Durante la última jornada ha sido noticia el supuesto desarrollo, por parte ucraniana, de un misil balístico con el que pretenderían atacar ciudades rusas como Moscú. También la entrada en servicio de los primeros cazabombarderos F-16, en este caso para neutralizar misiles rusos en vuelo. Además, desde Kiev estarían trabajando en un plan de salida («estrategia para la victoria») que será presentado tanto a Joe Biden como a Kamala Harris y Donald Trump durante el próximo mes de septiembre. En el frente, mientras tanto, la velocidad de los avances rusos en dirección a la estratégica Pokrovsk se incrementa, mientras las AFU parecen haber tomado la decisión de replegarse progresivamente de las poblaciones aledañas para plantar cara al Ejército ruso en esta ciudad.
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En las últimas horas se han producido distintas noticias de interés relacionadas con la capacidad militar ucraniana. En primer lugar, se ha confirmado por parte de Kiev la entrada en combate de los primeros cazabombarderos F-16 suministrados a Ucrania, en esta ocasión como parte de las herramientas con las que hacer frente a la oleada masiva de drones y misiles lanzada por Rusia durante la jornada anterior. En concreto, estos aparatos habrían sido empleados para abatir misiles rusos en vuelo, si bien no se han ofrecido cifras exactas relativas a su efectividad.
En segundo lugar, en añadidura al vídeo mostrado hace escasos días, en el que se podía ver un nuevo diseño ucraniano de dron-misil, como fue denominado, (más bien un misil de crucero de bajo coste), se ha sabido que este país ha desarrollado también su primer misil balístico; algo nada sorprendente dada la tradición y el núcleo de industria aeroespacial que Ucrania ha mantenido, pese a todos los problemas, desde tiempos soviéticos.
Por el momento no hay detalles precisos sobre las características técnicas del mismo; más bien rumores relativos a sus capacidades y su posible utilización, que estaría relacionada con la petición, hace unas horas, de permiso por parte ucraniana a sus aliados para batir objetivos en Moscú o San Petersburgo (resulta difícil que cubran la distancia hasta esta última ciudad, pues hablamos de más de 900 kilómetros). De hecho, algunas fuentes han hablado de que estos misiles podrían impactar en dichas ciudades (la primera y segunda en importancia para la Federación de Rusia) como forma de plantear un ultimátum al Kremlin.
Lo más posible, en principio, es que se trate o bien del Hrim-2 desarrollado de la mano de Arabia Saudita en su día, aunque nunca finalizado, o de un sistema basado en el mismo. En cuyo caso, hablaríamos de un modelo responsabilidad de las oficinas de diseño KB Pivdenne y PA Pivdenmash al que se le supone un alcance de hasta 500 kilómetros y una carga explosiva de hasta 500 kilogramos. Un modelo, por cierto, del que no es la primera vez que hay rumores en esta guerra, aunque en ningún caso llegó a confirmarse su empleo.
Lo que vemos (a la espera de más datos) es, en última instancia, por una parte, cómo Ucrania ha venido desarrollando en un espacio de tiempo relativamente corto un variado conjunto de armas de largo alcance con las que llevar la guerra a Rusia y perseguir unos efectos estratégicos que las operaciones en el frente no están posibilitando. Ni siquiera la ofensiva de Kursk, en donde el objetivo principal (distraer unidades rusas de las zonas más comprometidas) no se ha logrado (lo que no es óbice para que Rusia no haya trasladado efectivos a la zona o lo esté haciendo, pero sin afectar en demasía su capacidad para seguir progresando en Donetsk).
Por otra, cómo el país continúa buscando cierta independencia respecto de sus aliados más estrechos, caso de Alemania o Estados Unidos. En este caso, en relación con Berlín, porque se ha negado por activa y por pasiva a suministrar misiles Taurus y porque ha venido limitando el nivel de ayuda en algunos términos, como explicamos ayer. Respecto a los Estados Unidos, porque aunque disponiendo de los medios, el control de la escalada sigue siendo el elemento central que define su aproximación a la guerra en curso, lo que le lleva a introducir limitaciones de uso que hacen que Ucrania no pueda batir como le gustaría objetivos relativamente cercanos a sus fronteras y que tienen una gran importancia en relación con el rendimiento militar ruso.
Todo lo anterior, por supuesto, sin olvidar que armas de este tipo pero con un alcance mayor que el de los ATACMS (que no han dado el resultado esperado, pese a cobrarse algunos objetivos interesantes) permitirían, al menos sobre el papel, asumir ataques contra bases aéreas rusas situadas a mayores distancias, lo que a su vez tendría un efecto sobre la capacidad de las VVS para conducir ataques aéreos; lo mismo cuando hablamos de depósitos de municiones o puntos de concentración de tropas y material sobre el terreno, etc.
Tampoco que el uso de este tipo de misiles contra las ciudades rusas implicaría un cierto riesgo de escalada (ya se han atacado tanto Moscú como la región de Leningrado en el pasado con drones de largo alcance), aunque al no tratarse de sistemas proporcionados por sus aliados (independientemente de que puedan colaborar con asistencia técnica o transferencia de conocimientos de cara a su desarrollo), este es menor que en otros casos, siendo Ucrania el país que aceptaría las posibles respuestas rusas.
En cualquier caso, lo que Ucrania busca es cierta independencia estratégica mientras trabaja en un plan de salida que, según afirman, será presentado en septiembre tanto a los equipos de Joe Biden, pero también de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos -Kamala Harris por el Partido Demócrata y Donald Trump por el Partido Republicano- dentro del cual el control de una parte de la región de Kursk tendría un papel esencial; y es que todo indica que tanto esta ofensiva, como el hecho de seguir desarrollando armamento de largo alcance tienen también como objetivo presionar no sólo a Rusia sino también a sus propios aliados, para que nadie sienta la tentación de aceptar los términos del Kremlin.
Sobre el terreno, y mientras todavía se hace recuento de los daños causados por la oleada masiva de ataques rusos de la jornada pasada (finalmente habrían fallecido cuatro personas en el ataque al hotel de Krivói Rog y otras dos en un ataque contra Zaporiyia), nos encontramos con que Ucrania ha logrado alcanzar un depósito de petróleo ruso en Kamensk-Shakhtinsky, en la región de Rostov.
En cuanto a los combates y los movimientos, empezamos una jornada más por la región rusa de Kursk. Allí, mientras siguen los rumores acerca de una posible intervención por parte de Bielorrusia (aunque no está claro qué papel podría tomar), las novedades son mínimas. Las AFU continúan intentando avanzar, ganando terreno y tomando más prisioneros rusos que podrán ser intercambios en el futuro, así como haciendo un uso intensivo de los drones. También buscan mantenerse en movimiento porque cada vez que las unidades ucranianas se mantienen estáticas terminan por ser víctima de la acción de las FAB rusas. Además, estarían llevando a cabo operaciones menores en Bélgorod en las que no participarían un gran número de efectivos, pero que servirían para crear nuevos dilemas a una Rusia que se ha demostrado poco capaz de proteger sus propias fronteras. Rusia, por su parte, al margen de que Bielorrusia pueda o no prestarle apoyo en Kursk (que no es lo mismo que intervenir en territorio ucraniano), parece seguir destinando efectivos a esta región, generalmente procedentes del DMO, al tiempo que continúa construyendo nuevos puentes de pontones sobre el río Seym.
Pasando al sector al noroeste de Gorlóvka, el Ejército ruso ha vuelto a avanzar al norte de Zalizne, mientras ataca desde Niu-York hacia Neplivka, situada más al norte. En cualquier caso, mientras se mantiene un elevado ritmo de rotación de las unidades encargadas de lanzar estos ataques, los infantes rusos continúan poco a poco adentrándose en Toretsk para lo que intentan rodear la masa arbórea al este de esta localidad.
Lo más relevante de la jornada, una vez más, ha tenido lugar más al sur. En primer lugar, en el sector de Pokrovsk, localidad de importancia capital cuya pérdida podría suponer una «catástrofe operacional» para Ucrania. De esta forma, si bien el riesgo de que Pokrovsk caiga no es inmediato, sí hay que tener en cuenta como venimos advirtiendo, que el ritmo de los avances rusos no solo se mantiene sino que se ha ido incrementando paulatinamente, algo que queda demostrado atendiendo a gráficas como las publicadas recientemente por @DefMon3. Por de pronto, las tropas rusas se habrían hecho con Kalynove, plantando allí una vez más su bandera. Además, se habrían hecho también con Memryk, ligeramente más al sur. Y es que el Ejército ruso continúa empleando en esta zona a sus unidades más capaces, lo que habla a las claras del fracaso que ha supuesto la ofensiva de Kursk, al menos en relación con el que el propio Syrskyi marcaba como su principal objetivo, tema que ya hemos abordado.
En segundo lugar (y no debe olvidarse que ambos sectores están en cierto modo comunicados, de forma que lo que ocurra en Pokrovsk podría hacer inútil el esfuerzo defensivo más al sur) en el sector de Vuhledar, en donde las tropas rusas han continuado ganando terreno y tomando posiciones ucranianas entre esta localidad y Kontyantynivka. De hecho, precisamente en torno a esta localidad, que todavía resiste, se habrían hecho con el control del área al este de la carretera 00532. Es más, hay fuentes que hablan de que las tropas rusas habrían roto en las últimas horas las defensas ucranianas en la propia Konstyantinivka, capturando la mayor parte de esta población.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Durante la última jornada la actividad institucional ha despuntado con noticias que van, entre otros, desde la convocatoria de reunión del Consejo OTAN-Ucrania y la visita de la IAEA a la central nuclear de Kursk, hasta el Foro “Ucrania 2024. Independencia” y las declaraciones acerca de la Fórmula de Paz pasando por los comentarios del Kremlin sobre Occidente e, incluso, sobre la detención del cofundador de Telegram.
Desde la OTAN se ha anunciado que el secretario general, Jens Stoltenberg, convocará una reunión del Consejo OTAN-Ucrania a nivel de embajadores durante la próxima jornada a petición de Ucrania. Más concretamente, la portavoz de la Alianza, Farah Dakhalallah, detalló que durante esta reunión se espera que el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, informe a los aliados a través de vídeo sobre la situación en el campo de batalla y las necesidades de capacidad prioritarias. Tal y como afirma Dakhalallah, la reunión se produce después de las últimas oleadas de ataques rusos contra civiles e infraestructuras ucranianas y teniendo en cuenta que los aliados de la OTAN han brindado apoyo sustancial a la defensa aérea ucraniana y están comprometidos a reforzar las capacidades de defensa del país aún más. Asimismo, esta reunión se produce antes de la próxima reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania que tendrá lugar el 6 de septiembre en Ramstein y en la que cabrían esperar más anuncios de ayuda militar a Kiev.
Moviéndonos hasta la región de Kursk, allí ha tenido lugar finalmente la visita del director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (IAEA), Rafael Mariano Grossi, con el objetivo de inspeccionar la central nuclear de la zona. Durante su visita subrayó que considera “extremadamente grave” que se produzcan combates a menos de 50 kilómetros de la planta. Según Grossi, la planta funciona en “condiciones muy cercanas a las normales”, pero precisamente por ello sostiene que las consecuencias de un impacto podrían ser “graves”. Argumentó así que “puede parecer simple y de sentido común: no atacar una central nuclear”.
Continuando con Kursk, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que las exigencias de Kiev para poder emplear armamento de largo alcance en suelo ruso y, en particular, Storm Shadow, son “un chantaje, un intento de crear la impresión de que Occidente quiere evitar una escalada masiva, pero en realidad es una maniobra astuta”. Así, asevera que “Occidente no quiere evitar una escala” y que “se está buscando problemas”, añadiendo que la petición de Ucrania se estaría evaluando de manera positiva de modo que “ahora estamos confirmando una vez más que jugar con fuego -y ellos son como niños pequeños que juegan con velas- es algo muy peligroso para los adultos a los que se les confía el armamento nuclear en uno u otro país occidental”.
Para Serguéi Shoigu, actual secretario del Consejo de Seguridad ruso y ex ministro de Defensa, “nuestros enemigos [Occidente] intentan desestabilizar la sociedad y la situación política en todas las regiones rusas” mediante el aumento de la presión informativa, la manipulación de la conciencia pública, estimulación de procesos sociales negativos, distorsión de la historial mientras se arrasa con los valores espirituales y morales.
Mientras tanto en Kiev, el presidente Zelenski participaba en el foro “Ucrania 2024. Independencia” en el señalaba que “reducir el potencial militar y aumentarlo en Ucrania conducirá a éxitos tácticos como los de la región de Kursk”. De este modo, la incursión en Kursk es “uno de los puntos del plan de Ucrania para lograr la victoria”, si bien como el propio Zelenski admite esta operación no está relacionada con ninguno de los puntos de la Fórmula de Paz, sino con la segunda Cumbre de Paz. Asimismo, detalló que tiene intención de presentar el plan de Ucrania para lograr la victoria al presidente Biden durante septiembre, así como a los dos candidatos presidenciales, Kamala Harris y Donald Trump.
Asimismo, durante su discurso diario Zelenski expresó que no dejarán de responder a Rusia por su último ataque masivo –explicado en nuestro informe anterior- y por todos los demás, defendiendo que “los crímenes de lesa humanidad no pueden quedar impunes”.
En cuanto a la Fórmula de Paz, Zelenski anunció que se elaborará un documento sobre la base de las conferencias temáticas sobre los distintos puntos teniendo en cuenta las tres conclusiones principales de la primera Cumbre de Paz. Por tanto, el documento que esperan tener para noviembre de cara a la segunda Cumbre incluirá los puntos relativos a la seguridad energética y nuclear, la seguridad alimentaria y la liberación de todos los ucranianos detenidos y deportados.
Durante su intervención en el Foro, Yermak también destacó que sería “justo” que un país del “Sur global” acogiese la segunda Cumbre de Paz, en línea con lo expresado anteriormente por Zelenski. Asimismo, mencionó el caso de la India, ya que durante su encuentro en Kiev habría trasladado a las autoridades ucranianas que “nunca apoyaría ningún plan, ninguna propuesta que comprometa la integridad territorial de Ucrania”; algo que desde Kiev se considera “muy importante” al venir de un miembro de los BRICS.
Siguiendo con India, el primer ministro Modi ha compartido con el presidente Putin sus observaciones relativas a su reciente visita a Kiev y le ha reiterado el firme compromiso de la India de apoyar “una pronta, duradera y pacífica resolución del conflicto”. Es interesante señalar, al menos, que esta conversación con Putin ha tenido lugar después de la mantenida con el presidente de EE. UU., Joe Biden, y con quien intercambió puntos de vista sobre distintos asuntos globales y regionales, incluida la situación en Ucrania, y a quien también le reiteró el apoyo completo de India a un pronto retorno de la paz y a la estabilidad.
Volviendo sobre la conversación con Putin, ambos líderes han analizado medidas para fortalecer la asociación estratégica entre Rusia e India. Asimismo, la Presidencia rusa también confirmó que Modi está dispuesto a participar en la próxima cumbre de los BRICS en Kazán (Rusia) del 22 al 24 de octubre.
Cambiando de tercio, un total de 11 menores ucranianos han sido devueltos a sus hogares desde los territorios de Ucrania temporalmente ocupados, entre los que se cuentan una niña de 13 años que ha podido volver con su madre tras haber sido separadas al inicio de la guerra. Esta noticia, además, se ha publicado el mismo día en el que ha tenido lugar la presentación del libro blanco “Protección de los niños contra los traslados forzosos y la deportación” elaborado por el grupo de trabajo “Bring Kids Back UA”, y en la que ha tomado parte Yermak. Este recordaba que el cuarto punto de la Fórmula de Paz, así como la iniciativa que lleva el nombre del grupo de trabajo, tienen un objetivo claro: traer de vuelta a casa a todos los niños secuestrados, sin condiciones ni excepciones.
No obstante, la actividad de Yermak no ha terminado ahí, ya que se reunió con el empresario estadounidense, filántropo y presidente de la Open Society Foundations, Alexander Soros, hijo del magnate George Soros. Durante su encuentro, han discutido la posibilidad de seguir cooperando en cuestiones importantes para Ucrania como la implementación de la Fórmula de Paz y, en especial, los puntos sobre seguridad energética y nuclear, seguridad alimentaria y la liberación de todos los ucranianos detenidos y deportados. Asimismo, abordaron la reconstrucción de las infraestructuras críticas y discutieron acerca de las oportunidades para el desarrollo de la economía ucraniana, la reconstrucción y recuperación del país y la política humanitaria.
Pasando a la Unión Europea, según Político -que habría tenido acceso al documento de la Revisión Estratégica de la misión EUMAM Ukraine- se está considerando la posibilidad de entrenar a soldados ucranianos en suelo ucraniano “si se cumplen las condiciones políticas y operativas necesarias”. En dicho documento se recogería que, según Kiev, quien ha solicitado que se entrenen sus tropas en su territorio, esta opción se considera “más rápida, más rentable y más fácil en términos logísticos”. Hasta la fecha, se han formado a un total de 60.000 ucranianos bajo EUMAM. En el caso de España, por ejemplo, el país ha contribuidov al entrenamiento de más de 5.000 soldados ucranianos tomando parte en el proceso unos 2.500 instructores.
En relación con la UE, el Gobierno de Ucrania ha adoptado una resolución por la que se prevé el establecimiento de un Grupo de Trabajo Interinstitucional para apoyar el proceso de negociación a la Unión y la adaptación de la legislación ucraniana a la europea. Asimismo, se crearán 36 grupos de trabajo para preparar la posición negociadora de Ucrania respecto de los 35 capítulos de negociación que tendrán que abordar. A este respecto, el primer ministro Denys Shmyhal ha remarcado durante el Foro “Ucrania 2024. Independencia” que quieren abrir todos los capítulos de negociación en la primera mitad de 2025. Igualmente, y dejando a un lado el proceso de adhesión, ha subrayado que se han propuesto recuperar 50.000 millones de dólares de los activos rusos congelados antes de que concluya 2024.
Por otro lado, la Fundación Come Back Alive ha proporcionado equipos adicionales para combatir los drones rusos a cuatro unidades en el marco del proyecto “Dronefall” que tiene por objetivo derribar 1.000 UAVs de reconocimiento rusos mediante drones FPV modernizados. De este modo, las unidades han recibido 6 vehículos, drones FPV modernizados y componentes, ordenadores portátiles y otros equipos como walkie-talkies, un generador o una antena de Starlink.
En relación con los drones, pero del lado de Moscú, el primer ministro Mijail Mishustin considera que Rusia debería quintuplicar su producción de drones en los próximos años. Para ello, afirma que Rusia seguirá creando activamente su propia base tecnológica y de producción, y, entre otros, que se abran más de 15 plantas de producción relacionadas con materiales compuestos
Pasando a otras cuestiones, Rusia ha advertido a Francia contra cualquier “intento de intimidar” a Pavel Durov, cofundador de Telegram. Según Dmytro Peskov, portavoz del Kremlin, “las acusaciones formuladas son muy graves y requieren pruebas igualmente sólidas”, y “De lo contrario, resultará evidente que se trata de un intento de restringir la libertad de comunicación (…) e incluso de una intimidación directa contra el jefe de una gran empresa”.
Para concluir y pasando al mundo deportivo, hoy darán comienzo los Juegos Paralímpicos de París en los que finalmente participarán 88 atletas rusos bajo bandera neutral y no tendrán permitido participar en la ceremonia inaugural.
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