Guerra de Ucrania – Día 924

La última jornada de guerra en Ucrania ha estado protagonizada por la crisis política que vive el país, constatada en forma de remodelación de un Gobierno que posiblemente esté cerrándose sobre sí mismo. Todo mientras sobre el terreno, a pesar de haberse ralentizado los avances rusos en en el sector de Pokrovsk, los ucranianos se han visto obligados a decretar la evacuación de una treintena de localidades en los alrededores de esta ciudad, al tiempo que experimentan dificultades de personal y ven cómo Rusia presiona a la vez en dirección a Vuhledar y en otros puntos entre dicha localidad y el sector de Pokrovsk con la intención de expulsar a las AFU de toda el área el este del río Vovcha. Además, en el plano internacional tenemos que Ucrania e Irlanda han firmado un Acuerdo de Seguridad y que el país isleño se ha comprometido 138 millones de euros en ayuda militar y 36 más en ayuda humanitaria.

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Se confirma la crisis de Gobierno en Ucrania, tras la dimisión de importantes miembros del mismo, como el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, el ministro de Industrias Estratégicas, Alexander Kamyshin, el ministro de Justicia, Denys Maliuska o el ministro de Medio Ambiente, Ruslan Strilets. Las dimisiones, que todavía no son efectivas, serán consideradas por la Rada Suprema durante su próxima reunión, según el presidente de esta institución, Ruslan Stefanchuk.

A propósito, aunque trataremos el tema en la segunda parte del informe con más detenimiento, el presidente Ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado que «Ucrania necesita nueva energía» después de dos años y medio de guerra con Rusia, recordando que algunos de los ministros salientes llevan en el cargo cinco años. Ahora bien, ni una palabra sobre su propia renuncia o la convocatoria de unas elecciones que lleva meses obviando y que ya debían haberse celebrado. De hecho, por hacer memoria, fue en noviembre de 2023 cuando cerró definitivamente la puerta a la celebración de comicios durante el actual ejercicio, aferrándose a la necesidad de mantener todos los esfuerzos y la atención en la guerra.

Así las cosas, tres apuntes: en primer lugar, respecto a las dimisiones, la más importante es sin duda la de Kuleba, un diplomático respetado y querido en buena parte de Europa que ha sabido tejer acuerdos, obtener más ayuda de la que cabía esperar de los aliados de Ucrania o aumentar la presencia del país en regiones en las que esta era marginal, como buena parte de África o de Hispanoamérica. Se desconoce por el momento cuál será su papel, aunque es probable que encuentre una salida como la que en su día se ofreció a Zaluzhny, siendo recompensado con una importante embajada, aunque alejado definitivamente del núcleo duro del gobierno de Zelenski. En otros casos, como el del todavía ministro de Industrias Estratégicas, Alexander Kamyshin, los interesados ya han anunciado que permanecerán en el mismo ministerio, aunque ocupando un cargo diferente.

En segundo lugar, es muy posible que lo que estamos viendo no sea exactamente una necesidad de «sangre nueva» con la que mejorar el rendimiento de ministros agotados por el cargo, sino más bien una salida de aquellos con posiciones más alejadas de lo que se viene configurando desde hace tiempo como el «núcleo duro» de la Administración Zelenski, del que forman parte el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak o el máximo responsable del GUR, Kyrylo Budanov, así como varios personajes más, incluyendo al coronel general Syrskyi, que estarían detrás de decisiones como la de llevar la guerra a Rusia, tanto mediante una campaña cada vez más intensa de ataques contra objetivos militares, pero también civiles (hablamos de la infraestructura energética y eléctrica) como a través de ofensivas como la de Kursk.

En tercer y último lugar, hay que tener en cuenta que estamos en una nueva fase de la guerra en la que muchos en Ucrania creen que dependen de sí mismos para obtener una salida aceptable, lo que podría estar detrás de estos cambios en el gobierno y debe alertarnos acerca del peligro de radicalización y de una «huida hacia adelante» ucraniana. Al fin y al cabo, los Estados Unidos, si bien mantienen su compromiso con Ucrania, lo están graduando de una forma que Kiev considera inaceptable (por ejemplo a propósito del permiso para utilizar el armamento de largo alcance), mientras desde Rusia aseguran tener «líneas rojas» y haber informado perfectamente a Washington sobre ellas y los propios americanos dudan de la efectividad de permitir los ataques contra objetivos en territorio ruso.

Una situación que difícilmente cambiará de forma sustancial, pese a las buenas intenciones y los anuncios de nuevos medios, hasta pasadas las elecciones y aclarada la situación política. Desde la Unión Europea, la posibilidad de que los Veintisiete actúen al unísono para imponer sanciones más potentes a Rusia o aprobar nuevas iniciativas de ayuda es cada vez más remota. Es más, los EEMM de la UE están volviendo a comprar gas ruso y países como Polonia, Alemania o Italia están utilizando a terceros para comerciar con Rusia sin ningún tipo de rubor, todo lo cual denota un cierto cansancio económico. Todo mientras Rusia evade las sanciones también a través de terceros, desde India a China o Serbia, lo que hace en cualquier caso muchas de las medidas aprobadas hasta la fecha, inefectivas.

Cambiando de tema, para pasar a otra actualidad como es la que se da sobre el terreno, Rusia ha continuado manteniendo de forma sostenida sus ataques con drones y misiles contra Ucrania. De esta forma, durante las últimas dos jornadas -y mientras continúa aumentando el saldo de muertos en el ataque contra Poltava-, el Ministerio de Defensa ucraniano asegura haber derribado, entre los días 3 y 4 del presente mes 4 de los 6 misiles de crucero Kh-101, 3 de los 3 misiles de crucero Iskander-K y 22 de los 29 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) empleados por Rusia. Además, no habrían podido evitar el impacto de 2 misiles Kinzhal y 2 misiles Kh-22.

Por otra parte, durante la última noche afirman haber neutralizado 32 drones Shahed más, al tiempo que se han seguido registrando tanto alarmas aéreas, como noticias referentes a explosiones en localidades como Dnipró, Pavlohrad o Leópolis, en donde el número de muertos tras los últimos ataques asciende ya a 7, incluyendo cuatro miembros de una misma familia.

Del lado contrario, tenemos reportes de lanzamiento de misiles antiaéreos en Rostov, de un supuesto ataque ucraniano con buques no tripulados contra el puerto y base naval de Novorossiysk que según las fuentes rusas habría sido frustrado y tres civiles fallecidos tras un bombardeo ucraniano contra la ciudad de Donetsk.

En cuanto a los combates, las novedades en la última jornada son relativamente escasas. Comenzando por el norte, en el sector de Kursk apenas se ha producido ningún cambio, si bien los combates continúan como cada día desde el inicio de la ofensiva ucraniana.

Del mismo modo, tampoco hay noticias significativas procedentes de los sectores de Járkov, de Kupiansk, de Siversk o de Chassiv Yar, lo que nos obliga a pasar directamente al noroeste de Gorlóvka, en donde las Fuerzas Armadas rusas continúan intentando alcanzar el centro de Toretsk (mientras se afianzan en la escombrera de Zalizne) o progresar hacia el norte de Niu-York entre fuerte resistencia ucraniana, incluso en el centro de esta última localidad, en donde una unidad parece seguir resistiendo en una planta química.

Más importante que este es el sector de Pokrovsk. En este caso, por una parte tenemos que los avances rusos, como hemos venido explicando, se han ido ralentizando en dirección a esta localidad, tal y como avalan los datos, a pesar de continuar tomando algunas nuevas posiciones. Por otra que, sin embargo, el Gobierno ucraniano ha decidido evacuar a todos los menores en una treintena de localidades en los alrededores de Pokrovsk. También noticias referentes a los problemas de falta de personal que asolan a las Fuerzas Armadas ucranianas y que estarían minando su capacidad de defenderse, tanto en este como en otros sectores. El esfuerzo ruso, en cualquier caso, continuaría dirigiéndose progresivamente hacia el sur, lo que le habría permitido entrar en Lisivka y Zhelanne Pershe -solo según algunas fuentes– al tiempo que presionan desde Nevels’le al este y desde Krasnohorivka más al sur o en Heoríivka, para expulsar a los ucranianos al oeste del río Vovcha.

De forma complementaria, además, continúan atacando en el sector de Vuhledar, logrando también allí avances mientras buscan la forma de rodear este bastión ucraniano, que está siendo intensamente bombardeado. Así las cosas, se confirma la reciente toma de Prechystivka, al oeste de Vuhledar a la vez que presionan al este en dirección a Vodyane una jornada más.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Como se adelantaba en la sección anterior, durante la jornada se han aclarado las dudas acerca de las dimisiones y destituciones tanto de ministros como de otros altos funcionarios ucranianos que se han dado en apenas 48 horas.

Empezando por la más llamativa de todas, se confirma la presentación de la carta de renuncia del ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba. A esta renuncia se suman las de los siguientes: ministro de Industrias Estratégicas, Alexander Kamyshin, el ministro de Justicia, Denys Maliuska, el ministro de Medio Ambiente, Ruslan Strilets, la viceprimera ministra para la Integración Europea y Euroatlántica, Olha Stefanishyna, la viceprimera ministra y ministra de Reintegración de los Territorios Ocupados, Iryna Vereshchuk, y el jefe del Fondo de Propiedad Estatal de Ucrania, Vitalii Koval.

Sin embargo, las razones que los han llevado a dimitir no se han hecho públicas, aunque es cierto que la reorganización se esperaba desde hacía algún tiempo, según los legisladores ucranianos y el propio Zelenski que advirtió sobre ello el pasado marzo. No obstante, Zelenski en su discurso diario no ha hecho ninguna referencia a las dimisiones. Por ejemplo, el diputado Oleksandr Merezhko declaraba para un medio ucraniano que “Nos esperan tiempos difíciles, un otoño y un invierno difíciles” de forma que “Tal vez esta reestructuración esté relacionada de algún modo con el nuevo periodo de desafíos para Ucrania”.

Por el momento, la Verkhovna Rada solo ha votado a favor de las dimisiones de Stefanishyna, Maliuska, Strilets y Kamyshin. Este último sí ha compartido en sus redes sociales todos los logros cosechados desde su puesta al frente del Ministerio -que no han sido pocos como puede verse en el siguiente hilo- y sí ha confirmado que para él es el momento “de nuevos retos” y que seguirá perteneciendo al equipo del Ministerio de Industrias Estratégicas.

Sea como fuere, llama como poco la atención la dimisión de algunos “pesos pesados” como Kuleba, o de otros ministros que llevaban tiempo afianzando su relación, por ejemplo, con la UE. Tales son los casos de Kamyshin, con el fin de impulsar la industria de defensa ucraniana en el marco europeo y obtener financiación, o el de Stefanishyna, al frente de todo lo relativo a la adhesión de Ucrania a la UE y también a la OTAN, habiendo vivido todos los momentos importantes desde que asumió el cargo. Esto es, concesión del estatuto de candidato a la adhesión y apertura de las negociaciones, o la solicitud de entrada en la OTAN.

Tras hacerse públicas las dimisiones, Zelenski ha afirmado durante la rueda de prensa conjunta con el Taioseach de Irlanda, Simon Harris, que “hoy necesitamos nuevas energías” y que “estas medidas [de reorganización] solo tienen que ver con el fortalecimiento de nuestro Estado en diversos sectores”, aseverando que “la política internacional y la diplomacia no son una excepción”. Asimismo, Zelenski admite que no puede “predecir hoy exactamente qué harán algunos ministros” de modo que “las respuestas llegarán cuando se les ofrezcan determinados puestos”.

Continuando con la visita de Harris a Ucrania, esta ha supuesto el mayor hito diplomático de la jornada, ya que el principal resultado de su encuentro con Zelenski ha sido la firma del acuerdo bilateral de seguridad entre ambos países, lo que eleva el total de acuerdos suscritos de este tipo con países socios a 26.

El propio Zelenski comentaba que, aunque Irlanda sea un Estado militarmente neutral, sí cooperan activamente en otras ámbitos como el político, el económico o el humanitario, y han acordado durante su encuentro realizar más esfuerzos conjuntos para garantizar mayor presión sobre Rusia a través de las sanciones y que la reconstrucción de Ucrania sea más activa. De hecho, Irlanda ha comprometido durante su visita un total de 128 millones de euros en asistencia militar no letal, respetando su estatuto de neutralidad, 40 millones adicionales en ayuda humanitaria, y seguirá participando en la coalición de desminado proporcionando sistemas y equipos de desactivación de artefactos explosivos. Adicionalmente, el país estudiará su posible incorporación a la coalición de IT y Zelenski ha propuesto a Harris que Irlanda estudie la posibilidad de patrocinar la recuperación de alguna óblast ucraniana.

Durante su estancia en Kiev, Harris también tuvo ocasión de reunirse con su homólogo, el primer ministro Shymhal, con quien ha discutido sobre las consecuencias de los recientes ataques contra las ciudades ucranianas, la situación del sector energético, así como el fortalecimiento de la defensa aérea y las sanciones contra Rusia.

Por su parte, Kuleba, aun con la carta de renuncia ya entregada, sigue en el puesto y, por ende, ejerciendo de ministro de Exteriores. Así, un día más, y ante los últimos ataques en Leópolis y Kryvyi Rih, ha insistido en la necesidad de que los socios entreguen la munición y los sistemas de defensa aérea prometidos, así como de que levanten el veto a lanzar ataques de largo alcance en objetivos militares legítimos en Rusia. Para Kuleba, “el simple acto de salvar vidas humanas no puede ser considerado como escalada” al igual que considera que ha llegado el momento de tomar decisiones acerca de que los países vecinos de Ucrania puedan usar sus sistemas de defensa aérea. Por su declaración y por lo expuesto en informes anteriores, se entiende que se refiere a la posibilidad de que países como Polonia -quien también apoya esta idea- puedan derribar misiles y vehículos aéreos no tripulados rusos cuando aún estén sobrevolando Ucrania y estuviesen lanzados en la dirección de dicho país vecino.

En relación con la defensa aérea, el canciller Olaf Scholz ha anunciado en las últimas horas que Berlín ha encargado 17 sistemas de defensa aérea IRIS-T adicionales para Ucrania que se sumarían a los 7 ya entregados.

Moviéndonos hasta Zaporiyia, allí el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (IAEA), Rafael Mariano Grossi, ha inspeccionado por quinta vez la central nuclear más grande de Europa. Durante su visita Grossi y su equipo de especialistas se han centrado en los daños causados por el incendio en una de las torres de refrigeración de la planta que tuvo lugar a principios de agosto, así como una de las estaciones de bombeo de agua y un almacén de combustible.

Siguiendo con temas energéticos, el primer ministro Denys Shmyhal y el ministro de Energía, German Galushchenko junto con una delegación de EE. UU., encabezada por el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Jonathan Finer, han tomado parte en una mesa redonda sobre el estado del sector energético y los preparativos para la temporada de invierno. Shmyhal comentó que en estos momentos se están centrando en tres tareas clave: 1) restauración y reparación de todo lo que sea necesario; 2) construcción de un sistema de generación de energía descentralizado, creando cientos de pequeñas instalaciones de generación que serían menos vulnerables a los ataques rusos, y; 3) acumular la ayuda de los socios internacionales. En relación con esto último, ha aprovechado la ocasión para agradecer a los representantes estadounidenses el reciente paquete de ayuda por importe de 500 millones de dólares que se sumarían a los 324 millones anunciados anteriormente.

Mientras todo esto sucede en torno a Ucrania, el presidente Putin se encontraba en Vladivostok para asistir al Foro Económico Oriental, donde también ha tenido ocasión de visitar la corbeta Rezkiy en la base de Primorye de la Flota del Pacífico. 

Por otro lado, el director ejecutivo ruso del Fondo Monetario Internacional, Aleksei Mozhin, ha anunciado que el FMI enviará su primera misión a Rusia desde el inicio de la guerra, si bien el organismo no se ha confirmado por el momento.

Para concluir, Estados Unidos ha anunciado un paquete de medidas para combatir la interferencia rusa en las próximas elecciones presidenciales. En particular, dos empleados del canal Russia Today han sido acusados por la justicia estadounidense de haber difundido contenidos destinados a generar divisiones en el país, y las oficinas estadounidenses de medios de comunicación rusos y otros medios de prensa cercanos al Kremlin han sido clasificados como misiones extranjeras. Además, en torno a treinta sitios web han sido congelados.


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