Jornada intensa, tanto en términos puramente militares, como a nivel internacional. En el frente, la ofensiva ucraniana en Kursk continúa su curso, lo que en absoluto implica que deje de lucharse en otros sectores como el de Pokrovsk o el de Toretsk. Desde Rusia, mientras tanto, han anunciado el inicio de una «operación antiterrorista» en las regiones de Kursk, Briansk y Bélgorod para hacer frente a las acciones ucranianas mientras intentan convencer al mundo de que lo hecho por las AFU constituye un acto de «terrorismo». Más allá de esto, un ataque ruso contra Kostiantynivka ha dejado al menos diez muertos y varias decenas de heridos, los Estados Unidos y Lituania han anunciado nuevos paquetes de ayuda militar a Ucrania y desde el Organismo Internacional de la Energía Atómica han pedido «moderación» en relación con la situación de la central nuclear de Kursk.
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(Nota de la redacción: Durante los próximos 15 días, si bien los informes seguirán publicándose con normalidad, es muy posible que debido a la diferencia horaria vean la luz a horas poco comunes)
En el informe de ayer hablábamos sobre el éxito de la OPSEC ucraniana, que ha permitido en última instancia lanzar su operación en la región rusa de Kursk sin levantar sospechas. También el buen uso hecho de las posibilidades que ofrece la guerra electrónica y las formas novedosas en las que estarían siendo empleados los drones para devolver el movimiento al campo de batalla, aprovechando que se había logrado la sorpresa y que la zona elegida para la ofensiva carecía de unas defensas adecuadas.
En el primer caso, el de la OPSEC, lo que más llama la atención pasadas las horas es la diferencia de comportamiento entre los miembros de las AFU y el bando ruso. Los primeros solo hacen llegar a las redes mensajes muy concretos, destinados más a romper la moral rusa y levantar la propia, incluso buscando extender la sensación de pánico entre sus enemigos. Los segundos están violando sistemáticamente todos los principios más básicos de la seguridad de las operaciones al publicar vídeos perfectamente geolocalizables que permiten conocer a los ucranianos el momento y las rutas de llegada de los refuerzos.
Resulta curioso, toda vez que hace unos días podíamos ver a soldados rusos orgullosos clavando sus móviles literalmente en paredes de madera dentro de sus trincheras para demostrar que sabían cómo debe actuarse en relación con las redes sociales en una guerra; y más curioso resulta que, después de las experiencias acumuladas a lo largo de este conflicto, periodistas en directo publiciten la llegada de los refuerzos, permitiendo la interdicción ucraniana, que se está demostrando muy efectiva, actuando a decenas de kilómetros tras la frontera rusa gracias a sistemas como los HIMARS y a la disponibilidad de cohetes dotados de submuniciones.
En cualquier caso, no todo es demérito ruso, ni mucho menos. Por el contrario, hay sospechas de que los ucranianos habrían logrado aprovechar para beneficio propio las imágenes de las cámaras tomadas por los sistemas CCTV situados en las principales arterias de comunicaciones rusas en la zona. Además, es evidente que han empleado con profusión los drones de reconocimiento (y para hit & run) y que Rusia carece de medios antiaéreos en esta región como para hacerles frente con garantías.
En relación con la guerra electrónica, son cada vez más las pruebas de que Ucrania ha logrado saturar el espectro, inutilizando un buen número de sistemas rusos, desde la posibilidad de emplear drones en defensiva, a radares y, por supuesto, todo lo relacionado con las comunicaciones. Todo hasta el punto de que los blogueros rusos hablan de una «ofensiva de guerra electrónica» que permite a las columnas ucranianas avanzar bajo una fuerte cobertura electromagnética al tiempo que dejan «una o dos frecuencias» libres de interferencias para permitir así volar a sus propios drones.
Otro aspecto interesante de la operación ucraniana en marcha, o al menos relacionado con ella, es la forma en que han conseguido golpear en los últimos días primero la base aérea de Morozovsk y, más recientemente, la de Lipetsk, esta sí más importante por su posición geográfica en relación con la región de Kursk (52.64724596017537, 39.446719750461625). A colación, aunque todavía hay dudas sobre los daños causados a los sistemas antiaéreos que podían estar presentes, ya han trascendido las primeras imágenes de los efectos del ataque ucraniano.
En concreto, se aprecia que el depósito de municiones situado al norte de la instalación, ha sido completamente borrado del mapa, quedando destruidos todos los polvorines que albergaba (52.66018794617757, 39.44968186197103). Lo ucranianos, por su parte, hablaban de varias aeronaves dañadas, incluyendo Su-34. Su-35 y MiG-31, así como de centenares de bombas aéreas destruidas. Por el momento, no hay evidencias de que aviones de combate o bombarderos tácticos hayan sido alcanzados, en cualquier caso.
De lo que sí hay evidencias es de que los ucranianos se estarían haciendo fuertes en algunas de las zonas tomadas a Rusia en los últimos tres días, lo que refuerza la idea de que la razón de ser de esta ofensiva pasa (haciendo buenas en un curioso giro del destino las palabras de Prigozhin un año atrás, quien predecía pérdidas territoriales para la Federación Rusa) por tomar territorio que utilizar como baza en una hipotética negociación futura. Para ello, lo más posible es que se fortifiquen líneas como la que ofrece los ríos Psei y Reka.
Siguiendo con la actualidad de la guerra, pasamos a enumerar los principales ataques lanzados por rusos y ucranianos en las últimas horas, utilizando para ello misiles y drones. En el primer caso, desde Rusia han atacado la localidad de Kostiantynivka, alcanzando un centro comercial, lo que ha dejado un saldo de al menos una decena de muertos y varias decenas de heridos, a los que se suman otros dos heridos por otro ataque contra esta misma población. Además, ha sido muy castigada la región de Járkov, en donde se han registrado múltiples ataques rusos en las últimas horas. Desde el Ministerio de Defensa de Ucrania, por su parte, han hablado de veintisiete drones Shahed-131/136 (Geran-1/2) derribados en las últimas horas.
Del lado contrario, los ataques que se están dando al albur de la ofensiva en Kursk –el Ministerio de Defensa ruso asegura haber derribado treinta y dos drones tanto en esta región como en la vecina Yaroslavl-, han provocado un gran apagón en esta óblast, que se ha extendido a varias localidades, tras arder una subestación eléctrica. La administración regional, además, sigue anunciando la evacuación de distintos distritos, mientras la aviación rusa intenta frenar a las tropas ucranianas entre otros, mediante el lanzamiento de bombas planeadoras en su propio territorio. Además, ROSATOM ha anunciado la reducción temporal del personal que trabajaba en unas obras que se estaban llevando a cabo en la central nuclear de Kursk, dada la inseguridad que se vive en estos momentos.
Dicho esto, y antes de pasar a los combates y los movimientos, cabe señalar que fuentes de inteligencia europeas han insistido en que decenas de militares rusos se han trasladado a Irán para ser entrenados en el uso de los misiles balísticos de corto alcance Fath-360, de los que se espera que puedan ser entregados a Rusia varios cientos de unidades de forma inminente para su empleo contra objetivos en Ucrania (sobre los misiles iraníes, este enlace).
En cuanto a los combates y los movimientos, comenzando como es lógico por el sector de Kursk, tenemos que las noticias han sido escasas. Es decir, que si bien hay mucha información relativa a ataques y posibles rutas de avance, verificar cuál es el alcance de la presencia ucraniana en esta región rusa es mucho más complicado, si bien se sabe que han consolidado su control sobre algunas partes de Sudzha y sus alrededores, mientras las fuerzas rusas trataban de lanzar contraataques desde distintos puntos al noroeste y norte, buscando contener los avances de las AFU. Lo mismo ocurre con el traslado de unidades ucranianas a la zona de los combates, sobre lo que solo hay algunos indicios a través de lo que se comparte en diversos canales de Telegram. Un tema sobre el que, a riesgo de resultar aburridos, preferimos mantenernos prudentes pues como hemos explicado en varias ocasiones, que se detecten elementos de dos, diez o cincuenta brigadas ucranianas no implica en absoluto que las unidades al completo estén presentes, ni mucho menos. En cualquier caso, y explicado todo lo anterior, no hay indicios de que Ucrania haya multiplicado en las últimas horas la superficie bajo su control en Kursk, sino que la situación después del desconcierto inicial se estaría estabilizando, siendo los progresos mucho más lentos. Rusia, mientras tanto, como refuerza la decisión de crear una «operación antiterrorista» para las regiones de Bryansk, Bélgorod y Kursk, ha optado por confiar en las unidades presentes en las regiones vecinas (compuestas por reclutas) y en fuerzas como Akhmat o Wagner tal y como explicamos, para contener a los ucranianos, intentando así no retirar tropas de otros sectores.
Pasando al sector de Járkov, también allí se sigue combatiendo, si bien no hay movimientos, lo mismo que tampoco hay novedades de consideración procedentes del sector de Siversk, si bien posiblemente se siga luchando en puntos como Pereizne, en donde las tropas rusas intentaron penetrar veinticuatro horas atrás.
Distinta es la situación en dirección a Toreskt, en donde se han seguido registrando intentos de avance rusos y contraataques ucranianos en esta última jornada. Lo más relevante en este caso sería que las tropas rusas han conseguido ensanchar el saliente que habían creado en dirección a Niu-York, expandiéndolo al oeste de Yurivka, en dirección hacia Panteleimonivka.
El otro punto caliente del frente, esto es, el sector de Pokrovsk, ha permanecido activo en los últimos días, a pesar de que la atención se haya centrado en Kursk. De hecho, el Ejército ruso no solo ha tomado una buena parte de Zhelanne, sino que ha continuado avanzando a caballo de la vía férrea en dirección sudoeste. Además, al mismo tiempo ha seguido intentando ensanchar el área bajo su control al norte de la vía del ferrocarril, avanzando hacia Lysychne y en dirección a Hrodivka. A colación, hay que tener en cuenta que hasta el momento y desde que lograron tomar Avdíivka (mañana publicaremos un artículo sobre dicha batalla), las tropas rusas han ido saltando de pequeña villa en pequeña villa, tomando poblaciones con unas decenas o en el mejor de los casos unos cientos de habitantes. Sin embargo, según se vayan acercando a Pokrovsk, el tamaño de las localidades irá creciendo paulatinamente, lo que supondrá una dificultad añadida de cara al avance, pero también para los ucranianos, sin pierden el control de estas poblaciones, un golpe notablemente más duro.
Por último, en este caso en el extremo más occidental de Jersón, en la península de Kinburn, se ha podido ver una bandera ucraniana colocada sobre un hito tras una incursión de las AFU en la zona.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Del lado internacional, continúan las declaraciones desde Moscú y otros países en torno a la incursión ucraniana en Kursk, mientras que desde Kiev se sigue guardando silencio.
Comenzando por Rusia, el jefe del Consejo Presidencial para el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos (CDH) de Rusia, Valeri Fadeev, ha afirmado estar redactando un llamamiento a “los organismos internacionales pertinentes, incluidos los de derechos humanos” en el que exige que se reconozca el “carácter terrorista” de las acciones de Kiev en Kursk.
El Comité Nacional Antiterrorista por su parte ha informado que el Kremlin está tomando “medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y frenar la amenaza de actos terroristas que podrían llevar a cabo” las fuerzas ucranianas. Precisamente, la lucha contra el terrorismo ha sido el tema de la reunión del presidente Putin con los miembros del Consejo de Seguridad Nacional, si bien por el momento no han trascendido más detalles de la misma.
Desde Alemania, su Ministerio de Exteriores ha expresado en un comunicado al medio Politico que “Ucrania tiene derecho a la legítima defensa, consagrado en el derecho internacional” y que ello “no se limita a su propio territorio”. No obstante, y por el momento, el canciller Olaf Scholz no se ha pronunciado al respecto, algo aplicable al resto de países de la UE. Asimismo, esto también aplica a las Instituciones europeas, pues sobre este asunto sigue manteniéndose el silencio, aunque sí han condenado los últimos ataques de Rusia en un centro comercial en Kostyantynivka en la región de Donestk. Además de condenar este ataque, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aprovechaba la ocasión para reiterar que “Ucrania necesita ahora más ayuda militar para proteger sus ciudades, civiles e infraestructuras”.
A colación de las infraestructuras, Rafael Mariano Grossi, director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) ha pedido tanto a Kiev como Moscú que “ejerzan la máxima moderación a fin de evitar un accidente nuclear con e potencial de tener graves consecuencias radiológicas” debido a la actividad militar en torno a la central nuclear de Kursk. Grossi, quien afirma estar en contacto con las autoridades competentes de ambos países, ha recordado los siete pilares para garantizar la seguridad nuclear durante y conflicto armado, así como los cinco principios que se fijaron para el caso de la central nuclear de Zaporiyia. De este modo, estos principios también aplicarían a este caso.
Desde Washington ha llegado el anuncio de un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por importe de 125 millones de dólares mediante el uso de la Autoridad de Retiro Presidencial. Es decir, que el material comprometido se extraerá de las existencias del Departamento de Defensa estadounidense y no de pedidos a la industria. En esta ocasión, el paquete de ayuda incluye:
En total, desde que comenzó la invasión, Estados Unidos ha comprometido aproximadamente 55.600 millones de dólares en asistencia de seguridad para Ucrania.
Por supuesto, una vez más, la ayuda estadounidense ha sido agradecida por el presidente Zelenski subrayando que “es fundamental que Estados Unidos siga adoptando medidas firmes y desmotando liderazgo en la protección de la libertad de Ucrania y la estabilidad europea”.
Sin embargo, no ha sido la única ayuda anunciada. Así, desde Lituania enviarán más equipos a Ucrania durante el mes de agosto como parte de su contribución a la “Coalición de Capacidades de Defensa Área” liderada por Alemania, Estados Unidos y Francia. En particular, el paquete estará compuesto por: 14 vehículos blindados M113, sistemas de defensa aérea de corto alcance con munición, sistemas antidrón, sistemas de guerra electrónica, vehículos todoterreno con repuestos, remolques, rifles, municiones y granadas de humo. Hasta la fecha, Lituania ha proporcionado ayuda a Kiev por importe de más de 641 millones de euros.
Del lado de Moscú, desde Reuters informan acerca de inminente entrega de misiles balísticos Fath-360 por parte de Irán a Rusia. Por el momento, y según la información que han recopilado, se entregarán unos “cientos”, pero sin precisarse un número concreto, y que serán empleados en Ucrania.
Continuando con Rusia, pero pasando a otra cuestión, Roskomnadzor, agente regulador de las comunicaciones en el país, ha anunciado que la aplicación de mensajería Signal ha sido bloqueada debido a “violaciones de la ley rusa”. Más concretamente, acusó a Signal de ser utilizada con “fines terroristas y extremistas”. Asimismo, estaría iniciando los preparativos para bloquear WhatsApp el próximo otoño.
Por último, y cambiando de tercio, Reino Unido ha impuesto sanciones adicionales a Bielorrusia coincidiendo con el aniversario de las elecciones de 2020 que fueron condenadas por la comunidad internacional. En particular, las sanciones están dirigidas contra cuatro individuos – comandantes de varias colonias penitenciarias – y tres entidades, dos de ellas exportadoras de máquinas-herramienta.
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