A unas horas del comienzo de las celebraciones en recuerdo del desembarco de Normandía, en donde Zelenski se reunirá nuevamente con Joe Biden, tras criticarle por no abrir la mano completamente al uso de armamento estadounidense contra suelo ruso, la guerra continúa su curso con el Ejército ruso atacando duramente en la región de Donetsk. Al mismo tiempo, desde Moscú se defienden de las acusaciones francesas de estar implementando una campaña de desinformación dirigida a los Juegos Olímpicos de París y denuncian una «campaña rusofóbica», a la vez que amenazan con atacar a cualquier militar occidental que pise suelo ucraniano, asegurando que»Ningún instructor involucrado en el entrenamiento de soldados ucranianos tiene inmunidad».
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Recientemente hemos hablado del papel del Mando y Control (C2) en la guerra de Ucrania y, más exactamente, sobre la función jugada por el software de gestión del campo de batalla que ucranianos y rusos han venido perfeccionando desde el inicio del conflicto, si bien su origen es en muchos casos muy anterior. No obstante, los programas tipo BMS son solo una de las patas o caras del C2, pues para que este sea efectivo debe realizarse a través de Puestos de Mando (PCs) dotados del material, la orgánica o la doctrina adecuados.
A propósito de este tema, y como complemento del anterior, hace unas horas hemos publicado un nuevo artículo, en el que se explica, a nivel de agrupación táctica, el funcionamiento de un Puesto de Mando en todas sus vertientes, hablando desde los vehículos utilizados hasta la forma en que se realiza el despliegue, las posibles formas que puede adoptar un puesto de mando (avanzado, táctico, móvil, retrasado, principal…) o la estructura de los mismos, el papel de las transmisiones, etc.
Más importante si cabe, en el artículo se habla sobre cómo serán los Puestos de Mando en el futuro previsible, según vayan digitalizándose, un proceso en el que como es lógico, algunos ejércitos van más avanzados que otros y en el que los ucranianos, por las razones esgrimidas en artículos e informes anteriores, son una auténtica referencia gracias a las bondades de sistemas como los conocidos Delta y Kropyvá.
Además, se advierte un cambio fundamental de cara al futuro: se perfila un cambio de mentalidad en los jefes de unidad (JU), que deberán reducir su dependencia de respecto de las comunicaciones y confiar en el cumplimiento de la misión por parte de sus subordinados. Dicho de otra forma, la función Mando y Control se verá desequilibrada en favor del Mando, dejando un gran margen de iniciativa a los subordinados y, en consecuencia, pasando a un segundo plano el Control. Algo que nos lleva de lleno a un peligro del que advertimos hace unas semanas y que estaría afectando a Ucrania: la microgestión. Peligro derivado, además de de las posibilidades que ofrecen las comunicaciones actuales, de una incorrecta división por niveles de mando en cuanto a la responsabilidad.
Ahora bien, más allá de lo anterior, de la difusión que han conocido los sistemas BMS, de la organización de cada Puesto de Mando y demás, hay una serie de problemas que no hemos abordado todavía y que necesitarán seguramente de un artículo específico en el futuro. Por ejemplo, los que relacionan la necesidad de instalar Puestos de Mando dotados de avanzados sistemas de comunicaciones con un campo de batalla que, en lo esencial, es transparente.
En este sentido, hay que tener en cuenta que los puestos de mando, incluso a los niveles más bajos, actúan como enormes faros o balizas para los sistemas de detección enemigos, al emitir constantemente señales en el espectro electromagnético. Esto, unido a que se trata objetivos, por sus características y el valor no tanto de los equipos, como del personal que los ocupa, de lo más atractivos, hace que estén permanentemente amenazados.
Hasta ahora, la movilidad, unida a una correcta gestión de las emisiones, aseguraba en cierta medida la supervivencia. Además, podían implementarse medidas adicionales, en el caso de tomar una posición fija, caso de las redes de camuflaje, que ayudaban a hacer pasar desapercibido al Puesto de Mando de los medios de reconocimiento enemigos, especialmente los aéreos y satelitales, que eran relativamente escasos.
Hoy en día, sin embargo, el escrutinio es máximo y a profundidades crecientes tras la línea de frente, como demuestran los ataques que una y otra vez llevan a cabo ucranianos y rusos a distancias de decenas o, incluso, de más de un centenar de kilómetros. Todo lo cual obliga a replantearse la forma en que se conciben los puestos de mando, forzando en muchos casos a soterrarlos por completo o bien a instalarlos en vehículos civiles como furgonetas comerciales, distribuyendo sus equipos y personal al igual que se hace cuando se ataca con la infantería, por ejemplo. En definitiva, a buscar cualquier medio que permita que estos puedan cumplir su labor sin recibir el preceptivo ataque…
En otro orden de cosas, pues la guerra sigue, durante las últimas horas desde el Ministerio de Defensa de Ucrania han informado sobre la supuesta llegada al país de un total de 27 drones tipo Shahed-131/136, de los que 22 de ellos habrían sido derribados por las defensas aéreas ucranianas. Con o sin derribos, se ha informado además de explosiones en Sumy, nuevamente en Dnipró -donde se han registrado varios heridos y daños en la infraestructura-, en Krivói Rog y, también, la localidad de Odesa.
En el caso de Rusia, y según el gobernador de la óblast de Kursk, únicamente en esta región habrían sido derribados una veintena de drones ucranianos. Por su parte, desde el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa hablan del derribo de «18 misiles HIMARS y Alder de fabricación estadounidense, dos bombas guiadas Hammer de fabricación francesa y 41 vehículos aéreos no tripulados de las Fuerzas Armadas de Ucrania».
Dicho esto, los combates también han continuado, concentrándose la mayor parte de ellos en Donetsk y sin apenas novedades procedentes de los sectores más septentrionales, como el de Járkov, a pesar de que los enfrentamientos siguen produciéndose en localidades como Vovchansk y mientras la infantería rusa logra algunos avances algo más al sur, en el sector de Siversk.
Sea como fuere, los combates más intensos siguen librándose en la región de Donetsk, tanto en el sector de Bakhmut, en donde los ataques rusos contra Chasiv Yar no cesan, como en el sector de Avdiívka. En este último, precisamente, es en donde una vez más están logrando los avances más significativos, logrando entrar al norte del mismo en Novooleksandrivka, al noroeste de Ocheretyne, al tiempo que al sur avanzan nuevamente en dirección a Karlivka.
En cuanto al sector de Mariínka, en donde también se ha incrementado recientemente la actividad, tenemos que las fuerzas rusas han seguido avanzando en Paraskoviívka, al noroeste de Novomykhailivka, tras una batalla relativamente corta. Lo más preocupante para las AFU, en cualquier caso, es que no solo progresan por el norte de la masa de agua en dirección a Konstyantynivka, sino también por el sur de esta, en donde están lanzando ataques buscando brechas en las defensas.
Además de lo anterior, y por último, se han registrado nuevos ataques rusos en el antiguo eje de Orijiv, concretamente en dirección a Robotyne, logrando aumentar el área bajo su control tras hacerse con algunas posiciones defensivas ucranianas al este de la localidad.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Pasando al apartado internacional, la actualidad sigue girando en torno a tres puntos. En primer lugar, a las celebraciones conmemorativas del desembarco de Normandía, ocurrido hace ya ochenta años y para las cuales se reunirán algunos jefes de Estado y de Gobierno en esta región de Francia, incluyendo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien se verá con Zelenski. Una reunión que llega en un momento de cierta tensión, tras criticar este último al líder norteamericano por no otorgar a Ucrania un permiso completo para atacar territorio ruso con el armamento entregado y tras afirmar Biden que una paz en Ucrania no implica la entrada automática de este país en la OTAN.
El segundo punto sería la Cumbre de Paz Global, en la que se sigue trabajando y sobre la que ha vuelto a pronunciarse Zelenski en su discurso diario a través de las cámaras. Un tema, además, ligado al anterior, pues el presidente ucraniano ha vertido recientemente críticas también contra Biden, en este caso por no asistir personalmente a Lucerna, dejando en manos de la vicepresidente norteamericana, Kamala Harris, la representación de la primera potencia mundial. Una ausencia que, según Zelenski «solo será recibida con un aplauso de Putin». Además de esto, y siguiendo con la Cumbre de Paz Global, desde Ucrania han publicado una nota de prensa en la que aseguran tomar «nota de las recientes declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores de China, Sr. Wang Yi, durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo turco». En concreto, se refieren a que «China declara con razón su respeto por la soberanía y la integridad territorial de todos los Estados, así como su intención de hacer todos los esfuerzos posibles por la paz», por lo cual, consideran, este país debería asistir a la Cumbre de Paz Global «para hacer una contribución práctica para lograr una paz justa y duradera en Ucrania y al mismo tiempo restaurar su integridad territorial». Además, para terminar con la Cumbre, desde Rusia han vuelto a recordar que cualquier diálogo encaminado a buscar una paz debe comenzar por reconocer las realidades territoriales actuales, esto es, por aceptar que los territorios capturados hasta el momento pasarán a ser parte de la Federación Rusa.
El tercer punto del día tiene que ver, nuevamente, con los intercambios de acusaciones y amenazas nada veladas entre Francia y Rusia. Así, si hace unos días Macron volvió a asegurar que el posible envío de instructores a Ucrania estaba en estudio, desde Moscú el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha afirmado que en caso de desplegarse, constituirán un objetivo. De hecho, sus palabras han sido «Ningún instructor involucrado en el entrenamiento de soldados ucranianos tiene inmunidad […] «No importa si son franceses o no». Todo mientras desde Francia acusan a Rusia de estar implementando una campaña de desinformación cuyo foco serían los Juegos Olímpicos de París, acusaciones que Rusia niegan, hablando por el contrario de «Rusofobia» promovida desde El Elíseo. Eso al tiempo que desde Francia se publican noticias relacionadas con la forma en que Rusia emplearía ciertos sitios web y eurodiputados -algo de lo que hemos hablado unos días atrás- como vector para influir en la política comunitaria, en un momento en el que los extremistas de uno y otro lado del arco político están ganando relevancia.
En otro orden de cosas, se ha celebrado en Ucrania el Día del Niño, con especial recuerdo tanto para los menores fallecidos a causa de la guerra, como para aquellos que han sido trasladados ilegalmente a Rusia y que todavía no han sido devueltos. Es un tema al que, entre otros, se ha referido el presidente ucraniano, Zelenski, quien ha compartido un vídeo al respecto en las redes sociales. Además, y a colación, el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak, ha agradecido que tanto Argentina como Grecia se hayan unido a la coalición que busca el regreso de los menores deportados, en este segundo caso como observador.
Además de esto, desde la Embajada de los Estados Unidos en Ucrania han anunciado que los varones con doble nacionalidad ya no podrán abandonar el país si están en edad de combatir, siguiendo así el ejemplo de otros aliados de Ucrania que, sin tomar medidas demasiado drásticas, sí están implementando algunas destinadas a favorecer el reclutamiento.
Más allá de esto, destacan también los resultados de una encuesta recientemente realizada a ciudadanos ucranianos por parte del Instituto Internacional de Sociología de Kiev y, según la cual, hasta el 43 por ciento de estos sostiene que la calidad de la democracia ha empeorado en el país. Esto, que es perfectamente normal dada la situación, no tendría mayor trascendencia si no fuese porque apenas el 11 por ciento de ellos achaca el empeoramiento a la guerra, considerando un 28 por ciento que la causa última está en «los intentos del equipo de Zelenski de hacer retroceder los derechos y libertades de la gente». Además, el 90 por ciento de los encuestados todavía espera que Ucrania se convierta en una democracia funcional.
En cuanto a la ayuda, Ucrania y Corea del Sur han llegado a un acuerdo, en virtud del cual el país asiático concederá un préstamo de hasta 2.100 millones de dólares a Ucrania. No es, en cualquier caso, la única noticia en este sentido, pues el primer ministro ucraniano, Shmyhal, ha comparecido ante los medios y explicado cuáles eran las iniciativas que estaban en marcha de cara a lograr fondos para la reconstrucción, enumerando las más importantes.
Pasando a Rusia, se ha publicado hace unas horas un artículo en Financial Times en el que se explica que es poco probable que la empresa estatal Gazprom recupere las ventas de gas perdidas durante la guerra de Ucrania, al menos durante la próxima década. De hecho, a la espera de que proyectos como el «Power of Siberia II» prosperen, las exportaciones a Europa, que eran las principales, se han reducido en dos tercios respecto a 2021, mientras países como República Checa anuncian que dejarán de depender del gas ruso para 2025. Eso sí, pese a noticias como estas, la economía rusa y, más exactamente su resiliencia, continúan sorprendiendo a los expertos, esperándose tasas de crecimiento del Producto Interior Bruto para este año de más del 3 por ciento.
Una Rusia en la que -y con esto finalizamos- se está preparando el Foto Económico Internacional de San Petersburgo, en el que tomarán parte representantes de más de 130 países y en el que las autoridades rusas esperan lograr que se firmen acuerdos por valor de más de 6.600 millones de dólares.
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