Guerra de Ucrania – Día 904

Las Fuerzas Armadas ucranianas han bombardeado dos puentes en la región rusa de Kursk en las últimas horas, lo que indica voluntad, como explicamos días atrás, de utilizar las barreras naturales para hacerse fuertes frente a la llegada de unidades rusas a la zona. No ha sido, sin embargo, la única noticia de una jornada en la que Ucrania ha atacado Crimea, han vuelto a ser tema de actualidad el sabotaje al Nord Stream, en la que Canadá ha otorgado su permiso explícito a Ucrania para que utilice el armamento entregado sin restricciones geográficas y en la que desde Rusia han vuelto a lanzar varios mensajes, en lo que sería una nueva campaña de desinformación, relativos a un posible ataque con una bomba sucia por parte ucraniana.

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Durante la última jornada las Fuerzas Armadas ucranianas han lanzado distintos ataques contra objetivos en la península de Crimea, utilizando para ellos drones aéreos y navales, alguno de los cuales afirman las fuentes rusas que ha sido destruido por acción de los helicópteros de combate. Pese a ello, se han registrado explosiones en Kerch (muy cerca del puente de Crimea) y en Simferopol, además de un apagón en la localidad de Alushta. No han sido los únicos ataques, pues también en Donetsk se ha informado de explosiones, incluyendo el centro comercial Galaktyka de Donetsk.

Desde Ucrania, por su parte, aseguran haber derribado en las últimas 24 horas tres drones de ataque tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) y dos drones de observación, de los que no han especificado el modelo exacto. Por otra parte, canales rusos han publicado el vídeo de un ataque a un cazabombardero MiG-29 ucraniano que estaba siendo al parecer repostado y que ha sido destruido.

Dicho esto, y pasando a lo ocurrido sobre el frente, las últimas horas las Fuerzas Armadas ucranianas han lanzado varios ataques contra el puente de Glushkovo, situado al norte de esta localidad rusa para permitir el paso sobre el río Seym (51.351861996952515, 34.65039900775404). En un principio, se registró un ataque posiblemente de artillería que causó daños menores. Unas horas después, sin embargo, se filtraron informaciones relativas a nuevos ataques y, finalmente, aparecieron imágenes que confirmaban la completa destrucción de este punto de paso.

Lejos de ser el único puente atacado, durante esta jornada las AFU habrían cargado también contra el puente de la vecina Zvannoye (51.38796641068934, 34.55390125091072), aunque en este caso no hay confirmación de su destrucción, al menos a la hora de redacción de este informe. Además, tampoco hay información relativa a posibles ataques sobre un puente de pontones a disposición del Ejército ruso situado en las inmediaciones de los puentes atacados.

En cualquier caso, se trata de acciones que indican claramente la intención ucraniana de mantener el control del territorio ganado hasta el momento (y del que esperan seguir ganando, ya que ambos puentes están unos kilómetros al oeste de las posiciones ucranianas) en la región de Kursk, con la vista puesta en utilizar dicho territorio como moneda de cambio en una negociación, un tema sobre el que se pronunció hace poco Podolyak.

Todo ello, por supuesto, mientras los ucranianos continúan apresando numerosos militares rusos, creando caos kilómetros al interior de Kursk con acciones llevadas a cabo por pequeñas unidades que no siempre salen bien (así como mediante ataques con drones, algunos de nuevo cuño) y jugando al despiste con la posibilidad de apertura de nuevos frentes, buscando que Rusia redespliegue sus tropas y con movimientos de unidades cuyo objetivo no está del todo claro (ya alertamos al inicio de esta ofensiva que la acción ucraniana en Kursk podría no solo no ser la única, sino no ser ni siquiera la principal, aunque obviamente estábamos especulando con base en el número de efectivos que las AFU habían comprometido en el ataque).

En cualquier caso, la respuesta rusa por el momento está siendo dubitativa, mientras Putin convoca nuevas reuniones del Consejo de Seguridad. Lo más preocupante, en cualquier caso, es que entre las medidas tomadas por Moscú para hacer frente a la ofensiva ucraniana en Kursk estaría una acción mediática encaminada a desinformar acerca de una hipotética intención ucraniana de utilizar una «bomba sucia»; una forma de proceder que ya hemos visto en el pasado por parte rusa y que, al igual que las amenazas nucleares, tiene como objetivo tanto influir sobre la propia población rusa, como sembrar dudas sobre Ucrania en el exterior como, además, intentar mantener el control de la escalada en un momento en el que varios países como Canadá o España han afirmado que Ucrania puede utilizar el armamento entregado a voluntad;.

Volviendo, dicho todo lo anterior, sobre los movimientos de las últimas horas y, también, con la región de Kursk, lo más relevante es que siguen produciéndose avances de unos ucranianos que han empleado para la ofensiva en marcha a tropas entrenadas en el Reino Unido en los últimos meses, según medios británicos. Curiosamente, hace unas semanas dedicamos un artículo a la Operación Interflex, esto es, a la forma en que los británicos están formando a los miembros de las AFU que se desplazan hasta su territorio, explicando en qué consistía el adiestramiento.

Así las cosas, las AFU han llegado a la localidad de Borki. Además, se han librado intensos combates en las inmediaciones de Olgovka, lo que indica que los ucranianos buscan alcanzar el río Seym, del que hemos hablado antes. El Ejército ruso, por su parte, habría recuperado la localidad de Cherkasskoe Porechnoe, si bien los enfrentamientos son generalizados y es difícil saber qué poblaciones están efectivamente bajo el control de uno de los bandos y cuáles en una fluida zona gris, como ocurre con Ulanok y Nizhnemakhovo, en tanto algunos canales rusos confirman la presencia ucraniana en ambas zonas.

Más allá de esto, en dirección a Toretsk tenemos que las Fuerzas Armadas rusas, que siguen con sus ataques, han conseguido seguir ganando terreno en dirección al interior de dicha ciudad desde Pivnichne.

Además, en el sector de Pokrovsk, se ha mantenido la dinámica de las jornadas pasadas, en tanto el Ejército ruso continúa avanzando a caballo de la vía férrea, ensanchando en lo posible el saliente que han logrado en varias direcciones.

Por último, en Krasnohorivka la situación ha seguido empeorando para las AFU, pues después de resistir durante varios días los ataques rusos, las tropas de este país han conseguido entrar en las primeras construcciones de la parte más noroccidental de la ciudad.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Una jornada más, lo más destacable a nivel internacional continúan siendo las declaraciones acerca de la incursión ucraniana en Kursk, pero también sobre el sabotaje al Nord Stream, hace ya casi dos años, en septiembre de 2022.

De un lado, en el caso de la operación en curso en Kursk, en esta ocasión, el foco ha estado puesto en el presidente de Finlandia, Alex Stubb, quien ha expresado su firme apoyo al derecho de Ucrania a defenderse de la agresión de Rusia, incluyendo los ataques y avances en suelo ruso. De este modo, Stubb ha subrayado que Helsinki no impone restricciones al uso por parte de Ucrania de los equipos suministrados por su país siempre y cuando se adhiera al derecho internacional, y tampoco ven ninguna razón para restringir las acciones de los ucranianos. Asimismo, Kiev cuenta con el apoyo de otros países socios tales como Polonia. Es más, en las últimas horas, su primer ministro, Donald Tusk, ha sido claro al afirmar que “Ucrania tiene todo el derecho a hacer la guerra de forma que paralice lo más eficazmente posible a Rusia en su intención agresiva”.

Desde Ucrania, para el asesor del presidente Zelenski, Mikhailo Podolyak, la operación en Kursk es “la única manera de obligar a Vladímir Putin a sentarse en la mesa de negociaciones”. En particular, declaró para The Independent que Ucrania “debe utilizar herramientas absolutamente claras para obligar a Rusia [a negociar]”. Así, además de emplear herramientas económicas y diplomáticas sostiene que deben “infligir a Rusia derrotas tácticas significativas”.

De manera complementaria, hay que señalar que según Politico, la administración Biden está “abierta” a enviar misiles de crucero de largo alcance a Ucrania. No obstante, todavía no hay decisiones en firme ni declaraciones oficiales al respecto desde la Casa Blanca. De lo que sí ha habido confirmación es acerca del visto bueno de Estados Unidos para la venta por parte de Lockheed Martin de unos 600 misiles Patriot y equipos asociados a Alemania por importe de 5.000 millones de dólares, ya que el país donará varios de estos sistemas a Ucrania. Según la Defense Security Cooperation Agency (DSCA) norteamericana, “esta venta consolidará la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos al reforzar la seguridad de un aliado de la OTAN que también es una fuerza importante para la estabilidad económica y política en Europa”.

Para finalizar con las cuestiones relacionadas con la ofensiva de Kursk, según el defensor del pueblo ucraniano, Dmytro Lubinets, Ucrania y Rusia ya han iniciado las negociaciones sobre el intercambio de prisioneros capturados por las tropas ucranianas esta región rusa. Al respecto, Ucrania se ha limitado a decir que ha hecho prisioneros a “cientos” de rusos, pero sin ofrecer una cifra concreta.

Por otra parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha solicitado a Rusia que le de acceso a los territorios rusos afectados por el conflicto con Ucrania, incluidas las óblast de Kursk, Belgorod y Bryansk.

Mientras tanto, para estas tres regiones el Ministerio de Defensa de Rusia ha creado un consejo de coordinación para cuestiones de seguridad militar en las zonas fronterizas. Un consejo que nace con el objetivo “de aumentar la eficacia del apoyo integral a los grupos de combate que se dedican a la vigilancia de la frontera estatal, la protección del territorio y la población de las regiones”.

Pasando ya a lo relativo al sabotaje al Nord Stream, y tras la emisión de una orden de arresto contra un ciudadano ucraniano por las autoridades alemanas, ha sido una vez más Podolyak quien desde Kiev ha negado la implicación de Kiev en el ataque. Así, Podolyak comentaba para Reuters: “Un acto de este tipo sólo puede llevarse a cabo con amplios recursos técnicos y financieros… ¿y quién poseía todo eso en el momento del bombardeo? Solo Rusia”. Asimismo, señalaba que Ucrania no ha obtenido ninguna ventaja estratégica o táctica derivada de los daños ocasionados al Nord Stream.

Sin embargo, el diario estadounidense Wall Street Journal defiende, basándose en declaraciones de personas que habrían estado involucradas, que Zelenski aprobó el plan para llevar a cabo el sabotaje del Nord Stream y que cuando la CIA tuvo conocimiento de ello se pidió al presidente que detuviese la operación y así lo ordenó este último. Sin embargo, este mismo medio sostiene que pese a la orden del presidente Zelenski, el por entonces Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeriy Zaluzhny, habría seguido adelante con los planes.

Además, y al hilo del Nord Stream, desde Polonia,

el viceprimer ministro Krzysztof Gawkowski ha negado también cualquier implicación de Polonia en el sabotaje de los oleoductos indicando que cualquier acusación en este sentido es falsa.

Cambiando radicalmente de tercio, para pasar a la diplomacia, Ucrania e Indonesia han celebrado consultas políticas a nivel de viceministros de Exteriores con el fin de discutir áreas de cooperación entre ambos países en los ámbitos comercial y económico, así como en el marco de las organizaciones internacionales (p.e. ASEAN, ya que Ucrania pretende convertirse en socio de diálogo sectorial). Asimismo, las autoridades ucranianas informaron a sus homólogos indonesios acerca de la situación en Ucrania y los preparativos para la celebración de la Segunda Cumbre de Paz basada en la Fórmula del presidente Zelenski.

En otro orden de cosas, y a propósito de la Fórmula de Paz, Ucrania y Moldavia han concluido un acuerdo sobre la aplicación de la Convención sobre Evaluación de Impacto Ambiental en un Contexto Transfronterizo. Un hecho relacionado con la Fórmula en tanto en cuanto Moldavia se ha sumado al grupo de países involucrados en los trabajos relacionados con su punto 8 “Protección inmediata del medio ambiente”, ya que los daños ocasionados en el medio ambiente ucraniano pueden afectar al territorio moldavo (p.e. masas de aire que, como consecuencia de las explosiones, llegan a Moldavia contaminando su aire).

Desde el ámbito de las finanzas, el Ministerio responsable en Ucrania ha confirmado que, desde el inicio de la invasión, Ucrania ha recibido apoyo directo a su presupuesto por un importe aproximado de 98.100 millones de dólares por parte de países donantes e instituciones financieras. Casi la mitad de estos fondos, 40.000 millones, los han recibido a través de los mecanismos del Banco Mundial, siendo Estados Unidos, Japón y Reino Unido los mayores donantes.

Pasando a otras cuestiones, el presidente Zelenski ha presentado un proyecto de ley a la Verkhovna Rada (Parlamento de Ucrania) para ratificar el Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI). Cabe recordar que Ucrania, pese a lo que pueda pensarse a priori, firmó el Estatuto en el año 2000, pero no lo ratificó y declaró la necesidad de proceder con este trámite en 2015. No obstante, esto tampoco sucedió antes del inicio de la guerra y sus autoridades consideraron ratificarlo una vez finalizase la guerra. Con este movimiento, Zelenski intenta impulsar que Ucrania reconozca, no solo de facto, la plena jurisdicción de la CPI, pues, por ejemplo, ya ha permitido que este tribunal investigue los crímenes de guerra cometidos en su territorio. Sin embargo, según fuentes ucranianas, el proyecto de ley contiene una cláusula en virtud de la cual Ucrania no reconocería la jurisdicción de la Corte sobre sus ciudadanos por los crímenes de guerra contemplados en el artículo 8 del Estatuto.

Por último y continuando con cuestiones judiciales, hace unos días informamos acerca del caso de la ciudadana ruso-estadounidense Ksenia Karelina, quien había realizado una donación de 51,80 dólares a la organización sin ánimo de lucro “Razom for Ukraine” mientras visitaba a sus abuelos en Rusia. El caso es que, tras ser acusada de traición y declararse culpable, un tribunal ruso la ha condenado a 12 años de prisión. Curiosamente, la sentencia la ha emitido el mismo juez que anteriormente había condenado al periodista estadounidense Evan Gershkovich, quien fue liberado en el intercambio de prisioneros que Rusia y los Estados Unidos llevaron a cabo a principios de agosto.


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