La Cumbre de Paz Global ha llegado a su fin con el resultado esperado: la gran mayoría de los alrededor de 90 países representados han dado su respaldo a una declaración final con la que, sin embargo, no se han comprometido algunas naciones clave como India, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí. Tampoco el Vaticano. A partir de aquí, se espera que Suiza presente a Rusia el documento, aunque no está tan claro que desde Moscú vayan a tomar en serio los puntos que en él se recogen como base para una negociación dado que las posturas siguen muy alejadas en aspectos clave como la integridad territorial y, en relación con ella, la devolución de la central nuclear de Zaporiyia a Ucrania. No ha sido en cualquier caso la única noticia de una jornada en la que Canadá y Noruega han anunciado nuevos paquetes de ayuda a su aliado y en la que los combates han continuado.
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Casi un centenar de delegaciones de otros tantos países se han reunido durante los últimos días en la localidad suiza de Lucerna para buscar un acuerdo de mínimos que permita a Ucrania acudir a cualquier hipotética negociación con Rusia con un respaldo político suficiente por parte de la comunidad internacional. El resultado de la Cumbre de Paz Global, por más que haya sido celebrado desde el Gobierno ucraniano -que considera que refuerza la posición ucraniana de cara al futuro– o desde el Servicio de Acción Exterior de la UE, sin duda ha debido dejar un sabor agridulce entre sus miembros, pues finalmente y a pesar de las numerosas reuniones mantenidas durante la Conferencia por parte de los diplomáticos ucranianos, el comunicado conjunto que ha emergido de la cita suiza ha contado con el apoyo de 80 de los 93 países representados, con notables ausencias.
Entre ellas, las principales han sido las de media docena de Estados de los que componen el G20 y que, por su peso poblacional, económico y político, así como por su relación con Rusia en algunos casos, tienen una cierta capacidad de influencia sobre Moscú, como: Brasil, México, Arabia Saudita, Sudáfrica, India e Indonesia. También las de Armenia, Bahréin, Tailandia, Libia, los Emiratos Árabes Unidos y Colombia.
Es más, incluso el estado Vaticano -que ha jugado un papel polémico en torno a esta guerra desde que comenzara hace algo más de dos años- se ha abstenido de apoyar el documento pese a que el secretario de Estado, Pietro Parolin, asegurase que «En nombre del papa Francisco deseo confirmar su cercanía personal al martirizado pueblo ucraniano y su constante compromiso por la paz». Dicho lo cual, desde la Santa Sede añadieron que esperan que «se mejoren los esfuerzos diplomáticos promovidos actualmente por Ucrania y apoyados por tantos países, para alcanzar los resultados que las víctimas merecen y que el mundo entero espera“.
Lo que se constata es, ni más ni menos que lo que se esperaba: al igual que en tiempos de la Guerra Fría, cuando los No Alineados formaban un grupo con intereses propios y trataban hasta cierto punto de mantenerse a medio camino entre Occidente y el bloque comunista, en un periodo de reconfiguración política global como el actual, en el que se está revirtiendo el orden posterior a la Segunda Guerra Mundial y a la Guerra Fría, vuelven a tratar de nadar entre dos aguas, desconfiando de unos y otros y buscando su máximo beneficio.
Los precedentes, de hecho, apuntaban en esta dirección, con ejemplos clarísimos como las votaciones de febrero de 2023 y marzo de 2022 en los que se perfilaba a la perfección cuál era la división del mundo en relación con la guerra de Ucrania y, por extensión, cuáles eran las afinidades de cada cual, dado que este conflicto tiene un componente de competición estratégica que va mucho más allá de la propia Ucrania. Es más, los cambios han sido pocos y se explican como en el caso de Brasil por razones de política interna, pues cambió su posición a una más más neutral desde el regreso al poder de Lula da Silva, a principios de 2023.
En cuanto al texto aprobado, se basa en media docena de puntos, si bien en su enunciado solo se remarcan tres (energía nuclear, seguridad alimentaria y prisioneros de guerra). Así las cosas, lo más relevante del documento, son las siguientes cuestiones:
- Se acusa de causar la guerra exclusivamente a Rusia, aspecto importante pues hay países como parte de los que se han abstenido, que creen que la responsabilidad es compartida. Así, según la redacción del aprobada: «La actual guerra de la Federación Rusa contra Ucrania continúa causando sufrimiento y destrucción humanos a gran escala, así como riesgos y crisis con implicaciones globales».
- Integridad territorial: Los firmantes han vuelto a reafirmar «su apoyo a los principios de soberanía, independencia e integridad territorial de todos los Estados, incluida Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas», en el que es junto a la pertenencia a la OTAN y la UE (temas sobre los que no se han pronunciado), el principal escollo a la hora de llegar a un acuerdo con Rusia.
- La situación de los prisioneros de guerra y los menores deportados ilegalmente a Rusia: Así, el texto dispone que: «todos los prisioneros de guerra deben ser liberados en pleno canje. Todos los niños ucranianos deportados y desplazados ilegalmente, y todos los demás civiles ucranianos que hayan sido arrestados ilegalmente, deben ser devueltos a Ucrania».
- La seguridad nuclear y la devolución de la central de Zaporiyia, bajo control ruso, en tanto que: “Las centrales y emplazamientos de energía nuclear de Ucrania, incluida la central nuclear de Zaporizhia, deben funcionar de forma segura bajo el control total de Ucrania. Cualquier amenaza y uso de armas nucleares en el contexto de la guerra en curso contra Ucrania es inaceptable».
- Seguridad alimentaria: Según los firmantes, entre los que había una importante cantidad de países que se han visto perjudicados por la situación en Ucrania: La seguridad alimentaria no debe utilizarse bajo ninguna circunstancia como arma. Los productos agrícolas ucranianos deben entregarse de forma libre y segura a terceros países interesados«, a lo que añaden que «La navegación mercante libre, plena y segura, así como el acceso a los puertos del Mar Negro y del Mar de Azov, son esenciales. Los ataques a buques mercantes en los puertos y en sus rutas marítimas, así como a los puertos civiles y sus infraestructuras, son inaceptables«.
- La necesidad de incluir a Rusia en futuras negociaciones, asegurando que: «Estamos convencidos de que para alcanzar la paz es necesaria la implicación y el diálogo de todas las partes «, afirman los firmantes, que han «decidido dar pasos concretos en el futuro en los ámbitos antes mencionados, con la participación de representantes de todas las partes». Curiosamente, a pesar de este punto, Zelenski ha dejado claro que «Rusia y sus líderes no están preparados para la paz», a diferencia de una Ucrania que estaría lista para un alto el fuego «mañana» mismo.
Dicho esto, a partir de aquí se espera que Suiza, que tiene una embajada activa en Moscú, intente discutir tanto con Rusia como con China y otros países que no han tomado parte en la cumbre los resultados de la conferencia de paz. De hecho, en relación con Rusia, la presidenta suiza ha dejado caer que a pesar de la orden de arresto que pesa contra él, a Putin se le podría permitir la asistencia a una segunda cumbre de paz, con fecha todavía por determinar.
Ahora bien, desde Moscú, después de haber logrado minar con éxito la Cumbre en términos informativos, al confundir a mucha gente sobre el propósito de la misma, han vuelto a reafirmarse en su posición, afirmando que dada una dinámica en el frente «que seguirá empeorando» para los ucranianos –según Dmitry Peskov-, Ucrania «debería pensar» en la propuesta rusa, de la que hablamos dos días atrás.
La situación sobre el terreno, a la que se refería Peskov, sigue evolucionando, ciertamente, como también la campaña de ataques que unos y otros llevan a cabo tras las líneas del contrario. Así, si bien en esta jornada tampoco se ha informado de lanzamientos masivos rusos, Ucrania sí ha atacado por ejemplo una serie de instalaciones rusas en Novolipetsk, concretamente una planta metalúrgica que es la mayor de Rusia y que ocupa buena parte del sur de esta localidad. No es, de hecho, la primera vez que esta planta recibe un ataque, algo que también ocurrió el pasado 24 de febrero y que es lógico, dada su importancia para la maquinaria industrial militar rusa. Además de este ataque, también se ha registrado otro sobre la ciudad de Rostov que habría afectado a una subestación eléctrica local, de lo que se han derivado problemas con el suministro y, en consecuencia, apagones.
Más allá de esto, los combates y los cambios de posición siguen produciéndose, con mucha más frecuencia los primeros que los segundos. Así, comenzando por el norte del frente, por el sector de Járkov, tenemos que un contraataque ucraniano en Hlyboke ha permitido retomar parte de este poblado, alejando a las tropas rusas de Lyptsi. En cuanto a Vovchansk, la situación sigue más o menos igual, con unidades rusas aisladas en la planta de cemento, pero sin que se conozca su número, mientras buena parte de la ciudad va desapareciendo bajo la acción de las FAB rusas.
En el caso del sector de Bakhmut, si bien se han registrado avances rusos al sur de Klischiívka, concretamente en la aldea de Andriívka, la situación ha cambiado en la primera en los últimos días, retomando Ucrania buena parte de su control sobre la misma. Además, se ha seguido combatiendo en el «Microdistrito del Canal», en donde se ha podido ver a unidades ucranianas en acción en las últimas horas.
Sin novedades importantes procedentes del sector de Avdiívka, pasamos al de Mariínka, en donde el Ejército ruso ha logrado ganar el control de algunas calles en el centro de Krasnohorivka, exactamente avanzando hacia el norte de la avenida Vulytsya Kirova, a la vez que expandiéndose en dirección oeste al sur de la misma.
Por último, al sur del frente, en la región de Zaporiyia, tenemos que en las inmediaciones de lo que fuera en su día el eje de Orijiv, el Ministerio de Defensa ruso asegura haber tomado el control de la localidad de Zahirne, posibilidad que no es descabellada dado que se han venido produciendo diferentes acciones en la zona en las últimas semanas.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Las noticias internacionales, como es lógico, han girado en su mayoría en torno a la Cumbre de Paz Global, lo allí discutido, y sus resultados. Sin embargo, no ha sido lo único ocurrido durante esta última jornada y, dado que ya hemos tratado el tema suficientemente en la primera parte del informe, pasamos directamente a otros asuntos.
Así, en primer lugar tenemos que dos países, Noruega y Canadá, han anunciado sendos nuevos paquetes de ayuda a Ucrania. En el primer caso, el país nórdico a través de un comunicado de prensa ha informado sobre la provisión de 1.100 millones de coronas (96 millones de euros) que servirán para reparar la infraestructura energética ucraniana y para asegurar el suministro eléctrico del país ante el próximo invierno, al que por el momento llega en una situación difícil a falta de las acciones que se lleven a cabo de aquí al comienzo de la temporada fría.
En el segundo, que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha anunciado un paquete de 52,4 millones de dólares canadienses (35,5 millones de euros) que tendrá como destino mejorar los servicios de protección juvenil y el acceso a la justicia de los supervivientes de crímenes de guerra. Además, se concederá también un fondo de 20 millones de dólares canadienses (13,5 millones de euros) para reparar y reemplazar infraestructuras energéticas dañadas por los ataques rusos.
Además de esto, y también en relación con la energía aunque en otro orden de cosas, se ha sabido que los Estados Unidos se vieron superados en mayo por Rusia como principal suministrador de gas a Europa, después de que se produjese una interrupción en una de las principales instalaciones de exportación de GNL, hecho que se ha combinado con un aumento de las exportaciones rusas a través de Turquía. Exportaciones que disminuirán durante el presente mes, por el mantenimiento planificado de las instalaciones de transporte.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el vuelco en cuanto a la cartera de suministradores ha sido brutal desde el inicio de la invasión, produciéndose una inversión absoluta en perjuicio de Rusia, pese a lo cual son muchos los Estados, como España, que siguen recibiendo grandes cantidades de gas de este país, en este caso al actuar como hub. De hecho, la Comisión Europea ha vuelto a pedir a España que aplique «sin demora» el mecanismo que permite restringir las solicitudes de capacidad de acceso a la red y terminales de gas natural licuado (GNL) para el gas natural y el GNL procedentes de Rusia y Bielorrusia. Un suministro, que recientemente ha batido un récord, tras crecer un 30% en 2023…
Volviendo sobre la ayuda, se ha sabido también recientemente que Lituania ha trasferido a Ucrania un lote de blindados M113 como parte de su programa de asistencia militar. En concreto, se trataría de un envío que tiene como objetivo aumentar la capacidad de desminado por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas, y que forma parte de la Coalición de Desminado, de la que el país báltico forma parte.
En otro orden de cosas, y como consecuencia en buena medida de la guerra de Ucrania y del uso que Rusia está dando a las armas nucleares (ya hemos explicado en varias ocasiones en qué consiste la «disuasión ofensiva»), tenemos que desde la OTAN se han iniciado conversaciones de cara a aumentar el número de armas nucleares desplegadas, devolviendo por tanto al servicio parte de las hasta ahora almacenadas para restituir la estabilidad estratégica. Al respecto, además, cabe señalar que la inversión global en armamento nuclear ha aumentado un 13 por ciento durante el último año, rozando la barrera de los 100.000 millones de dólares.
Una situación, la de las armas nucleares y su renovado papel, que ha protagonizado, por cierto, el último informe del SIPRI, en cuya presentación su director ha alertado de que las grandes potencias deberían «dar un paso atrás y pensar», dada la dinámica en la que se ha entrado de unos años a esta parte.
Por último, cerramos con una noticia curiosa: el cantante pop británico Rod Steward ha sido abucheado durante un concierto ofrecido en Alemania, concretamente en Leipzig, después de dedicar una canción a las Fuerzas Armadas ucranianas y gritar varios insultos contra Putin.
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