Guerra de Ucrania – Día 599

La actualidad de la guerra de Ucrania continúa a medio camino entre el este del país, en donde Rusia ha empeñado al menos dos regimientos en los ataques a Avdiívka, la vecina Polonia, en donde hoy se están celebrando elecciones legislativas y, por supuesto, Israel, en donde se ha restablecido el suministro de agua al sur de Gaza, mientras se espera todavía la operación terrestre de las IDF. También en Washington, en donde se espera aprobar un paquete de ayuda militar de importe significativo en las próximas semanas, aunque para ello haya que integrar en una única propuesta la ayuda a Ucrania, a Israel y puede que incluso a Taiwán, con tal de superar el bloqueo político.

Con escasas noticias, dado que la atención internacional sigue fija en Israel, la guerra de Ucrania sigue desarrollándose con crueldad, pero sin movimientos, lo que también ayuda a lo que podría considerarse una pérdida de interés en un conflicto que ha quedado al menos momentáneamente eclipsado. En las últimas horas, a pesar de que la lucha por Avdiívka y por tantas otras zonas del país continúa en marcha, los esfuerzos diplomáticos –y no solo– de los principales aliados de Ucrania se destinan a tratar de contener la crisis causada por Hamás. Algo inevitable, pero que causa temor en Kiev, en tanto creen que una guerra demasiado prolongada y en un contexto internacional tan inestable como el actual, podría terminar por disolver el apoyo internacional a la causa ucraniana.

Independientemente de si la guerra de Ucrania es más, igual o menos importante que la crisis de Israel para los intereses -recordemos que siempre hemos de pensar en términos de intereses- de los aliados de Ucrania, hay que tener en cuenta que una nueva guerra, en caso de extenderse y necesitar Israel apoyo en forma de suministros, pondría bajo una tensión insoportable a los arsenales occidentales, muy debilitados por el apoyo a Ucrania, y a unas capacidades productivas que todavía no están a la altura.

Por otra parte, cada aliado de Ucrania, pese al apoyo público mostrado en todo momento -o casi- tiene su propia agenda interna que, dependiendo del país en cuestión, puede implicar cambios radicales en cuanto a su política exterior y, como consecuencia, apoyo a Kiev. Es, ni más ni menos, lo ocurrido hace tan solo unas semanas en Eslovaquia, un país en el que las encuestas daban por ganador al progresista Simecka, mientras que las urnas terminaron con el prorruso Fico en el poder.

Precisamente hoy están teniendo lugar unas elecciones legislativas en Polonia que, si bien no se espera que influyan en demasía sobre la política de Varsovia respecto a su aliado, podrían guardar sorpresas, algo que ya ha ocurrido durante la campaña. No hay más que recordar la forma en la que el Presidente Andrezj Duda -del partido del candidato Jarowlaw Kaczyński cargó contra Ucrania cuando necesitó apaciguar al electorado campesino y ultranacionalista. El problema aquí es que, a diferencia de Eslovaquia, que en términos absolutos muy poco relevante para Ucrania -salvo por su capacidad de bloqueo en las instituciones europeas-, Polonia ha sido desde antes de la invasión un aliado crucial.

Lo mismo ocurre con los Estados Unidos, a la sazón el principal aliado militar de Ucrania y también uno de los principales en el apartado humanitario y financiero. Este país está buscando por todos los medios la forma de dejar encarrilada la ayuda a Ucrania de aquí a las próximas elecciones, toda vez que sus problemas de política interna amenazan con paralizar cualquier iniciativa en este sentido, condicionada tanto por la situación dentro del partido Republicano, como por las dudas entre un electorado que es más reacio a conceder ayuda a su aliado.

Además, tiene buenas razones para hacerlo, ya que los movimientos estadounidenses tienen un claro impacto en las políticas europeas, más proclives a implicarse en ayudar a Ucrania cuando ven que en Washington no hay dudas al respecto. También si pensamos en China, país que toma nota de cada duda o problema interno de su principal rival y que podría hacer un cálculo erróneo respecto a Taiwán si percibe debilidad por parte estadounidense.

En cuanto a la realidad sobre el terreno, el Ministerio de Defensa ruso asegura haber derribado hasta veintisiete aviones no tripulados ucranianos que se dirigían a atacar objetivos en regiones como Kursk o Bélgorod. El ucraniano, por su parte, no ha hecho hoy referencias a ataques rusos por estos medios, aunque sí a los habituales ataques artilleros. Sí han hablado de ataques a instalaciones eléctricas rusas en Krasna Yaruga, que han documentado con un vídeo, a la vez que han denunciado el lanzamiento de bombas de aviación rusas sobre Jersón.

Respecto a los combates, no hay apenas novedades desde el informe de ayer –que en realidad hemos compartido esta mañana, lo que deja pocas horas como para que se den vuelcos en el frente-. Se sigue combatiendo en el norte, en la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, sin cambios.

Más al sur, en el área en torno a Bakhmut, no hay cambios. Sí utilización por parte de la propaganda rusa de la ausencia de avances ucranianos para vender su mensaje habitual: «combatiente ucraniano, no seas un peón en el juego de otra persona». Un relato que hemos visto emplear por las dos partes a lo largo de esta guerra, y en realidad, en muchas otras.

Es en Avdiívka en donde se sigue luchando, con acumulación de bajas por parte rusa, no en vano su ejército habría implicado hasta a dos regimientos en los ataques sin obtener por ahora resultados claros –aunque Putin asegura que sus tropas habrían mejorado sus posiciones en la zona-, mientras desde Ucrania declaran haber sido capaces de anticiparse al ataque y de frenarlo.

En cuanto al sur, lo más reseñable son los contraataques rusos tanto en el eje de Orijiv, como en el de Velyka-Novosilka. Sin cambios.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Abrimos la sección internacional con las últimas declaraciones del presidente de Rusia, Vladímir Putin, sobre Occidente, pues lado de Ucrania lo cierto es que la jornada dominical ha transcurrido sin apenas novedades.

Durante una entrevista en el programa “Moscú. Kremlin. Putin” con la televisión estatal Rossiya 1, Putin ha señalado que Rusia en sus relaciones con Occidente sigue aplicando el “conocido y antiguo” dicho “Si quieres la paz, prepárate para la guerra. Pero actuamos bajo el presupuesto de que queremos la paz”. No obstante, ha señalado que “todos nos estamos preparando para la guerra” porque todos siguen este dicho, dando respuesta así a los comentarios del presentador acerca de la recomendación que ha recibido Estados Unidos de prepararse para posibles guerras simultáneas con Rusia y China. Putin además cree que estos pensamientos no son “saludables” y “vengan a la mente de personas sanas”.

En relación con China, el presidente Putin en otra entrevista con China Media Group ha incidido en que la actual política exterior de China, incluyendo la implementación de la iniciativa Belt and Road, se basa en la búsqueda de un compromiso. Así ha precisado que Beijing se esfuerza por encontrar proyectos y formas de lograr objetivos comunes aceptables para todos, enfatizando lo siguiente: “Esta es una característica específica de la actual China encabezada por el presidente Xi Jinping en la construcción de relaciones con otros. Nadie impone nada a nadie; nadie impone. Solo se ofrece una oportunidad”.

Por otro lado, ha insistido en que “El mundo multipolar se está creando por sí solo, como un hecho consumado”, un hecho que liga al creciente potencial de muchos países, como el de China. Sin embargo, también se refiere a los casos de India, Indonesia y Brasil.

Cambiando de plano, durante una entrevista para CBS News el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, se ha referido hoy al nuevo paquete que el presidente Joe Biden está preparando para proporcionar ayuda tanto a Ucrania como a Israel. En particular, se espera que este tenga un valor significativamente superior a los 2.000 millones de dólares. Asimismo, ha señalado que la Casa Blanca emprenderá intensas conversaciones con el Congreso la próxima semana para asegurar la aprobación del paquete. Además, cabe esperar que este paquete también incluya apoyo a Taiwán, de modo que se articule como un paquete “conjunto” de apoyo, pero no solo a Ucrania. No obstante, esto está aún por confirmarse cuando se publiquen los detalles del paquete.

En cuanto a la ayuda, y aunque haya pasado desapercibido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) como resultado de su conferencia con el Banco Mundial en Marrakech esta semana, ha lanzado un fondo para apoyar las reformas en Ucrania. En particular, los donantes ya han asignado 14 millones de dólares a este nuevo Fondo de Fortalecimiento de las Capacidades para Ucrania, con el objetivo de recaudar 65 millones de dólares. Además, hay que recordar que el FMI está implementando un acuerdo con Ucrania en virtud del cual se establece una ayuda financiera de 15.600 millones para un periodo de 4 años y parte de un paquete que asciende a 115.000 millones.

Sobre las exportaciones agrícolas ha hablado hoy el presidente Zelenski reafirmando que la Iniciativa Grano de Ucrania -no confundir con la Iniciativa de Granos del Mar Negro- continúa dando resultados. Así, muestra fotos de refugiados en Kakuma (Kenia) y Galyako (Somalia) que ya han recibido alimentos ucranianos, y subraya que Ucrania está “cumpliendo con su papel vital como garante de la seguridad alimentaria mundial”.

Para finalizar, el defensor de los derechos humanos y subdirector del Instituto Ucraniano, Alim Aliyev, ha afirmado que desde 2014 se han registrado más de 5.000 violaciones de derechos humanos en la Crimea ocupada temporalmente por Rusia. Más concretamente, afecta principalmente a los tártaros de Crimea, respecto de los cuales sostiene que Rusia está tratando de centrar la atención para presentarlos como terroristas y criminales potenciales.

Por otro lado, la Policía Nacional de Ucrania está investigando 96.500 crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas. Una cifra que representa aproximadamente el 90% del todos los crímenes de guerra investigados por las fuerzas del orden de Ucrania. El objetivo es precisamente el de avanzar en la documentación de todos los casos para reconocer los crímenes de Rusia como genocidio ante la Corte Penal Internacional.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *