“Sólo un idiota, o un demócrata radical de izquierda, votaría por [el] horrible proyecto de ley”. Estas han sido las palabras de Donald J. Trump mientras pedía a los congresistas republicanos que voten en contra de la propuesta bipartidista presentada ayer. Desde la UE, mientras Borrell se dirige a Kiev, piden sin embargo que la propuesta se apruebe, así como más apoyo a Ucrania. En este país, mientras tanto y por primera vez, Zelenski ha admitido que contempla la posibilidad de relevar a Zaluzhnyi, al tiempo que acepta la dimisión de Yuliïa Laputina, ministra ucraniana de Asuntos de los Veteranos. Sobre el terreno, prosiguen con más fuerza si cabe los intentos rusos por tomar Avdiívka, objetivo evidente de cara a las presidenciales de marzo.
Como era de esperar, el más que posible candidato republicano a las elecciones estadounidenses del próximo otoño, Donald J. Trump -quien todavía debe imponerse en las primarias-, se ha opuesto públicamente a la aprobación de la propuesta de Ley acordada por los senadores demócratas y republicanos hace apenas unas horas. El proyecto, cuya negociación ha sido dirigida por el senador republicano por Oklahoma James Lankford, habría nacido «muerto», según el presidente de la Cámara de Representantes (cámara baja), Mike Johnson, quien considera que el texto presentado sigue siendo demasiado blando en temas de inmigración.
Más allá de que la mayoría de 222 republicanos (frente a 212 demócratas) en la misma esté o no de acuerdo con el texto -recordemos que debe superar este trámite antes de ser aprobado-, lo que está claro es que ningún miembro de este partido quiere granjearse la enemistad del expresidente Donald J. Trump, quien aspira a volver en otoño a la Casa Blanca y se ha mostrado abiertamente en contra del la propuesta de Ley. De hecho, sus palabras no han podido ser más duras, afirmando que «solo un idiota» votaría a favor de la misma.
Como advertíamos ayer, y a pesar del acuerdo inicial, resultaba difícil que este llegase a aprobarse rápidamente. Al fin y al cabo, más allá de la legítima oposición a continuar ayudando a Ucrania o de la también legítima preocupación por la seguridad fronteriza, tenemos que la inmigración -y la política interior estadounidense continúa siendo mucho más importante para los votantes que la exterior- es una de las principales bazas en esta campaña electoral para Trump. Esto explica que desde su equipo se opongan radicalmente a cualquier acuerdo, al menos por el momento y, también, que liguen la cuestión fronteriza con la ayuda a Israel, Ucrania y Taiwán.
También que, a pesar de las exigencias de ligar ambos temas (inmigración y ayuda a Ucrania) por parte de los senadores republicanos, de cara al público el propio Trump se manifieste en contra de votar ambos asuntos de una sola vez, exigiendo acuerdos por separado. Es más, ha llegado a declarar, hace unas horas:
¡¡¡No seas ESTÚPIDO!!! Necesitamos un proyecto de ley de inmigración y fronteras separado. ¡No debe estar vinculado a la ayuda exterior de ninguna manera o forma! Los demócratas rompieron con Inmigración y Frontera. Deberían arreglarlo.
Unas palabras que, más que posiblemente, son puro tacticismo.
Lo que resta ahora es la posibilidad de que el texto -que todavía no ha sido votado, algo que ocurrirá en unas horas- incluya algún tipo de enmienda in extremis que pueda contentar a la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. De lo contrario, habrá que comenzar las negociaciones de una nueva propuesta, con todo lo que ello supone en términos de tiempo, aunque podrían acortarse plazos en tanto parece que hay temas sobre los que ambos partidos sí han llegado a acuerdos claros.
En otro orden de cosas, continúan las especulaciones respecto al futuro del general Zaluzhnyi, que de hecho han arreciado en las últimas horas, toda vez que el presidente ucraniano, Zelenski, ha hecho una serie de declaraciones en las que admite estar planteándose cambios en la cúpula militar. Unas palabras que han sido rápidamente recogidas por medios ucranianos y afines y que se resumen en una única frase:
Definitivamente es necesario un reseteo, un nuevo comienzo. Tengo algo serio en mente, que no concierne solo a una persona, sino a la dirección del país en su conjunto.
Curiosamente, las declaraciones de Zelenski se han producido en el marco de una entrevista concedida al canal de televisión italiano RAI 1, en la que el presidente de Ucrania ha admitido por primera vez el estancamiento al decir: «en lo que respecta a la guerra terrestre, hay un punto muerto, es un hecho”. Una afirmación que choca radicalmente con las hechas hasta ahora y que es tanto más sorprendente no por admitir algo que es evidente desde hace prácticamente un año, sino porque hablar de estancamiento es una de las cosas que más se han afeado a Zaluzhnyi en el pasado.
Un Zaluzhnyi que, por su forma de expresarse en redes sociales, se diría que da por hecha su salida del cargo, sin que se sepa a ciencia cierta cuál podría ser su destino posterior, una vez rechazada la supuesta oferta de pasar a ser asesor militar del Gobierno.
No ha sido, en cualquier caso, la única noticia de las últimas horas relacionada con la salida de un alto cargo. De hecho, Zelensky ha aceptado la dimisión de la hasta ahora ministra de Asuntos de los Veteranos, Yuliïa Laputina. El anuncio lo ha hecho el propio Zelenski, quien ha dejado entrever que la dimisión podría haber sido forzada, al declarar que:
Hoy por la mañana, el Primer Ministro Denys Shmyhal y yo discutimos formas de fortalecer nuestra política de héroes, la política de veteranos. Nos concentramos en medidas que pueden resolver los problemas existentes en esta área e infundir mayor confianza en nuestro pueblo. Pasos para garantizar un reinicio, y no solo en esta área. Con el debido respeto a la señora Ministra, esto es enteramente una cuestión de gestión. Ucrania necesita fuerza, energía fresca y liderazgo suficiente en todos los ámbitos. Debemos ganar esta guerra y hacer el mayor esfuerzo posible este año, hacer incluso más de lo posible. Ucrania ganará.
Más allá de la política, la guerra continúa librándose sobre el terreno, con importantes cifras de bajas, especialmente para la parte rusa. Por otra parte, no se han registrado lanzamientos de misiles y drones por parte rusa, aunque sí según algunas fuentes, un aumento en los últimos tiempos en el número de ataques artilleros y bombardeos.
Del lado ruso, han sido noticia los apagones en Rostov del Don y varias localidades cercanas, debido a fallos técnicos en la red eléctrica, aunque no está claro que en esta ocasión hayan sido consecuencia de los ataques ucranianos como hemos visto otras veces. También la muerte del ministro de Emergencias de la República Popular de Lugansk, Oleksiy Poteleshchenko, quien ha fallecido como consecuencia de un ataque ucraniano contra la cafetería en la que se encontraba. Además, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso ha detenido a tres personas en Crimea, acusadas de estar preparando un atentado contra las autoridades rusas.
En cuanto a los movimientos, han vuelto a ser mínimos, concentrándose una vez más en Avdiívka, una localidad que se ha convertido en el objetivo principal para el Ejército ruso y cuya toma a cualquier precio responde a una necesidad más política que operacional.
Pese a ello, se han producido también enfrentamientos en otras zonas, como en el área de Kreminna, en donde Rusia continúa con su acoso sobre Yampolivka, como señaláramos en informes previos.
También en torno a Bakhmut, concretamente en la zona de Klischiívka, han seguido los combates, con las tropas rusas tratando de cruzar las vías férreas al sur de la localidad, después de haberlo conseguido al norte hace un tiempo, punto por el que también siguen intentado progresar.
El grueso de la actividad, no obstante y como decíamos, ha vuelto a situarse en Avdiívka. Allí la situación es cada vez más crítica para los ucranianos, mientras las tropas rusas intentan completar el cerco no sobre el conjunto de la ciudad, sino sobre alguna de sus partes y de las unidades ucranianas allí desplegadas. Además, según se puede comprobar en el vídeo bajo estas líneas, las tropas rusas han minado las zonas en las que han logrado adentrarse al sur de Avdiívka, para dificultar los contraataques ucranianos. Siguen pues logrando avances al norte, alrededor del estanque, así como al sur, hacia Pervomais’ke y Perekrestok, tratando de aprovechar cualquier construcción para progresar, ante la imposibilidad de hacerlo en campo abierto. Desde el Estado Mayor ucraniano aseguran que continúan rechazando los ataques rusos, que podrían haber sido hasta ocho de cierta envergadura en las últimas horas.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Dejando al margen a los Estados Unidos, sobre los que ya hemos hablado en la primera parte del informe, la noticia más relevante del día en el apartado internacional tiene que ver con la inminente visita del Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, a Ucrania. Una visita que se producirá después de reunirse con el ministro de Exteriores polaco, Radosław Sikorski, con quien ha hablado precisamente sobre Ucrania y a quien ha agradecido el apoyo inquebrantable de Polonia.
La segunda noticia relevante es, sin duda, el anuncio hecho por la ministra de Defensa de los Países Bajos, Kajsa Ollongren, quien ha asegurado que su país suministrará a Ucrania media docena de cazabombarderos F-16 adicionales, con lo que serán un total de 24 unidades las que entreguen los neerlandeses a la Fuerza Aérea ucraniana. No ha precisado fechas de entrega. El anuncio, como no podía ser de otra forma, ha sido recibido con alegría desde el Ministerio de Defensa de Ucrania, agradeciendo el ministro Umerov la noticia y el apoyo.
Por otra parte, el nuevo primer ministro francés, Gabriel Attal, ha propuesto durante su visita a Berlín seguir apoyando a Ucrania cuanto sea necesario, mientras hablaba de la cooperación franco-alemana. Según Attal: «Medimos la fuerza de Europa por la solidez de la amistad franco-alemana, por que nuestras dos naciones avancen juntas y Europa acelere, se desarrolle y recupere su poder».
Siguiendo con Francia, también han sido noticia las declaraciones del embajador ruso en este país, convocado como explicamos ayer por Quai d’Orsay (en referencia a la sede del Ministerio de Exteriores galo, situado en el número 37 de esta calle parisina). Así las cosas, Alexei Mechkov afirmó en un comunicado que «no se ha presentado ninguna prueba que indique que los franceses muertos fueran trabajadores humanitarios». Además, reiteró «la irresponsabilidad y el peligro de una creciente implicación de París en el conflicto ucraniano con el aumento de los suministros de armas cada vez más destructivas y letales» .
Cambiando de tercio, también ha sido noticia la salida del Servicio de Inteligencia de Ucrania (SBU) de Roman Sementchenko, jefe del Departamento para la Protección del Estado y quien estaba siendo investigado por las escuchas telefónicas a periodistas de Bihus, un medio de investigación. La decisión de despedir a Sementchenko fue tomada por el jefe del SBU y validada por el presidente ucraniano.
En otro orden de cosas, continúan siendo noticia las previsiones económicas que distintos organismos dan para Rusia. Según la OCDE, este país crecerá por encima de la media de la UE en 2024, aunque en 2025 la situación podría ser diferente. En cualquier caso, parecen quedar descartadas las previsiones de cataclismo económico que se hacían hace unos meses, a pesar de los problemas que enfrenta la economía rusa en algunos aspectos, como en el de la producción de petróleo.
Pasando a la ayuda militar, en las últimas horas se ha sabido que la fundación Poroshenko ha transferido a las Fuerzas Armadas ucranianas dos nuevos sistemas aéreos no tripulados Leleka-100, con un coste de casi 14,5 millones de grivnas (358.000 euros). Los sistemas han sido entregados al 3º Regimiento Independiente y a la 141ª Brigada ucraniana.
Por último, cerramos con un tema curioso, aunque no del todo sorprendente: el interrogatorio a tres miembros de la PMC rusa Wagner Group en Sudán por parte de operativos de inteligencia ucranianos, sin que esté claro si estos habían sido los responsables de su captura o no. Como sabemos, desde hace un tiempo hay ucranianos combatiendo a la organización rusa no solo en Ucrania, sino también en África.