Guerra de Ucrania – Día 935

La última jornada de guerra ha dejado un ataque ruso contra Járkov que ha provocado decenas de heridos y, una vez más, peticiones por parte del Gobierno de Zelenski para que se eliminen los vetos al uso de armamento occidental contra el territorio ruso. Al mismo tiempo, desde Rusia han vuelto a azuzar la amenaza nuclear, si bien en esta ocasión de forma sutil por parte del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Además de esto, Ucrania ha recibido ya los dieciocho obuses autopropulsados de 155mm 2S22 Bohdana financiados por Dinamarca, desde los Estados Unidos se habla de un importante paquete de ayuda militar a aprobar a finales de mes y sobre el terreno, han continuado los combates con especial atención a los sectores de Kursk y Pokrovsk-Kurajove, un día más.

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(Un día más, hacemos el informe en marcha y, además, a una hora distinta de la habitual, por lo que no está disponible toda la información que normalmente empleamos. Como consecuencia, es posible que el informe de mañana, aunque hayamos vuelto a la normalidad, sea algo más denso al incluir información de aproximadamente 36 horas).

Los últimos días están ocurriendo bastantes cosas interesantes en relación con la parte político-estratégica del conflicto que aquí nos ocupa. A las continuas peticiones por parte del gobierno de Zelenski de que se les permita utilizar el armamento de largo alcance occidental contra objetivos en el interior de Rusia, unos alegan (EEUU) que no disponen de inventarios suficientes (algo en absoluto cierto) o que no cambiaría gran cosa; otros como los británicos minimizan la amenaza de escalada rusa, pero sin dar pasos en firme y; otros como los alemanes, se mantienen en sus trece, negándose a suministrar a Ucrania misiles Taurus, ya que requerirían de apoyo directo para ser utilizados y no desean comprometerse hasta ese extremo.

Sin embargo, hay un trasfondo tras los insistentes ruegos ucranianos, que tiene que ver con lo que interpretan como una oportunidad de obtener un resultado aceptable en la presente guerra, siempre que no se les nieguen los medios adecuados. Así las cosas, a tenor de: 1) los datos relativos a los inventarios rusos de distintos tipos de hardware militar, como carros de combate, vehículos blindados, obuses y otros, y; 2) las distintas previsiones sobre la evolución futura de la economía rusa, así como; 3) los problemas crecientes de reclutamiento, que amenazan hacer inviables en el futuro los esfuerzos ofensivos rusos, los ucranianos creen posible aguantar el actual embate de su enemigo e incluso pasar al ataque como hemos dicho en alguna ocasión, en la primera mitad de 2025, forzando a Rusia a una negociación.

Si vamos por partes, tenemos que en las últimas horas declaraciones de Kyrylo BUdanov incidían en la posibilidad de que Rusia se enfrente a importantes desafíos económicos a partir del verano de 2025, lo que motivaría que su horizonte, para esta guerra, pase por intentar a toda costa una victoria antes del final de dicho año o, a más tardar, a principios de 2026. Puede pensarse que es una más de las declaraciones de un participante directo (y de hecho lo es, pues Budanov es el jefe de la Inteligencia Militar ucraniana), sin embargo hay indicadores que obligan a pensar que a pesar de la resiliencia que está demostrando la economía rusa, más temprano que tarde los consumidores terminarán por sentir los excesos de una guerra que podría estar implicando un gasto insostenible.

También, que en los últimos meses diversos analistas han ido compartiendo imágenes por satélite y cálculos relacionados con el ritmo al que se desvanecen los inventarios de vehículos blindados y otras plataformas y sistemas de armas rusos almacenados desde el final de la Guerra Fría. Datos que concuerdan con las pérdidas (incluso aceptando un margen considerable de error) calculadas también por analistas OSINT y que podrían haber superado ya las 10.000 unidades.

En cuanto al reclutamiento, si bien no hay datos sólidos, sí han sido varios los mensajes compartidos en redes sociales y los indicios que apuntan (como el hecho de que las recompensas económicas por alistarse sean cada vez mayores) a que Rusia experimenta dificultades a la hora de encontrar mano de obra para combatir en Ucrania. Esto pone al país en la tesitura, una vez los menguantes recursos se vayan agotando y Morvichev no puede perseguir objetivos con la misma fuerza que actualmente, de movilizar, pasar una vez más a la defensiva o sentarse a negociar.

En definitiva, que más allá de la lógica preocupación por la defensa de sus infraestructuras (justo que cuando se acerca el invierno) o de sus civiles (desde Ucrania alegan que la única forma de acabar con el «terrorismo» ruso pasa por poder atacar sus aviones en pista (aunque Rusia los ha ido relocalizando en posiciones más alejadas), lo verdaderamente importante para el Gobierno de Zelenski pasa por disminuir todo lo posible la efectividad del Ejército ruso. Todo de forma, por una parte, que la defensa que actualmente llevan a cabo sea lo menos costosa posible en términos humanos, al mismo tiempo que en términos de cesiones territoriales; también de forma que en caso de producirse realmente la ansiada ofensiva ucraniana (que venimos insistiendo que debería ser de mayor envergadura que la de Kursk), tenga ciertas perspectivas de éxito frente a unas fuerzas rusas diezmadas.

Cambiando de tercio, en las últimas horas, una serie de ataques aéreos rusos contra el centro de la localidad ucraniana de Járkov ha dejado decenas de heridos civiles, al ser alcanzadas zonas residenciales muy posiblemente por bombas planeadoras. Los ataques, que continúan en marcha a la hora de redacción de este informe y que incluyen también el empleo de misiles y drones, han dejado además alertas aéreas en otras localidades del país, a la espera de una evaluación de daños. Además de esto, en la región de Jersón drones de pequeño tamaño han provocado heridas a distintas personas.

Del lado contrario, aunque no hay reportes de daños, el Ministerio de Defensa de Rusia ha asegurado haber derribado durante esta última jornada «un caza MiG-29 de la Fuerza Aérea de Ucrania y también interceptaron: un misil HIMARS de fabricación estadounidense, cuatro bombas guiadas Hammer de fabricación francesa y 55 vehículos aéreos no tripulados», incluidos 22 fuera de la zona de operación militar especial».

En cuanto a los combates y los movimientos, tenemos que en las últimas horas, en el sector de Kursk, ha continuado la acción ucraniana encaminada a intentar amenazar el eje de progresión de la ofensiva rusa al oeste de este sector, en el que toman parte algunas unidades consideradas de élite dentro de las Fuerzas Armadas rusas, buscando un embolsamiento. Así las cosas, las AFU han logrado llegar al menos a las puertas de la localidad de Veseloye, al oeste de los avances rusos, que por el momento siguen sin ir más allá de Lyubimovka. Al mismo tiempo, golpean las posiciones tomadas por Rusia mediante el uso de municiones guiadas lanzadas por su aviación.

En el sector de Kupiansk, si bien no hay novedades respecto a la jornada de ayer, sí se han publicado nuevos mapas que complementan a los que hemos ido compartiendo en las dos jornadas anteriores y que, en conjunto, permiten hacerse una idea muy aproximada de los últimos avances rusos.

Sin novedades procedentes de Siversk o de Chassiv Yar, así como tampoco de Torestk, pasamos directamente al sector de Pokrovsk-Kurajove, en donde cada vez son más las fuentes que apuntan a la toma de Ukrainsk por parte de Rusia. Además, en este caso al noroeste del sector, las Fuerzas Armadas rusas se habrían hecho con la aldea de Kruti Yar,

Por último, en Vuhledar, la situación permanece sin cambios desde ayer, si bien han continuado llegando imágenes de los ataques rusos a las posiciones ucranianas por ejemplo en la mina Nº3, a la que como explicamos ayer ya habría llegado la infantería rusa, lo que hace pensar que es un vídeo con al menos dos días de antigüedad.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En el apartado internacional, al ser jornada dominical, la actividad ha disminuido respecto a los días previos, al igual que ocurriera ayer. Dicho lo cual, comenzamos por el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, quien durante la conferencia anual sobre la Estrategia Europea de Yalta ha puesto en valor lo que, a su juicio, Ucrania puede aportar a la Unión Europea en diversos apartados, incluyendo el militar. Sobre este particular, de hecho, ha dicho:

«Casi un millón de veteranos con experiencia en combate. Contamos con uno de los complejos industriales de defensa más potentes, que crece significativamente cada año. Tenemos capacidad para producir casi dos millones de drones al año, municiones para ellos y varios tipos de artillería».

También ha estado activo hoy el ministro de Exteriores ucraniano, quien ha intentado dar un golpe de efecto visitando a las tropas en la región de Sumy. Según ha declarado, aunque lo habitual cuando un nuevo ministro de Exteriores toma el cargo es que visite un destino que represente sus prioridades políticas (generalmente un aliado), en este caso la visita a las tropas demuestra cuál es su prioridad.

Siguiendo de una forma u otra con la cuestión militar, aunque la noticia merecería estar en la primera parte del informe de hoy, tenemos que el jefe de Estado Mayor ucraniano, el general Syrskyi, ha anunciado un nuevo programa destinado a incrementar el nivel de adiestramiento de sus militares. Una iniciativa que se comenzará a implementar a lo largo de los meses de octubre y noviembre y que implicará, entre otras cosas, aumentar el número de instalaciones destinadas a ofrecer entrenamiento a la tropa. La cuestión no es baladí, pues recientemente y a pesar de la existencia de programas como Interflex (por otra parte muy criticados), en los últimos tiempos han sido varios los mensajes y noticias referentes a una disminución en la calidad de la tropa.

Poco antes, de ser ciertas las noticias publicadas por medios como Bloomberg, será anunciado un paquete de ayuda militar estadounidense «sustancial», que se espera sea aprobado a finales del presente mes de septiembre, y que permitiría fortalecer la defensa aérea ucraniana. Eso sí, en los Estados Unidos continúan al mismo tiempo trabajando para que el Congreso apruebe una ampliación de los fondos de «retiro presidencial», de forma que quede garantizado el apoyo a Ucrania en los próximos meses sin que se formen cuellos de botella.

Hablando de ayuda militar, las Fuerzas Armadas de Ucrania habrían recibido recientemente los dieciocho nuevos obuses autopropulsados de 155mm ​​​​Bohdana, financiados por el Reino de Dinamarca. Es decir, que los nuevos sistemas se habrían producido en apenas dos meses desde el anuncio de su financiación por parte del país nórdico, desde donde aseguran que es mucho más rápido abonar la producción de nuevo material en la propia Ucrania que adquirir sistemas en el extranjero o extraerlos de sus propias Fuerzas Armadas y después hacerlos llegar a su aliado.

Además, y en relación con esto, se ha publicado que Ucrania ha comenzado la producción de disparos de 155mm, después de haber completado en los meses previos las pruebas pertinentes con las primeras unidades manufacturadas en el país.

Pasando a Rusia, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha asegurado que si bien Putin siempre se muestra moderado a la hora de plantear respuestas a las sanciones impuestas por Occidente, los expertos del país debaten todo tipo de opciones, incluyendo las más «difíciles». En concreto, Peskov ha declarado que: «Tenemos suficientes especialistas, expertos con una gran competencia que discuten este tema de forma muy activa. Creo que por ahora es suficiente». Unas palabras que no pasarían de lo anecdótico, sino estuviese por medio Sergei Karaganov, quien es un firme partidario de lanzar un «ataque nuclear preventivo», tema que hemos tratado en reiteradas ocasiones en estos informes.

Todo mientras desde el Ministerio de Exteriores de la Federación Rusa María Zajárova insistía una vez más en que Rusia no va a dejar sin respuesta las citadas sanciones. Según la portavoz de Exteriores, además, la parte rusa «no se hace ilusiones de que la censura desenfrenada en Estados Unidos recibirá una evaluación adecuada de las estructuras internacionales pertinentes, cuyas actividades están orquestadas por Washington».

Por último, cerramos hoy con desminado, pues la fundación HALO Trust Ukraine ha anunciado que ha ofrecido formación ya a 600 instructores de desminado humanitario, que se encargarán a su vez de formar a otras personas, incluyendo a niños ya que ofrecen cursos en los colegios ucranianos de forma que los menores puedan distinguir objetos que potencialmente puedan resultar peligrosos, sean minas, juguetes trampa, etc.


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