Después de que las Fuerzas Armadas ucranianas hayan vuelto a atacar la ciudad rusa de Bélgorod, desde el Kremlin han asegurado que harán «todo lo necesario» para terminar con estas acciones. Al mismo tiempo, Rusia ha continuado empleando no solo misiles norcoreanos, sino también nuevas armas, como los drones iraníes a reacción Shahed-238, más rápidos que sus hermanos Shahed-131 y 136, vistos hasta ahora. En el apartado internacional, y a la espera de lo que trascienda de la reunión de embajadores de la OTAN y Ucrania, lo más relevante pasa por la declaración de condena de medio centenar de países a la trasferencia de armas norcoreanas a Rusia, pues constituyen una violación «flagrante» de las sanciones impuestas a este país por el Consejo de Seguridad de la ONU.
En las últimas horas, desde Ucrania han asegurado haberse hecho con los restos de un dron kamikaze Shahed-238 de diseño iraní, una suerte de evolución de los archiconocidos Shahed-131/136 pero que, a diferencia de estos que están propulsados por un motor de explosión unido a una hélice, recurre a un pequeño reactor. Esto le permite alcanzar velocidades de entre 400 y 600 kilómetros por hora, doblando o triplicando así la velocidad de sus hermanos menores.
Dicho esto, no es menos cierto que, al menos hasta el momento, no hay constancia de que se hayan empleado en grandes números. Es posible, de hecho, que simplemente se trate de una prueba, destinada a testar sus capacidades en relación con la de los drones que se han venido empleando hasta ahora. Es preocupante en la medida en que su velocidad complica bastante su destrucción, especialmente por parte de la artillería antiaérea convencional, especialmente si esta no cuenta con un control de tiro unido a un radar, estando el proceso totalmente automatizado.
Por otra parte, tampoco parece factible que, aunque la experiencia pueda demostrarse exitosa para Rusia, los veamos en servicio en grandes cantidades a corto plazo. Por una parte, se desconocen las capacidades de producción del propio Irán. Por otra, si Rusia pretendiese fabricarlos en las nuevas instalaciones que ha montado en Alabuga, debería adaptar toda la línea de producción ya que, a pesar de las similitudes en cuanto a apariencia, son también muchas las diferencias entre unos y otros modelos.
Es, en cualquier caso, una muestra más de que Rusia continúa introduciendo adaptaciones constantemente, buscando así la forma de hacer el mayor daño posible a Ucrania, mientras burla sus defensas antiaéreas. En relación con esto, y aunque en los últimos tiempos habíamos asistido a un cambio de tendencia, pasando Rusia a atacar instalaciones más relacionadas con la producción militar o incluso directamente edificios residenciales, parece que han vuelto a incidir en la red eléctrica en los últimos ataques, como denuncia Ukrenergo. La empresa estatal ucraniana ha publicado en Telegram un mensaje en el que se dice que más de mil ciudades y pueblos han quedado sin electricidad en nueve regiones, después de que el sistema energético se haya visto debilitado por los ataques rusos.
Otra adaptación rusa fundamental, de la que hemos hablado en alguna ocasión, son las bombas planeadoras, como las FAB-500 dotadas con el kit UMPK. Estas, si bien no se caracterizan por su gran precisión, han permitido a Rusia beneficiarse de un apoyo aéreo efectivo, algo con lo que no habían contado desde el comienzo de la invasión, aspecto ya explicado. Es cierto que la llegada a Ucrania de sistemas antiaéreos más capaces y de mayor alcance, como los Patriot, ha permitido abatir en fechas recientes algunas de las plataformas utilizadas en su lanzamiento, como son los Su-34. Sin embargo, estas bombas planeadoras continúan siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Por fortuna para Ucrania, Rusia no ha sido capaz todavía de implementar mejoras básicas. De hecho, el retraso en esta área frente por ejemplo a los Estados Unidos, es notable y se mide en décadas. Una de las que sería más interesante para las VVS pasaría por introducir un sistema que permitiese asignar objetivos a las bombas en tiempo real, una vez cargadas bajo las alas de los Su-34. Por el momento esto no es así, debiendo introducirse los datos pertinentes todavía en tierra, salvo en el caso de que sean empleadas desde Su-24M dotados con el complejo de navegación Hefest.
Claro está, Rusia trabaja en implementar capacidades de este tipo en sus Su-34 lo que, llegado el caso, permitirá una mayor libertad a la hora de plantear las misiones de bombardero, ya que las rutas de aproximación a las zonas de lanzamiento, por ejemplo, no serán tan rígidas. Por la misma razón, si continúan incrementando el número de FAB-500 a transportar en cada salida, mejorarán en mucho su capacidad destructiva, constituyendo un problema añadido para Ucrania.
Más allá del efecto que el lanzamiento de seis de estos ingenios a un tiempo pueda tener sobre las tropas en tierra, que ya hemos visto en alguna ocasión, se complicará también la posibilidad de tender emboscadas como las que llevaron al derribo de hasta cinco Su-34 en cuestión de unos pocos días. Acciones realizadas sobre la base de conocer las rutas utilizadas con regularidad por estos aparatos, o bien tentándolos con objetivos específicos de forma que se vean forzados a entrar en el radio de acción de un antiaéreo ucraniano.
Cambiando de tercio, y pasando a la actividad sobre el terreno, hay que decir que las últimas horas han sido tranquilas para las defensas antiaéreas ucranianas (lo que sin duda agradecen). De hecho, no han publicado ningún parte señalando nuevos ataques ni aportando cifras de los mismos. No ha sido así en el caso de Rusia, que ha visto como la región de Bélgorod era nuevamente objetivo de las armas ucranianas, al igual que la de Bryansk, la de Kursk y la de Orel.
Precisamente en relación con Bélgorod, se ha pronunciado el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien ha asegurado que «Nuestro ejército seguirá haciendo todo lo que esté a su alcance para minimizar primero el peligro y luego eliminarlo». Mientras tanto, Vyacheslav Gladkov , gobernador de la región de Belgorod, anunció que había pedido ayuda a otras regiones rusas para alojar a los niños evacuados de la óblast de la que es responsable. Por otra parte, y como consecuencia, desde Rusia hay quien está realizando ya llamamientos para que se lleve a cabo una operación militar a gran escala que permita crear una zona de seguridad alrededor de la óblast de Bélgorod, lo que implicaría retomar amplias zonas de Járkov.
En cuanto al ataque contra Orel, este habría sido llevado a cabo mediante drones, alcanzando una instalación petrolera, según ha anunciado el gobernador local, Andreï Klytchkov, en Telegram, quien ha asegurado también que la situación estaba «bajo control». La columna de humo, no obstante, ha sido visible durante horas en la ciudad.
Pasando a los combates, son escasas las novedades, pese a la acumulación de bajas. En el sector más septentrional del frente, los únicos movimientos constatados proceden del área de Kreminna, en donde el Ejército ruso continúa presionando en dirección a Terny, sin resultados en los últimos días, pues las Fuerzas Armadas ucranianas han logrado estabilizar el frente. Como curiosidad, en las últimas horas han visitado las inmediaciones de Kupiansk el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, el jefe de las Fuerzas Armadas, Valery Zaluzhnyi, y su jefe de Estado Mayor, el general Sergiy Shaptala, para conocer mejor la situación sobre el terreno.
Sin novedades reseñables procedentes del área de Bakhmut, el grueso de la actividad continúa concentrándose al oeste de la ciudad de Donetsk. Allí el Ejército ruso sigue con sus intentos sobre Avdiívka en diferentes direcciones y con resultado desigual. Los avances más importantes los ha seguido consiguiendo al sur de la ciudad, así como, más al sur de esta región, en Heorlivka y Novomykhailivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Mientras continúa la polémica en los Estados Unidos a propósito del estado de salud de su secretario de Defensa, Lloyd Austin III, algo que los medios rusos aprovechan, las principales noticias del día en el terreno internacional y en relación con la guerra de Ucrania proceden también de los Estados Unidos, pues, se ha emitido una declaración conjunta entre este país y sus socios en la que se condenan las transferencias de armas entre Corea del Norte y Rusia, incluidas las de misiles balísticos. También, como no podía ser de otra forma, su uso por parte de Moscú contra Ucrania los días 30 de diciembre y 2 de enero (aunque desde EE. UU. insisten en que los lanzamientos se habrían repetido desde entonces).
El documento, accesible en la web del Departamento de Estado, ha sido suscrito por casi medio centenar de naciones y condena «en los términos más enérgicos posibles» una transferencia de armas que «aumenta el sufrimiento del pueblo ucraniano, apoya la guerra de agresión de Rusia y socava el sistema global de no proliferación». Además, los firmantes consideran que el lanzamiento de misiles constituye una violación “flagrante” de las sanciones impuestas a Corea del Norte por el Consejo de Seguridad de la ONU, del que Rusia es miembro permanente. Desde Rusia han omitido hacer ningún comentario al respecto.
La publicación de este comunicado se anticipa en unas horas a la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, convocada para el miércoles día 10 de enero, en la que se tratará precisamente acerca del suministro de armas norcoreanas a Rusia. Una reunión a la que seguirá, recordemos, otra el próximo día 22, solicitada por Rusia, para hablar del apoyo occidental a Ucrania en forma de armamento. De hecho, es previsible que desde Moscú se intente que algunos de sus aliados suscriban un documento similar al que acabamos de ver, pero en sentido contrario.
Como quiera que la de las Naciones Unidas no es la única reunión importante a celebrar el día 10, se está también a la espera de lo que salga, en la OTAN, del consejo OTAN-Ucrania, en el que se hablará, entre otros temas, de seguir reforzando la defensa antiaérea de este país. En preparación, hoy el jefe de la Oficina del Presidente ucraniano, Andriy Yermak, se ha reunido con el embajador alemán en Ucrania, agradeciendo su apoyo, además de aprovechando para hablar sobre las relaciones bilaterales.
Zelenski, por su parte, ha mantenido una conversación con el primer ministro belga, Alexander De Croo, a quien ha felicitado, en este caso por asumir la presidencia de turno de la Unión Europea, que le corresponderá hasta mediado el año, momento en el que tomará el cargo Hungría. Entre los temas tratados, además de la defensa antiaérea, ha estado el fondo de 50.000 millones de euros en ayuda financiera, bloqueado precisamente por Hungría.
En otro orden de cosas, desde el Gobierno ucraniano su primer ministro, Denys Shmyhal, ha aprovechado para felicitar a su nuevo homólogo francés, Gabriel Attal, recién llegado al cargo tras la destitución de su antecesora. Smyhal ha escrito en las redes sociales que espera mayor colaboración por parte de Francia en forma de asistencia militar, apoyo para procesar a los criminales de guerra rusos y también en su camino hacia la UE.
Siguiendo con Shmyhal, en las últimas horas ha anunciado que los planes de Ucrania pasan por volver a utilizar hasta el 80% de las zonas minadas para su cultivo en menos de 10 años. Mientras tanto, han previsto un fondo de 3.000 millones de grivnas (72 millones de euros) para compensar a los agricultores. Además de esto, según ha declarado, 15 millones de toneladas de carga han transitado el corredor marítimo ucraniano en los últimos cinco meses, lo que supone un notable alivio para la economía del país.
No es cuestión baladí, dado que según las Naciones Unidas, hasta 14,6 millones de ucranianos, es decir, el 40% de la población que sigue residiendo en el país, necesitará algún tipo de asistencia humanitaria durante 2024, lo que da una idea de la situación de su economía y de las limitaciones que tienen los recursos gubernamentales a pesar de la ayuda exterior.
Pasando a la ayuda militar, aunque últimamente no son muchos los anuncios, tenemos que la empresa checa Isolit-Bravo ha donado a Ucrania 8 vehículos terrestres no tripulados Trail-Blazer, que serán utilizados por las fuerzas armadas de este último país para tareas logísticas en zonas cercanas a la línea de frente, así como para la evacuación de heridos.
En cuanto a Rusia, tenemos por una parte la última comparecencia del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, en la que además de dar cifras de pérdidas ucranianas en 2024 -que cifra en 215.000 hombres- y de insistir en su discurso habitual respecto al papel de los EE. UU., incidió en la necesidad de asegurar la triada nuclear y en los planes de su ministerio de introducir en servicio nuevas armas.
Por otra parte, se ha sabido que el rapero «Vacio», quien protagonizó una interesante polémica junto con otras «celebrities» rusas unas semanas atrás, por participar en una fiesta privada prácticamente desnudo (con un calcetín de Balenciaga cubriendo sus partes nobles, para ser exactos), ha sido llamado a filas. Recordemos que el tema llegó a oídos del Gobierno ruso, desde donde se mostraron tajantes desde el primer momento, lo que hacía prever que se producirían castigos ejemplarizantes, pues no pueden permitirse que las élites del país aparezcan ante la población como frívolas y despreocupadas por la guerra. Lo que no es tan evidente es que, a pesar de prestar servicio, vaya a ser enviado al frente y menos aun a una posición de máxima exposición.
Para finalizar, cerramos hoy con Italia, país en el que se han organizado varias conferencias y actos para las próximas semanas, que serán protagonizados por conocidos propagandistas rusos, así como por pensadores como Alexander Dugin, conocido de todos nuestros lectores. La conferencia-exposición, que se llevará a cabo en Módena, en la región de Emilia-Romana, ha generado un notable revuelo, con llamamientos a su cancelación, aunque por el momento esta no se ha llevado a efecto.
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