Guerra de Ucrania – Día 822

En las últimas horas un ataque ruso contra el centro comercial «Epicenter», situada en el centro de la ciudad de Járkov, ha dejado al menos una docena de muertos y más de cuarenta heridos. Ha sido parte de un ataque masivo llevado a cabo además con docenas de misiles y drones que ha dejado muertos y heridos en distintos puntos de Ucrania. Un ataque que ha sido llevado a cabo en una jornada en la que se han producido progresos en el seno del G7 de cara a emplear los activos rusos congelados y sus intereses para financiar el apoyo a Ucrania, Argentina y Ucrania han mantenido una reunión para que este país se une a la coalición internacional para el regreso de los niños ilegalmente deportados a Rusia y desde Estonia han asegurado estar listos para enviar tropas a Ucrania.

Ayuda a mantener este sitio haciendo una donación:

Antes de adentrarnos en lo ocurrido durante la última jornada, es obligado hacer al menos un par de comentarios relacionados con el informe de ayer. Son varios los lectores que consideran que, precisamente porque Rusia está viendo cómo sus sistemas antiaéreos y, en general sus defensas, se están viendo superadas en muchos casos por los drones ucranianos, lo último en lo que este país estaría pensando es en una escalada vertical, pues debería desconfiar de las bondades de su arsenal a la hora de llevarla a cabo.

Desgraciadamente, este planteamiento parte de un error de base, ya que no tiene en cuenta algo fundamental en todo lo concerniente con la estrategia: el hecho de que esta es intrínsecamente paradójica. Dicho de otra forma, el camino que parece más lógico, rara vez lo es. En este sentido, una Rusia que se viese ante la alternativa de escalar o de rendirse y que, además, percibiese una ventana de oportunidad porque sus sistemas corren el riesgo de quedarse desfasados y resultar inútiles, seguramente optaría por utilizarlos antes de que estos fuesen, efectivamente, inservibles.

A colación, tampoco hay que confundir el hecho de que exista un tabú nuclear -es decir, una aversión intrínseca al ser humano (lo que incluye a los dirigentes) de cara al empleo de este tipo de armas– con ese otro hecho innegable: que la mayor parte del «no uso» es consecuencia no del tabú, sino de que la disuasión ha continuado funcionando en el nivel estratégico. Si esta se rompe o amenaza con hacerlo por completo, resulta muy dudoso que ese tabú, por sí mismo, vaya a frenar a dirigentes como los rusos.

Dicho esto, no se trata de que estemos en ese punto. Pero al hilo de lo explicado ayer, cualquier ataque contra las fuerzas estratégicas rusas y más por parte de un autor que no dispone de armas nucleares, lo único que hace es añadir gasolina a una situación de por sí inestable. Ucrania, incluso aunque se aleguen motivaciones puramente militares -ya explicamos que instalaciones como la de Armavir podrían tener un papel marginal en la guerra convencional- hace mal en escalar en este sentido.

Cambiando de tema, la jornada de hoy ha estado trágicamente marcada por el ataque ruso al centro comercial «Epicenter», una tienda de bricolaje de gran formato ubicada en la capital de la región de Járkov, ciudad del mismo nombre. A consecuencia del ataque a este edificio, que habría sido llevado a cabo empleando dos bombas planeadoras y que ha resultado totalmente destruido, habrían fallecido hasta el momento una docena de personas, registrándose más de 40 heridos –a la espera de que la cifra pueda aumentar, dadas las desapariciones-. Eso a pesar de que, en el momento del ataque y ya con las sirenas de alerta aérea sonando en la ciudad, estaba siendo evacuado.

Ataca así una vez más una instalación comercial de este tipo, como ya ocurriera al inicio de la guerra, en aquel caso lanzando un Iskander al centro comercial «Retroville» de Kiev, aunque los dos sucesos presentan diferencias. En aquel momento, por una parte, se mostraron imágenes de la entrada de vehículos militares ucranianos que podrían estar empleando los aparcamientos del centro para resguardarse. Además, el hecho de que utilizasen un misil Iskander, en un momento en el que la invasión iba ya francamente mal, fue entendido por muchos como un aviso. Señalamiento que no surtió ningún efecto pero que, en cualquier caso, abriría una fase de imposición de costes por parte de Rusia, castigando a la población civil ucraniana para intentar torcer la voluntad de resistencia, aunque sin éxito.

Precisamente, el hecho de que en esta ocasión no parezca haber nada que relacione al centro «Epicenter», a pesar de las acusaciones habituales, con el esfuerzo de guerra ucraniano, lo que indica es que el ataque podría haber sido dirigido exclusivamente contra la población civil. Si bien no es, ni de lejos, el primer centro de esta cadena de tiendas de bricolaje atacado en lo que va de guerra, podría ser también distintivo, en el sentido de que podría adelantar un cambio de orientación ruso.

De hecho, la por ahora frustrada ofensiva rusa en Járkov (Zelenski presumía, de hecho, hace horas, sobre la relación de bajas), la próxima cumbre de paz, las advertencias en torno al uso de los activos rusos congelados, los cambios de tono de las últimas semanas y varios hechos más que hemos ido narrando, a la par que las «ofertas» de negociación por parte rusa, obligan a pensar que uno de los usos que este país podría dar a su renovado arsenal (bombas planeadoras, misiles recibidos de países aliados…) podría ser el atacar directamente y con más contundencia a la población civil, yendo más allá de los ataques vistos hasta ahora contra la infraestructura energética y eléctrica.

En relación con esto, además, son muchos los que han pedido en las últimas horas una escalada limitada por parte de los Estados Unidos, tanto permitiendo el empleo de las armas de largo alcance suministradas por Occidente para golpear objetivos militares en el interior de Rusia, como retomando el asunto, planteado al inicio de la invasión, de crear una zona de exclusión de vuelo en Ucrania que evite sucesos como el ocurrido en el centro comercial «Epicenter».

Sin embargo, es poco probable que esto ocurra, al menos por el momento. En el primer caso, quizá el gobierno norteamericano cambie de parecer antes de las elecciones, tomando una decisión que permitiría a Ucrania atacar lo que ha pasado a convertirse en una suerte de santuario, caso de muchos aeródromos y del espacio aéreo ruso, desde el que es posible lanzar ataques aéreos casi a placer. De hecho, sería lo propio en vista del tipo de armamento que Ucrania tendrá a su disposición, caso de las SDB para los F-16, al menos si se quiere extraer todo su potencial. En el segundo, sin embargo, los problemas siguen siendo tantos o más que al inicio de la guerra.

Como quiera que el ataque sobre «Epicenter» no ha sido el único de la jornada, es necesario contar también que Ucrania asegura haber derribado durante las últimas horas doce misiles de crucero Kh-101/Kh-555 y treinta y un drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), declarándose incapaz de abatir los dos misiles hipersónicos Khinzal que también habría lanzado Rusia. Sin embargo, a pesar de la cifra de derribos aparentemente buena que ha publicado el Ministerio de Defensa del país, estos no se corresponden con el número de reportes de posibles impactos, procedentes de localidades como Sumy o Khmelnitsky.

En el caso contrario, más allá de las cifras de drones o bombas guiadas y misiles derribados que ofrece el Ministerio de Defensa ruso, tenemos un nuevo ataque ucraniano contra instalaciones en la península de Crimea, concretamente en Evpatoria, en donde se ha cortado una carretera y se podían ver columnas de humo. Además, el gobernador de la región fronteriza de Bélgorod ha denunciado la muerte de dos personas, en distintas localidades, tras sendos ataques ucranianos.

En cuanto a los combates y los movimientos, las novedades procedentes del sector más septentrional del frente son mínimas, por no decir nulas. Desde Ucrania, consideran ahora mismo controlada la zona, habiendo pasado a la ofensiva y presumiendo como decíamos Zelenski de una relación de bajas (muy difícil de verificar, por otra parte), de ocho a una a favor de las AFU.

Más al sur, en el sector de Kupiansk, se han producido enfrentamientos entre Ivanivka y Kyslivka, sin demasiados cambios, más allá de ligeros avances rusos en dirección a Stepova Novoselivka, ya reseñados ayer, incluyendo la posible retoma de la primera de las tres localidades por parte rusa.

Sin novedades procedentes del sector de Bakhmut, pasamos directamente al de Avdiívka, en donde han proseguido los ataques rusos en los alrededores de Ocheretyne, haciéndose en las últimas horas con una fracción de terreno boscoso en dirección a Sokil.

Por último, una vez más se ha visto una bandera ucraniana ondeando en la zona de Krynky, en la enésima acción de este tipo en una zona en constante disputa pero, por lo demás, sin operaciones de importancia.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En cuanto al apartado internacional y como corresponde a los fines de semana, las noticias son escasas. Más allá de las reacciones, tanto desde dentro de Ucrania como procedentes del exterior, relativas al ataque al centro comercial en Járkov. De parte europea, por ejemplo, el Alto Representante no solo ha condenado el ataque, sino que ha incidido en que esto solo demuestra la necesidad de ayudar a fortalecer las defensas antiaéreas ucranianas mediante el envío de más material.

Además de esto, el jefe de Estado Mayor ucraniano y el ministro de Defensa, han mantenido una reunión telefónica con el actual SACEUR, el general Christopher Cavoli, así como con el teniente general estadounidense Antonino Aguto, en la que se han puesto al día sobre la situación en el frente y las necesidades ucranianas en materia militar.

Por otra parte, Ucrania se ha solidarizado con Estonia, Finlandia y Lituania después de lo que consideran las «típicas acciones híbridas» rusas que buscan la intimidación y que, como asegura el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, su país conoce de primera mano.

En otro orden de cosas, Argentina se está planteando unirse a la coalición internacional que trabaja en la devolución de los menores ucranianos ilegalmente deportados a Rusia. Para ello, una delegación ucraniana encabezada por Daria Herasymchuk ha visitado el país sudamericano, reuniéndose con representantes del Gobierno y del Congreso Nacional de Argentina, así como con embajadores de los Estados miembros de la UE, la comunidad ucraniana, estudiantes, docentes, expertos y medios de comunicación locales.

Por otra parte, el ministro de Exterior de Lituania, Gabrielus Landsbergis, conocido por su posición respecto a la necesidad de enviar más apoyo a Ucrania, ha asegurado que su país está preparado para enviar tropas a territorio de su aliado, lo que permitiría simplificar la logística y entrenar in situ a los miembros de las AFU. Una posición muy diferente a la de Estados Unidos, en donde Biden ha vuelto a mostrarse reacio a esta idea, a pesar de haber cargado recientemente contra Putin, algo que han denunciado los medios rusos.

Un Putin, por cierto, que una vez con Shoigú fuera del ministerio, y a pesar de que siguen produciéndose choques de poder entre las élites de Defensa y el FSB (de hecho, lo que está ocurriendo es en buena medida una consecuencia de esta rivalidad) parece haber dado luz verde a una purga completa de los sujetos más ligados a los problemas de corrupción que asolan a buena parte de la cúpula militar rusa.

Lo más destacado de la jornada, sin embargo, han sido los avances que se han registrado en el seno del G7 de cara a la utilización de los intereses generados por los activos rusos retenidos en Occidente para poder así financiar en parte la ayuda militar a Ucrania. Pese a lo cual, y aunque pueda parecer mentira, serían los socios europeos de la organización los que se muestran todavía más inseguros respecto al plan estadounidense, pues temen verse perjudicados por una propuesta que permitiría, como explicamos, conceder a Ucrania créditos por valor de 50.000 millones de dólares, pagaderos gracias a los citados intereses. En cualquier caso, los ministros de los siete países más industrializados del mundo -con la excepción obvia de China-, habrían acercado posiciones en las últimas horas de cara a lograr un acuerdo.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *