Guerra de Ucrania – Día 673

En las últimas horas, además de lo acaecido sobre el terreno y las consecuencias del ataque ucraniano al buque ruso de la clase Ropucha, se ha debatido acerca de lo que deparará la guerra durante el próximo año, de su duración en el tiempo y de las posibilidades de victoria ucranianas y rusas. Además de esto, ha sido noticia la conversación entre los ministros de Exteriores de Ucrania y de Hungría, previos a un posible encuentro entre Zelenski y Orban, así como el choque contra una mina de un buque granelero de bandera panameña que se dirigía a los puertos del Danubio, sufriendo importantes desperfectos y dos heridos, pero pudiendo ser rescatado.

Según se acerca el cambio de año, una vez más, proliferan las predicciones relativas a cómo evolucionará la guerra de Ucrania durante los siguientes doce meses. En nuestro caso, aunque hemos ido dejando retazos en diversos informes y consideramos que dependerá, en 2024, más que de lo que ocurra en el campo de batalla, de dos factores externos (capacidad occidental a la hora de continuar ayudando a Ucrania Vs capacidad rusa para influir sobre la voluntad de Occidente), todavía no hemos hecho un ejercicio de prospectiva al uso, como sí hicimos a finales de 2022.

No obstante, son cada vez más quienes dan su opinión (recordemos que los análisis prospectivos, si están bien hechos, buscan precisamente alejarse de las opiniones), como han hecho recientemente tres analistas para el medio británico BBC. En este caso, Barbara Zanchetta, del King’s College, Michael Clarke, de RUSI y el general Ben Hodges. Aunque podría decirse que sus posturas son complementarias hasta cierto punto, cada uno de ellos pone el acento en un aspecto clave. Así, tenemos que:

  • Barbara Zanchetta considera que, dada la vacilación occidental y la situación en el campo de batalla, así como las perspectivas políticas en los Estados Unidos, la guerra se dirige -aunque no ofrece un plazo- hacia una salida negociada a la que, por el momento, tanto desde Rusia como desde Ucrania continúan oponiéndose.

  • Michael Clark entiende que la guerra continuará durante todo 2024, siendo más un año de consolidación para ambas fuerzas armadas que un año de grandes cambios en el frente. Así, dado que asistimos a una guerra industrial en la que el resultado depende más del aguante de las economías y de la capacidad de producción, que de cualquier otro factor, tanto rusos como ucranianos intentarán consolidar sus ejércitos antes de lanzar nuevas ofensivas estratégicas -al menos en el caso ruso-, ya en 2025. En cualquier caso, considera también que la guerra se decidirá no en Ucrania, sino en «Moscú, Kiev, Washington, Bruselas, Beijing, Teherán y Pyongyang».

  • Ben Hodges, antiguo SACEUR, cree que Rusia carece de la capacidad de completar la invasión de Ucrania y que aprovechará 2024 para seguir fortaleciendo sus defensas mientras espera a que Occidente pierda su voluntad de apoyo a Ucrania. Desde Kiev, por el contrario, utilizarán 2024 para reconstituir sus fuerzas, reclutar más hombres aumentando el tamaño de las mismas, mejorar la producción de armas y municiones, adaptarse al desafío que plantea la guerra electrónica rusa y, ya con los F-16 y todo lo anterior, mantener su presión sobre Crimea, que asimila al «centro de gravedad» ruso (atentos a las noticias sobre el posible suministro a Ucrania de variantes del Storm Shadow con alcance extendido por sus posibles efectos).

Por supuesto, estas tres no son las únicas opiniones válidas, ni las únicas posibilidades futuras. Michael E. O’Hanlon , Constanze Stelzenmüller y David Wessel también han escrito, aunque en este caso para Brookings, acerca de lo que cabe esperar de la guerra de Ucrania en 2024, considerando que este invierno puede suponer un punto de inflexión para el conflicto y que, de todos modos, el «centro de gravedad» de la guerra no está en el campo de batalla, sino en el grado de compromiso que demuestren los socios occidentales de este país, análisis que coincide con el del Kremlin.

Respecto al campo de batalla, consideran que el estancamiento proseguirá y que, a la espera de lo que ocurra con la campaña de ataques estratégicos rusos contra la infraestructura ucraniana (ataques que podrían buscar además objetivos psicológicos), será poco lo que cambie en este sentido.

Sí inciden, en lo relativo al compromiso de los distintos aliados occidentales con Ucrania, en el cambio de papeles que se ha producido en los últimos tiempos, con algunos estados europeos asumiendo la carga de sostener a este país, en detrimento de unos Estados Unidos en los que las negociaciones políticas no avanzan al ritmo esperado y en previsión de que, en las elecciones del próximo otoño, pueda producirse un cambio de gobierno de consecuencias difíciles de prever (aunque es poco probable, pese a todo, que Trump retirase todo su apoyo a Ucrania, como tampoco «rompió» la OTAN ni en 2016 ni en 2019).

También en un aspecto que los analistas consultados por la BBC obvian: la evolución de la política interior en la propia Ucrania, con los encontronazos recientes entre Zelenski y Zakuzhnyi, los problemas de reclutamiento y corrupción, pero también la resistencia demostrada por su economía que, pese a todo (incluida la dependencia a la hora de pagar pensiones y salarios), ha venido recuperándose en los últimos meses.

Hablando de política interior, aunque en este caso Brendan Cole para Newsweek, sí plantea la posibilidad de que también en Rusia puedan producirse acontecimientos «atípicos», como ya viéramos en verano de este 2023 con la asonada de Wagner. O, incluso, que la salud termine por jugar una mala pasada a Putin, a pesar de que desde el Kremlin hayan vuelto a negar recientemente la veracidad de los distintos rumores sobre la misma.

Son, en cualquier caso, solo una pequeña parte de las predicciones que se han venido haciendo en las últimas semanas. Análisis que abundan en la Red y que en ningún caso son demasiado concluyentes a pesar de proceder, en algunos casos, de voces autorizadas, sean académicos, militares o incluso políticos (en este caso con amplia experiencia militar). Aunque sería interesante hacer el ejercicio de registrar y clasificar todas estas opiniones, intentando establecer cuáles son las mayoritarias, por ahora nos es imposible, aunque invitamos a los lectores a hacerlo, aunque sea a vuelapluma, pues siempre es enriquecedor leer el mayor número posible de opiniones y, después, sacar nuestras propias conclusiones.

Por otra parte, y más allá de la opinión y el análisis llevado a cabo por expertos en los que se busca adelantarse a los acontecimientos, están aquellos otros escritos que lo que buscan es influir, en una u otra dirección. En este sentido, y como apunte, resulta interesante la controversia entre el ISW y el New York Times a propósito de un artículo de opinión aparecido en este último medio, en el que uno de los redactores llamaba a Ucrania a establecer negociaciones con Rusia. Polémica curiosa, cuanto menos, pues en el mismo medio también habían publicado, apenas unos días antes, un artículo de análisis con conclusiones en sentido contrario, haciendo de paso gala de la necesaria libertad de prensa. Todo lo cual nos llevaría a hablar del posicionamiento de tal o cual Think Tank -en este caso el ISW- y de su papel real, que suele ir más allá del mero análisis, al terreno de la influencia.

Gráfica en la que se recoge el apoyo prestado y prometido por la UE y los EE. UU. a Ucrania. Fuente - Brookings, vía Kiel Institute.
Gráfica en la que se recoge el apoyo prestado y prometido por la UE y los EE. UU. a Ucrania. Fuente – Brookings, vía Kiel Institute.

Volviendo sobre Ucrania, sean o no acertadas las previsiones, la guerra continúa su curso sobre el terreno, con numerosos ataques rusos mediante drones contra Ucrania, así como con intensos combates y enormes bajas, como puede verse en el siguiente vídeo, en el que una columna rusa es arrasada en su intento de avanzar hacia Kupiansk, al norte del frente. Como en cada ocasión en la que unos y otros han tratado de avanzar por terreno despejado en un ambiente sensorizado, en el que la artillería puede responder en cuestión de minutos, el resultado es indefectiblemente el mismo, dejándonos imágenes que recuerdan poderosamente a las de los ucranianos en Robotyne o los rusos frente a Vuhledar o cruzando el Donets a la altura de Bilohorivka, donde sufrieron un desastre mayúsculo en cuestión de minutos.

Más allá de esto, como decíamos, se ha vuelto a producir el lanzamiento de drones rusos contra Ucrania. A la hora de redactar este informe, desde este país hablaban de 7 de 8 drones Shahed-131/136 (Geran-1/2) derribados, aunque posteriormente los ataques rusos se han intensificado, con lo que es posible que en el informe de mañana los datos sean muy diferentes, pues la acción está todavía en curso.

En lo referente a los movimientos, apenas se han producido en las últimas horas. Al fracasado ataque ruso en dirección a Kupiansk, han seguido otros más al sur, hacia Terny (al oeste de Kreminna), que en este caso sí habrían servido para retomar parte de los metros perdidos horas atrás, después del contraataque ucraniano del que hablamos en el informe de ayer.

En el caso de Bakhmut, la situación es similar a la de la jornada anterior, sin que se hayan producido cambios de consideración salvo en dirección a Spirne y Vyimka, al norte, y en donde las tropas rusas buscan también avanzar.

Al oeste de Donetsk, tenemos que los ataques rusos continúan alrededor de Avdiívka, hacia Stepove, al norte de la urbe. También más al sur, tanto en Mariínka como contra Novomykhailivka.

En cuanto al sur, continúan llegando noticias que confirman la retirada ucraniana del saliente entre Novoprokopivka y Verbove.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En el apartado internacional, y después de que ayer los Estados Unidos liberasen un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, hoy hemos visto los agradecimientos llegados desde este país, comenzando por la figura de su presidente, Volodímir Zelenski, quien ha elogiado a Biden por el apoyo prestado y por el liderazgo estadounidense, en relación con la coalición internacional formada por medio centenar de países y centrada en ayudar militarmente a su país.

Ahora bien, al mismo tiempo desde Ucrania han asegurado que, en previsión de que la ayuda estadounidense pueda disminuir o retrasarse si no se logra un acuerdo a corto plazo entre republicanos y demócratas, ya tienen un plan de respaldo. En concreto, ha sido la viceprimera ministra ucraniana y ministra de Desarrollo Económico y Comercio, Yulia Svyrydenko, quien ha hablado del tema en Facebook, asegurando que «Estamos trabajando en varias opciones (…) pero estamos convencidos de que No será necesario. Estamos viendo señales claras de los socios de que llegará la financiación».

Además de esto, el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak, ha hablado con el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, continuando así con la conversación mantenida en el encuentro entre los presidente de ambos estados semanas atrás. Aunque no ha trascendido demasiado sobre el contenido de la misma, Yermak ha dicho que se está preparando un nuevo encuentro entre Orban y Zelenski, así como que se ha tratado el tema de la integración europea de Ucrania.

Sobre esta reunión no solo se ha pronunciado Yermak, sino también medios rusos como TASS, que han incidido en un mensaje muy diferente: la advertencia de Szijjarto acerca de que su país, Hungría, no cambiará su posición respecto a Ucrania. Ahora bien, no parece ser exactamente lo que se desprende de las palabras de Szijjarto, que recogen, y que son las siguientes: «Tal como acordamos hace unas semanas, hoy tuvimos otra llamada telefónica con Andrey Yermak. El mantenimiento del diálogo de alto nivel es muy importante, porque nos da esperanzas de mejorar nuestras relaciones, y estamos interesados ​​en mantener el más alto nivel posible cooperación con todos nuestros vecinos. Por supuesto, no cambiaremos nuestra posición a favor del mantenimiento de la paz, pero anticipo nuestra reunión personal en enero, cuando podremos discutir los temas bilaterales más urgentes».

Cambiando de tercio, el Gobierno ucraniano ha anunciado su intención de distribuir 3.000 millones de grivnas (algo más de 70 millones de euros) en subvenciones adicionales para el mantenimiento de escuelas y hospitales, medida que afectará a 24 regiones de todo el país. También se realizarán pagos a aquellos ucranianos que hayan perdido su vivienda a causa de los ataques rusos. Cantidades que servirán para financiar la adquisición de una nueva vivienda.

Incluso más interesante resulta la decisión de conceder una subvención destinada a sufragar el material y equipamiento necesario para que en las escuelas pueda impartirse una nueva asignatura, denominada «Defensa de Ucrania». En la misma, según la web gubernamental: «A los niños se les enseñarán habilidades de defensa civil, atención médica, educación militar y patriótica, etc. Todo esto proporcionará a la generación más joven los conocimientos y habilidades más necesarios frente a amenazas extraordinarias a la seguridad».

En otro orden de cosas, funcionarios del Ministerio de Defensa de Ucrania y del Senado francés se han reunido recientemente en Berlín para tomar parte en la sesión inaugural de la Coalición para la Defensa Aérea y de Misiles de Ucrania, según ha anunciado el Ministerio de Defensa de este último país. Como consecuencia, se espera que Francia, además de proporcionar más medios antiaéreos, contribuya formando más pilotos y personal de apoyo en tierra.

También ha sido noticia en las últimas horas la explosión de una mina, tras chocar contra la misma un buque granelero de bandera panameña que se dirigía a los puertos del Danubio. Como consecuencia, aunque el buque se ha mantenido a flote, han resultado heridas dos personas, el buque quedó imposibilitado para maniobrar y sufrió un incendio en cubierta. Ya ha sido asistido.

Para finalizar, cerramos con las declaraciones de la portavoz de Exteriores rusa, Maria Zajárova, quien ha hablado sobre la UE y Lituania, pues a su juicio no cumplen con los acuerdos relativos al tránsito de mercancías ruso. Según sus palabras: «Como resultado del endurecimiento de los controles aduaneros por parte de Lituania, las cuotas para el transporte ferroviario de mercancías y las restricciones al tráfico de pasajeros, está surgiendo una grave congestión del tráfico en la frontera ruso-lituana. Consideramos que la situación actual es el [resultado de] la incapacidad de Vilnius y Bruselas cumplir con los acuerdos registrados en las declaraciones conjuntas de la Federación de Rusia y la Unión Europea en 2002 y 2004».


Comentarios

6 respuestas a «Guerra de Ucrania – Día 673»

  1. Hola, falta la entradilla del artículo. Entiendo que será un descuido y volverá en próximos artículos porque va muy bien para hacerse una idea rápida los días que no hay tiempo de leer el artículo completo

  2. Es de todos sabido, que hacer una predicción de como evolucionará una guerra, es mas «un brindis al sol» que otra cosa.
    En esta en concreto, parto de la idea de que se trata de un enfrentamiento entre una gran potencia (Rusia), y la OTAN, esencialmente EEUU. Esto me lleva a pensar, que el apoyo USA (ahora incondicional), estará directamente ligado a los acontecimientos internacionales en otras partes del mundo, ahora en conflicto; ya que el verdadero «enemigo» de EEUU es China, y el futuro escenario «principal» de conflicto es el teatro Indo-Pacífico.
    En cuanto al apoyo de la UE a Ucrania, considero que hay una gran diferencia entre los países cercanos al conflicto (Bálticos, Escandinavos, Polacos, etc…) y Reino Unido, y el resto de países de la Unión, por lo que la posición actual, sin duda se debilitará antes o después.
    Finalizando, se podría decir que si la situación internacional es favorable al apoyo de EEUU a Ucrania, y viendo el estancamiento en los frentes de batalla, creo que la guerra se alargará hasta que el cansancio de alguno de los dos contendientes, les lleve a la mesa de negociación.
    Sin más que aportar, un saludo y os deseo un feliz año nuevo.

  3. Será interesante ver cómo va a hacer Ucrania la movilización masiva que pretenden (y seguramente necesitan). Cómo van a equipar, adiestrar y luego mantener la logística de un incremento de tropas significativo.

    Los rusos ya sabemos que pueden, con muchas falencias pero hasta ahora han podido.

    Me arriesgaré a decir que la movilización ucraniana empezará antes que la rusa, la rusa será una consecuencia de la ucraniana.

    Será también el impacto que tendrá un número mayor de soldados en el campo de batalla, en una guerra que poco a poco va convirtiéndose cada más en «una guerra total» para los dos países.

    Creo que este año pasarán muchas cosas en lo militar (doctrinal, tecnológico…), económico, industrial y político.
    Cosas que definirán el desenlace. Pero serán cosas que pasarán por «debajo del radar» del común de los mortales cómo yo, y que no darán para grandes titulares periodísticos.
    Y sin embargo serán importantes.

    En lo que respecta a acontecimientos en el campo de batalla, salvo a algún cisne negro que no seamos capaz de prever, creo cómo mínimo en el primer semestre, se mantendrá este estancamiento.

    Estancamiento que probablemente no significará falta de combates o acciones de interdicción en las retaguardias.

    No hubiera osado a hacer predicciones de un fenómeno tan complejo y dinámico como es una guerra, pero no he podido resistir la tentación ante la interpelación 😝.

    Saludos y Feliz Navidad a todos.

  4. Avatar de LouisFriant
    LouisFriant

    Todas las guerras al cronificarse tienden al estancamiento pero esta mucho más por la inexistencia de niebla de guerra, lo que da una gran ventaja al defensor. Por otro lado, la línea de contacto actual carece de grandes salientes y en la zona sur sigue una frontera natural como es el rio Dnieper. Finalmente y por mucho que no guste oirlo, el Donbas y Crimea siempre habían sido rusos y la gente que vivie en Ucrania y Rusia lo sabe perfectamente. Por ello la tendencia natural del conflicto es llegar a un armisticio en la actual línea de contacto. Lo natural sería también que la UE impulsara esa salida que permitiría poner fin a la guerra, con los sufrimientos y gastos que conlleva. La idea que se promueve de que eso sería congelar el conflicto y aplazarlo resulta un absurdo porque cualquier armisticio congela el conflicto y lo aplaza, con la esperanza que se podrá crear una arquitectura de disuasión y/o cooperación que cronifique la congelación, partiendo de la base que la guerra es mala de por si, pero la guerra de desgaste para que nadie gane nada, además es absurda. Los argumentos pragmáticos a favor de la guerra han desaparecido porque ahora es evidente que el peligro de que tras Ucrania vinieran Polonia o Suecia o cualquiera simplemente no existe.

    Sin embargo, hay factores que pueden impedir este desarrollo natural o probable del conflicto.

    -La estructura de poder en Ucrania se sostiene sobre la galvanización de la opinión pública en torno a la guerra. La población ha sido sometida a grandes sufrimientos con la promesa de que Occidente haría cualquier cosa para hacer retroceder a Rusia a las fronteras reconocidas internacionalmente. Un armisticio podría costarle el puesto a muchos empezando por Zelenski (sobre todo si no obtiene el pasillo sur que si era ucraniano), y el empleo laboral a muchos otros que ahora trabajan en la milicia.

    -Esto también podría aplicarse a Rusia, sobre todo la parte de empleos en la industria militar, pero la perspectiva rusa previa a contraofensiva ucraniana de primavera era tan mala, que conservar el Donbas, el pasillo y Crimea puede ser vendido como un éxito.

    -Los EEUU están encantados con esta guerra. Les molesta el dinero que les cuesta pero tampoco es tanto y además es dinero que le dan a sus industrias militares con lo cual dinamizan la economía. Si depende de EEUU, la guerra durará hasta que Zelenski se pasee por la Plaza Roja.

    -La UE está presa de a mediocridad de sus dirigentes, de su falta de proyecto a largo plazo y del protagonismo que han adquirido los paises clientes de EEUU (Polonia y los Balticos). Además, Alemania, Francia y UK (que no es de la UE pero como si lo fuera) están haciendo al igual que los EEUU «keynesianismo militar» inyectando dinero a sus economías para hacer «donaciones» a Ucrania.

    -Los medios de comunicación no enseñan el verdero horror de la guerra (entierros militares diarios, hospitales militares, mutilados, familiares de muertos, destrucción causada en el frente) sino tan solo la parte vistosa y con ello la fatiga de guerra se retrasa mucho con respecto a otras guerras en que se muestra sobre todo el coste humano (como debe ser).

    En resumen, si bien la dinamica del conflicto lo dirige a un armisticio siguiendo la línea de contacto actual y la única duda es quién se queda el pasillo, hay intereses muy poderosos y fanatismos nacionalistas muy arraigados que conspiran para que siga la guerra. Opinar sobre qué factores prevalecerán se lo dejo a Christian, a quién agradezco que nos pidiera opinión y a quién me tomo la libertad de tutear porque de tanto disfrutar de sus textos ya me parece que lo conozco personalmente 🙂

  5. Avatar de LouisFriant
    LouisFriant

    (Lo siento pero se ha comido los saltos de línea y ha quedado un mazacote)

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