Mientras desde la Unión Europea reconocen que apenas habrán entregado, para finales de marzo, el 52% de la munición de artillería prometida a Ucrania, este país ha lanzado diversos ataques con misiles de crucero sobre Crimea, alcanzado objetivos en Sebastopol, Belbek, Dzhankoi y Yevpatoria. Al mismo tiempo, desde Bruselas se ha ofrecido un compromiso a Hungría en vísperas de una cumbre en la que se decidirá sobre el paquete de ayuda financiera de 50.000 millones de euros, destinado a garantizar la estabilidad de la economía ucraniana. Todo en una jornada en la que la Corte Internacional de Justicia ha rechazado la mayor parte de las acusaciones ucranianas contra Rusia relacionadas con la «financiación del terrorismo» en el este del país.
La munición es un día más motivo de debate y de polémica, pues según las últimas declaraciones del Alto Representante de la Unión Europea, el español Josep Borrell, apenas se han entregado 330.000 disparos de artillería a Ucrania. Una cifra a la que se sumarán antes de finales de marzo, y si todo va bien, otros 200.000 disparos, lo que supondría un total de alrededor del 52% del objetivo inicial que, recordemos, consistía en 1.000.000 de disparos.
Eso sí, una de cal y otra de arena, pues al mismo tiempo Borrell ha asegurado que la UE alcanzará el objetivo marcado para 2024. Un objetivo que pasa por entregar 600.000 proyectiles más antes de finales de diciembre, con lo que, en total, desde que se iniciase el programa de entregas, se habrán suministrado a Ucrania más de un millón de proyectiles en algo más de año y medio. A la vez, ha anunciado que se aumentará la misión de entrenamiento destinada a adiestrar a militares ucranianos para incluir a 20.000 más de estos.
Así las cosas, según los datos aportados por Borrell, el número de militares ucranianos que recibirán entrenamiento crecerá de los 40.000 iniciales. Por otra parte, se han dado desde el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) cifras relativas a la ayuda militar movilizada por la UE el pasado año, que ascendería a 28.000 millones de euros, a los que se sumarán 21.000 millones más durante 2024.
Pese a los aumentos de producción, la distancia entre esta y las necesidades ucranianas, que desde este país cifran en 200.000 proyectiles al mes, siguen siendo importantes, al menos por el momento. Recordemos también que es factible que en la segunda mitad del año, aun sin alcanzarla, los socios de Ucrania puedan acercarse mucho más que ahora a esa cifra de producción. Lo que no quiere decir, obviamente, que todo disparo salido de una línea vaya a tener como destino Ucrania, dada la necesidad de rellenar los inventarios después de casi dos años de apoyar a Kiev.
Como quiera que hace apenas unas semanas hablamos en unos de nuestros informes sobre la evolución de la producción tanto entre los Veintisiete, como en los Estados Unidos y en la propia Federación Rusa, no volveremos a repetir ni las cifras ni los argumentos. Haremos, eso sí, una referencia a la producción de tubos y granadas de mortero por parte ucraniana, que sería de 100 y 20.000 al mes respectivamente únicamente en el caso de la empresa «Ukrainian Armor», según se ha publicado recientemente. Además, os dejamos con el siguiente hilo, en el que se hace un breve repaso a algunos de los proyectos de Estados miembros en relación con la apertura de nuevas instalaciones de producción de artillería o la reapertura de líneas de fabricación antes existentes.
En cualquier caso, y según los propios ucranianos, a día de hoy la diferencia en cuanto a disponibilidad de munición -o más bien en cuanto a potencia de fuego- entre sus fuerzas armadas y las de la Federación Rusa, sería de tres a uno a favor de los segundos. Así, como ha reconocido el ministro de Defensa, Rustem Umerov, Ucrania no está en situación de realizar más de 2.000 disparos al día y eso para un frente que se extiende a lo largo de 1.500 kilómetros.
Desde Rusia, y en paralelo, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, ha estado un día más de visita en una de las fábricas de armamento del país, concretamente en la Planta de Construcción de Maquinaria de Transporte de los Urales, situada en Ekaterimburgo, en el óblast de Sverdlovsk. Desde allí ha vuelto a pedir a los fabricantes que aumenten su producción de todo tipo de sistemas de artillería, así como de misiles y de municiones.
Si bien sus capacidades en este ámbito son también limitadas y se ven penalizadas por la dificultad de acceder a ciertos componentes, tal y como hemos venido advirtiendo desde casi el inicio de la guerra, la habilidad rusa para saltarse las sanciones impuestas por Occidente, encontrando aquellos materiales y piezas que su industria necesita en otros mercados, es digna de estudio.
Pero es que hay más, ya que su economía, si bien está tensionada y sigue corriendo el riesgo de recalentarse, continúa dando muestras de una gran resiliencia, tal y como han reconocido recientemente desde el Fondo Monetario Internacional (FMI). En este caso, los técnicos de la institución han hecho una previsión de crecimiento para este año del 2,4%, duplicando las previsiones iniciales de incremento del Producto Interior Bruto.
Al final, con los datos de las previsiones en la mano, la economía rusa podría crecer muy por encima de la de la mayoría de Estados miembros de la UE, con Francia, Italia o Alemania aspirando a cifras del orden del 1 a 1,5 %. Y es que la economía rusa, con un Gobierno que está aplicando medidas keynesianas en base a la realización de compras masivas a su industria de defensa, se está viendo favorecida por la guerra en algunos aspectos. Ahora bien, tampoco hay que olvidar que su crecimiento podría haber sido mucho mayor de no haberse producido la invasión.
Pasando ya a lo ocurrido en las últimas horas sobre el terreno, hoy cabe comenzar por los ataques llevados a cabo por Ucrania contra diferentes instalaciones relacionadas con las Fuerzas Armadas rusas a lo largo y ancho de la península de Crimea. Un ataque que habría sido llevado a cabo mediante misiles de crucero SCALP/Storm Shadow y que, a pesar de que Rusia asegura haber derribado una veintena, ha dejado imágenes de destrucción en puntos clave como el aeródromo militar de Belbek, en donde habrían resultado destruidas varias aeronaves. Además de esto, la inteligencia militar ucraniana se ha atribuido el ataque con drones contra una refinería en San Petersburgo, la segunda ciudad rusa, la noche del martes al miércoles.
Del lado contrario, la Federación Rusa habría vuelto a lanzar sobre Ucrania una veintena de drones Shahed-131/136 (Geran-1/2), de los que aseguran haber neutralizado catorce de ellos antes de alcanzar su objetivo. Pese a ello, en lugares como Járkov, se habrían registrado varias explosiones.
En cuanto a los movimientos, apenas han llegado novedades del sector más septentrional del frente, más allá de nuevos avances rusos en el área de Kreminna y en dirección a Terny. Allí, el Ejército ruso se ha situado ya muy cerca tanto de esta localidad como de Yampolivka, ligeramente más al sur y ambas junto al río Zherebets.
En el área de Bakhmut, nos encontramos con la situación opuesta, en este caso al norte de la ciudad, en la zona de Bohdanivka. Un lugar en el que los contraataques ucranianos han permitido recuperar algunas de las posiciones perdidas en las jornadas previas. No así en Kurdyumivka, al sur de Bakhmut, en donde habrían avanzado unos metros en paralelo al canal de agua dulce.
Más allá de esto, en Avdiívka continúa en marcha la ofensiva rusa, sobre la que Putin afirma que sus tropas «han llegado a las afueras de Avdiivka, han capturado 19 casas y las están reteniendo«. Un dato que, más allá de la anécdota, sugiere que Putin se mantiene mucho más al día de la realidad de la guerra sobre el terreno que durante los primeros compases de la misma. Y además de sobre Avdiívka, también prosiguen los ataques rusos en el área de Mariínka y hacia Novomykhailivka, como en jornadas anteriores, estando esta población cada vez más rodeada. Lo mismo que en Vuhledar, en donde han logrado ganar terreno al norte de Pryyutne.
Por último, antes de pasar al apartado internacional, hay que hacer una referencia a la situación dentro de las Fuerzas Armadas ucranianas y a la situación de su máximo responsable militar, el general Zaluzhnyi, pues siguen publicándose noticias según las cuales, será apartado del cargo en cuestión de días.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En cuanto a la arena internacional, todo sigue pendiente de la vital cumbre que tendrá lugar el jueves y en la que se podría aprobar, si Hungría acepta la propuesta del resto de sus socios, el ansiado paquete de ayuda financiera a Ucrania, algo que permitiría apuntalar la economía de este país durante los próximos años.
Si hacemos memoria, Orban pretende que la ayuda a Ucrania se revise anualmente. El resto de socios, por el contrario, no quieren dar a Hungría la oportunidad de vetar periódicamente la asistencia a Ucrania, porque supone conceder a este país un poder desproporcionado, ya que en cada negociación obtiene una contraprestación.
Además de esto, y siguiendo con la UE, ha tenido lugar una reunión informal de los ministros de Defensa de los Veintisiete, que ha sido presidida por el Alto Representante, Josep Borrell. Según el mismo, eran tres los temas en agenda: 1) el apoyo militar a Ucrania; 2) la preparación de los Estados miembros para hacer frente a las amenazas que se ciernen sobre el continente y el fortalecimiento de la industria del ramo y; 3) los desafíos a la seguridad en el Mar Rojo, el Sahel y el Golfo de Guinea.
Mientras todo lo anterior se concreta, en las últimas horas la actividad diplomática nos lleva a Kiev, en donde la número dos del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland, se ha visto con el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, con el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak, y con el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba. Con los tres ha podido hablar tanto sobre la ayuda militar como sobre el fortalecimiento de los lazos industriales entre los Estados Unidos y Ucrania y sobre la implementación de la «Fórmula de paz» de Zelenski, entre otros temas. Además, se ha visto también con el primer ministro ucraniano, con quien ha tratado sobre la Plataforma de Coordinación de Donantes Multilaterales y las reformas implementadas por Ucrania en temas como la corrupción.
Sorprendentemente, a pesar de la situación actual en Ucrania, del estancamiento y de los problemas estadounidenses para seguir suministrando ayuda militar a este país, las palabras de Nuland eran de esperanza, casi exultantes. De hecho, ha predicho que, en 2024 «“el señor Putin tendrá grandes sorpresas en el campo de batalla y Ucrania logrará grandes éxitos”.
Además de lo anterior, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, se reunió en Kiev con los embajadores del G7, con quienes habló sobre las distintas reformas que está implementando el gobierno de Ucrania de cara a fortalecer la estabilidad económica.
Zelenski, por su parte, se refirió una vez más al Consejo Europeo extraordinario a celebrar en cuestión de horas en Bruselas y en el que sabe que Ucrania se juega una parte importante de su futuro. En su discurso diario, además de agradecer a sus socios el apoyo prestado, habló de la necesidad de consolidar las fuerzas ucranianas para que «este año transcurra de la forma que Ucrania y toda Europa requieren».
En otro orden de cosas, hace unas horas se ha producido un importante intercambio de prisioneros, que ha supuesto la vuelta a Ucrania de 207 militares, algunos de ellos participantes de la defensa de Mariúpol. Diversas imágenes del momento han sido compartidas en las redes entre otros por Ruslan Stefanchuk, el presidente de la Rada Suprema ucraniana. Además, sobre este tema ha hecho un comentario recientemente el mismo Putin, quien ha asegurado que los intercambios no se detendrán, dando la cifra de 195 rusos y 195 ucranianos devueltos a sus países en las últimas 24 horas.
Desde Rusia, aunque en este caso el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, también se han referido a la «Fórmula de paz» de Zelenski. En referencia a las múltiples reuniones que se están celebrando para tratar de ganar apoyos para la misma y a la cumbre de paz global que se está organizando, Lavrov se ha quejado de que los países occidentales ni siquiera estén considerando otras iniciativas que podrían poner fin al conflicto, como las hechas por Brasil y Sudáfrica.
También ha sido noticia hoy la situación de la banda de rock disidente rusa Bi-2, detenidos en Tailandia por las autoridades de inmigración de este país y finalmente puestos sus miembros en libertad. Su captura se produjo la semana pasada en Phuket , en donde «siete u ocho» personas fueron detenidas por un problema con el visado de trabajo, según explicaron las autoridades tailandesas, que confirmaron la posibilidad de que estas personas fueran deportadas. Parece que no será así, lo que les libra de las más que posibles represalias judiciales en Rusia, en caso de tener que volver al país.
Por último, cerramos también con un tema judicial. En concreto con el varapalo judicial sufrido por Ucrania en la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas. Este tribunal, finalmente ha rechazado la mayoría de las acusaciones hechas por Kiev contra Moscú y según las cuales Rusia había estado financiado el «terrorismo« en el este de Ucrania, al ofrecer apoyo a los separatistas, así como de ser un «Estado terrorista». El tribunal, por el contrario, ha dictaminado que Rusia «No había tomado medidas para investigar hechos […] relacionados con personas que supuestamente habían cometido un delito».