Los Veintisiete han confirmado la apertura de negociaciones de adhesión tanto con Moldavia como con Ucrania, a cinco días del inicio de la presidencia húngara de turno de la UE. A pesar de ello, y de las información sobre la posibilidad de un proceso «exprés», es muy poco probable que al menos Ucrania pueda entrar a corto plazo en el seno comunitario. De hecho, es muy posible que su integración se postergue durante años o incluso décadas, a la espera de ver cómo evolucionan la situación económica, política y demográfica de un país que podría desequilibrar al conjunto de la Unión Europea. Rusia, por su parte, ha «celebrado» la noticia con una nueva oleada de misiles y drones que han alcanzado varias instalaciones de producción de electricidad a lo largo y ancho del país. En el frente, mientras tanto, las AFU envían refuerzos a Chasiv Yar, localidad clave en la región de Donetsk.
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Los Estados miembros de la Unión Europea han aprobado formalmente el inicio de conversaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, que dará inicio a partir de la próxima semana. La decisión, que ha sido inmediatamente agradecida por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no obliga en cualquier caso a nada. De hecho, por más que muchos se quieran engañar respecto a su duración, no implica: 1) ni que la entrada de ambos países esté asegurada, ni que; el proceso se vaya a realizar a través de algún tipo de procedimiento ad hoc que permita «quemar etapas», culminando con la integración en un periodo de tiempo récord.
En relación con esto, y tal como se explica en el artículo 49 del Tratado de la Unión Europea (TUE), que regula la adhesión de nuevos países a la Unión Europea (UE). Todo Estado que desee adherirse al seno comunitario debe:
- Ser un Estado europeo;
- Respetar los valores comunes de los Estados miembros de la UE (recogidos en el artículo 2 del TUE) y comprometerse a promoverlos, incluyendo: la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías.
Lo que hasta ahora tenemos es que la Comisión recomendó abrir negociaciones el pasado 8 de noviembre de 2023, tras lo que el Consejo dio, el 14 de diciembre, su visto bueno a la apertura de negociaciones de acceso con Ucrania y Moldavia. Ahora, tras demostrar estos países que cumplen las condiciones iniciales, y tras el dictamen favorable emitido recientemente por la Comisión Europea, lo que ha hecho el Consejo es oficializar el marco de negociación y marcar la fecha de las primeras conferencias intergubernamentales, que tendrán lugar en Luxemburgo el martes 25 de junio.
Ahora bien, cabe recordar, antes de que nadie se sienta decepcionado, que durante el proceso de adhesión el país candidato debe demostrar si cumple con los criterios de adhesión (Copenhague) y es capaz de cumplir los derechos y las obligaciones derivados de la adhesión a la UE. Es más, En función de la situación concreta, el país candidato tiene que llevar a cabo un proceso de reforma exhaustivo, por ejemplo, mejorando sus infraestructuras y capacidades administrativas con vistas a aplicar una nueva legislación en consonancia con el conjunto de leyes y normas de la UE (conocido como acervo de la Unión).
Derivado de lo anterior, y para que los países candidatos y los candidatos potenciales cumplan las condiciones de adhesión, deben centrarse en las reformas fundamentales del Estado de Derecho, la economía y el funcionamiento de las instituciones democráticas y la administración pública, aspectos todos en los que a pesar del enorme esfuerzo acometido en los últimos años y que suman, a efectos oficiales, 35 capítulos de negociación… Como es lógico, a lo largo del proceso de adhesión, la Comisión examina y acompaña el proceso de reforma del país candidato y candidato potencial con asistencia financiera y técnica, ayudándole a prepararse para la adhesión a la UE, si bien no se emitirá ningún dictamen favorable hasta que todos y cada uno de los puntos se cumplan, teniendo en última instancia nuevamente el Consejo que dar su aprobación a la entrada del nuevo miembro.
Es aquí en donde empiezan los problemas. A pesar de la voluntad política entre buena parte de los Veintisiete de cara a la entrada de Ucrania y Moldavia en la Unión Europea, ambos países -especialmente el primero ya que su tamaño, población y problemas de todo tipo podrían desequilibrar la organización- serán sometidos a un examen muy escrupuloso, siendo varias las razones por las que el proceso podría dilatarse durante años o décadas, o no llegar a buen puerto nunca.
Hay que ser conscientes, en relación con esto, de que incluso cumpliendo ambos Estados con todo lo exigido y más, debe darse también el «momento político» adecuado para que la adhesión se consume, algo que ahora mismo está lejos de suceder. Es decir, que no importa solo que sean capaces de reforzar sus leyes y su economía, ajustar sus cuentas públicas hasta cumplir con los criterios o asegurar la protección de las minorías (lo que en el caso de los rusoparlantes y teniendo en cuenta los cambios legales adoptados por Zelenski en los últimos dos años, resultará polémico), sino que además necesitan que haya verdadera voluntad entre los Veintisiete a la hora de integrar nuevos miembros.
Lo que tenemos ahora mismo es más bien todo lo contrario. Ya en su día, el presidente francés Emmanuel Macron propuso su idea de una Europa por niveles, materializada en la creación de la Comunidad Política Europea, el 9 de mayo de 2022, como foro de diálogo entre la Unión Europea y varios de los países que componen su vecindad, reuniéndose 44 Estados en Praga en octubre de ese mismo año. Era una forma de intentar que la Unión Europea influyese más allá de sus fronteras, pero sin cargar con los costes de la integración, pues desde la «gran ampliación» de 2004, lo cierto es que la gobernabilidad del bloque se ha reducido y las polémicas y desencuentros han sido la norma.
Es más, en su «Discurso sobre Europa» del 25 de abril de este año, el galo dejó claro que: «El sexto avance es que empezamos a replantearnos nuestra geografía en los límites de nuestra vecindad. Europa se concibe ahora como un conjunto coherente tras la agresión rusa, afirmando que Ucrania y Moldavia forman parte de la familia europea y, llegado el momento, tienen vocación de incorporarse a la UE como los Balcanes occidentales. Lo dije el año pasado en Bratislava, nos corresponde garantizar su anclaje en Europa, apoyar desde ya las reformas necesarias para preparar el camino, que no existirá si no integran el acervo comunitario, y reformar la Unión Europea en paralelo, ya que la ampliación solo es posible si se reforma en profundidad y se simplifica». Todo un aviso a navegantes, pues durante décadas Turquía ha sido la «eterna candidata» a entrar en la UE y ha sido especialmente Francia quien ha hecho por impedirlo.
A colación, precisamente en el caso turco se daba además el problema añadido de sus disputas con Grecia. En el caso de Ucrania, si bien no tiene el mismo tipo de problemáticas, sí cuenta con la oposición a su entrada por parte de países como Hungría, más cercanos a Rusia. De hecho, si se ha aprobado el inicio formal de las negociaciones ahora es porque, en apenas cinco días, Hungría relevará a Bélgica como país que presida por turno la Unión Europea, y nadie confía en que el gobierno de Orban vaya a tomar medidas para acelerar las conversaciones durante los seis meses en que ostentará el cargo, con lo que habrá que esperar como mínimo a principios de 2025, cuando la Polonia de Tusk, mucho más cercana a Kiev, retome el asunto.
Hay que tener en cuenta, además, que tras las recientes elecciones al Parlamento Europeo se han producido cambios en los equilibrios políticos, con notable impacto en la política interior en casos como el de Francia. Así, si bien es imposible adelantar cuál será exactamente la situación de aquí a cinco o diez años, por el momento todo indica que el auge de la extrema derecha no ha tocado techo, siendo muchos de estos partidos proclives a Putin (cuando no financiados por Rusia). De esta forma, salvo que se produzca algún tipo de cambio en cuanto a su orientación -lo que visto el ejemplo italiano, tampoco es imposible-, es un factor añadido que juega en contra de Ucrania.
Y como siempre, desde hace 849 jornadas, más allá de lo que ocurre en el nivel político, la guerra sigue desarrollándose en los niveles más bajos. De esta forma, durante las últimas horas nos encontramos con que la Federación Rusa ha vuelto a lanzar una oleada de misiles y drones contra las instalaciones de producción e infraestructuras de transporte de electricidad y energía ucranianas. Según el Ministerio de Defensa ucraniano, habrían sido en total 16 misiles y 13 drones de distintos tipos, de los que habrían logrado derribar 12 y 13 respectivamente. Dicho esto, se han registrado explosiones sobre Krivói Rog y Járkov, así como en Ivano-Frankivsk y Leópolis.
Del lado ruso, después de los últimos ataques ucranianos contra instalaciones de entrenamiento aéreo, refinerías y puntos de almacenamiento de hidrocarburos, la última ha sido una jornada relativamente tranquila. Pese a ello, desde instancias oficiales rusas aseguran que «el enemigo utilizó 117 vehículos aéreos no tripulados de tipo avión contra objetivos civiles en el territorio de la Federación de Rusia, de los cuales 114 fueron derribados».
En cuanto a los combates y los movimientos, comenzamos un día más por el norte del frente, concretamente por la localidad de Vovchansk, en donde se libran intensos combates, mientras las Fuerzas Armadas Ucranianas (AFU) continúan retomando terreno en las zonas más septentrionales de esta población, si bien no han logrado expulsar a sus enemigos del sector más occidental, mientras desde algunas fuentes se especula con una cierta degradación de las capacidades de combate de las tropas de primera línea rusas.
El siguiente punto de atención es, una vez más, el sector de Bakhmut, en donde las tropas rusas continúan buscando la forma de consolidar su control de la zona a levante del canal de agua dulce, intentando además asentarse en Kalinina por ser el mejor punto de paso de esta vía de agua en dirección a Chasiv Yar. Mientras tanto, las AFU continúan enviando refuerzos a esta localidad vital para el control de la región y en donde «la situación dentro y alrededor de la ciudad es extremadamente difícil».
Más al sur, tenemos por una parte que en Gorlóvka las tropas rusas han vuelto a lograr avances en dirección a Druzhba. Por otra, ya en el sector de Avdiívka, que han conseguido entrar en las primeras dachas de la localidad de Sokil, a poniente de Ocheretyne mientras continúan, ya en la parte más meridional del sector, bordear la masa de agua junto a Karlivka. Por último, en el sector de Mariínka, han vuelto a registrarse leves avances rusos en el interior de Krasnohorivka, en donde se combate casa por casa.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El apartado internacional, tenemos en primer lugar que se han producido múltiples reacciones entre la élite política de Kiev al anuncio del inicio de conversaciones, considerando Zelenski que: «Hoy marcamos un hito importante en nuestro camino hacia la Unión Europea: la UE ha aprobado el marco de negociación para Ucrania. Este logro, por el que se ha luchado en varios niveles, allana el camino para el inicio de las negociaciones la próxima semana. Estos son momentos verdaderamente históricos. Ucrania es y siempre será parte de una Europa unida».
Continuando con Zelenski, se reunió por vía telemática con el presidente polaco, Duda, a quien agradeció su apoyo en todo lo relacionado con la Cumbre de Paz Global y con quien habló sobre las formas de lograr que más países y organizaciones suscriban la Declaración surgida de este encuentro. Lo más relevante, en cualquier caso, es que ambos países continúan negociando la firma de un próximo Acuerdo de Seguridad que siga a los suscritos con Estados Unidos, Francia, España, Reino Unido, Alemania, Italia y, así, hasta 17 socios.
De hecho, la anterior no ha sido la única noticia que relaciona a Ucrania y Polonia en esta jornada, pues en el marco de las consultas políticas y de seguridad entre ambos países el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, se reunió en Kiev con el viceministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Robert Kupiecki, para hablar sobre la cooperación materia de seguridad y, en particular, sobre los preparativos de cara a la próxima Cumbre de la OTAN, que se celebrará en Washington en unas semanas.
Más allá de esto, y siguiendo con Ucrania, la última jornada ha visto cómo una delegación estadounidense, liderada por la embajadora Bridget A. Brink se ha reunido entre otros con el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak, para tratar asuntos como los resultados tanto de la Cumbre de Paz Global, como de la última reunión del G7, así como temas cruciales para la defensa ucraniana, caso de las necesidades militares y los permisos para atacar objetivos en territorio ruso.
El primer ministro ucraniano, por su parte, mantuvo una reunión con el subsecretario de Estado norteamericano, John Bass, en la que se acometieron algunos de los temas más importantes de la agenda bilateral, incluyendo la integración de Ucrania en la OTAN, la restauración del sector energético y la producción conjunta de material bélico.
En cuanto a la ayuda militar, a los anuncios hechos por Estados Unidos relativos a la prioritización de Ucrania sobre otros escenarios, se une el que ha hecho la ministra de Defensa de Países Bajos, Kajsa Ollongren, quien ha afirmado que su país se unirá a otro que no ha sido desvelado, para enviar un nuevo sistema antiaéreo Patriot a Ucrania.
Todo lo anterior ocurría mientras el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, Sirskiy, mantenía una conversación telefónica con el jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor de los Estados Unidos, el general Charles Q. Brown, con quien ha compartido información sobre la situación en el campo de batalla y ha discutido sobre la asistencia militar o el entrenamiento de las tropas.
Pasando al Reino Unido, se ha generado una importante polémica en el país derivada de las afirmaciones del Nigel Farage, líder del partido Reform UK, quien ha declarado que Rusia fue provocada por la UE y por la OTAN, justificando así el inicio de la invasión de Ucrania. Además, dijo que personalmente no le agradaba el presidente ruso, si bien lo “admiraba como gestor político”.
Además de esto, en los medios internacionales se ha seguido hablando del viaje de Putin a Asia, y de la forma en que el líder ruso está intentando flanquear a los Estados Unidos y Europa desestabilizando esta región, con acuerdos como el firmado con Corea del Norte.
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