En las últimas horas han vuelto a ser noticia tanto el posible cese del general Zaluzhnyi por parte de Zelenski como, de paso, las supuestas malas relaciones entre el poder político y el poder militar en Ucrania. Relaciones que, según algunos, comenzaron a complicarse apenas tras la batalla de Kiev y han seguido siendo tensas desde entonces, con varias etapas de enfrentamiento abierto. Además de esto, las declaraciones de Orban sobre Ucrania, calificándola de «problema grave para Europa» y reiterando su negativa a prestar apoyo durante cuatro años y las de Donald Tusk, asegurando que la UE encontrará una vía con o sin Hungría, han sido otras de las noticias de la jornada 705ª de guerra hasta el momento.
La relación entre la cúpula militar y la cúpula política en Ucrania siempre ha sido tensa. Si bien no hay demasiadas declaraciones por parte de los implicados directos, como Zelenski, el jefe de las Fuerzas Armadas, Valerii Zaluzhnyi, el antiguo ministro de Defensa Oleksii Réznikov o el actual, Rustem Umiérov, sí que han aparecido en estos casi dos años muchos testimonios y filtraciones hechas por funcionarios de niveles más bajos, así como datos circunstanciales, que permiten aseverar esta hipótesis, especialmente desde uno de los momentos culminantes de esta guerra: la batalla por Bakhmut.
Una relación -la que deben mantener el poder político y el militar- que en general nunca es fácil para ningún país en guerra y en la que se mezclan los egos con las aspiraciones –la figura de Zaluzhnyi ha sido mitificada hasta el extremo-. De hecho, al menos en los últimos meses, la crisis entre el general y el presidente podría haberse visto agravada por la ascendencia que el primero ha ganado sobre Ucrania, contando al parecer con una aprobación mayor que la del propio Zelenski entre la ciudadanía, algo que ha permitido por cierto a Rusia emplear el dato para intentar hacer mella en su enemigo.
Sea com fuere, los rumores en torno al posible cese de Zaluzhnyi, a los que ya hacíamos referencia de pasada ayer, han ido creciendo y disminuyendo en los dos últimos meses, viviendo un nuevo punto álgido en las últimas horas. Y lo han hecho hasta el punto de que han sido recogidos por medios internacionales de reconocido prestigio como el Financial Times, además de convertirse en motivo de amargas disputas en algunas redes sociales.
Según las fuentes empleadas por este medio, Zelenski habría ofrecido al general Zaluzhnyi un puesto de asesor en el Ministerio de Defensa, algo que este habría rechazado. En cualquier caso, la decisión de destituirle sería firme aunque, tras filtrarse la noticia, aunque querrían esperar un tiempo antes de hacerla efectiva.
De hecho, es posible que de una forma u otra esta decisión fuese tomada ya un tiempo atrás, bien al comenzar a constatarse el fracaso de la ofensiva estival, lo que valió no pocas críticas y encontronazos a Zaluzhnyi, incluso con aliados como los EE. UU. o, más seguramente cuando el general comenzó a rebajar las expectativas y habló claramente del paso a una guerra de posiciones, en el marco de una famosa entrevista concedida a The Economist. Desde entonces, si no desde antes, Zelenski habría venido «puenteando» a Zaluzhnyi, pasando a comunicarse directamente con algunos de los demás mandos militares, en una actitud que ya habría tenido malas consecuencias en el pasado para su enemigo, Vladímir Putin.
Entre los problemas que habrían dinamitado la relación entre el presidente y el jefe de las Fuerzas Armadas están, sin duda, la cuestión de la movilización de más recursos humanos de cara a la continuación de la guerra, algo que desde la cúpula militar han pedido en reiteradas ocasiones y a lo que Zelenski se niega por diversas razones. Sin embargo, parece haber diferencias de opinión más amplias en muchos aspectos, algunas de las cuales vendrían de atrás, teniendo ambos visiones opuestas seguramente incluso sobre las vías de salida al conflicto.
Está por ver, en cualquier caso, si verdaderamente la rivalidad entre ambos ha crecido tanto como se dice y, de ser así, si la decisión de cesar a Zaluzhnyi es realmente firme y si tiene consecuencias para Zelenski en términos de popularidad, dados los resultados de las pocas encuestas que se han hecho sobre el posible despido de Zaluzhnyi, que desaprobarían el 72% de los ucranianos.
Independientemente de lo que ocurra, lo más interesante pasa por especular acerca de las posibles consecuencias, que por ejemplo Mick Ryan divide en siete apartados:
- Efectos sobre las Fuerzas Armadas: costará encontrar una figura como Zaluzhnyi, que además no está excesivamente politizada.
- Cambios en la cadena de mando: como cada vez que se produce un cambio de este tipo, se producen también cambios sucesivos en los empleos inferiores para cubrir el hueco, lo que podría resultar perturbador para las Fuerzas Armadas.
- Asesoría al poder político: el recién llegado deberá adaptarse a una función que requiere de ciertas cualidades.
- Relaciones exteriores: Zaluzhnyi ha tejido relaciones personales con muchos mandos aliados y ha jugado un importante papel a la hora de obtener ayuda y comunicarse con los EEUU o la OTAN.
- Percepción de inestabilidad en Ucrania: algunos, por ejemplo en los EEUU, podrían aprovechar la salida de Zaluzhnyi para cargar contra Zelenski y contra la estrategia ucraniana, dificultando un acuerdo de cara a proporcionar más ayuda.
- Operaciones de información rusas: la salida de Zaluzhnyi daría a Putin un argumento más para vender la idea de una Ucrania derrotada.
- El futuro de Zaluzhnyi: este, aunque es una persona comprometida con su país y difícilmente supondrá un problema, podría convertirse en una pieza en el zapato de Zelenski si no se le da una salida adecuada.
En cualquier caso, y mientras la situación no termine de aclararse, todo lo anterior no dejan de ser especulaciones hechas a partir de rumores, por ahora desmentidos por el Gobierno y el Ministerio de Defensa de Ucrania.
Pasando a la actualidad sobre el terreno, en las últimas horas Rusia ha lanzado una nueva oleada de drones y misiles contra el territorio ucraniano. Desde el Ministerio de Defensa de este último país se habla de 35 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), de los cuales 15 habrían sido destruidos, así como de dos misiles S-300. En Rusia, por su parte, las defensas aéreas habrían estado activas sobre Taganrog.
Además de esto, Ucrania se ha atribuido un ataque sobre los sistemas informáticos del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, concretamente sobre un servidor destinado a las comunicaciones, lo que habría impedido de forma temporal el uso de las redes de comunicaciones internas. Esta acción habría sido llevada a cabo por la inteligencia militar ucraniana que y, según han asegurado en un comunicado: «interrumpió el intercambio de información entre las unidades del Ministerio de Defensa ruso que utilizaban el servidor en cuestión, situado en Moscú».
Por lo demás, las informaciones relativas a combates y movimientos han sido escasas. Al norte del frente, las tropas rusas estarían intentando asegurar su control sobre la aldea de Tabaivka, además de presionar en dirección a Berestove. Algo más al sur, seguirían las acciones al oeste y sur de Kreminna, aunque sin cambios.
En el área de Bakhmut, tenemos que las Fuerzas Armadas rusas han ido avanzando al sur en las últimas jornadas, aunque se trata de cambios mínimos. Los ucranianos, por su parte, han lanzado una acción exitosa hacia Gorlóvka, que les ha permitido recuperar algunos metros de terreno cerca de Pivdenne.
En cuanto a Avdiívka, continúan los esfuerzos ofensivos rusos, especialmente al sur y sureste de esta ciudad, e incluso más allá, pues siguen también tratando de cercar la localidad de Novomykhilivka y atacando Pobjeda.
Las cifras de bajas, al igual que en días pasados, siguen siendo altísimas, tal y como se puede ver en el gráfico bajo estas líneas. No es de extrañar por tanto que desde la inteligencia militar británica, además de asegurar que estas seguirán creciendo en 2024 -en referencia especialmente a las humanas-, afirmen que Rusia podría alcanzar la cifra del medio millón de muertos y heridos antes del final del presente año.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el apartado internacional, continúa siendo noticia la posición de Hungría respecto de la ayuda financiera a Ucrania en el marco comunitario. En relación con esto, Orban ha declarado hace unas horas que este país es «un problema grave para Europa», suponiendo al margen de la guerra un «importante desafío». Se refería Orban no solo al aspecto securitario del problema, sino también a los económicos, haciendo un guiño por ejemplo a los agricultores franceses y polacos. Además, seguía insistiendo en la solución de compromiso presentada al resto de los Veintisiete, que pasa por no conceder ayuda para un periodo de cuatro años (2024-2027) sino una ayuda revisable anualmente.
La contestación le ha llegado de la mano de Donald Tusk, actual primer ministro de Polonia, quien ha asegurado que la Unión Europea encontrará una solución para apoyar a Ucrania con o sin la participación de Budapest. Eso sí, insistió también en que sería mejor preservar la unidad europea en este proceso.
Todo ello mientras Macron insistía en que la UE debe prepararse para ayudar a Ucrania independientemente de si la ayuda estadounidense fluye o no, haciéndose cargo de cubrir el vacío dejado por Washington si es que esto llega a pasar. Macron, de visita en sucia, país que está a punto de entrar en la OTAN, aseguró que: «Ante las nuevas amenazas en suelo europeo, Francia y Suecia tomarán medidas concretas para reforzar sus relaciones de defensa, en particular en el sector industrial, y convertirse en aliados en el seno de la OTAN lo antes posible». Se espera que del encuentro salgan anuncios de importantes de adquisiciones militares por parte de ambos estados.
Pasando a Ucrania, en las últimas horas desde este país han anunciado la creación del Grupo de Trabajo Internacional sobre las Perspectivas de Seguridad en Ucrania y la Integración Euroatlántica. Se trata de un nuevo grupo de alto nivel que nace a propuesta del antiguo secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. Según las publicaciones oficiales, el objetivo del nuevo grupo «será preparar una visión integral de la economía euroatlántica de Ucrania. Integración de la seguridad en el Atlántico, incluida la futura membresía en la OTAN».
El ministro de Exteriores del país, por su parte, ha mantenido conversaciones con su contraparte moldava, recién nombrado y a quien ha invitado a visitar Kiev, así como con el Ministro de Relaciones Exteriores de Perú con quien ha discutido acerca de la «Fórmula de paz» de Zelenski.
En cuanto al primer ministro, Denys Shmyhal, se ha reunido con el primer ministro checo, Petr Fiala, en este caso por videoconferencia. Han hablado además de sobre la crucial reunión del Consejo Europeo, sobre la intensificación en la cooperación en materia de defensa entre ambos países. Además, han acordado celebrar una reunión entre ambos gobiernos en el futuro, sin especificar fecha.
Del lado ruso, apenas han trascendido noticias en las últimas horas. Se ha publicado en TASS una entrevista a Nail Mukhitov, asistente del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, quien ha seguido punto por punto la retórica habitual, asegurando que: «Los intentos de quebrar nuestro país no cesan. Occidente está librando una guerra a gran escala contra Rusia en todos los ámbitos y quiere debilitarla, dividirla y, en última instancia, destruirla».
La noticia más importante en este caso, sin embargo, tiene que ver con la celebración de la primera reunión de sherpas y sub-sherpas del BRICS, que está teniendo lugar en Moscú. Los sherpas, para quien no esté familiarizado con el término, son los negociadores encargados de negociar cada futuro acuerdo en sus detalles más nimios, antes de que los políticos oficialicen su aprobación en las preceptivas cumbres.
Más allá de esto, y pasando a la ayuda militar, en las últimas horas se ha publicado que Ucrania recibirá en breve su primer lote de bombas de pequeño diámetro lanzadas desde tierra, es decir, de las GLSDB que se podrán emplear desde los lanzadores M142 HIMARS y M270 MLRS y que permitirán doblar en la práctica el alcance de los cohetes guiados actualmente en servicio.
Por último, y en relación con la situación del opositor ruso Vladimir Kara-Mourza, cuya familia como explicamos ayer, había denunciado que estaba en paradero desconocido, parece que había sido puesto en régimen de aislamiento. Estará recluido en una celda especial de aislamiento al parecer hasta el 26 de mayo, sin que se conozcan las razones de este cambio de situación.