En las últimas horas, mientras continúa hablándose sobre el reciente intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos, desde Ucrania han lanzado varios ataques exitosos contra el interior del territorio ruso, alcanzando la base aérea de Morozovsk y una serie de depósitos de petróleo, en este caso en Kamensky. Rusia, por su parte, ha hecho lo propio atacando Odesa, en un día en el que el Banco de Ucrania ha hablado sobre la posibilidad de que los ataques rusos continúen contribuyendo a acelerar la pérdida de población de Ucrania por la vía de la emigración. Todo en una jornada en la que se ha confirmado el impago ucraniano de parte de sus obligaciones con sus acreedores, lo que ha motivado una rebaja de su calificación y en la que se ha hablado del temor en Finlandia a que Rusia pueda envenenar sus aguas.
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En las últimas horas, las Fuerzas Armadas ucranianas han seguido castigando tanto la economía como la logística rusa, lanzando ataques con drones sobre la base aérea de Morozovsk (48.316898184899124, 41.7858090476434), que como consecuencia ha sufrido un incendio que ha podido ser visto desde varios kilómetros de distancia. Así, a falta de una evaluación de daños, que no tardará en llegar como ocurriese con un ataque anterior, fechado el pasado 22 de julio, por el momento lo que tenemos son los indicios, captados por la herramienta FIRMS de la NASA, de que se podría tratar del mayor ataque sufrido hasta la fecha por esta instalación. Por de pronto, pasadas varias horas desde el ataque las instalaciones seguían en llamas.
Sin embargo, no ha sido como decíamos el único ataque llevado a cabo por las AFU. Por el contrario, una subestación eléctrica ha sido atacada en la región de Krasnodar, concretamente en el distrito de Tijoresk, también empleando para ello drones de largo alcance y bajo coste. Además de esto, durante la pasada jornada se han publicado reportes que hacen pensar que una batería S-400 Triumph rusa situada cerca de Sebastopol ha sido también atacada, si bien no han trascendido datos de los posibles daños, aunque sí hay indicios a través de FIRMS de que lo atacado es uno de los puntos de despliegue habituales de estos sistemas (44.492665354570605, 33.55219813118588) . Lo que sí se ha visto es que, en esta ocasión, las defensas rusas habrían logrado abatir durante el vuelo un misil balístico ATACMS, cuyos restos han caído sobre zona urbana.
Por último, en el raión de Kamensky, situado en la región de Rostov (48.45827062778829, 40.329371109185319), tenemos que han sido atacados una serie de depósitos de combustible, siendo alcanzado al menos dos de ellos, a tenor de los vídeos que han trascendido; posiblemente más, pues dependiendo de la perspectiva la evaluación cambia. De hecho, los datos recogidos nuevamente por la herramienta FIRMS obligan a pensar que los daños pueden haber sido mayores o que, al menos, se ha producido de inicio más de un incendio.
Por supuesto, desde Rusia no han reconocido ninguno de estos ataques, sino que se han limitado a hablar de los supuestos derribos de «un caza MiG-29 y un avión de ataque Su-25 de la Fuerza Aérea de Ucrania, un misil guiado de largo alcance «Neptune», siete misiles tácticos ATACMS fabricados en los EE. UU. cuatro bombas guiadas Hammer fabricadas en Francia, dos misiles guiados antiaéreos de un sistema de defensa aérea Patriot de fabricación estadounidense, 47 misiles HIMARS de fabricación estadounidense y 375 vehículos aéreos no tripulados».
Como vemos, desde Ucrania se han incrementado en las últimas horas los ataques a larga distancia contra objetivos tanto en Crimea como en el interior del territorio ruso. Ataques que tendrían distintas funciones. Así, tal y como explica Mick Ryan: «La capacidad de ataque [a larga distancia] de Ucrania tiene cuatro misiones principales: la primera es apoyar las actividades operativas y tácticas; la segunda es obligar a Rusia a tomar decisiones difíciles sobre la asignación de recursos militares escasos; la tercera es participar en una guerra económica degradando la capacidad energética e industrial rusa. Por último, los ataques estratégicos ucranianos tienen una misión política: mantienen la presión política sobre Putin y demuestran que las narrativas rusas sobre una victoria inevitable son falsas».
Del lado contrario, Rusia ha recurrido a los misiles balísticos para atacar una vez más la localidad portuaria de Odesa, en donde se habrían registrado hasta tres explosiones, sin que esté claro si todas ellas han sido impactos o parte se deberían a la acción de los sistemas antiaéreos. Ahora bien, nuevamente la herramienta FIRMS de la NASA arroja valiosos datos sobre la localización del posible ataque, toda vez que muestra incendios (recordemos que su precisión no es milimétrica) en las inmediaciones de los depósitos de petróleo ucranianos situados cerca de la zona portuaria.
En cualquier caso, desde Ucrania su Ministerio de Defensa ha anunciado el supuesto derribo, durante la pasada noche, de hasta 24 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) de los 29 que habría empleado Rusia. Además, ha reconocido que dos misiles antiaéreos S-300 en función de ataque a tierra habrían traspasado las defensas, así como dos misiles antirradar Kh-31P.
El temor en Ucrania, en cualquier caso, pasa por los efectos que los ataques estratégicos llevados a cabo por Rusia están teniendo y puedan tener en el futuro no tanto sobre sus Fuerzas Armadas, como sobre su economía y población. En este sentido, es significativo un estudio del Banco de Ucrania en el que se hacen unas previsiones ciertamente sombrías. De hecho, se dice que hasta 400.000 personas podrían abandonar el país este año y 300.000 durante el próximo. Una suposición que «se ve agravada (…) debido a la importante destrucción del sistema energético ucraniano, que va acompañada de cortes de energía prolongados y aumenta los riesgos para la temporada de frío».
Es decir, que el objetivo de los ataques rusos (pues sin duda en Moscú están al tanto de estas previsiones) no solo pasa por imponer costes a la población ucraniana, minar su economía, trasladar costes a los aliados del país que deben sufragar antiaéreos y reparaciones en la red eléctrica o restar apoyos al Gobierno de Zelenski, sino que probablemente se busque también deliberadamente que los problemas de escasez de mano de obra aumenten, en lo que es un problema mayor para Ucrania.
Dicho todo lo anterior, y antes de pasar a las novedades sobre el terreno, conviene hacer un par de precisiones respecto a herramientas como FIRMS. En primer lugar, hay que decir que, para quien no lo sepa, nosotros enlazamos el punto del impacto, pero el usuario siempre puede comprobar los datos de la fecha en que se produjo el incendio a través del calendario de dicha aplicación. En segundo lugar, y muy importante, que todo lo que detecta como incendios ni tiene por qué ser producto de un ataque, ni por fuerza un verdadero incendio.
De hecho, a poco que uno emplee esta herramienta, verá que especialmente con temperaturas altas, su sensibilidad le hace detectar como si estuviesen en llamas un enorme número de instalaciones fabriles, especialmente cuando estas implican altos hornos, refino de petróleo y actividades que supongan el uso del calor. Por eso, cuando enlazamos algo, primero lo cotejamos con otras fuentes y documentos, como fotografías o vídeos que desde el terreno confirmen que se ha producido algún tipo de ataque sea con drones, misiles, un sabotaje o cualquier otra cosa.
Pasando, ahora sí, a las novedades sobre el terreno, seguimos viendo cómo Rusia se mantiene al ataque, no solo buscando ganar todo el terreno posible en el este del país, especialmente alrededor de la ciudad de Donetsk, sino también la forma de evitar que Ucrania pueda acumular fuerzas de cara a próximas ofensivas, obligando a las AFU a destinar nuevas unidades a la defensaa.
Así las cosas, comenzando como siempre por el sector más septentrional, el de Járkov, si bien los combates prosiguen, no se han registrado novedades de consideración en las últimas horas, por lo que pasamos directamente al sector de Chassiv Yar. Allí, se han producido enfrentamientos en las últimas horas, que han culminado con la toma por parte de las tropas rusas de al menos algunos de los ramales de uno de los bastiones ucranianos al norte de Klischiívka, situado en la cota 215 (48.5384794108465, 37.9511237858907). Además, en dirección a la propia Chassiv Yar han seguido produciéndose intentos rusos de forzar el cruce del canal de agua dulce, por el momento repelidos por los ucranianos.
Al noroeste de Gorlóvka, en dirección a Toretsk, se han seguido dando avances rusos en Zalizne, de tal forma que las tropas de este país habrían logrado cruzar la avenida Lenin, llegando a las primeras edificaciones de los alrededores de Toretsk, situadas a noreste del Terrikon (escombrera). Además, siguiendo la línea marcada por esta avenida, han avanzado también en dirección suroeste. Todo mientras las tropas ucranianas volvían a lanzar un contraataque en Niu-York, al sur.
En el sector de Pokrovsk, a poniente de Avdíivka, la situación apenas ha cambiado desde ayer, aunque sí se ha hablado de avances rusos hacia Serhíivka, así como hacia Ivanivka y Hrodivka, más al norte.
Al sur, por último, entre Maríinka y Vuhledar, han continuado sucediéndose los ataques rusos. En la jornada anterior, aunque no puede constatarse que se hayan hecho fuertes en la zona, tropas rusas llegaron a la carretera que une esta última localidad con Konstyantinivka; una ruta que hace semanas que controlan por el fuego.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el apartado internacional continúa la polémica respecto al intercambio de prisioneros entre Rusia y los Estados Unidos, al que fuentes nacionales e internacionales han dedicado numerosos artículos en las últimas horas, a propósito no solo de quién ha salido beneficiado, sino también de la tipología de los prisioneros que uno y otro ha recibido. Además, por cierto, han sido noticia las declaraciones de los opositores Vladimir Kara-Mourza, Ilia Iachine y Andreï Pivovarov, quienes han narrado su experiencia en las cárceles rusas y han prometido ante las cámaras regresar a este país.
Al respecto, ha sido clave el papel de Turquía, país que ha actuado como mediador, aunque no ha sido el único tema que ha situado a dicho Estado en el punto de mira en esta jornada. Así, por una parte, el ministro de defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha llegado hasta Estambul y se ha reunido con el Ministro de Defensa turco, Yaşar Güler, aprovechando que debía estar presente durante la botadura de la corbeta «Hetman Ivan Mazepa», acompañado de la primera dama ucraniana, Olena Zelenska.
En otro orden de cosas, y pasando a Zelenski, este se ha reunido con el Ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, para hablar sobre las oportunidades que, en el ámbito diplomático, se le presentan a Ucrania, si bien no ha dado detalles sobre cuáles son, a su juicio, dichas oportunidades.
Además de con Kuleba, se ha reunido también con el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Syrskyi, quien le ha informado sobre la situación en el frente y con quien ha tratado diversos temas, incluyendo el equipamiento de la tropa. A propósito, Zelenski se ha mostrado bastante opaco, si bien ha dicho que «Estamos preparando soluciones nuevas y absolutamente modernas para nuestros soldados, que sin duda eliminarán mucha burocracia y papeleo innecesarios de las unidades. Pronto estas soluciones se presentarán a nuestra sociedad. Parecen realmente innovadoras».
De lo que no ha hablado es de la rebaja en la calificación que S&P ha hecho de la deuda ucraniana, tras incumplir su calendario de pagos a pesar de haber anunciado recientemente que había llegado a un acuerdo para reestructurar parte de su deuda (en concreto, unos 18.300 millones de euros) en poder de acreedores privados.
Putin, por su parte, ha mantenido una nueva reunión con los miembros del Consejo de Seguridad del país, como es habitual en formato telemático. Como es habitual en estos casos, apenas ha trascendido nada más que alguna generalidad sobre el contenido de la reunión, si bien es más que previsible que, además de todo lo relacionado con Ucrania e incluso con el reciente intercambio de prisioneros, hayan hablado sobre la posible respuesta de Irán al ataque que costó la vida hace dos días al líder de Hamás, Ismail Haniyeh.
Cambiando totalmente de tercio, desde Finlandia se ha hablado sobre la posibilidad de que Rusia esté detrás de diversas incursiones que han afectado a varias plantas de tratamiento de aguas, lo que ha provocado una notable alarma en el país nórdico. Dicho lo cual, por el momento no hay detenidos, ni tampoco hay indicios de que hayan intentado alterar la calidad del agua o sabotear de alguna otra forma las instalaciones.
Por otra parte, más allá de los intercambios de prisioneros, también se realizan de vez en cuando intercambios de cadáveres, en lo que es uno de los aspectos más desconocidos de esta guerra, pero también de mayor importancia para las familias de quienes han perdido la vida en el frente. De esta forma, el Centro de Coordinación para el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra, órgano del ejecutivo ucraniano, ha anunciado hace unas horas la repatriación a Ucrania de “250 defensores caídos” . Según la nota oficial: “Se logró devolver los cuerpos de los defensores caídos en combate en los sectores de Lugansk, Bakhmut, Marïnka, Avdiivka, Kherson y Zaporizhia a su región de origen, así como de Mariupol, Horlivka y ubicados en las morgues del territorio. del Estado agresor [Rusia]». A lo que añadieron que, una vez identificados los cadáveres, los restos serán entregados a sus familiares para un “entierro digno”.
Por último, en lo relativo a las donaciones, nos encontramos con que el centro de crisis y apoyo del Ministerio francés de Asuntos Exteriores ha donado veintiocho generadores a una escuela de Chernihiv, según ha anunciado Gaël Veyssière, embajador de Francia en Ucrania. Esta entrega se une a otra anunciada la pasada semana por parte de la delegación de la Unión Europea en Ucrania y que contará de sesenta y ocho grandes generadores con los que dar apoyo a las infraestructuras críticas del país en guerra.
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