Durante la última jornada, desde una Ucrania que continúa exigiendo de sus aliados el permiso para utilizar armas de largo alcance contra el interior de Rusia, se ha denunciado la acumulación de tropas bielorrusas cerca de sus fronteras y se ha incidido en las ganancias logradas en la región rusa de Kursk mientras, por el contrario, continúan dando muestras de debilidad en Pokrovsk. En la arena internacional, mientras tanto, ha sido protagonista tanto el Papa Francisco, quien ha condenado la prohibición de la Iglesia Ortodoxa de Rusia en Ucrania, como China, país que ha criticado la adopción de nuevas sanciones por parte estadounidense contra sus empresas con negocios en Rusia. Además, desde Ucrania han comenzado a dar pasos para organizar una segunda Cumbre de Paz Global, para lo que han iniciado conversaciones como Arabia Saudí, Catar, Turquía y Suiza, mientras Zelenski expresa su deseo de que se celebre en India.
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Coincidiendo con su último discurso, Volodímir Zelenski ha reclamado nuevos avances ucranianos en la región de Kursk. En concreto, el presidente ha dicho «Acabo de hablar con el comandante en jefe Oleksandr Syrsky y hay avances de nuestras tropas en la región de Kursk. De uno a tres kilómetros. Tomamos el control de dos aldeas más». Sobre el terreno, los comandantes de las unidades, ofrecen sin embargo una visión algo más matizada de la realidad de las cosas, asegurando que su función principal en estos momentos pasa por continuar atacando los cruces sobre los ríos, para evitar así que las tropas rusas puedan escapar con su equipo.
En relación con esto, las imágenes por satélite muestran cómo las tropas rusas han logrado, a pesar de la capacidad ucraniana demostrada durante los últimos días de golpear los puntos de paso, tanto construir un puente de pontones en paralelo al recién destruido puente de Karyzh como improvisar un embarcadero y mover embarcaciones de una orilla a otra. Todo lo cual apuntala la idea de que, pese a las palabras de Zelenski y a que Ucrania todavía esté logrando avances en Kursk, salvo que nuevas unidades tomen parte en la misma y se renueve la ofensiva, los avances de las AFU son ya marginales; algo lógico tras superar el punto de máximo esfuerzo, aspecto sobre el que incidían ayer algunas fuentes.
A partir de ahí, lo que queda a Ucrania, salvo que redoble su apuesta, es fortificarse en lo posible al norte de la frontera con Rusia, buscando que los posiblemente más de 1.000 kilómetros de territorio que controla allí sirvan como baza en una hipotética negociación (Zelenski, por cierto, ha afirmado tras hablar con Modi que le gustaría que la próxima Cumbre de Paz se celebrase en el mal llamado Sur Global, en algún país como India). Es decir, obtener un rédito estratégico adicional de una operación que, por lo demás, ya ha dado resultados en términos de cambio del relato, de aumento de la moral, o por la presión introducida sobre los aliados de Kiev de cara a renovar su apoyo, tengan o no (los aliados) una estrategia clara respecto a esta guerra y cómo llevarla a su fin (la famosa estrategia de salida).
Ahora bien, Ucrania corre el riesgo de que le vaya, en términos castizos, lo comido por lo servido debido a las pérdidas territoriales en el este del país, en donde se libra una batalla que dista mucho de tener los niveles de pérdidas de otras vistas en la misma región y en fechas recientes, lo que dice mucho también de las razones por las que Rusia está logrando avanzar. Dicho de otra forma, los ucranianos están cediendo espacio gradualmente sin ofrecer excesiva resistencia y sin apenas enviar a la zona refuerzos o refrescar las unidades presentes, como se ve a propósito del caso de Novohrodivka, en donde apenas parecen estar presentando batalla, retirándose las AFU a la siguiente línea defensiva en apenas unos días.
La impresión en cualquier caso, dado que Ucrania continúa creando unidades gracias a las medidas en apoyo de la movilización tomadas meses atrás o dado que tampoco se ha visto en servicio buena parte del material entregado, es que en Kiev siguen preparando nuevas acciones como la de Kursk. Buscarían así devolver el movimiento al campo de batalla, algo que les favorece mucho más que una guerra de posiciones en la que la superioridad rusa en términos de artillería, efectivos o bombas planeadoras se ha venido dejando notar paulatinamente (el propio Zelenski hablaba de 33.000 FABs con kit de guiado empleadas hasta el momento, para incidir en la necesidad de atacar los aeródromos rusos).
Sea como fuere, con o sin nuevas ofensivas y si Ucrania pretende maximizar sus posibilidades en este conflicto, debe como señala Andrew Perpetua mejorar mucho su capacidad de construir posiciones defensivas. Por las razones que sean, desde el inicio de la guerra -lo hemos visto a propósito del oeste de Avdíivka en los últimos meses- no ha logrado igualar a Rusia en este sentido, algo que le ha perjudicado notablemente. De esta forma, salvo que en Kursk aprendan la lección y tomen medidas (recordemos que la orografía les beneficia) estarán obligados más temprano que tarde a una retirada forzada, entre otros, por el peso de la superioridad artillera y en cuanto a bombas planeadoras de una Rusia que ya ha comenzado a poner estos elementos en juego allí, al igual que está haciendo con la superioridad humana convocando una movilización en esta región que tiene como objetivo dotar las filas del BARS-Kursk.
Por último, y antes de pasar a la actualidad sobre el terreno, un último apunte. En las últimas horas se ha especulado con la posibilidad (una vez más) de que Bielorrusia se involucre directamente en la guerra. Han sido los propios ucranianos los que han acusado a este país de mover tropas cerca de la frontera (algo que el propio Lukashenko había anunciado días atrás en reacción a la acción ucraniana en Kursk). Sin embargo, ni el volumen de fuerzas que está siendo desplegado (se habla de apenas 1.100 efectivos) ni lo que se sabe sobre el estado de alistamiento del Ejército bielorruso resisten por el momento un examen en este sentido. De hecho, todo indica que lo que Bielorrusia hace es prepararse para un ejercicio que llevará a cabo junto a las tropas rusas en fechas próximas.
Pasando ya a la actualidad sobre el terreno, mientras se redacta este informe se estaría produciendo un ataque ruso masivo con drones y misiles sobre el territorio ucraniano, aunque por el momento no hay demasiados datos sobre el número de sistemas empleados en el mismo ni, tampoco, sobre los efectos. Se habla de explosiones (que pueden ser debidas a la acción de los sistemas antiaéreos) en localidades como Dnipró, Kremenchuk, Krivói Rog, Zaporiyia u Odesa entre otros puntos del país. Una vez más, el ataque se dirigiría contra la infraestructura eléctrica, con una subestación alcanzada en Odesa y un apagón en Schevchenkivsky, en la región de Kiev. Se habla, según algunas fuentes, de más de medio centenar de drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) en vuelo, así como de más de una decena de bombarderos y aviones de ataque rusos implicados en el ataque, además de un submarino y dos fragatas.
Del lado contrario, mientras poco a poco se va normalizando la situación en la base de Ostrogozhsk, se han registrado explosiones en el distrito de Borisovka, en Bélgorod. Las fuentes rusas hablan de una veintena de drones ucranianos derribados sobre las regiones de Saratov, Kursk, Belgorod, Bryansk, Tula, Oryol y Ryazan. Además de esto, tres personas habrían resultado heridas a consecuencia de un bombardeo ucraniano sobre Zaitseve, en la parte de la región de Donetsk controlada por Rusia. Por último, en Feodosia (Crimea), se ha podido ver una densa columna de humo, aunque en este caso parece obedecer a un incendio forestal. Por último, mientras escribíamos han saltado informaciones relativas a un incendio en Saratov, cerca de la base de Engels, en lo que podría ser un nuevo ataque ucraniano contra una base aérea rusa, en este caso destinada al uso entre otros de bombarderos estratégicos.
En cuanto a los combates y los movimientos, y más allá de las palabras de Zelenski asegurando que habían tomado dos nuevas aldeas, las noticias procedentes del sector de Kursk son prácticamente nulas y tienen que ver, en su mayoría, con aspectos tácticos como el derribo de un nuevo helicóptero ruso por parte de un dron ucraniano o el empleo de carros Challenger británicos. Además, han seguido trascendiendo análisis en los que se afirma que Rusia está logrando enviar refuerzos a Kursk sin necesidad de retirar para ello tropas del sector de Pokrovsk, que es el más relevante en estos momentos para Guerásimov y sus subordinados.
Es precisamente dicho sector, el de Pokrovsk, el que ha centrado una jornada más la atención de los analistas, debido a la forma en la que se han seguido acumulando los avances rusos. Así las cosas, el Ejército ruso no ha dejado de ampliar un saliente que sobre el papel parece relativamente vulnerable a los ataques de flanqueo, si bien las AFU no han mostrado por el momento capacidad de ejecutar acciones de este tipo con la entidad necesaria. Se han producido, volviendo sobre el mapa, avances rusos en Novohrodivka, lo que deja al Ejército ruso a una decena de kilómetros de Pokrovsk, mientras continúa siguiendo el trazado de la línea férrea. También en dirección a Karlivka.
Más al sur tenemos, por una parte y en el sector de Maríinka ganancias rusas también hacia el barrio norte de Krasnohorivka y nuevos ataques en la más meridional Maksymilianivka. Además, más importante si cabe, una renovada actividad en el sector de Vuhledar. En este caso con ataques rusos en dirección a Vodiane, en donde han logrado progresar, al igual que hacia el sur de la localidad de Konstiantynivka, en donde parece que han hecho un reconocimiento en fuerza.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Tras la celebración del Día de la Bandera de Ucrania y del Día de la Independencia, y coincidiendo con la jornada dominical, la actividad institucional y diplomática se ha reducido considerablemente.
No obstante, y empezando por la primera de las noticias destacadas, el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano se ha mantenido activo. Más concretamente, ha emitido un comunicado en el que acusa a Bielorrusia de estar concentrando tropas, armas y equipos militares, incluidos carros de combate, artillería, lanzacohetes y sistemas de defensa aérea, en su frontera, en la región de Gómel, “bajo el pretexto de realizar ejercicios militares”. Asimismo, en el comunicado se afirma que han registrado la presencia de mercenarios de la PMC Wagner. De este modo, las autoridades ucranianas señalan que realizar ejercicios militares en dicha zona fronteriza y cerca de la instalación nuclear de Chernóbil supone una amenaza para la seguridad nacional de Ucrania y del mundo en general. En consecuencia, advierten a los funcionarios bielorrusos “que no cometan un trágico error bajo la presión de Moscú” e instan a sus fuerzas armadas “a que cesen sus acciones hostiles y retiren sus fuerzas de la frontera estatal de Ucrania a una distancia mayor que el alcance de tiro de los sistemas de Bielorrusia”.
Sin embargo, en el comunicado subrayan que Ucrania “nunca ha tomado ni va a tomar ninguna acción hostil contra el pueblo bielorruso”, si bien, advierten que en caso de violación de la frontera estatal de Ucrania tomarán “todas las medidas necesarias para ejercer el derecho a la legítima defensa garantizado por la Carta de las Naciones Unidas” y todos los efectivos, instalaciones militares y rutas de suministro en Bielorrusia se convertirían en objetivos legítimos para las AFU.
Mientras tanto, el presidente Zelenski un día reitera en su discurso diario la importancia de levantar las restricciones al empleo de capacidades de largo alcance como los ATACMS, Storm Shadow y Scalp. Pese a los avances de los fabricantes de armamento ucranianos desarrollando los sistemas Palyanytsia y Netpune, considera que hay objetivos que solo pueden cumplirse con este armamento.
En cuanto a la Fórmula de Paz, el presidente Zelenski ha comentado que están en fase de negociaciones con Arabia Saudí, Catar, Turquía y Suiza para organizar la segunda Cumbre de Paz. Es más, en un vídeo compartido por el servicio de prensa de la presidencia de Ucrania durante la jornada, Zelenski declara en un encuentro con periodistas de medios indios que había trasladado al primer ministro Modi durante su reunión su apoyo a que India sea la anfitriona de la Cumbre. No obstante, Zelenski también señaló que no pueden celebrar una cumbre de paz en un país que aún no se ha adherido al comunicado de la primera Cumbre de Paz celebrada en Suiza, siendo esto aplicable no solo a India, sino a cualquier estado que esté dispuesto a ser anfitrión.
Asimismo, en dicho vídeo Zelenski afirmaba que Ucrania está comprometida con la paz, y él está totalmente a favor de la diplomacia, pero que le gustaría ver “medidas concretas” que no supongan ceder un 30% de su territorio ni a expensas de su población.
Cambiando de tercio, el Papa Francisco ha criticado la decisión de Ucrania de prohibir potencialmente las actividades de la Iglesia Ortodoxa rusa en pro de garantizar la “independencia espiritual del país” declarando que “las iglesias no deben ser tocadas”. En particular, tras el Ángelus dominical trasladó el siguiente mensaje
“Pensando en las leyes adoptadas recientemente en Ucrania, temo por la libertad de los que rezan, porque los que rezan de verdad rezan siempre por todos. No se comete el mal porque se reza. Si alguien comete el mal contra su pueblo, será culpable por ello, pero no puede haber cometido el mal porque rezaba. Entonces, que a los que quieran rezar se les permita rezar en la que consideren su Iglesia. Por favor, que ninguna Iglesia cristiana sea abolida directa o indirectamente. ¡Las Iglesias no se tocan!”
Moviéndonos hasta China, un portavoz de su Ministerio de Comercio ha declarado que Pekín está “muy insatisfecha” y “firmemente opuesta” a las nuevas sanciones estadounidenses contra empresas chinas por sus vínculos con Moscú. Consecuentemente, han instado a EE. UU. “a poner fin a sus malas prácticas” incidiendo en que Pekín “tomará las medidas necesarias para salvaguardar los derechos y los intereses legítimos de las empresas chinas”.
Para concluir, finalmente se ha confirmado que como consecuencia del ataque de Rusia llevado a cabo hace unas horas contra un hotel de Kramatorsk (al que se hizo referencia en el informe de ayer) un total de siete personas resultaron heridas y una falleció, siendo esta última periodista de Reuters. No obstante, dos periodistas del mismo medio se encuentran entre el total de heridos, si bien otros tres corresponsales que se encontraban en el lugar del ataque resultaron ilesos.
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