Nueva jornada, coincidiendo con la visita del nuevo secretario general de la OTAN a Kiev, de intercambio de golpes a larga distancia. Así, si durante las últimas horas la Federación Rusa habría lanzado más de un centenar de drones Shahed contra Ucrania, desde este país han alcanzado un depósito de municiones en Kurchatov y la base aérea de Borisoglebsk, entre otros objetivos. Más allá de esto, y mientras sobre el terreno continúan los avances rusos en el este de Ucrania, se ha destapado un caso de injerencia rusa masiva en las elecciones de Moldavia, desde los Estados Unidos han tomado medidas contra las acciones de guerra informativa rusas a través de Internet y el embajador ruso en los Estados Unidos ha vuelto a amenazar con la escalada nuclear buscando evitar una decisión favorable, por parte de la Administración Biden, relativa al uso por parte de Ucrania de armamento de largo alcance contra territorio ruso.
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Durante la pasada jornada, según el recuento publicado por el Ministerio de Defensa de Ucrania, el número total de drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) empleado por Rusia habría ascendido a 105, de los que habrían derribado 78; lo que sirve para fortalecer la idea de que las tasas cercanas al 90-100 por cien de derribos de hace unos meses están ya fuera del alcance de las defensas antiaéreas ucranianas, si bien siguen siendo cifras más que aceptables y a diario se publican testimonios que demuestran que siguen en activo.
Es decir, que el problema para Ucrania no es tanto la pérdida de antiaéreos o que los operadores hayan bajado su rendimiento individual; probablemente ni siquiera las adaptaciones tácticas rusas en forma de nuevas rutas de aproximación, como la saturación de su red IADS. Dicho de otra forma, si el porcentaje de drones derribados ha descendido es consecuencia de que Rusia haya venido lanzando un número creciente de estos, encontrando así los límites de las defensas antiaéreas desplegadas por las AFU a lo largo y ancho de Ucrania.
Es un extremo previsible, pero también preocupante, porque tal y como se esperaba, el número de drones suicidas de largo alcance no tanto suministrado por Irán, como producido en las instalaciones rusas de Alabuga, ha ido en aumento. Eso sí, nada indica que estén cerca de alcanzar las fantásticas cifras anunciadas de inicio, que hablaban de 2.000 drones al mes para finales de este año y 6.000 al mes cuando las instalaciones funcionen a pleno rendimiento. Por el momento, dando por hecho que utilizan la mayor parte de lo que producen, estarían en cifras de alrededor 1.000 unidades por mes o seguramente menos, pues un porcentaje sigue siendo suministrado por Irán. En cualquier caso la tendencia es preocupante para Ucrania, pues se ha registrado como decíamos un aumento en el número de drones empleados y todavía no estamos en las fechas más crudas del año, que es cuando deberían entrar en juego los misiles, especialmente los balísticos.
Dicho esto, aunque cada vez es proporcionalmente menor también la información sobre los objetivos alcanzados (generalmente sólo trascienden los apagones o los casos en los que son alcanzados edificios residenciales o hay víctimas civiles), se ha hablado de restos caídos sobre viviendas en Kiev, de explosiones en Odesa y de varios fallecidos en un ataque con drones contra un camión cisterna en Chernígov, aunque en este caso es más probable que se haya tratado de aparatos tácticos y no de Shaheds.
Del lado contrario tenemos que durante la última jornada Ucrania -mientras Zelenski se queja una vez más de que Occidente estaría «retrasando» el envío de armamento de largo alcance, aprovechando la visita a Kiev del nuevo secretario general de la OTAN-, habría logrado anotarse varios tantos interesantes. El primero de ellos, la destrucción de parte de un sistema antiaéreo S-400 (el más moderno en servicio con las Fuerzas Armadas rusas) en la región de Kursk. Al menos así lo ha anunciado el Ministerio de Defensa de Ucrania, que asegura que el ataque ha alcanzado partes del sistema situadas en la localidad rusa de Zhuravlino, al suroeste de la capital regional. La información, además, ha sido confirmada por cuentas rusas, que hablan de dos lanzadores destruidos, uno dañado y del puesto de mando también alcanzado, sin reconocer bajas personales.
No ha sido, sin embargo, el único ataque lanzado por las AFU contra posiciones rusas en la región de Kursk. El más espectacular, de hecho, ha tenido lugar al noroeste de Zhuravlino, en Kurchatov, muy cerca de la central nuclear, por cierto (si bien no se habría visto afectada, negando los ucranianos cualquier ataque contra la misma). Allí habría sido alcanzado, según los mensajes que han ido trascendiendo en las redes sociales, un depósito de municiones ruso tras un ataque con al menos siete drones, dejando imágenes de densas columnas de humo y grabaciones que recogen distintas explosiones.
El tercer ataque de consideración se ha dirigido contra la base aérea de Borisoglebsk (51.36520233933732, 42.17999687540755), en la región de Voronezh y en la que están desplegados un buen número de cazabombarderos Su-35 y de bombarderos tácticos Su-35 (precisamente los que se encargan por lo general del lanzamiento de las temidas bombas planeadoras). Por el momento no hay información sobre los daños causados, aunque es previsible que en cuestión de horas, con la luz diurna, aparezcan las primeras imágenes por satélite. También habría sido alcanzado un depósito de hidrocarburos en esta misma región, concretamente en el distrito de Anninsky.
Además de esto, sobre la propia ciudad de Kursk habrían caído restos de varios drones o de los propios misiles antiaéreos que debían interceptarlos, lo que demuestra que las defensas han estado activas en las últimas horas. No ha sido en cualquier caso el único punto de Rusia atacado, pues también en la vecina Bélgorod han estado activas las defensas antiaéreas y se habrían producido impactos en lugares como Nikolsky. En total, desde el Ministerio de Defensa de Rusia, tras hablar de 113 drones derribados ayer, hoy han hablado de «una bomba guiada Hammer fabricada en Francia y 32 vehículos aéreos no tripulados» neutralizados.
En cuanto a los combates y los movimientos, no hay novedades procedentes del sector más norteño, el de Kursk. Tampoco, en realidad, del de Járkov. Ahora bien, de este último se han publicado una serie de imágenes aéreas que demuestran el grado de destrucción alcanzado tras los últimos combates e intercambios, que incluyen como explicamos en su momento el empleo por parte de Rusia de bombas planeadoras de tamaño creciente.
El siguiente punto del frente a tratar es en esta ocasión el sector de Siversk. Relativamente tranquilo y bien defendido por las AFU durante mucho tiempo, con ataques rusos y contraataques ucranianos en zonas por ejemplo como Bilohorivka o Vyimka, en las últimas jornadas se habrían comenzado a producir algunos movimientos preocupantes para Ucrania, pues Rusia habría comenzado a atacar Verkhn’okam’yans’ke, una de las posiciones ucranianas mejor defendidas. De hecho, lo realmente preocupante es que hay fuentes que hablan de la toma por parte de Rusia del sistema de trincheras al este de dicha localidad (48.85958438201033, 38.23292443576188), una posición que había aguantado durante más de un año cada intento ruso y que protegía el oeste de la propia Siversk.
Si se confirma la pérdida de este conjunto de trincheras, sería una muestra más de los problemas que atraviesan las Fuerzas Armadas ucranianas, a pesar de haber recibido recientemente una cantidad aceptable de munición de artillería y que, en su mayoría, se relacionan con la falta de personal. Eso sí, Rusia -aunque siempre le queda la baza de nuevas movilizaciones-, también atraviesa problemas, de ahí que haya tomado medidas como la extensión del servicio militar obligatorio a los habitantes de las regiones ucranianas ocupadas, según se ha sabido recientemente. Y es que el tipo de guerra que está llevando a cabo, por razones ya expuestas en nuestra revista, es muy costoso en vidas.
En la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna y, pese a las pérdidas registradas en las últimas jornadas, el Ejército ruso continúa progresando desde Pischane hacia el río Oskil, situándose ya muy cerca de la localidad de Kruhlyakivka.
Sin novedades de Chassiv Yar, más allá de un contraataque ucraniano al este del canal de agua dulce, hacia Klischíivka, pasamos al sector de Toretsk, en donde las Fuerzas Armadas rusas habrían consolidado el control del núcleo urbano de Niu-York, si bien se daba por hecho que estaba bajo su control, pese a los contraataques recurrentes de las AFU y buscan ahora avanzar hacia Neplivka mientras siguen atacando el centro de Toretsk, siguiendo el mismo eje que en los días previos.
La situación más comprometida, una vez más, continúa dándose para los ucranianos en el sector de Pokrovsk-Kurajove, en donde se han producido nuevamente ataques rusos en dirección a Selydove y hacia la propia Pokrovsk, en la parte occidental del sector. Habrían conseguido, dicho esto, avanzar en la zona de Krasnyi Yar. También en torno a Selydove y hacia Tsukuryne, ya en dirección a Kurajove, mientras continúan lanzando ataques en la zona de Hostre, hacia Ostrivs’ke.
Al sur, en Vuhledar, tenemos por una parte que el Ministerio de Defensa ruso ha anunciado oficialmente la toma de esta ciudad ucraniana. Por otra, diversos debates en torno a las razones por las que un bastión que había aguantado durante años los ataques rusos, algunos muy contundentes, ha terminado por ceder. Dicho lo cual, no se han registrado más cambios en las últimas horas en esta localidad, aunque sí ataques rusos algo más al norte, desde Vodyane en dirección a Bohoyavlenka, que podría ser el próximo objetivo en el sector y que será atacada como viene siendo habitual, mediante el empleo de la infantería más que de las unidades mecanizadas.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El apartado internacional comienza una vez más por Israel, en donde se hace recuento de daños tras el ataque iraní contra bases como Nevatim, en cualquier caso muy limitados. Ataque que, por cierto, está dejando datos muy interesantes acerca de la precisión de los misiles balísticos iraníes y su efectividad. Además, la noticia de las últimas horas, mientras las IDF continúan lanzando incursiones limitadas en el sur de Líbano, sería la posible eliminación del recién nombrado líder de Hezbolá, Hashem Safieddine, quien apenas habría sobrevivido unas horas a su antecesor.
Pasando ya a Ucrania, lo más relevante de la jornada en el apartado diplomático ha sido la visita del nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a Kiev, en donde ha sido recibido por la cúpula política ucraniana y en donde ha asegurado que su principal cometido como máximo dirigente de la Alianza pasa por la victoria ucraniana, mientras que desde Ucrania el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak mutaba los términos y afirmaba, en las redes sociales, que «nuestro objetivo principal sigue siendo el mismo: la membresía plena de Ucrania en la OTAN».
A propósito, Zelenski, tal y como hemos adelantado en la primera parte, ha aprovechado la visita del neerlandés para volver a reclamar armamento de largo alcance, así como también más sistemas y medios en general de defensa aérea, en preparación de la temporada invernal. De hecho, a vuelto a hacer referencias al caso de Oriente Medio, en donde buques estadounidenses -aunque no solo-, han participado y participan de la defensa aérea de Israel, para asegurar que es posible, mediante la cooperación, garantizar la vida de los ciudadanos ucranianos.
Más allá de lo anterior, tenemos que el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha mantenido su habitual conversación telefónica semanal con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin III, que ha calificado de «fructífera», si bien no ha dado las razones. En cualquier caso, han tocado temas como las necesidades militares de Ucrania y los pasos a dar para «acercar la victoria», lo que podría traducirse como que han estado preparando los últimos detalles de la próxima reunión de Ramstein.
Y si Umerov hablaba con Austin, el ministro de Exteriores ucranio, Andrii Sybiha, ha hecho lo propio con el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, que les ha servido para hacer seguimiento del reciente viaje de Zelenski a los Estados Unidos y para «coordinar pasos adicionales que conducirán a decisiones históricas y acercarán nuestra victoria», según el diplomático, que no ha dado más detalles.
Pasamos a la Unión Europea, en donde a pesar de lo que está ocurriendo desde hace más de dos años en Ucrania y de todas las iniciativas recientemente aprobadas en materia de Defensa, el Tribunal de Cuentas Europeo considera -y así lo ha hecho público en un reciente informe- que no se invierte lo suficiente en esta materia a nivel comunitario. De hecho, los auditores señalan que «la dotación financiera propuesta de 1.500 millones de euros puede no estar a la altura de las ambiciones del programa. Señalan que la Comisión Europea no ha evaluado la cantidad de dinero que necesita la UE para aplicar los instrumentos estratégicos propuestos. También advierten del riesgo de que los recursos se dispersen en una amplia gama de proyectos que probablemente no tengan un impacto mensurable a escala europea».
Cambiando hacia la ayuda militar, recientemente se ha publicado que Ucrania habría recibido ya alrededor de un tercio de los 500.000 disparos de 155mm prometidos por la iniciativa de la República Checa. Además, según declaraciones del embajador de Ucrania en Praga, se estaría negociando una ampliación de esta iniciativa, que ha venido al menos a enjuagar parte de los problemas que las AFU estaban teniendo en este sentido, si bien no ha terminado con ellos pues además de la munición Ucrania necesita sistemas y recambios para poder utilizarla.
En otro orden de cosas totalmente diferente, ha sido noticia en las últimas horas Moldavia. Según la policía moldava, más de 100.000 personas recibieron un total de más de 15 millones de dólares (13,6 millones de euros) para votar contra la presidenta pro occidental Maia Sandu y su membresía en la Unión Europea el 20 de octubre, en la que habría sido una injerencia electoral organizada, según las autoridades del país, desde Moscú.
Pasando ya a Rusia, desde este país han seguido lanzando diversos mensajes destinados a intentar evitar una decisión por parte de la Administración Biden favorable al empleo de armamento de largo alcance suministrado a Ucrania contra el territorio ruso. Así, por una parte, el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, ha asegurado que «Les he dicho a los estadounidenses, les he dicho a mis colegas de la Casa Blanca y del Departamento de Estado de Estados Unidos que están empujando [al mundo] hacia una catástrofe nuclear», en referencia al apoyo tanto a Ucrania como a Israel por parte estadounidense. De hecho, ha sido más específico, al decir que «Es necesario mencionar una vez más la posible decisión de Estados Unidos de alentar a los ucranianos a utilizar armas estadounidenses de largo alcance para atacar el interior del territorio ruso. No se trata sólo de un gran paso hacia la escalada de la violencia. Con ello, la administración estadounidense está allanando el camino hacia un conflicto nuclear».
Cerramos hoy con el apartado ciber, toda vez que el Departamento de Justicia estadounidense ha anunciado recientemente la incautación de cuarenta y un nombres de dominio de Internet utilizados, según las autoridades norteamericanas, por agentes rusos y sus cómplices para acciones de piratería informática en Estados Unidos. Este proceso penal va acompañado de un procedimiento civil por parte de
Microsoft para confiscar 66 nombres de dominio utilizados por el mismo grupo, designado por el gigante informático como “Star Blizzard” y por las autoridades estadounidenses como “Grupo Callisto”.
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