Tanto Rusia como Ucrania, e incluso desde fuentes de la UE, se afanan en asegurar que la guerra de Ucrania no guarda relación alguna con la crisis de Israel, siguiendo un curso diferente. Desde Bruselas, de hecho, han incidido en que lo que ocurra en Oriente Medio, en ningún caso reducirá la cantidad de ayuda entregada a Kiev. Sin embargo, ambos escenarios están relacionados en distintos puntos, siendo uno de ellos el discursivo. Más allá de esto, Zelenski prepara su visita de mañana a Rumanía, tras destituir al jefe de las Fuerzas de Defensa del Territorio, mientras la Fuerza Aérea, a la que desde la OTAN prometen F-16 «muy pronto», anuncia que se centrará en defender la infraestructura eléctrica durante el invierno, a la espera de la ayuda que pueda decidirse en la próxima reunión de Ramstein, a celebrar mañana y del resultado que de EDIRPA, iniciativa que entra hoy en vigor con una dotación de 300 millones de euros.
Según el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, la escalada que se vive en Oriente Medio, dado el enfrentamiento entre Israel y Hamás, no influirá sobre la cantidad de ayuda a conceder por la Unión Europea a Ucrania. Es posible que así sea, toda vez que el escenario ucraniano es mucho más importante que el del Levante para los europeos, que perciben la amenaza rusa como algo más inmediato que la que plantea Hamás, a pesar del buen número de ciudadanos de la UE raptados o asesinados durante la razzia de esta organización terrorrista en el sur de Israel.
Ahora bien, incluso asumiendo que esto sea así y que el volumen -y tipología- de la ayuda se mantenga, hay otros aspectos en los que la posición de los Veintisiete, muy dados a meterse en aguas pantanosas, podría ser contraproducente. Un ejemplo claro lo hemos visto recientemente, con la decisión de iluminar edificios comunitarios con los colores de la bandera de Israel o con el claro posicionamiento a favor de este Estado frente a la barbarie desatada por Hamás.
En este punto, pedimos al lector, dado que es un tema particularmente sensible, que haga un ejercicio de abstracción y trate de olvidar, en lo posible, las atrocidades vistas en Israel, así como que deje de lado cualquier juicio sobre buenos y malos, independientemente de que los haya. El caso aquí, en relación con Ucrania, es que cualquier paso en falso dado por sus aliados, será utilizado por Rusia para tratar de imponerse en la batalla por el relato.
Recordemos que las tácticas rusas de guerra informativa, que tan bien han funcionado en tantas ocasiones, fracasaron al inicio de la invasión, precisamente porque Rusia hizo aquello que aseguraba que no iba a hacer: invadir Ucrania. Esto motivó en buena medida el éxito de los «NAFO fellas», manteniendo en jaque a la maquinaria propagandística rusa durante mucho tiempo, hasta que el estancamiento y herramientas como el hambre han permitido al Kremlin recobrar el pulso y volver a competir también en el dominio cognitivo.
En este sentido, dado lo que parece que está por venir en la franja de Gaza, es decir, un asedio severo por parte de Israel y la posible entrada posterior por tierra al interior de la zona palestina, el apoyo de la UE a Israel puede terminar jugando en contra de Ucrania. Con esto queremos que decir que, atendiendo a la campaña de bombardeos que la IAF está llevando a cabo ya en Gaza, al alto número de víctimas civiles que se espera que causen y a cómo podría ser el cerco, que incluirá cortes de electricidad, acceso a internet o entrada de alimentos entre otros, lo más probable es que a pesar de la solidaridad inicial mostrada por muchos, la imagen de Israel se resienta en los próximos días y semanas. De hecho, a las pocas horas de anunciarse, personajes como el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, han expresado su preocupación al respecto.
El asunto aquí, en relación con Ucrania, es que Moscú encontrará munición en cada declaración europea o estadounidense a favor de la respuesta israelí a Hamás, ya que le permitirá justificar su previsible campaña de ataques estratégicos contra la infraestructura eléctrica y energética ucraniana, basándose en lo visto en Gaza. Como es habitual en la propaganda rusa, se esforzarán por sacar a la luz la doble moral occidental, capaz de apoyar a Israel en su destrucción, siendo además quien ocupa el territorio palestino (no entramos en si esto es cierto o no, solo exponemos lo que Rusia dirá a todo aquel que quiera escucharle), mientras critican a una Rusia que tiene muchos más motivos para hacer lo mismo en Ucrania, dado el maltrato al que somete Kiev a los naturales rusos. Así las cosas, en Bruselas harían bien en coordinar posturas y pensar con mucho cuidado cada declaración.
Y es que hay razones para pensar, siendo ya varias las fuentes que apuntan a la mano de Irán tras los ataques a Israel, que Rusia podría estar si no completamente al tanto de lo que estaba por pasar, sí al menos informada, teniendo tiempo para prepararse en el sentido al que hemos hecho referencia en los párrafos previos. Mientras tanto, eso sí, desde la atalaya del Kremlin se esfuerzan en hacer ver que la guerra de Ucrania y los ataques de Hamás son procesos totalmente independientes.
En otro orden de cosas, y antes de pasar a lo ocurrido sobre el terreno, hoy Zelenski ha destituido al hasta ahora comandante de las Fuerzas de Defensa del Territorio ucranianas, el general Ihor Tantsioura, quien llevaba en el cargo desde mayo de 2022. Su sustituto es el también general Anatoli Barhylevych, de 54 años y quien se ha desempeñado desde el año pasado como jefe del Estado Mayor de las tropas en el este de Ucrania. No se ha informado de la causa tras este cambio, pero hay que tener en cuenta que aunque su papel reciente no sea tan vistoso como en el pasado, pues durante un tiempo fue crucial a la hora de frenar a Rusia, sigue siendo un servicio crucial para la seguridad ucraniana.
Sobre el terreno, destaca un día más la ausencia de novedades importantes. Una jornada más, han proseguido los bombardeos rusos sobre la práctica totalidad de la línea de frente, con especial incidencia sobre Jersón. Por otra parte, el tráfico marítimo sigue su marcha en las aguas al oeste de Ucrania, dada la incapacidad de la Armada Rusa para detenerlo, entre otras cosas por la acción de la «flota mosquito» ucraniana.
Más allá de esto, aunque han vuelto a registrarse combates en el noreste de Ucrania, en la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, la situación no ha cambiado desde ayer. Más al sur, en la zona de Siversk, un contraataque ruso habría logrado recuperar algunas posiciones en las inmediaciones de Verhn’okam’yansk’ke.
En el área de Bakhmut se han producido enfrentamientos tanto al norte de la urbe, con el Ejército ruso cargando desde Dubovo-Vasylivka en dirección a Bohdanivka, como al sur, en donde atacaban el noreste de Klischiívka mientras los ucranianos hacían lo propio desde esta última localidad hacia las vías de tren al este de la misma.
Al oeste de Donetsk, concretamente en Mariínka, se habría registrado un avance ruso al norte de esta población, aunque no habría estado exento de bajas. Además, Rusia habría lanzado ataques desde Mykils’ke en dirección a Vuhledar, aunque no hay cambio de líneas en la zona.
Al sur del país, por último, las únicas novedades proceden del eje de Orijiv, en donde Ucrania ha vuelto a atacar en dirección a Kopani, a la vez que hacia el norte de Novoprokopivka, mientras Rusia volvía a contraatacar desde esta localidad y desde Verbove y seguía intentándolo desde Novopokrovka. Además de esto, fuentes rusas indican que el Ejército de su país está intensificando sus esfuerzos dirigidos a volver a sembrar de minas el área de Robotyne-Verbove, para continuar fijando allí a las fuerzas ucranianas.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Pese a que la semana comienza con las miradas todavía puestas en Israel, la actividad internacional relacionada con la guerra de Ucrania comienza a despuntar y se prevea que siga aumentando el resto de la semana ante las citas internacionales previstas.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha intervenido ante la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, discurso en el que es cierto que los ataques a Israel han tenido protagonismo. En particular, el presidente ha afirmado que Moscú y Hamás son “el mismo”, siendo “La única diferencia que esta es un organización terrorista que atacó a Israel, y aquí [en Ucrania] un Estado terrorista que atacó”. Asimismo, Zelenski ha acusado a Irán de estar involucrado tanto en la guerra de Ucrania como en los ataques a Israel. En el caso de Ucrania ha señalado que “no puede decir que no tuvo nada que ver con lo que está sucediendo” si vende drones a Rusia, y en el caso de Israel tampoco cuando sus líderes apoyan a Hamás. De este modo, ha insistido en que “nuestra unidad debe y puede detener el mal”.
A nivel de la UE, el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, ha declarado que “No creo que nada influya de ninguna manera en el apoyo que la Unión Europea brinda a Ucrania. No hay duda al respecto.”, ante las sospechas de que la situación en Israel ocasione una reducción del apoyo a Kiev. Además, Peter Stano, portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, señalaba por su parte que mañana se reunirán los ministros de Exteriores de la UE y discutirán sobre un posible vínculo entre los acontecimientos en Ucrania y en Israel como posibles intentos de Rusia de aprovechar la situación en su beneficio.
Por otro lado, el presidente Zelenski se reunirá mañana a su homólogo Klaus Iohannis su primera visita oficial a Rumanía desde que comenzó la invasión. Según Iohannis la visita confirma “el carácter especial de las relaciones bilaterales entre Rumanía y Ucrania, su potencial y la necesidad de discutir, al más alto nivel, proyectos y temas de interés común”. Entre otras cuestiones, se espera que discutan sobre las exportaciones de productos agrícolas ucranianos, dado que Rumanía está muy involucrado en esta cuestión a través del tránsito de los bienes.
Por su parte, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha hablado por teléfono con su homóloga neerlandesa, la ministra Kajsa Ollongren. Además de agradecerle el liderazgo de Países Bajos en la coalición de aviones de combate F-16 (desde brindar las aeronaves hasta la capacitación de los pilotos), han discutido sobre las necesidades urgentes de las AFU. En particular, sistemas de defensa antiaérea, misiles de largo alcance y artillería.
Al hilo de la coalición de aviones de combate, la primera ministra Mette Frederiksen, ha comunicado que Dinamarca está trabajando para “ampliar y profundizar” la coalición de países dispuestos a proporcionar F-16s a Ucrania. Además, en su discurso ante la Asamblea Parlamentaria de la OTAN ha advertido contra el supuesto incremento de la fatiga de guerra entre los aliados de Ucrania trasladando el siguiente mensaje: “Mientras los ucranianos estén dispuestos a librar esta guerra por nuestra libertad, decidamos que la fatiga de guerra de no se producirá en nuestra comunidad transatlántica”.
Por otro lado, el ministro Umerov ha destacado que la experiencia neerlandesa en adquisiciones y mantenimiento podría ser útil para Ucrania. Asimismo, ha mostrado su interés en conocer a su contraparte personalmente en la 16ª reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania o más conocidas como reuniones en formato de Ramstein que tendrá lugar mañana día 10 de octubre en Bruselas. Reunión que se celebrará, como viene siendo también lo habitual, en vísperas de la Cumbre de los ministros de Defensa de la OTAN que se llevará a cabo los días 11 y 12 de octubre.
Por tanto, no sería de extrañar que en las próximas horas algunos socios de Ucrania anunciasen ayuda adicional, sobre todo teniendo en cuenta que se aproxima el invierno y Kiev necesita proteger su infraestructura crítica. Hoy, por ejemplo, Azerbaiyán ha confirmado que proporcionará a Ucrania este año un nuevo lote de equipos energéticos. Hasta la fecha, Bakú ha proporcionado 10 envíos de ayuda humanitaria desde el inicio de la invasión que incluían 50 centrales eléctricas de reserva y 45 transformadores de potencia.
Desde el Ministerio de Exteriores de Rusia, su portavoz, Maria Zakharova, ha vuelto a insistir en que las armas estadounidenses suministradas al presidente Zelenski se están extendiendo al mercado negro. Además, alude a la corrupción ucraniana, pero también a un “plan de corrupción entre Washington y Kiev”, sobre el que advierte a los medios de comunicaciones mundiales para que presten atención.
Por otro lado, también ha hablado sobre la central nuclear de Zaporiyia. Zakharova ha destacado que el Ministerio de Exteriores ruso ha señalado repetidamente que Ucrania está amenazando con invocar que Zaporiyia fuese utilizada “como un arma nuclear sucia y chantajeando así a los europeos”. Declaraciones que tienen como antecedentes las de Kirill Budanov, jefe del SBU, acerca de la procedencia de los ataques a la mencionada central.
A nivel humanitario, a la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, le preocupa la falta de un “sistema para el retorno de los niños ucranianos” deportados a territorio ruso u ocupado. Hay que tener en cuenta que, según las autoridades ucranianas, 19.546 menores han sido deportados y/o desplazados forzosamente, y únicamente han logrado llevar de vuelta con sus familias a 386. En este sentido, a la Oficina de la Alta Comisionada también le preocupa el hecho de que “Entre los niños que se reunieron con sus familias después de que sus familiares viajaron a la Federación Rusa para recuperarlos, algunos describieron haber experimentado o presenciado violencia psicológica o física por parte del personal educativo del país”. Mientras tanto, Moscú niega la mayor, pese a que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiese el pasado mes de marzo una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, y la comisionada rusa de los Derechos del Niño, Maria Lvova-Belova, ante las acusaciones de haber cometido un crimen de guerra al deportar ilegalmente a menores ucranianos.
Continuando con el plano humanitario, Ucrania ha puesto en marcha la iniciativa destinada a aumentar la conciencia pública sobre las minas terrestres y otras amenazas contemporáneas. Como parte del proyecto, UNICEF ha entregado 15 aulas móviles de seguridad contra minas al Servicio Estatal de Emergencias y a la Policía Nacional. En particular, son vehículos especialmente equipados que informarán y educarán a las personas, incluidos a los menores. Cuando hablamos de cuestiones relacionadas con el desminado, hay que tener en cuenta que hay 174.000 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano contaminados con minas u otros artefactos explosivos sin detonar. Esto supone que hay 6 millones de personas amenazadas por estos artefactos en Ucrania.
Por último, según el Ministerio de Sanidad de Ucrania, desde que comenzó la guerra, un total de 190 instalaciones médicas han sido destruidas sin posibilidad de ser reparadas y 1.447 han resultado dañadas. Las áreas más afectadas en este ámbito han sido -nuevamente- las de Járkov, Donetsk, Mykolaiv, Kiev y Chernígov. Además, las tropas rusas han dañado 103 ambulancias y destruido 253, y se han apoderado de 125. Pese al nivel de destrucción, hasta la fecha un total de 410 instalaciones médicas han sido completamente restauradas y un número igual parcialmente restauradas.
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