La última jornada ha estado marcada por el discurso del presidente ruso, Vladímir Putin, a la nación. Una comparencia en la que, más allá de centrarse en la política interior y de afirmar que de aquí a seis años Rusia será líder mundial en multitud de campos, tuvo tiempo para hablar sobre la estabilidad estratégica y el diálogo con los Estados Unidos, así como para hacer un nuevo signalling nuclear como respuesta a la posibilidad de que países europeos lleguen a desplegar sus fuerzas en Ucrania. Además de esto, los combates continúan en el frente, entre contraataques de una Ucrania que intenta restablecer la situación en puntos como Ivanivske, el oeste de Avdiívka y Krasnohorivka y dudas respecto al número real de aviones rusos derribados en las últimas semanas.
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Hace escasas horas ha tenido lugar, un año más, el esperado discurso de Vladímir Vladimirovich Putin a la nación, en claro tono preelectoral (y, por lo tanto, centrado en la política interna) pero con algunas referencias importantes tanto a la situación en Ucrania como a la política internacional en general. Un discurso (podéis leerlo íntegro en el siguiente enlace) también algo diferente a los habituales, pues llegó a adentrarse en territorios hasta ahora inexplorados, llegando incluso a mencionar la restauración de rutas de senderismo en los parques nacionales, a hablar sobre la modernización de las oficinas de correos y a tocar muchos otros temas, incluyendo la natalidad.
Por supuesto, tuvo tiempo para exaltar el sistema democrático ruso, por más que sea un régimen iliberal en el que los opositores han sido uno tras otro apartados de la vida política. No es la visión de Putin, quien no tuvo reparos en declarar: «Agradezco a los partidos parlamentarios por unirse en torno a los intereses nacionales. El sistema político de Rusia es uno de los pilares de la soberanía de nuestro país. Continuaremos impulsando las instituciones democráticas y resistiendo cualquier interferencia externa en nuestros asuntos internos».
También, una vez más, apara acusar a Occidente de ser una especie de Leviatán que «con sus prácticas coloniales y su tendencia a incitar conflictos étnicos en todo el mundo, no sólo busca impedir nuestro progreso, sino que también imagina una Rusia que sea un espacio dependiente, en decadencia y moribundo donde puedan hacer lo que quieran. De hecho, quieren replicar en Rusia lo que han hecho en muchos otros países, incluida Ucrania: sembrar discordia en nuestro hogar y debilitarnos desde dentro. Pero se equivocaron, lo que ha quedado muy claro ahora que se toparon con la firme resolución y determinación de nuestro pueblo multiétnico».
Por supuesto, para agradecer a todos aquellos que han tomado parte en la «Operación Militar Especial», a quienes dedicó las siguientes palabras: «La defensa y el fortalecimiento de la soberanía se llevan a cabo en todos los ámbitos, principalmente en el frente, donde nuestras tropas luchan con determinación firme y desinteresada. Agradezco a todos los que luchan por los intereses de la Patria, que soportan el crisol de los juicios militares y arriesgan su vida cada día. La nación entera siente el más profundo respeto por su hazaña, llora a los muertos y Rusia siempre recordará a sus héroes caídos».
En cualquier caso, para lo que aquí nos interesa, las referencias más importantes fueron todas las relativas a la estabilidad estratégica, la arquitectura de seguridad internacional y la marcha de la «Operación Militar Especial», la producción de armamento y los planes de despliegue del mismo. También la respuesta a las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron asegurando que la posibilidad de enviar tropas a Ucrania se había discutido durante la pasada cumbre de París, celebrada el pasado lunes.
En cuanto a la guerra de Ucrania y las Fuerzas Armadas rusas, además de incidir en que estas estaban mejorando sus capacidades ayudadas por la movilización de la industria de defensa, volvió a citar los objetivos habituales: «desnazificación», protección del pueblo y defensa de la soberanía. Además, se congratuló por los últimos avances.
Respecto a las armas estratégicas, aseguró que se habían cumplido la mayor parte de objetivos marcados en 2018, a la vez que hizo referencia a los nuevos sistemas, como el misil Kinzhal, el Avangart o, más interesante, los Burevestnik y Poseidón, que según Putin están ya en una etapa final de la fase de pruebas. Es más, se refirió a las recientes acusaciones por parte de Estados Unidos de estar embarcados en un programa destinado a situar armas nucleares en el espacio, a las que tildó de infundadas.
Todo para terminar acusando a este país de hacer demagogia cuando afirman que quieren dialogar sobre la estabilidad estratégica con Rusia. Añadiendo, además, que Rusia únicamente se sentará a hablar cuando se tengan en cuenta sus intereses nacionales y securitarios, a la vez que denunciando que Occidente intenta arrastrar a Rusia a una nueva carrera de armamentos como la que entre 1981 y 1988 terminó erosionando la economía soviética y provocando, en última instancia, la implosión del régimen comunista.
Al respecto, cabe hace un comentario: a diferencia del lenguaje de los líderes europeos, que no se sonrojan al alumbrar términos a cada cual más vacíos, como «intimidad estratégica» o al hablar con ligereza de «economía de guerra», Putin siempre suele mostrarse muy conciso y demuestra dominar el lenguaje técnico. Esto no quiere decir que siempre acierte, pues algunas de sus decisiones como la del supuesto programa ASAT no hacen sino añadir un grado adicional de inestabilidad a una situación ya de por sí peligrosa. Sin embargo, sí permite entrever que, al menos, hay cierto sustento intelectual y consistencia en lo que dice y hace. Tampoco que todo lo que dicen los líderes occidentales se diga por azar o sea una ocurrencia. De hecho, el propio Macron ha aclarado recientemente, en referencia a sus palabras sobre el despliegue de tropas en Ucrania que «Cada una de las palabras que pronuncio sobre este asunto está sopesada, pensada y medida, son temas suficientemente serios«, lo que obliga a pensar en sus implicaciones, como explicáramos ayer.
Siguiendo con el discurso, tuvo unas palabras para la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, explicando que Rusia necesita «apuntalar las fuerzas en el teatro estratégico occidental para contrarrestar las amenazas que plantea una mayor expansión de la OTAN hacia el este». Es decir, que continuarán con sus planes de crear nuevas unidades que serán desplegadas en los Distritos Militares más cercanos a los países nórdicos. Estos, después de la reciente reestructuración, anunciada hace apenas un par de días, serían los Distritos Militares de Moscú y Leningrado.
Tras esto, lanzó un claro signalling nuclear en respuesta a la posibilidad de que Estados miembros de la UE y la OTAN envíen tropas a luchar a Ucrania. Suspalabras exactas, fueron: «Occidente ha provocado conflictos en Ucrania, Oriente Medio y otras regiones del mundo mientras propaga constantemente falsedades. Ahora tienen la audacia de decir que Rusia alberga intenciones de atacar a Europa. ¿Puedes creerlo? Todos sabemos que sus afirmaciones son totalmente infundadas. Y al mismo tiempo, seleccionan objetivos para atacar en nuestro territorio y contemplan los medios de destrucción más eficaces. Ahora han empezado a hablar de la posibilidad de desplegar contingentes militares de la OTAN en Ucrania. Pero recordamos lo que les pasó a quienes una vez enviaron sus contingentes al territorio de nuestro país. Hoy, cualquier agresor potencial enfrentará consecuencias mucho más graves. Deben comprender que también tenemos armas –sí, lo saben, como acabo de decir– capaces de atacar objetivos en su territorio. Todo lo que están inventando ahora, asustando al mundo con la amenaza de un conflicto que involucre armas nucleares, lo que potencialmente significa el fin de la civilización, ¿no se dan cuenta de esto? El problema es que se trata de personas que nunca han enfrentado una adversidad profunda; No tienen idea de los horrores de la guerra».
Por último, se refirió a la necesidad de crear una nueva arquitectura de seguridad no para Europa, sino para Eurasia (Rusia lleva tiempo autodenominándose una potencia euroasiática y, además, esto permitiría incluir en la ecuación a una China que es, a la vez, aliada y un riesgo potencial), haciendo además alusiones a los BRICS y a cómo los miembros de esta organización superarán en PIB a los miembros del G7 en el plazo de un lustro, así como a la Organización de Cooperación de Shangái.
Es decir, que Putin no hizo sino repetir su tradicional discurso, según el cual se está produciendo el paso de un mundo unipolar a otro multipolar en el que las potencias revisionistas como Rusia (aunque no solo), tendrán un renovado papel en detrimento de Occidente. Esto, si bien es cierto, pues Occidente (con mucha más incidencia en el caso de las potencias europeas que en el de los Estados Unidos) ha perdido poder relativo en los últimos tiempos, no debe hacernos olvidar que en el caso de las palabras de Putin hay también mucho de la necesidad de construir un relato que funcione a modo de profecía autocumplida. Es decir, que estamos asistiendo al proceso, pero este ni mucho menos se ha completado, ni al final del camino tiene porqué terminar exactamente como Putin desea, pues es un fenómeno en marcha con muchos interrogantes.
Y pasando, como cada día, de la parte más político-estratégica a la realidad del terreno, tenemos que, si bien no hay noticias por el momento de nuevos ataques rusos con drones, sí hay otras que apuntan al supuesto derribo de un nuevo bombardero táctico Su-34 ruso. Algo que ha generado no poca polémica, toda vez que según las cifras oficiales ucranianas habrían sido ya 13 las aeronaves rusas destruidas en febrero, tres de ellas en las últimas 24 horas, aunque ni mucho menos hay pruebas de todas ellas.
Por otra parte, cabe señalas que durante esta última jornada se ha sabido de un nuevo cambio en la cúpula militar ucraniana. Así, el general Volodímir Karpenko será el nuevo jefe de de logística en las AFU, sucediendo a Oleh Houliak, cuyo despido fue anunciado en un decreto anterior.
Dicho esto, del lado contrario se ha registrado actividad de las defensas aéreas en la península de Crimea, trascendiendo informaciones referentes a una fuerte explosión en Simferopol. Además, también se habrían registrado explosiones en la localidad costera de Mariúpol. Desde el Ministerio de Defensa ruso han hablado de intentos de ataque ucranianos con drones sobre Crimea, Kursk y Bélgorod.
En cuanto a los combates, que un día más arrojan cifras de pérdidas materiales sobrecogedoras (aun así, conviene tomarlas con cautela, porque no todos los vehículos listados son irrecuperables), tenemos que han vuelto a afecta a la zona más occidental y noroccidental de Bakhmut, con las tropas rusas luchando por adentrarse en Ivanivske entre contraataques ucranianos. Todo mientras Rusia bombardea con su aviación, desde hace días, la zona más al norte, en dirección hacia Chasiv Yar.
En el caso de Avdiívka, que sigue siendo el punto más caliente del frente, tras la pérdida de Lastochkyne y Severne, las Fuerzas Armadas ucranianas parecen haber estabilizado momentáneamente el frente entre Berdichy, Orlivka y Tonen’ke, aunque en la segunda de estas localidades habrían logrado penetrar recientemente. Todo mientras desde Ucrania avisan de la posibilidad de que el Ejército ruso alcance importantes ganancias para el próximo verano, si no reciben más material y ayuda militar por parte de Occidente.
Más al sur, en el área de Mariínka, la acción se desarrolla especialmente en dirección a Krasnohorivka, en este caso con las fuerzas ucranianas retomando parte del terreno perdido en las últimas semanas al sur de la localidad y anulando el intento hecho ayer por Rusia.
Además de lo anterior, y en este caso en la región de Zaporiyia, tenemos que las AFU también han retomado terreno en el eje de Orijiv, toda vez que se han registrado bombardeos rusos sobre unas posiciones que su ejército había tomado días atrás.
Por último, se ha informado recientemente del fallecimiento de al menos seis miembros de las Fuerzas Especiales ucranianas, concretamente del 73º Centro de Operaciones Navales Especiales mientras intentaban una incursión a través del golfo de Tendra, en el extremo occidental de la región de Jersón al sur del Dniéper.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el apartado internacional, podemos comenzar por las reacciones al discurso de Putin, que en la mayor parte de los casos hacen referencia a lo que consideran palabras «irresponsable», en relación con el signalling nuclear que hemos visto. Así lo han manifestado por ejemplo desde el Departamento de Estado de los EE. UU. o desde el Ministerio de Defensa de Francia.
Por otra parte, en los Estados Unidos, en donde han logrado aprobar un proyecto de ley que permitirá evitar el cierre gubernamental, siguen a vueltas con la ayuda militar a Ucrania. Así, en las últimas horas ha sido un grupo formado por los presidentes de 23 de los 27 parlamentos comunitarios el que ha presionado a su homólogo en la Cámara de Representantes estadounidense, Mike Johnson, para que acepte votar y se aprueba el paquete de 61.000 millones de dólares.
En cuanto a Ucrania, tenemos que el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak, ha mantenido una reunión con el asesor del primer ministro británico, Timothy Barron, con quien ha hablado sobre la preparación de la futura cumbre de paz, a celebrar en Suiza.
Además de esto, desde el Ministerio de Exteriores ucraniano se han felicitado por la invocación del «Mecanismo de Moscú» por parte de la mayoría de Estados miembros de la OSCE. A juicio del ministro, Dmytro Kuleba, esto permitirá «determinar el verdadero alcance de este crimen y establecer los hechos» en referencia a la detención arbitraria de civiles ucranianos por parte de Rusia.
La actividad diplomática ha estado protagonizada hoy también por la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, quien en el marco de su visita al Reino Unido para participar en la cumbre «Global Soft Power» se ha reunido con la reina Camila.
Como parte de su visita al Reino Unido para participar en la Cumbre Global Soft Power, la primera dama Olena Zelenska se reunió con Su Majestad la Reina Camilla. La esposa del Presidente agradeció tanto a esta como a Carlos III -quien está convaleciente de su cáncer- su constante apoyo a Ucrania y el haber albergado en Reino unido a 200.000 refugiados ucranianos.
Por otra parte, Ucrania y Turquía han acordado ampliar la liberalización de las normas para el transporte de carga en ambos sentidos y el tránsito de camiones de carga «al menos hasta el final de la guerra», según ha informado informó el Ministerio de Infraestructura de Ucrania. Ucrania tiene un régimen sin permisos para el transporte de carga con 35 países, incluidos miembros de la UE, lo que ayudó al país a continuar con sus exportaciones agrícolas cuando Rusia bloqueó el comercio marítimo de Ucrania al comienzo de la invasión.
Precisamente, en relación con Turquía, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llegará en las próximas horas al país para tomar parte en el Foro Diplomático de Antalya, en el cual sostendrá conversaciones bilaterales con el Ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan. Se espera que los máximos diplomáticos de Rusia y Turquía discutan una amplia gama de temas, principalmente el estado actual y las perspectivas de la cooperación bilateral en las esferas de interés mutuo: comercio, energía, seguridad, banca y turismo.
Pasando a las sanciones, Japón ha incluido en su lista a 12 nuevos ciudadanos rusos, así como a 35 compañías adicionales. Sigue así el país nipón la línea marcada por otros miembros del G7 en fechas recientes.
En cuanto a la ayuda militar, tenemos que Francia encargará 2.000 drones suicidas para sus Fuerzas Armadas, de los cuales un centenar serán donados a Ucrania. Fabricados por la compañía Delair, llegarán a Ucrania a lo largo del próximo verano.
En otro orden de cosas, el Gobierno ruso ha prohibido durante seis meses las exportaciones de gasolina, con el fin de estabilizar los precios en el mercado interno. Una decisión que no es nueva, pues ya en otoño de 2023 se tomó una similar, buscando hacer frente al aumento de precios dentro de Rusia.
Para finalizar, lo hacemos con una referencia a una medida adoptada por el Gobierno ucraniano y anunciada por su primer ministro, Denys Shmyhal, según la cual todos los lugares que forman parte del patrimonio cultural ucraniano y que hayan sido afectados por la guerra se incluirán en un registro especial, de forma que se pueda determinar el importe de la compensación a exigir a Rusia.