La noticia de la jornada, sin duda, ha sido la confirmación del movimiento de tropas norcoreanas en dirección al escenario ucraniano, paso que plantea más interrogantes que certezas y que tiene interesantes derivadas a varios niveles, como explicaremos. Más allá de esto, no se conoce el resultado real de la reunión mantenida por el presidente estadounidense, Joe Biden, con Scholz, Macron y Starmer, por más que el secretario de Defensa norteamericano haya reafirmado el compromiso de los Estados Unidos con Ucrania. Mientras tanto, los ataques masivos con drones y misiles han continuado por parte de Rusia, al mismo tiempo que los combates nos dejan nuevos avances del ejército de este país en sectores como el de Kursk o el de Pokrovsk.
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Finalmente se ha confirmado algo que desde Ucrania llevaban días advirtiendo, pero de lo que no había todavía pruebas: la posible entrada de Corea del Norte en el conflicto como participante directo. Algo que todavía no ha ocurrido, pero que es tanto más probable toda vez que supuestos efectivos norcoreanos han sido vistos en territorio ruso entre otras cosas recibiendo uniformidad propia de este país.
Sorprenden, dicho lo anterior, las estimaciones respecto al número total de militares del país juche que podrían llegar a tomar parte en la operación, pues se habla de un total de 13.000 efectivos, incluyendo un número considerable de efectivos de élite (1.500 hombres que ya habrían sido desplegados en Rusia). Además, según parece, los norcoreanos habrían comenzado a llegar a Rusia tiempo atrás, entre el 15 y el 30 de septiembre, utilizando para ello entre otros buques de desembarco.
Lo que no está en absoluto claro, por más que muchos den por hecha su posible entrada en la guerra (algo que desde luego no ha ocurrido, cuál será el papel que lleguen a jugar, siendo varias las posibilidades a la hora de participar, no todas ellas igual de probables. Así las cosas, entre otras opciones tenemos:
- Que tomen parte activa en el conflicto, incluyendo la participación en combates en territorio ucraniano: en este caso, se abriría la puerta a una reacción similar por parte de los aliados de Ucrania, que podrían justificar la escalada horizontal con base en el movimiento norcoreano y ruso. Ahora bien, para ello necesitarían respaldo en forma de disuasión, ya que hablamos de dos países que son potencias nucleares y que se están amparando en la «disuasión ofensiva» para dar este paso.
- Que tomen parte activa en el conflicto, aunque limitándose al sector de Kursk, esto es, al territorio ruso: de esta forma, aunque sea un argumento torticero, Rusia podría ampararse en que su aliado únicamente está colaborando en la defensa de su territorio nacional, en virtud del Acuerdo de Seguridad firmado recientemente entre ambos estados.
- Que los norcoreanos actúen como tropas de segunda línea, sin participación directa en el los combates: en este caso, permitirían a Mordvichev utilizar todos sus recursos humanos en el ataque, ahora que comienzan a experimentar problemas de personal, sin necesidad de acometer Rusia una nueva movilización. Eso sí, abrirían la puerta en este caso a que tropas de los aliados de Ucrania -opción ya planteada por algunos de ellos- asumieran tareas logísticas y de otros tipos en retaguardia, aliviando los problemas de personal de las AFU.
- Que no tomen parte en absoluto en la guerra y sea un movimiento destinado a plantear la amenaza de la intervención, a la espera de cómo evolucione la situación.
Si las sospechas se confirman, los militares identificados como norcoreanos resultan ser tales y finalmente toman parte en el conflicto, todo indica que lo harán vistiendo uniformidad rusa, lo que también es un punto interesante, aunque habrá que considerar sus implicaciones en el futuro.
Independientemente de lo que ocurra, el verdadero problema del envío de tropas norcoreanas al teatro ucraniano no tiene que ver tanto con el efecto que puedan tener a nivel operativo o estratégico sobre el propio conflicto ucraniano. Por muchos titulares que se dediquen al tema, no hay mucha diferencia entre esto y la formación de una coalición por parte de Estados Unidos para participar en una operación en el territorio de un tercero (rellénese como se quiera). Es decir, que el envío de tropas por distintas razones en apoyo de un aliado, sea la guerra legal o ilegal, justa o injusta, provocada o sufrida, es una constante a lo largo de la historia.
El problema aquí es lo que Corea del Norte obtiene a cambio, en forma posiblemente de tecnología nuclear y de vectores para esas armas. No olvidemos que el país juche tiene un programa nuclear en marcha, que está intentando evolucionar hacia el warfighting nuclear y que ya ha obtenido tecnología por el apoyo concedido a Rusia en los últimos tiempos, generalmente en forma de munición artillera. Así las cosas, es normal que el movimiento preocupe por ejemplo en unos Estados Unidos que por razones de política interna y por la atención prestada a otros escenarios, no han prestado a este particular tanta atención como quizá debieran haber hecho.
Y es que lo ocurrido obliga a interrogarse sobre la eficacia de los servicios de inteligencia, algunos de los cuales no han sido capaces de adelantar un movimiento de profundo calado; lo que ha llevado al senador republicano Mike Turner a exigir explicaciones por vía formal al presidente Biden (aunque no hay que olvidar que estamos en plena campaña electoral en los Estados Unidos). Sea como fuere, y si bien los ucranianos llevaban días informando sobre este tipo de preparativos -aunque asegurando no tener pruebas concretas-, han sido los servicios surcoreanos los que han dado credibilidad al asunto, finalmente confirmado con la publicación de un vídeo en distintos canales de Telegram.
Eso sí, no debemos olvidar tampoco que a pesar de la sorpresa de algunos tras la aparición de las primeras pruebas, resulta cuanto menos difícil de creer que precisamente cuando más movimientos hay para extender el área de responsabilidad de la OTAN hacia Indo-Pacífico o para crear una organización homóloga en la zona y justo cuando por primera vez los ministros de Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda y Australia han tomado por primera vez parte en la ministerial de la OTAN, no hubiesen compartido la información disponible y tratado este tema a puerta cerrada. Es decir, que una cosa es cuándo el movimiento ha terminado por trascender y otra lo que realmente supiesen o dejasen de saber en algunos despachos.
Así las cosas, aunque de lo que se vaya a hablar en los próximos días y semanas sea sobre lo que los norcoreanos podrían hacer en Ucrania, lo relevante es: 1) el efecto que el envío de tropas a Ucrania podría tener en la carrera de armamentos que se vive en Extremo Oriente, debido a las transferencias rusas de conocimiento o de armamento y; 2) los efectos sobre la seguridad europea, dado que una vez más queda de manifiesto la incapacidad a la hora de disuadir a una Rusia que parece tener tomada en muchos sentidos la medida a Occidente, todo lo cual deriva en una mayor inestabilidad estratégica y en incentivos a Moscú para que lleve a cabo ulteriores movimientos (al tiempo que saca partido de las declaraciones «nucleares» de Zelenski de las que hablamos ayer y a las que sin perder un minuto se refirió Putin, hablando de una «peligrosa provocación ucraniana», en su lenguaje habitual).
Con o si norcoreanos implicados, la guerra sigue su curso, como ha venido haciendo desde hace ya casi un millar de días, incluyendo los lanzamientos de drones y misiles. En este caso, y a propósito de Ucrania, el Ministerio de Defensa de este país ha hablado de un total de 135 drones y un número sin especificar de misiles lanzados contra el país, de los que supuestamente habrían derribado 42 vehículos no tripulados y hasta 4 misiles de crucero Kh-59/69.
Dicho esto, se han registrado siete personas heridas en la región de Sumy, al parecer por el impacto de un dron. Por otra parte, otro civil ucraniano habría fallecido tras el impacto de otro dron, en este caso contra infraestructuras críticas en la región de Cherkassy, al oeste del país. Además, se ha hablado también de varias explosiones en Odesa.
En el caso de Rusia, su Ministerio de Defensa ha hablado del supuesto derribo de «tres misiles HIMARS de fabricación estadounidense y 31 vehículos aéreos no tripulados tipo avión», sin mencionar como es habitual en estos casos los posibles impactos.
Entre estos, el más notable de la jornada ha tenido lugar en la región de Bryansk, en donde al parecer un dron lanzado por las Fuerzas Armadas ucranianas ha logrado provocar un importante incendio en una de las principales instalaciones de producción de semiconductores de la Federación de Rusia, la fábrica «Kremniy», cuyos productos son cruciales para la producción de armas y sistemas de armas. Por el momento no hay una evaluación de los posibles daños.
Pasando a los combates y movimientos, comenzamos una jornada más por el sector más septentrional del frente, el de Kursk, en donde se han vuelto a producir novedades desde la toma rusa de Lyubimivka, con el avance ruso en dirección a Malaya Loknya desde la localidad anterior y desde Korenevo. Además, se habría producido también la posible retoma de Plekhovo por parte rusa, cuyos efectivos siguen lanzando acciones de exploración (generalmente reconocimientos en fuerza) en distintos puntos.
En el sector de Kupiansk nos encontramos con nuevos movimientos rusos en el saliente de Pichanne, en donde se han enfrentado en cualquier caso a contraataques ucranianos desde Kruhliakivka. Además de esto, se han registrado también ataques rusos al sur de Nevs’ke, en dirección al Zherebets.
Si novedades de Siversk pasamos al sector de Chassiv Yar, en donde no se han reportado nuevos progresos rusos, como ocurriera en las jornadas pasadas, si bien los ataques en dirección tanto al norte como al sur de esta localidad atravesando para ello el canal de agua dulce, continúan. Además, el Ejército ruso, ya al sureste de Klischiívka, habría logrado tomar algunas posiciones ucranianas, confirmándose así lo recogido anteriormente.
En el sector de Toretsk los combates son continuos y las tropas rusas habrían logrado en algunos casos llegar al norte de Neplivka, con reconocimientos hasta la altura de Leonidrivka, lo que complica sobremanera la defensa de la propia Toretsk, si bien las AFU todavía controlan posiciones fuertes en la zona.
En cuanto al sector de Pokrovsk-Kurajove, se ha producido un contraataque ucraniano en la zona de Krutyi Yar, esto es, en paralelo a la vía de tren, aunque hay que decir que las tropas rusas mientras tanto han seguido atacando por ejemplo en dirección a Lysivka. Lo más importante para los ucranianos, en cualquier caso, sucede en torno a Selydove (fuertemente bombardeada), en donde continúan los intentos rusos por rodear la localidad especialmente desde el sur, siguiendo su táctica habitual de buscar el aislamiento de las guarniciones y el control por el fuego de las líneas de abastecimiento para obligar a la retirada, evitando así en lo posible los costosos combates en las urbes de cierto tamaño que, en cualquier caso, se facilitan notablemente gracias al empleo masivo de bombas planeadoras. Además, ya en dirección a Kurajove, tras la toma de Ostrivske las tropas rusas han seguido atacando por el sur de esta zona, en paralelo al río Osykova, desde Maksymilianivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel internacional, como anticipábamos en informes anteriores, ha estado marcada por la reunión de los líderes de Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido.
Según reza en el comunicado de prensa publicado por la Casa Blanca, los líderes se han reunido para discutir el “Plan de la Victoria” de Zelenski, así como la asistencia adicional en materia de seguridad económica y humanitaria, incluyendo el uso de los ingresos extraordinarios de los activos rusos congelados. En este sentido, Biden, Macron, Scholz y Starmer condenaron nuevamente la agresión de Rusia contra Ucrania y reiteraron “su determinación de seguir apoyando a Ucrania en sus esfuerzos por asegurar una paz justa y duradera”. Sin embargo, y como era de esperar, no han trascendido más detalles sobre la reunión. Lo que sí ha desvelado Zelenski es que ha mantenido una conversación telefónica con el presidente Biden.
Mientras tanto en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin III, ha reafirmado el compromiso a largo plazo de su país y la Alianza “con una Ucrania libre y soberana”. En esta línea, Austin subrayó que son dos los objetivos simultáneos clave para proporcionar a Ucrania la ayuda que necesita: 1) proporcionar a Ucrania lo que necesita para tener éxito en el campo de batalla hoy, y; 2) proporcionar al país los recursos necesarios tanto para disuadir como para defenderse de futuras agresiones.
Continuando con la actividad institucional, el Reino Unido y Ucrania han celebrado una tercera ronda de negociaciones sobre su futuro acuerdo de seguridad bilateral “para la transición hacia una asociación más fuerte y profunda”. Durante esta reunión han discutido enmiendas al proyecto de documento, aprobaron su estructura y afirman haber observado avances significativos en “secciones clave” del documento (pero sin determinar). Según el jefe adjunto de la Oficina del Presidente, Ígor Zhovkva, el documento que se firme será “histórico” y “consolidará las principales áreas de nuestra cooperación [Reino Unido-Ucrania] a largo plazo: desde la seguridad hasta la economía, desde la energía hasta la cultura y el arte”.
Por otro lado, las autoridades ucranianas se han reunido con el viceministro de Asuntos Exteriores y Comercio de Hungría, Levente Magyar, para discutir sobre la cooperación entre sus regiones, así como la implementación de proyectos conjuntos de infraestructura y educación.
Pasando a la ayuda, el presidente de Finlandia, Alex Stubb, se ha desplazado a Kiev durante la jornada, y ha anunciado su disposición para proporcionar el 25º paquete de asistencia militar, así como un nuevo paquete para apoyar al sector energético ucraniano. Como ha venido siendo la tónica del país nórdico, hasta que no se produce la entrega del paquete, no se revelan los detalles del mismo. Cabe destacar que, en total, Helsinki ha transferido ayuda por importe de 2.300 millones de euros. Durante su viaje, se ha reunido con el primer ministro Denys Shmyhal con quien ha discutido la ayuda militar y la necesidad de proporcionar armamento y equipos, especialmente de defensa aérea, pero también sobre el punto 8 de la Fórmula de Paz referido a la seguridad medioambiental. De hecho, Finlandia acogerá la conferencia temática sobre este punto.
Sin embargo, el primer ministro ucraniano no solo se ha reunido con el presidente finlandés, ya que, de un lado, también lo ha hecho el presidente del Parlamento del país, Jussi Halla-aho, con quien ha discutido, entre otros, las cuestiones de defensa y seguridad, centrándose en contrarrestar las agresiones híbridas de Rusia, así como el apoyo de Helsinki a Kiev en su camino hacia la UE y la OTAN.
De otro, Shmyhal se ha reunido con una delegación de empresas finlandesas interesadas en invertir en la economía de Ucrania. Por el momento, gracias al plan para la reconstrucción desarrollado por el Gobierno de Finlandia, se han apoyado más de 20 proyectos de empresas finlandesas en los sectores de la construcción, de la energía, la educación y las telecomunicaciones. Además, Shmyhal ha propuesto crear una Coalición de Protección Civil que podría ser copresidida por Finlandia.
En paralelo, en Bruselas se reunían el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, con su homólogo finlandés, Antii Hakkanen, para discutir sobre el desarrollo de las relaciones bilaterales y los pasos futuros para apoyar a Ucrania, incluido el entrenamiento de soldados y la ampliación de las capacidades de producción, especialmente de municiones. A esto se suma que Umerov ha propuesto una colaboración para introducir soluciones finlandesas innovadoras en las AFU en materia de equipamiento de telecomunicaciones.
Por otro lado, Suecia se ha sumado a la “Coalición de IT”, ya que, entre otros, Ucrania está interesada en desarrollar la cooperación en áreas como las telecomunicaciones también con las empresas suecas más allá de las finlandesas.
A colación de la IT, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Ministerio de Exteriores de Ucrania han anunciado la implementación exitosa de la ayuda de la USAID diseñada para proteger los activos digitales y las redes de comunicación del Ministerio. En particular, mediante esta asistencia se ha mejorado la infraestructura de IT del Ministerio y fortalecido la resiliencia cibernética del servicio diplomático ucraniano.
Igualmente, cabe señalar que el ministro Umerov tuvo ocasión de reunirse con su homólogo australiano Pat Conroy, a quien ha trasladado su invitación para que las empresas aussies cofinancien la producción de drones, equipos de guerra electrónica y sistemas robóticos.
Siguiendo con la ayuda, Ucrania recibirá aproximadamente 1.100 millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras completarse la quinta revisión del Acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo (SAF). En particular, Ucrania ya ha cumplido con 28 objetivos estructurales establecidos, siendo 19 de ellos del área fiscal, en el marco del acuerdo. No obstante, para poder superar el quinto examen Ucrania debía superar tres hitos, si bien ha completado dos adicionales antes de lo previsto, a saber:
- Desarrollar una metodología para evaluar la efectividad de los privilegios fiscales, incluido su costo para el presupuesto.
- Adoptar una nueva ley sobre la Oficina de Seguridad Económica de Ucrania.
- Identificar las principales empresas públicas gravemente afectadas por la guerra y preparar una revisión de los posibles costos fiscales y cuasifiscales.
- Adoptar modificaciones al Código Aduanero en consonancia con las mejores prácticas internacionales. (Se ha producido antes de lo previsto)
- Con base en los resultados de una hoja de ruta para el desarrollo de procedimientos PIM, adoptar un decreto gubernamental con un plan de acción y un cronograma que proporcione vínculos claros entre el MTBF y los gastos de capital. (Se ha producido antes de lo previsto)
Del lado de Rusia, el presidente Vladímir Putin ha afirmado ante los medios de comunicación del BRICS que la actual crisis en Ucrania ha sido provocada por los países occidentales encabezados por Estados Unidos que iniciaron la guerra en 2014. Asimismo, ha señalado que Washington provoca tensiones en el mundo con el despliegue de armas en Asia donde estarían amenazando tanto a Rusia como a China, añadiendo que Estados Unidos interviene en los asuntos asiáticos arrastrando a sus Aliados de la OTAN “como perros pequeños con correa”.
Para concluir, un total de 96 prisioneros ucranianos que lucharon en Mariúpol y Azovstal, pero también en las regiones de Donetsk, Lugansk, Járkov, Chernígov y Jersón han vuelto a sus hogares como fruto del 58º intercambio con Rusia que ha involucrado a un total de 190 cautivos y en el que Emiratos Árabes Unidos ha vuelto a ejercer de mediador. Asimismo, y en un tono infinitamente menos positivo, un total de 501 cuerpos de soldados caídos han sido devueltos a sus familias en Ucrania.
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