La última jornada nos ha dejado varias noticias relacionadas con la capacidad ucraniana a la hora de utilizar armas de largo alcance contra Rusia. Por una parte, por los ataques que se han producido contra diversas instalaciones relacionadas con la energía en las regiones de Rostov y de Kírov. Por otra, porque parece persistir tras la reunión del consejo OTAN-Ucrania, la negativa de los aliados a levantar el veto al uso del armamento entregado contra el territorio ruso. Además de esto, Ucrania ha logrado reestructurar una parte sustancial de su deuda, tras llegar a un acuerdo con sus acreedores. En el frente, mientras tanto, persisten los avances rusos, especialmente en el sector de Pokrovsk, pero también en el de Vuhledar, lo que podría poner en peligro todo el entramado defensivo ucraniano al sur de la región de Donetsk.
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Hace unas horas, tal y como prometimos, hemos publicado en la web de la revista Ejércitos un extenso artículo repasando la forma en la que Ucrania ha ido dotándose de armas de largo alcance: desde los primeros pasos, con base en material heredado de la Unión Soviética, hasta la adaptación de drones comerciales como los Mugin-5 e incluso avionetas como las A22 Foxbat, pasando por el desarrollo de drones autóctonos como los UJ-22 Airborne y llegando hasta el diseño y prueba de misiles balísticos y de crucero nacionales, hitos alcanzados recientemente.
No por casualidad, en relación con esto, durante las últimas horas los ucranianos han vuelto a lanzar distintos ataques sobre objetivos en el interior de Rusia, algo que pueden hacer por sus propios medios con cada vez mayor asiduidad y, más importante, a distancias crecientes y con una precisión y letalidad a tener en cuenta. Así las cosas, tras las recientes acciones contra Olenegorsk (en este caso fallida) o contra los depósitos de petróleo de Proletarsk, que siguen ardiendo más de diez días después, las AFU han logrado alcanzar nuevas instalaciones relacionadas con el sector de los hidrocarburos.
Lo relevante del caso es que asistimos a un proceso de adaptación con múltiples matices. Como explicamos en el artículo, con una ofensiva en Kursk que está estancada y que Rusia no acepta como moneda de cambio de cara a futuras negociaciones (de hecho rechazan negociar por el momento mientras las AFU sigan allí) y con un frente degradándose a marchas forzadas en el Donbás, los ucranianos están buscando dotarse de una capacidad estratégica que compense en parte sus actuales déficits en términos de número de personal, de material y de capacidad para hacer frente a las oleadas de ataques rusos con misiles y drones.
Si bien parte de estos déficits podrían corregirse en los próximos meses, según nuevas unidades entren en servicio y los efectos de la ayuda estadounidense se dejen notar en toda su plenitud, Rusia va a seguir teniendo los números de su parte. Al fin y al cabo, siempre le quedará la baza de nuevas movilizaciones y su producción industrial sigue siendo mayor que la ucraniana, por más que con matices (mucho del material no es de nuevo cuño sino que procede de reservas que poco a poco se van agotando). Todo ello teniendo en cuenta que la ayuda de los aliados a unos y otros se mantenga sin cambios, obviamente.
Todo lo cual, supone un enorme incentivo para que desde Ucrania sigan apostando por todos aquellos elementos que puedan por una parte, devolverle la iniciativa y, por otra, cambiar la tendencia que desde principios de 2023 se viene observando, según la cual la superioridad numérica rusa y su mayor potencia de fuego han permitido a este país (a costa de ingentes pérdidas), ganar terreno progresivamente, a un ritmo que además se ha ido acelerando en los últimos meses, especialmente desde la caída de Avdíivka.
Además, el hecho de que Ucrania sea quien desarrolle y emplee las armas de largo alcance que hacen posible los ataques contra instalaciones en el corazón de Rusia, tiene la ventaja de limitar la posibilidad de escalada, ya que por más que se puedan transferir conocimientos técnicos a este país por parte de sus socios, estos no intervienen directamente en los ataques.
Todo lo cual obliga a pensar que lo visto hasta la fecha es parte de una apuesta ucraniana en la que seguirán profundizando en los próximos meses, aumentando progresivamente el número de ataques contra instalaciones rusas -especialmente las relacionadas con la energía- ya que tienen un impacto directo no solo sobre las cuentas nacionales, sino también sobre la población rusa y sobre la imagen del país, incapaz de defender su enorme territorio frente a los vectores de ataque ucranianos. Eso sí, aunque esta parezca, a priori, una de las mejores bazas de Ucrania para dar un vuelco a las tendencias actuales, conviene tener en cuenta también los argumentos de aquellos autores que no confían en que vaya a tener el efecto deseado por Kiev.
Explicado grosso modo lo anterior, la última jornada de guerra nos ha dejado varios ataques ucranianos contra instalaciones rusas relacionadas, precisamente, con los hidrocarburos. De esta forma, por una parte, se ha registrado un ataque contra la localidad de Kotelnich, en la región de Kirov, a más de 1.100 kilómetros de distancia de la línea de frente, llevado a cabo mediante drones. Si bien algunas fuentes apuntaban a que el objetivo del ataque era la planta Vyatka, parece que finalmente ha sido la empresa Zenit (58.29099014839383, 48.283929633891894), que dispone de depósitos de combustible en la localidad. Como consecuencia de las explosiones se ha producido un incendio en las instalaciones, aunque los daños todavía no se conocen. Además, lo ocurrido ha obligado además a introducir restricciones al tráfico aéreo en algunas regiones próximas ante el temor a nuevos ataques. Por otra parte, en la refinería de Slavneft-Yanos, en Yaroslav, los trabajadores han sido evacuados por temor a un ataque, probablemente porque los drones que se han dirigido contra Kotelnich habrían atravesado anteriormente esta región o zonas próximas.
No ha sido el único ataque de la jornada, ya que las AFU han lanzado -al parecer utilizando misiles-, otro contra una segunda instalación de almacenamiento combustible, en esta ocasión en la región de Rotsov. Concretamente contra unos situados en la localidad de Kamens-Shakhtinsky (48.459068003601935, 40.33036053073379). A consecuencia del ataque, habrían ardido según algunas fuentes hasta cuatro depósitos, aunque esto está por confirmar. El gobernador de la región, por su parte, ha asegurado que han sido neutralizados cuatro drones ucranianos, si bien por el momento no ha informado sobre la magnitud de los daños.
Por otra parte, a la hora de redactar este informe en algunos canales de Telegram se hablaba de un ataque en marcha contra Sebastopol, que habría mantenido a las defensas aéreas rusas activas.
Además de todo lo anterior, y como curiosidad, Rusia continúa reforzando la seguridad del puente de Kerch, en Crimea, que vuelve ganar en relevancia tras ser alcanzado recientemente el último de los buques que este país operaba para transportar vagones cisterna a la península. De esta forma, además de las consabidas barreras flotantes y mecanismos generadores de humo, en las últimas horas se ha podido ver cómo se instalaba un sistema antiaéreo Pantsyr S1 en la entrada del puente.
Del lado contrario, los drones y misiles rusos han vuelto a dirigirse contra Ucrania, manteniendo las defensas antiaéreas ocupadas por ejemplo en Kiev, en donde restos de uno de los aparatos destruidos habrían alcanzado una zona residencial en el distrito de Holosíivsky. Por otra parte, en Krivói Rog habrían resultado dañados más de dos centenares de vehículos civiles y se habrían registrado nueve heridos tras un ataque con misiles. En cualquier caso, aunque por el momento no hay datos (más allá de las alertas publicadas en redes sociales por ejemplo por el Ministerio de Defensa ucraniano), parece que se trata de un nuevo ataque masivo -aunque no de la entidad del de hace unos días-, en el que podrían estar envueltos varias docenas de misiles y drones según algunas fuentes.
Pasando a las novedades en el frente, tenemos como hemos adelantado ya, que la situación en el sector de Kursk está en términos generales estancada, si bien se continúan produciendo combates en localidades como Russkaya Konopelka o en dirección a Korenevo, en donde se han registrado contraataques rusos en las últimas horas. Los ucranianos, en cualquier caso, continúan preparándose para defender el territorio tomado, construyendo para ello trincheras y buscando la forma de transformar el éxito inicial en otro a largo plazo. En cuanto a los rusos, también han expandido su línea de fortificaciones en las últimas semanas, como muestran los excelentes mapas de Brady Africk.
En el sector de Járkov, a pesar de que apenas se han producido cambios en los últimos días, la pasada jornada nos ha dejado ciertos avances ucranianos al este de Vovchansk. De hecho, estos deberían profundizarse en las próximas semanas, al menos si el Ejército ruso continúa sacando tropas de este sector para reforzar la defensa de Kursk.
En el de Kupiansk, se habrían producido nuevos avances rusos al noroeste de Pischane, mientras que en el de Siversk, tenemos que las AFU habrían retomado algunas posiciones perdidas anteriormente al suroeste de Ivano-Darivka.
Pasando a Toretsk, allí la situación continúa evolucionando en contra de Ucrania, en tanto las fuerzas rusas han vuelto a mover la línea de frente en dirección a esta ciudad al hacerse con algunas dachas y zonas arboladas al oeste de Zalizne. Según parece, y más allá de los intentos de avanzar por el sur desde Niu-York, los rusos se están centrando en consolidar el control de las zonas alrededor de la escombrera.
En el caso del sector de Pokrovsk, como reconoce el propio Zelenski la situación es «extremadamente difícil» para unas AFU que, a pesar de que algunos consideran que con la llegada del mal tiempo, verán aliviada su situación, no pueden confiar en ello. No en un escenario en el que buena parte de los avances rusos son consecuencia de la acción de la infantería y no de unidades mecanizadas. Así, y por el momento, lo que tenemos son nuevos avances rusos en Novohodrivka y Marynivka, así como en las inmediaciones de Myrolyubivka y Yelyzavetivka, algo más al norte. Lo más relevante, sin embargo, es que las tropas rusas podrían haber entrado finalmente en la ciudad de Selydove, aunque posiblemente se trate de un reconocimiento en fuerza. Así, y por el momento, lo que encontramos es que la mayoría de las fuentes son más conservadoras y limitan los avances rusos a zonas alrededor de Mykhaylivka.
Más al sur, por último, el Ejército ruso sigue, por un lado, buscando avanzar al noroeste de Krasnohorivka. Por otro, logrando importantes avances en el sector de Vuhledar, en donde no solo ha pasado a controlar zonas al suroeste y este de esta localidad, sino que parece que lo que ayer eran rumores se confirma y que se han hecho finalmente con Konstyantinivka. Todo lo cual, unido a lo que está ocurriendo en el sector de Pokrovsk, amenaza con hacer posible que Rusia termine por hacer de algunas victorias tácticas un logro mayor, abriendo el camino hacia Kurakhove.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el apartado internacional, la noticia de la jornada es sin duda alguna la reunión del consejo OTAN-Ucrania en el Cuartel General de la organización en Zaventem, Bruselas. Un encuentro que los aliados han aprovechado para «condenar enérgicamente» los ataques rusos lanzados «indiscriminadamente» en Ucrania contra «civiles e infraestructuras».
Eso sí, no parece haber servido para levantar las restricciones al uso del armamento suministrado a Ucrania contra territorio ruso, una de las exigencias de Zelenski, quien ha recordado a través de las redes sociales que «Seguimos insistiendo en que la adopción de medidas decisivas ahora, incluido el levantamiento de las restricciones a los ataques de largo alcance contra Ucrania, nos ayudará a poner fin a esta guerra de manera justa para Ucrania y para el mundo entero. La protección de la vida es igualmente importante en todas partes. Agradezco a todas las personas del mundo que están colaborando».
Sí ha servido, por el contrario, para que el ministro ucranianos de Defensa, Rustem Umerov, informe a sus socios sobre la situación en el país tras los últimos ataques rusos, solicite más ayuda antiaérea y presione de cara a la creación de un «cinturón de seguridad sobre las regiones occidentales» de Ucrania, algo que ha denominado un «escudo de defensa aérea».
Curiosamente, a colación de la defensa aérea, los aliados habrían pedido a Ucrania que ejerza cierta moderación a la hora de lidiar con «violaciones no identificadas» del espacio aéreo polaco, en referencia a la forma en que este país actúa cuando algún objeto penetra en su territorio, sea o no un dron o misil ruso.
La otra noticia fundamental del día tiene que ver con la reestructuración de la deuda ucraniana, anunciada por el primer ministro del país, Denys Shmyhal, quien ha explicado que se ha llegado a un acuerdo de forma que más del 97 por ciento de los tenedores de bonos han aceptado un nuevo calendario de pagos, lo que permitirá al país en guerra ahorrarse 11.400 millones de dólares durante los próximos tres años. A propósito, el ministro de Finanzas, Serhii Marchenko, ha afirmado que «Finalizar el acuerdo de reestructuración de la deuda en eurobonos es un paso crucial para garantizar que Ucrania mantenga la estabilidad presupuestaria necesaria para seguir financiando nuestra defensa, junto con otros elementos presupuestarios críticos como la atención sanitaria, la educación y los servicios sociales».
Pasando al ministerio de Exteriores de Ucrania, su responsable ha continuado intentando mejorar la percepción del país en África, hablando en las últimas horas con su homólogo namibio, en el que ha sido el primer contacto de este tipo entre los dos estados desde 2012. Entre los temas tratados han estado tanto la cooperación bilateral, como a través de las Naciones Unidas.
Además de esto, Kuleba se ha reunido con el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, para celebrar una reunión bilateral y participar conjuntamente en el «Campus Polska Przyszlosci 2024», según ha declarado el diplomático ucraniano. Precisamente, entre los temas a tratar, ha estado la forma en que Polonia colabora en la defensa aérea ucraniana, derribado drones y misiles rusos.
Siguiendo con la diplomacia, el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak, se ha reunido recientemente con el embajador de Brasil en Ucrania, a quien después de alabar en las redes sociales, ha agradecido el esfuerzo por apoyar la implementación de la «Fórmula de paz» de Zelenski.
Más allá de Ucrania, ha vuelto a ser noticia el cofundador de Telegram, Pavel Durov, pues ha sido puesto en libertad vigilada, tras ser acusado de doce cargos diferentes, algunos de ellos relacionados con el crimen organizado y otros con la supuesta incapacidad para reprimir la difusión de imágenes sexuales de niños o los llamamientos a la violencia. Para evitar su entrada en prisión, Durov se ha visto obligado a depositar una fianza de 5 millones de euros. Además, deberá presentarse en comisaría dos veces por semana y tiene prohibido abandonar el territorio francés.
Pasando a Rusia, desde este país han recordado, una vez más, que no habrá negociación alguna con Ucrania mientras sus tropas sigan en la región de Kursk. Así lo ha manifestado nuevamente María Zajárova, quien ha elevado el tono de las acusaciones contra Kiev argumentando que «Los militantes ucranianos y los mercenarios extranjeros están cometiendo atrocidades, disparando contra civiles y voluntarios, atacando la infraestructura civil, atacando a periodistas y poniendo en peligro las instalaciones de energía nuclear. Bueno, ¿qué tipo de conversaciones de paz pueden llevarse a cabo en estas condiciones y con quién [se pueden] mantener? Por supuesto, las conversaciones de paz con el régimen terrorista de Kiev están fuera de discusión».
En un orden de cosas muy diferente, Rusia ha anunciado que prohibirá el acceso a su territorio a 92 ciudadanos estadounidenses, entre ellos periodistas de varios grandes medios de comunicación, acusados de difundir “informaciones falsas” sobre el ejército ruso que lucha en Ucrania. Los nuevos nombres se suman a una lista que incluye a varios cientos de líderes, funcionarios, industriales, periodistas y otras personas occidentales consideradas “hostiles”.
Por otra parte, en relación con la economía rusa, el primer ministro del país, Mijail Mishustin, ha anunciado que la producción de drones en Rusia debería quintuplicarse hasta 2030. Si bien no ha explicado en detalle los pasos a dar para que esto ocurra, sí ha dicho que «En los próximos años, Rusia seguirá creando activamente su propia base tecnológica y de producción. Por ejemplo, se espera que a finales de la década se creen decenas de nuevas cadenas tecnológicas en la industria química. En el campo de los materiales compuestos, más de 15 plantas de producción y 60 productos. La producción de drones debería aumentar más de cinco veces».
Por último, The Economist ha publicado un interesante artículo en el que se habla sobre la apuesta rusa por comerciar con India, Irán o China en detrimento de Occidente, los proyectos en cuanto a infraestructuras que están acometiendo para poder incrementar el volumen de intercambios, y los enormes retos a los que se enfrenta el país para transformar sus intenciones en realidades.
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