ucrania ha aprobado un Memorando de Entendimiento con el Gobierno de Turquía sobre la aceptación mutua del control estatal de calidad de los bienes, obras y servicios de defensa por un periodo de 5 años prorrogables. Con este Memorando lo que se persigue es fortalecer la capacidad de la industria de defensa de ambos países y amplia el alcance de la cooperación técnico-militar iniciada en 2020. Para el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, este paso no solo ayuda a que Ucrania y Turquía se acerquen, sino que les permite ampliar el ámbito de aplicación de los estándares de la OTAN.
Continuando con Turquía, según Financial Times, Ankara habría estado bloqueando la exportación de productos militares de origen estadounidense a Rusia tras recibir una advertencia desde Washington. De este modo, el país ha actualizado recientemente sus sistemas aduaneros para detener la exportación de más de 40 categorías de productos fabricados en EE. UU. y que se consideran críticos para la guerra de Rusia en Ucrania.
Igualmente, en Kiev ha tenido lugar una reunión entre el jefe adjunto de la Oficina del Presidente de Ucrania, Ígor Zhovkva, y el secretario de Asuntos Económicos de Grecia, Dimitris Skalkos, y el enviado especial del Ministerio de Exteriores griego a Ucrania, Spyridon Lambridis, para discutir la implementación del acuerdo bilateral de seguridad entre ambos países firmado hace una semana en Bruselas. Sin embargo, esta no ha sido la única cuestión, pues han discutido sobre la aplicación de la Fórmula de Paz y los preparativos para la segunda cumbre de paz, así como sobre la recuperación del país y, más concretamente, la reconstrucción de las instalaciones en Odesa y la región.
Siguiendo con las reuniones, el jefe de la Oficina del Presidente Zelenski, Andriy Yermak, se ha reunido con el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, para continuar la conversación mantenida durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el pasado septiembre. Durante su reunión, han podido discutir sobre la situación en el frente, el rol especial de Arabia Saudí en la implementación de la Fórmula de Paz y el Plan de la Victoria de Ucrania.
Reuniones y conversaciones que se complementan con otro de los temas clave de estos días: Corea del Norte. Durante su discurso diario, el presidente Zelenski ha subrayado que “Si Corea del Norte puede intervenir en la guerra en Europa, entonces la presión sobre este régimen no es lo suficientemente fuerte”. De este modo, insta a los socios de Ucrania a que adopten una “respuesta concreta” y no huyan al desafío que presenta el creciente apoyo de Pyongyang en la guerra citando que hasta 6.000 efectivos norcoreanos estarían actualmente recibiendo entrenamiento en Rusia.
Moviéndonos hasta Kazán, Rusia, donde se celebra la Cumbre de los BRICS y antes de la cual el primer ministro de India, Narendra Modi, ha trasladado al presidente Putin que quiere la paz en Ucrania y que su país está listo para ayudar a lograr a poner fin al conflicto de manera pacífica.
Asimismo, cabe destacar que en el mismo marco el presidente Putin se reunió con su homólogo chino, Xi Jinping, para discutir sobre la situación en Ucrania, la agenda de los BRICS y las relaciones bilaterales. Aunque no han trascendido demasiados detalles sobre su encuentro, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, sí ha confirmado que los líderes han esbozado “los principales parámetros de los futuros contactos para mantener el diálogo”, mientras que Putin afirmaba que espera que la cooperación con China aumente “en todas las plataformas internacionales”. Xi Jinpin por su parte comentzaba que aunque la situación internacional esté sumida en el caos, cree firmemente que la amistad entre China y Rusia continuará durante generaciones.
Por otro lado, y pese a las críticas ucranianas, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ya se encuentra en la región rusa para tomar parte en la Cumbre.
Para concluir, el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, ha anunciado que su país cerrará el consulado ruso en la ciudad de Poznan debido a presuntos intentos de sabotaje. Igualmente, Sikorski señalaba que, si expulsan al embajador, Rusia hará lo mismo, si bien no descartan la medida si los actos de sabotaje continúan. Desde Rusia, la portavoz de Exteriores, Maria Zakharova, ha calificado el cierre del consulado como “otro paso hostil” y ha prometido una respuesta “dolorosa”.
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