Continúa su curso la guerra de Ucrania, con declaraciones de Zelenski en las que equipara el principio del mandato de Putin, 24 años atrás, con la catástrofe del submarino «Kursk», con el que podría ser según el líder ucraniano su final, también en Kursk. Mientras Zelenski dice esto, una nueva oleada de drones ha alcanzado Ucrania, las AFU han tomado Suzdha y se han producido nuevos combates en el este del frente. Además, Putin ha ordenado al Ejército, el FSB y la Guardia de Fronteras expulsar a las AFU del territorio ruso al tiempo que pedía al gobernador de Kursk que no ofreciese datos sobre el número de localidades bajo control ucraniano. Todo mientras daba muestras de su cinismo al preguntarse qué sentido tiene negociar con un gobierno que ataca a civiles, en referencia al ucraniano.
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Durante las últimas horas las Fuerzas Armadas de Ucrania aseguran haber derribado 30 de 38 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), mientras que no habrían logrado neutralizar en vuelo dos misiles Iskander lanzados por Rusia. Dicho esto, se han registrado varios incendios y explosiones por toda Ucrania. Para empezar, en Odesa, en donde ha quedado completamente destruida una fábrica que trabajaba procesando grano. En Chernígov, por su parte, se ha producido también una explosión que habría afectado a la infraestructura de la región. Además, han trascendido reportes de explosiones procedentes de otras regiones, aunque en muchos casos se debería a la acción de los propios antiaéreos ucranianos.
Del lado contrario, se ha producido un incendio en Krasnaya Yaruga. Además, una persona habría resultado herida por un ataque con drones en la aldea de Cheremoshnoye, en la región de Bélgorod. Por otra parte, se han escuchado explosiones en Mariúpol. En cuanto a los reportes del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, desde el país en el que estamos nos es imposible acceder. No obstante, compartimos el enlace.
Pasando a las novedades en el frente, resultan interesantes los apuntes de Dara Massicot al respecto de la operación ucraniana en Kursk, las razones por las que está siendo posible -al beneficiarse de los problemas de mando y control ruso- y las formas en que Rusia podría reaccionar no sólo a corto, sino a medio plazo a esta acción ucraniana, tomando ejemplos como el de Chechenia en el pasado.
La decisión de organizar una «Operación Antiterrorista» en lugar de enviar a unidades de otros distritos militares (algo no tan sencillo dado el desgaste sufrido, las distancias y que se quiere evitar bajas entre quienes realizan el servicio militar) es, en parte, una forma de que restar importancia a lo ocurrido a ojos del pueblo ruso, si bien se ha nombrado como coordinador de la operación a un viejo conocido, Alexei Dumin. Por otra, parte, es una forma de hacer frente a los signos de desgaste en cuanto a personal, de los que hemos hablado en varios informes en las últimas semanas y que, a falta de una movilización adicional, se están dejando notar en indicadores como la media de edad de la tropa rusa.
Por el momento, en relación con esto, Putin ha dado la orden de evacuar a 120.000 personas de las zonas fronterizas de Kursk mientras ordenaba al gobernador regional, Alexei Smirnov, que no ofreciese datos sobre el número de asentamientos (hasta 28) en poder de Ucrania. A propósito, también resulta interesante el hecho de que desde el Reino Unido, negando la mayor, han prohibido a Ucrania utilizar los misiles de crucero Storm Shadow en apoyo de su ofensiva en Kursk. Recordemos, a colación de este tema, que en el pasado afirmaron explícitamente que los ucranianos podían emplearlos para atacar territorio ruso.
Además, otro aspecto interesante que hay vuelto a poner de manifiesto la ofensiva ucraniana en Kursk es la enorme diferencia en cuanto a supervivencia de las tripulaciones de los blindados rusos y los occidentales. Si bien es cierto que estos quedan inutilizados tras ser alcanzados, por lo general sus ocupantes sobreviven, cosa que no ocurre con los diseños rusos y que es reseñable.
Siguiendo con Kursk, por el momento no hay indicios de que esté sirviendo a Ucrania para que Rusia redespliegue sus fuerzas en el resto del frente al nivel deseado. De hecho, en lugar de retirar brigadas del este y sur de Ucrania, Rusia parece estar redistribuyendo unidades de menor nivel a la región de Kursk, mientras recurre a la Guardia de Fronteras y el FSB. De hecho, la presión en el este se mantiene.
En cuanto a los combates y los movimientos, son ya varias las fuentes que dan por hecha la toma de Sudzha por parte ucraniana, mientras las tropas en tierra son apoyadas por la Fuerza Aérea ucraniana.También, ahora sí, los ataques hacia Belitsa. También la toma de Plekhovo. Por el contrario, se han registrado contraataques rusos hacia Kremyanoe y combates en las inmediaciones de Snagost y Martynovka, ésta última retomada por el Ejército ruso en las últimas horas. La falta de información fidedigna, sin embargo, sigue siendo la tónica dominante en un frente que como decíamos en pasados informes, ha comenzado a dar muestras de estabilización, pero que todavía es fluido. Así las cosas, las tropas ucranianas han logrado avanzar un total de unos 20 kilómetros hacia el interior de Rusia, aunque a diferencia de lo que se pensaba en las primeras horas, ya no parece haber peligro inmediato ni para la ciudad de Kursk, ni para la central nuclear al oeste de dicha ciudad.
Como quiera que lo ocurrido en Kursk no es lo único que ha pasado en esta guerra en las últimas horas, han vuelto a producirse combates en Vovchansk, constatados por documentos gráficos.
Además, se han reanudado los ataques rusos en Chassiv Yar, aunque por el momento sin lograr consolidar una cabeza de puente en la orilla occidental del canal de agua dulce, al menos en las zonas urbanas. Las tropas rusas han avanzado, eso sí, al norte de Kalinina.
En dirección a Toretsk, los avances rusos en esta ocasión se han producido al norte dl «Terrikon», en donde han conseguido hacerse con algunas calles a la espera de que las AFU contraataquen para cortar esta vía de penetración. En este sector, además, han continuado los bombardeos rusos, pero también la respuesta por parte de la aviación ucraniana, que ha vuelto a emplear bombas guiadas Hammer contra las posiciones rusas en Niu-York.
En dirección a Pokrovsk, las Fuerzas Armadas rusas han seguido con sus ataques a caballo de la vía de tren, progresando en puntos como Hrodivka o las inmediaciones de Zhelanne.
Por último, al suroeste de la ciudad de Donetsk, también se han producido movimientos entre Maríinka y Vuhledar. En el primer caso, el Ejército ruso ha seguido presionando hacia poniente de Heorhíivka. En el segundo, por su parte, tenemos que la infantería rusa ha logrado avanzar hacia el interior de Kostyantynivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel internacional la jornada ha estado marcada principalmente por la visita de una delegación bipartidista de senadores estadounidenses a Kiev, así como por las declaraciones respecto de la incursión ucraniana en la región de Kursk.
Comenzando por la primera de las cuestiones, durante la visita de los senadores Graham y Blumenthal había un tema clave para Ucrania sobre la mesa: conseguir el permiso para emplear armas de largo alcance en territorio ruso. Como se ha comentado en informes anteriores, Ucrania está en conversaciones tanto con EE. UU., Reino Unido -explicándose el caso de los Storm Shadow en la sección anterior, así como con Francia. Con este último, ha sido el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, quien ha reiterado a su homólogo galo, Sébastien Lecornu, la necesidad de levantar las prohibiciones a este tipo de armamento.
No obstante, durante su encuentro también han discutido sobre otras cuestiones, destacando especialmente las necesidades ucranianas en el campo de batalla, la implementación de la Fórmula de Paz así como a la integración de Urania en la OTAN.
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, también se reunió con los senadores estadounidenses para trasladarles, una vez más, las necesidades que requiere el país para fortalecer su defensa aérea, así como sus prioridades en la implementación de nuevas reformas. De igual forma, también han discutido sobre los activos rusos congelados y sobre la restauración del sector energético. En sus redes sociales, además, Shmyhal publicaba que para Ucrania “es importante mantener el apoyo bipartidista en Estados Unidos” y da las gracias una vez más al “apoyo sin precedentes del gobierno y del pueblo estadounidense en la lucha de Ucrania por la libertad y la independencia”.
En cuanto a la incursión en Kursk, a medida que transcurren los días desde que comenzase esta operación, el presidente Zelenski ha ido dejando de lado los tapujos. Así, en su último discurso diario expresaba que “es justo destruir a los terroristas rusos donde se encuentren”. De igual modo, ha subrayado que hace 24 años se produjo el desastre del hundimiento del submarino Kursk, calificándolo como un inicio simbólico del gobierno de Putin y que ahora estaríamos asistiendo a lo que parece ser “el capítulo final para él…otra vez relacionado con Kursk”, siendo este el desastre de su guerra. Para Zelenski, este “es siempre el destino de quienes no respetan a las personas ni las reglas” incidiendo en que “Rusia trajo la guerra a otros y ahora está volviendo a casa” sin dejar de subrayar que Ucrania siempre ha deseado la paz y que sin duda la garantizarán.
Por su parte, el presidente Putin ha expresado que quiere “expulsar al enemigo” a las fuerzas ucranianas de su país señalando que “el enemigo busca mejorar su posición negociadora en el futuro” acusando a Ucrania de “ejecutar la voluntad de Occidente”. De otro lado, Putin considera que “otro objetivo obvio del enemigo es sembrar discordia en nuestra sociedad [rusa], intimidar a la gente, destruir la unidad y la cohesión de la sociedad rusa”. Asimismo, Putin considera que las conversaciones con un gobierno que ataca a civiles no tiene sentido pues “¿de qué podemos hablar con ellos?”, expresando al mismo tiempo que “ahora está claro por qué el régimen de Kiev rechazó nuestras propuestas de volver al plan de solución pacífica”.
Desde la Casa Blanca, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad, durante una rueda de prensa expresó que obviamente están en contacto con las autoridades ucranianas y que “no nos engañemos”, ya que esta es la guerra de Putin contra Ucrania. De este modo, Kirby expresó que si a Putin “no le gusta, le resulta un poco incómodo, entonces hay un solución fácil: puede largarse de Ucrania y dar por terminado el asunto”.
Por otro lado, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (IAEA) ha comunicado que no es posible determinar las causas del incendio en la central nuclear de Zaporiyia. De este modo, la IAEA describió los daños sufridos por las estaciones de enfriamiento y sostuvo que no ha encontrado restos de drones ni evidencias de que el incendio comenzara en la base de la torre de enfriamiento. No obstante, la IAEA continuará con sus inspecciones de la central.
Unas declaraciones de las que, por supuesto, Rusia no ha tardado en hacerse eco. Así, el enviado permanente de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijail Ulianov, ha declarado que quedan, por tanto, desmentidas las acusaciones de Ucrania al no haber encontrado los restos de neumáticos de vehículos que Kiev consideraba el origen del incendio.
En cuanto a la ayuda militar, de un lado, Estados Unidos ha advertido a Irán sobre las consecuencias de suministrar cientos de misiles balísticos a Rusia. En particular, desde el Departamento de Estado, afirman que estarían dispuestos a dar “una respuesta rápida y contundente si Irán se involucrara en el suministro de misiles balísticos, lo que, en nuestra opinión, constituiría una grave escalada del apoyo de Irán a la guerra de agresión llevada a cabo por Rusia contra Ucrania”.
De otro, Rheinmetall ha anunciado que suministrará carros de combate a Chequia como parte de un “intercambio circular” para que este último apoye a Ucrania enviando material. En particular, y como habíamos hecho referencia en ocasiones anteriores, el acuerdo consistiría en la entrega de 14 carros Leopard 2A4 y un vehículo de recuperación, aunque esta se espera finalice a principios de 2026.
Por su parte, la Delegación de la UE en Ucrania ha anunciado que destinará 2 millones de euros a través del Instrumento de Política Exterior de la Comisión Europea para financiar una nueva iniciativa de desminado humanitario. En particular, 16 pastores belgas serán los primeros perros detectores de minas que se utilizarán en Ucrania de la mano de 8 instructoras ucranianas que han sido formadas durante cinco meses en Camboya.
En lo que concierne a la ayuda de Ucrania hacia el exterior, el país ha enviado recientemente 1.000 toneladas de harina a Palestina a través de la iniciativa “Grain from Ukraine” y confirman al mismo tiempo que ya la están recibiendo familias en Gaza. Con esa cantidad de alimento esperan contribuir a la alimentación de 100.000 personas.
Cambiando de tercio, pese a la guerra, Ucrania continúa su lucha contra la corrupción. En esta ocasión, ha sido detenido el viceministro de Energía, Oleksandr Kheïlo, sospechoso de haber exigido sobornos por medio millón de dólares a directivos de empresas mineras del oeste de Ucrania.
Por último, el Ministerio de Sanidad de Ucrania coincidiendo con el día 901 de guerra ha confirmado que desde que comenzó la invasión se han destruido un total de 215 centros médicos y 1.646 han resultado dañados. A lo anterior ha de sumarse que las tropas rusas han dañado 196 ambulancias, destruido 266 y confiscado 125. Cifras que justifican por sí solas que la recuperación de la infraestructura médica siga siendo una prioridad para el gobierno ucraniano.
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