Un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, del que Ucrania ha acusado a las Fuerzas Armadas rusas, ha hecho saltar las alarmas, si bien la posibilidad de que se produzca un accidente nuclear es muy baja, dado que los reactores habían sido enfriados tiempo atrás. Mientras tanto, en Kursk la operación ucraniana continúa en marcha entre discusiones por parte de los analistas acerca de su verdadero alcance e intenciones, en una jornada en la que se ha podido ver a militares ucranianos cruzando la frontera rusa también en Sumy. Además de lo anterior, Bielorrusia ha trasladado, como prometió, tropas cerca de la frontera de Ucrania y este país ha sufrido la llegada de más de medio centenar de drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) según su Ministerio de Defensa.
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(Hoy escribimos este informe prácticamente en movimiento, por lo que se ceñirá a las novedades en el frente y al aspecto internacional).
En las últimas horas el Ministerio de Defensa de Ucrania asegura haber derribado hasta 53 drones de ataque de largo alcance tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) lanzados desde Rusia del total de 57 que habrían sido empleados. Por el momento, aunque no han trascendido demasiados datos sobre los impactos, se sabe que dos personas han fallecido en el distrito de Brovary, en Kiev.
Lo más preocupante de la jornada, al margen de esto, es el aparatoso incendio que ha afectado a la central nuclear de Zaporiyia. Según fuentes ucranianas, este se debería a la quema de neumáticos por parte de las tropas rusas, aunque en otros casos se habla de dos explosiones previas al incendio, algo que todavía no está claro. Sea como fuere, el peligro de accidente nuclear es mínimo. Ahora bien, podría ser una medida de advertencia rusa, en un momento en el que una de sus propias centrales, la de Kursk, podría estar en peligro ante los avances ucranianos en dicha región. Desde Ucrania, por supuesto, han pedido que la central de Zaporiyia sea devuelta al país, sin hacer como es lógico comentarios sobre sus intenciones respecto a la de Kursk, en cuyos alrededores las tropas rusas habrían estado excavando posiciones defensivas recientemente.
Por otra parte, mientras comenzábamos a redactar este informe, se estaba informando sobre un ataque ucranianos con drones sobre la región de Moscú que tendría como objetivo la base aérea de Chkalovsky (55.89613272823693, 38.04379409086517), a unos 30 kilómetros de la capital rusa y en la que tradicionalmente han albergado aviones destinados a cometidos especiales, desde Mando y Control a seguimiento de misiles en vuelo y muchas otras funciones.
Del lado contrario, se ha registrado en las últimas horas una potente explosión en Gorlóvka, localidad ucraniana bajo control ruso desde la cual parten la mayoría de las tropas que avanzan en dirección a Toretsk. Además, se han producido también distintos daños en la localidad fronteriza de Shebekine, en la región de Bélgorod, por la acción de los drones ucranianos. Del mismo modo, estos habrían sido empleados también contra la ciudad de Kursk. Según el Ministerio ruso de Defensa, de hecho, además de drones las AFU habrían empleado misiles Tochka-U. Todo mientras prosiguen las evacuaciones en las localidades rusas más cercanas a Ucrania no solo en esta última región, sino también en la vecina Briansk y mientras el Gobierno de Bielorrusia traslada tropas a las inmediaciones de la frontera tanto con Ucrania como con esta última óblast rusa.
Pasando a los movimientos y los combates, cabe comenzar no por Kursk, sino por Sumy, pues la agencia France Presse ha compartido con los medios a los que nutre de noticias imágenes de blindados ucranianos moviéndose cerca de la frontera de Rusia, lo que indicaría que las AFU continúan trasladando unidades a este sector, si bien por el momento parecen no haber logrado ni el grado de penetración deseado, ni tampoco que Rusia traslade tantos efectivos de otros sectores del frente como sería necesario para aliviar la presión sobre sus propias tropas en puntos como Pokrovsk o Toretsk.
Estos movimientos ucranianos, en cualquier caso, tienen su lógica. La primera fase de la operación, que estuvo dedicada a la ruptura de las líneas rusas y a avanzar lo máximo posible, creando el mayor grado de confusión (con numerosas acciones de pequeñas unidades kilómetros en el interior del territorio ruso, lo que ha llevado a muchos a sobreestimar el grado real de la penetración), ya habría culminado. A partir de ahí, la siguiente fase sería de consolidación, lo que requeriría de más medios. Por supuesto, hay otras opciones, como retirarse a las posiciones más defendibles dentro del territorio tomado a Rusia o, incluso, volver a las posiciones iniciales, aunque por el momento esta última parece descartada.
Dicho esto, por el momento las AFU han continuado logrando algunos avances, mientras las unidades rusas empeñadas en la zona tratan de contener a los ucranianos y de cerrar la brecha en sus propias defensas. Así las cosas, han cruzado el río Phel y llegado a Plekhovo y han progresado en los flancos norte y sur de Sudzha. Por otra parte, no se han vuelto a producir noticias de consideración sobre el supuesto ataque ucraniano en dirección a Belitsa, más allá de lo que podría ser un pequeño enfrentamiento en Spal’noe.
Para finalizar con este sector, una vez más, aconsejamos a los lectores que sean escépticos respecto al número de fuerzas de uno y otro lado implicadas en las operaciones, ya que podrían ser mucho menores de las que muchos creen, por diversas razones. También respecto a los avances, pues la mayoría de ellos no implican presencia permanente o control por parte de Ucrania.
Además, respecto a las intenciones ucranianas, cabe comentar que siguen sin estar claras, aunque se van configurando dos opciones básicas que no son excluyentes. La primera implicaría la intención de controlar una parte del territorio ruso, de forma como hemos dicho en alguna ocasión durante los últimos días que esto sirva de baza negociadora –algo muy dudoso por otra parte-. La segunda, que el objetivo principal sea aprovechar la existencia de varios puntos débiles en la larga frontera con Rusia para llevar a cabo operaciones que obliguen a este país a situar de forma permanente tropas en todos los puntos susceptibles de ser atacados, lo que implicaría para Moscú no tanto extraer tropas de otros puntos del frente, como trasladar unidades desde el interior de su territorio. En este caso, es posible que en las próximas semanas y meses veamos nuevas operaciones como la de Kursk en otros puntos.
Pasando al sector de Kupiansk, allí después de los últimos avances rusos los ataques por parte de su Ejército sobre las posiciones ucranianas han continuado en esta jornada, registrándose avances en torno a Novoselivske y Berestove, lo que les ha permitido alcanzar la cabecera del río Zherebets, afluente del Donets, con el que enlaza en los bosques de Serebrianka, que tantas veces han pasado por estas páginas. La referencia no es casual, pues la intención rusa en la zona es cruzar este río para llegar al Oskil tanto en la zona mencionada como al sur, desde Kreminna.
El siguiente punto de interés, pues desde hace unos días el sector de Chassiv Yar se encuentra en cierto modo en stand-by, es Torestk. Hacia esta localidad han continuado las tropas rusas con sus esfuerzos, en las últimas horas desde Druzhba, Pivnichne y Zalizne y, también, en los alrededores y centro de Niu-York, en donde la situación de las tropas ucranianas es cada vez más complicada y el Ejército ruso ha logrado en buena medida igualar el frente tanto al este, como al sur, en donde han progresado hacia Oleksandropil y Panteleimonivka.
Además de esto, también en el sector de Pokrovsk se han producido novedades, aunque mucho menores que en otras ocasiones. Así, en esta jornada en concreto, los ataques rusos han estado destinados a ensanchar el área bajo su control al norte de la vía férrea, en dirección a Hrodivka. Además, han seguido registrando ataques especialmente en dirección sur y suroeste, tanto a caballo de la vía férrea al oeste del río Vovcha, como hacia sur de Novoselivka Persha ya al este del mismo.
Por último, al oeste de la ciudad de Donetsk, en el sector de Mariínka tenemos, por una parte, nuevos ataques rusos hacia el norte de Krasnohorivka, en donde todavía resisten algunas unidades de las AFU. Por otra, ataques tanto hacia el oeste de Heorhíivka, como nuevamente contra Konstiantynivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Con la jornada dominical llega el día 900 de este conflicto, un hecho que las autoridades ucranianas no han dudado en destacar. En especial, el Ministerio de Exteriores ha subrayado que no solo son 900 días, sino más de 10 años los que Rusia lleva en guerra contra Ucrania. Sin embargo, señalan también que Ucrania sigue en pie y vencerá gracias a sus defensores, al apoyo de sus socios y a los ciudadanos normales que contribuyen a la victoria todos los días.
Por su parte, Mikhailo Podolyak, asesor de la Presidencia ucraniana, ha declarado que deben llevar todo a un final justo donde haya tribunales y casos contra las autoridades rusas, así como una situación en la que haya una restauración de las reglas globales y un resurgimiento del derecho internacional. Lo más interesante de su declaración es, no obstante, es que ha señalado que tras 900 días de guerra, “Rusia, como entidad a la que temer, ya no existe”.
No obstante, habría sido de esperar que Zelenski hiciese alguna mención a este “hito” en su discurso diario, pero no ha sido el caso. Tampoco desde Rusia han hecho mención a este asunto
En línea con lo explicado en la sección anterior, en las declaraciones de una parte y otra se acusa al contrario de haber ocasionado el incendio en la central nuclear de Zaporiyia. Así, de un lado, el gobernador designado por Rusia en la región de Zaporiyia, Ievhen Balytsky, afirmaba que el bombardeo de la ciudad de Energodar por las tropas ucranianas ocasionó el incendio. Según Rosatom, la corporación nuclear rusa, expresó en un comunicado que “este ataque puede caracterizarse como un acto de terrorismo nuclear por parte de las autoridades ucranianas”. Asimismo, Rosatom expresó que “desde hace mucho tiempo el régimen ucraniano intenta sistemáticamente llevar a cabo ataques contra la central nuclear de Zaporiyia y la ciudad de Energodar”.
De otro, el presidente Zelenski acusaba a los “ocupantes rusos de iniciar un incendio en el territorio de la central”. El mandatario ucraniano también subrayó que pese a que los niveles de radiación se encuentren dentro d ellos límites normales, mientras “los terroristas rusos mantengan el control de la planta, la situación no es ni puede ser normal”. De este modo, Zelenski ha recordado que Rusia ha utilizado desde el primer día de su ocupación para solo para chantajear a Ucrania, a toda Europa y al mundo. Por último, expresó estar esperando “la reacción del mundo” y la de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA).
La reacción de la IAEA no se hizo esperar, la cual confirmó que “no se ha informado de ningún impacto sobre la seguridad nuclear”. Fueron precisamente estos expertos los que escucharon una explosión y observaron la columna de humo e informaron a la Agencia de que se había producido un supuesto ataque con drones contra una de las torres de refrigeración. Igualmente, quienes comprobaron que no existe riesgo de niveles elevados de radiación pudiendo verificar dichos niveles de manera independiente constatando que estos no habían cambiado. A este respecto, el director general de la IAEA, Rafael Mariano Grossi, ha insistido una vez más en que “estos ataques temerarios ponen en peligro la seguridad nuclear de la central y aumentan el riesgo de un accidente nuclear”, instando así a su cese.
Desde Moscú, Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Exteriores, ha prometido que habrá represalias por los recientes ataques en Kursk. En particular, ha expresado que “los patrocinadores y autores de estos crímenes, incluidos sus supervisores en el extranjero, deberán rendir cuentas”. De este modo, subraya que “una respuesta severa de las fuerzas armadas rusas no tardará en llegar”.
Por otro lado, el gobernador interino de la región de Kursk, Alexey Smirnov, se ha reunido con el viceministro de Defensa ruso, Andrey Bulyga, para discutir sobre “la situación en las zonas fronterizas y de las medidas que se están tomando para contrarrestar los intentos de Ucrania de ganar terreno en la región de Kursk”. En este sentido, tras la reunión, Smirnov expresaba que “la situación sigue siendo difícil, pero al mismo tiempo que el Ministerio de Defensa ruso y todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley están adoptando una amplia de medidas para estabilizar la situación en la región”.
Mientras tanto en la provincia de Kursk, las autoridades locales afirman que más de 76.000 personas han sido reubicadas temporalmente en lugares seguros.
Pasando a otras cuestiones, la fundación Come Back Alive ha entregado 10 puestos móviles de mando y control a la Fuerza Aérea ucraniana por un importe aproximado de 1.929.000 euros con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de sus capacidades de defensa. Según la Fundación, “los camiones especialmente equipados se utilizarán para organizar la comunicación entre las unidades de defensa aérea que cubren Nicolaiev, Jersón, Odesa y parcialmente las regiones de Dnipro, Kirovogrado y Zaporiyia.
En cuanto a la ayuda, pero en este caso, a la financiera, el ministro de Finanzas ucraniano, Serhiy Marchenko, ha comentado en una entrevista para el Financial Times que los retrasos en la ayuda militar estadounidense este año han contribuido al creciente déficit presupuestario del país este año. De este modo, aclaró que como la ayuda militar occidental se retrasó, ello obligó a Ucrania a gastar más dinero a principios de 2024 para adquirir municiones y otras armas necesarias, de modo. No obstante, Marchenko también ha sido crudo al afirmar que Ucrania “no tendrá dinero para cubrir los salario de sus tropas”. Cabe recordar que en estos momento el déficit está estimado en 43.500 millones de dólares o, lo que es lo mismo, en poco menos de una cuarta parte del PIB ucraniano. Por tanto, ante esta situación, el ministro ucraniano ha expresado que es necesario que Estados Unidos y otros países comprometan más ayuda y aceleren el progreso del préstamo de 50.000 millones de dólares prometido por el G7. Desde Ucrania, este préstamo se considera actualmente como “una solución mágica” que permitiría al país comprar suministros militares y evitar que caiga en una situación financiera que alarme a sus acreedores como, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional.
Cambiando de tercio y para concluir, durante la jornada finalizaron los Juegos Olímpicos en París y las autoridades ucranianas no han dudado en destacar los logros de sus atletas. En particular, el Ministerio de Juventud y Deportes señalaba que Ucrania ha finalizado en el puesto 22º en el medallero olímpico, habiendo conseguido un total de 12 medallas (3 oros, 5 platas y 3 bronces).
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