Se ha confirmado, finalmente, lo que muchos esperaban desde hace semanas: Biden ha renunciado a ser candidato a la Casa Blanca, cediendo así a las numerosas voces que pedían que se echase a un lado en favor de un candidato en mejores condiciones y con más posibilidades de batir a Trump. En el frente, sin embargo, la guerra sigue su curso independiente a este tipo de noticias, con una Rusia que ha ganado 40 kilómetros cuadrados de terreno y varias localidades en las últimas jornadas y una Ucrania que ha alcanzado, sólo durante las últimas horas, una refinería en Tuapse y una nueva base aérea, en este caso en Morozosvk.
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Con un escueto comunicado, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, renunciaba a la carrera presidencial hace unas horas, cediendo a una presión que se había tornado insoportable y que, en todos los sentidos, era lógica. A partir de aquí, es inútil especular, pues todavía no se conoce cuál será el demócrata que ocupe el lugar de Biden y se enfrente a un Trump que ahora mismo parece imbatible, lo que sitúa al Partido Demócrata en modo «control de daños». En cualquier caso, hasta cierto punto el debate es accesorio, pues el que venga -en el caso hipotético de que se imponga en las elecciones del 5 de noviembre- difícilmente cambiará en demasía la política que, en relación con la guerra de Ucrania, ha seguido la Administración Biden.
Un Biden al que hay que reconocer que, como decía en otro comunicado tras conocer la decisión su secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, «renovó, profundizó y amplió la incomparable red global de alianzas y asociaciones que hace que Estados Unidos sea más seguro; unió al mundo para defender a Ucrania después de la indefendible invasión total del Kremlin en 2022; posicionó a Estados Unidos para tener éxito en nuestra competencia estratégica con la República Popular China; fortaleció dramáticamente la postura estadounidense en el Indo-Pacífico; reforzó, unió y expandió la OTAN […]» y que «ha demostrado su profundo y personal compromiso con el Departamento de Defensa y el ejército estadounidense. Bajo su liderazgo, la más reciente Ley de Autorización de Defensa Nacional respalda una financiación histórica de 841 mil millones de dólares para el Departamento de Defensa y ayuda a garantizar que el ejército estadounidense siga siendo la fuerza de combate más poderosa del planeta».
Todo ello, aplicado a Ucrania, ha implicado que durante estos casi dos años y medios, desde los Estados Unidos han apoyado firmemente a Kiev, pero siempre sin perder de vista cuáles eran los límites a la intervención y ayuda estadounidense, gestionando con detalle -para desesperación de la propia Ucrania- cualquier posible escalada, mientras Washington se beneficiaba del desgaste de Rusia (gracias a una guerra que Estados Unidos no inició) a través de un aliado que ha jugado las veces de agente por delegación (proxy). Una aproximación realista y moderada que muchos podrían catalogar de cínica, pero que, dado que hablamos de estados -y, por lo tanto, de intereses-, es la que cabía esperar.
Dicho esto, seguimos pensando que la aproximación de la Administración Trump, si este llega a imponerse como parece en las próximas elecciones, no será demasiado diferente. Más allá de la retórica, que incluso está moderando, el principal cambio pasará quizá por fijar una serie de fechas claras a Zelenski para que las Fuerzas Armadas ucranianas puedan demostrar (sobre el terreno) que son capaces de poner a su país en una posición negociadora más fuerte. Trump, generalmente más impaciente y más dado a la acción y a escenificación, querrá un papel más protagonístico y anotarse «el tanto» de la paz y hacerlo, además, a corto plazo para cerrar el «frente europeo», concentrando esfuerzos en Indo-Pacífico.
Sin embargo, son diferencias más en detalle que de base (no para quienes están en el frente, obviamente, ni para las aspiraciones ucranianas), pues una administración demócrata tendría que pasar por hitos similares, aunque quizá en fechas diferentes. Queremos decir con esto que las grandes líneas de acción estadounidenses, que han tenido una clara continuidad desde que Obama anunciara el «Pivot to Asia» hasta hoy, permanecen invariables y determinan la aproximación a escenarios como el ucraniano, haciendo difícil que se produzcan grandes sorpresas sea cual sea el candidato que llegue a la Casa Blanca.
Dicho esto, sobre el terreno nos encontramos en las últimas horas con nuevos ataques rusos con drones y misiles sobre Ucrania, de ahí que el Ministerio de Defensa del país, si bien no ha publicado un recuento oficial como otros días, haya publicado varias alertas aéreas. En cualquier caso, se han vuelto a registrar explosiones en localidades como Járkov, entre otras. Además, se ha producido un hecho curioso durante la última jornada, y es que según algunas fuentes hasta 270 canales de Telegram ucranianos o proucranianos habrían sido pirateados, comenzando a mostrar mensajes en los que se llamaba a la rendición del país, todos ellos publicados por el mismo chatbot.
Pasando a Rusia, durante esta última jornada se ha podido ver humo sobre la refinería de Tuapse (en la costa rusa del Mar Negro) una vez más, lo que apunta a la acción de los drones ucranianos nuevamente (que, de hecho, posteriormente se ha confirmado). Además, siguiendo a la acción de hace unas horas contra la base aérea de MIllerovo, Ucrania habría lanzado en esta jornada uno sobre la de Morozovsk, tras el cual se ha podido ver también una densa columna de humo ascendiendo sobre este aeródromo, mientras los canales de Telegram rusos apuntaban a un ataque ucraniano. Desde su Ministerio de Defensa, hablaban mientras tanto del derribo de «un helicóptero Mi-8 de la Fuerza Aérea de Ucrania, dos bombas guiadas Hammer fabricadas en Francia, dos sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS fabricados en Estados Unidos y 40 vehículos aéreos no tripulados».
Dicho esto, la situación sobre el terreno sigue evolucionando a mal para Ucrania. En el informe de ayer explicamos que hay razones para creer que este país está controlando la forma en la que cede terreno y desgasta a Rusia, mientras se prepara para lanzar una ofensiva, de ahí que no entren en juego algunas unidades -o lo hagan solo parcialmente- y, también, que no sea vea ni rastro de mucho del material enviado, entre otros, por los Estados Unidos. Sin embargo, tampoco puede obviarse que los avances rusos se han acumulado en las últimas semanas, especialmente desde que los ucranianos aceptaran el envite de Járkov, que supuso trasladar al norte hasta ocho brigadas, como ya se dijo días atrás. En este sentido, salvo que logren llevar al frente oriental más «mano de obra», las posibilidades rusas de tomar objetivos importantes como Konstyantynivka, aunque sea a un altísimo coste, seguirán aumentando (ver tuit bajo estas líneas).
En cuanto a los combates y los movimientos de esta última jornada, la situación en el norte del frente sigue caracterizándose por el estancamiento, con combates diarios en localidades como Vovchansk, pero con escasos cambios en las últimas semanas a pesar de los ataques y contraataques de unos y otros.
Sin noticias de calado procedentes de la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, del sector de Siversk o del de Bakhmut, lo más relevante de las últimas horas ha vuelto a ocurrir en el sector de Avdiívka. Allí tenemos que las tropas rusas presionan sobre Vovche y, en general, sobre buena parte de las posiciones ucranianas al este de las masas de agua y riachuelos de la región. Lo más relevante, en cualquier caso, es que como dicen algunas fuentes, el Ejército ruso parece haber ganado el «momentum» en la zona más septentrional de este sector, esto es, en los alrededores de Ocheretyne, en donde se han hecho con nuevas posiciones defensivas ucranianas entre Prohres y Lozuvatske. Más allá de esto, el ejército ruso ha atacado recientemente en dirección a Nevels’ke, intentando «aplanar» el frente en una zona en la que no ha vuelto a lograr ganancias desde tiempo atrás.
Por último, en Krasnohorivka, en el sector de Mariínka, prosiguen los enfrentamientos a pesar de la retirada reciente de Ucrania de buena parte del casco urbano de esta localidad.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Volviendo sobre la retirada de Biden, desde Ucrania el presidente Zelenski no tardó en transmitir un mensaje tras conocerse la noticia. En particular, el líder ucraniano agradeció a su aún homólogo estadounidense su inquebrantable apoyo a la lucha de Ucrania por la libertad destacando que, junto con el apoyo bipartidista de EE. UU., ha sido y sigue siendo fundamental.
En esta línea, Zelenski ha incidido en que la situación actual en Ucrania y en toda Europa no es menos desafiante, y que esperan un continuo liderazgo fuerte de Estados Unidos “que impida que el mal ruso tenga éxito o haga que su agresión de frutos”.
Asimismo, durante una entrevista con la BBC el presidente Zelenski afirmó que nadie puede obligar a Ucrania a ceder territorio para lograr la paz, en respuesta a los comentarios de hace meses del expresidente y candidato republicano Donald Trump referidos a que pondría fin a la guerra en Ucrania en 24 horas. A este respecto, el mandatario ucraniano se planteaba “Si una persona en el mundo, y esa persona es Donald Trump, puede detener la guerra en 24 horas, la pregunta es ¿a qué precio y quién lo pagará?” Así, de ser en ese corto plazo de tiempo, la forma sencilla sería obligar a Ucrania a ceder territorio y levantar sanciones, según Zelenski. Al mismo tiempo, defendió que la guerra no se trata de un presidente o varias personas, sino de una nación entera y que después de tantos ucranianos muertos en manos de los rusos no pueden olvidarlo ni perdonarlo.
A este respecto, según el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, antes de realizar cualquier concesión territorio probablemente tendría que recurrir a un referéndum, pues no cree que “pueda alcanzar por sí solo acuerdos tan dolorosos e importantes sin legitimación popular”. No obstante, Klitschko subrayó que cualquiera que sea el camino que tome el presidente Zelenski, corre el riesgo de suicidarse políticamente.
A colación de las elecciones, en esta misma entrevista con la BBC, Zelenski admitió que Ucrania tendrá que buscar formas de celebrar elecciones en tiempos de guerra si esta continúa prolongándose. Cabe recordar que el mandato de Zelenski expiraba el pasado mayo, pero amparándose en la ley marcial, ha seguido ejerciendo como presidente. No obstante, como comentásemos en nuestros informes meses atrás, los obstáculos para la celebración de comicios persisten pues, entre otros, hay que garantizar que sean unas elecciones libres y justas, garantizando que las personas que viven en los territorios ocupados o los militares en el campo de batalla, puedan votar, pero al mismo tiempo todos los ucranianos en el exterior. Es decir, los que se fueron del país al iniciarse la invasión rusa. Asimismo, en su momento se planteó que cómo se asumiría el coste de la celebración de elecciones cuando la mayor parte de su presupuesto actual debe estar destinado a sufragar la guerra.
Mientras tanto, desde Serbia, su presidente, Aleksandar Vučić, considera que en la actualidad los países occidentales se están preparando activamente para entrar en un conflicto directo con Rusia. En particular en una entrevista televisiva, afirmó:
«Occidente quisiera llevar a cabo la guerra a distancia, a través de otros, invirtiendo dinero, etc., pero en este momento no está preparado [para un conflicto directo con Rusia]. ¿Lo estará? No lo está ahora, pero creo que lo estará. Ya se están preparando para un conflicto con la Federación Rusa y se están preparando mucho más rápido de lo que a algunas personas les gustaría, en todos los sentidos. Sabemos por los preparativos militares, sabemos cómo van. Y quiero decirles que se están preparando para un conflicto militar».
Junto con esto destacó que a Occidente “mientras no mueran ciudadanos occidentales o solo voluntarios, no les importa cuántos ucranianos mueran”.
Cambiando de tercio, durante su discurso diario, Zelenski ha destacado que la defensa aérea del país se ha fortalecido, mencionando como prueba de ello los derribos de drones Shahed y la lucha contra misiles rusos. Asimismo, ya se encuentra en territorio ucraniano un sistema Patriot adicional que, en este caso, ha sido enviado por Alemania. Pese a lo anterior, está convencido de que aún pueden hacer mucho más para proteger sus cielos.
A este respecto, el Reino Unido ha anunciado que, en el marco de la Operación INTERFLEX, aumentará el número de militares ucranianos que recibirán formación sobre los MANPADS Martlet. Asimismo, el Gobierno británico estaría pensando aumentar el número de Martlet transferidos a Ucrania, lo que incluiría tanto el sistema de control y guiado, como los misiles que también pueden emplearse a través de los sistemas Stormer HVM.
No obstante, Zelenski ha señalado en las últimas horas que las tropas están haciendo frente a la escasez de suministros clave como munición -en particular, hace referencia a su distribución-, así como “una cantidad suficiente de drones”. Estos comentarios llegan toda vez que hace unos días el Ministerio de Defensa anunciarse que devolvería al frente “una cantidad significativa” de munición que anteriormente había sido calificada como “caducada”.
Pasando a otras cuestiones, según publica Bloomberg y de acuerdo con la inteligencia estadounidense, China está suministrando inteligencia geoespacial a Rusia que se estaría empleando tanto en la guerra contra Ucrania como para supervisar el despliegue de tropas de la OTAN en el continente. Igualmente, este medio también afirma que China está suministrando a Rusia microelectrónica, óptica y propulsores para misiles, entre otros.
Continuando con Rusia, el presidente Putin ha felicitado a su homólogo sirio, Bashar al-Ásad, con ocasión del 80º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Una ocasión en la que el dirigente ruso no ha dudado en reiterarle el apoyo de Rusia a la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Siria, así como su seguridad nacional y estabilidad política. Del mismo modo, ha señalado que en las últimas décadas Moscú y Damasco han acumulado una gran experiencia cooperando a nivel bilateral en numerosas áreas y que han cosechado éxitos, por ejemplo, en la lucha contra el terrorismo.
Finalizamos el informe de hoy con algunos apuntes sobre el aspecto humanitario de esta guerra. Según el Defensor del Pueblo Ucraniano, Dmytro Lubinets, la mayoría de los prisioneros de guerra ucranianos que fueron liberados nunca habían recibido visitas de representantes de Cruz Roja durante su cautiverio. Una afirmación que llega tras la afirmación del jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Rusia, Boris Michel, acerca de que el personal de la organización había visitado a 3.100 prisioneros de guerra, destacando que dichas visitas “son muy importantes para los prisioneros de guerra y sus familiares”.
Por último, dos fotoperiodistas ucranianos han resultado heridos por los ataques de artillería rusos mientras documentaban la guerra desde una trinchera en Donetsk, mientras que un voluntario polaco adscrito a la Legión Internacional ha fallecido en la región de Lugansk.
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