Con Zelenski de visita España, para participar en la Cumbre de Granada, el mensaje de apoyo recibido por parte de sus aliados ha sido unánime, con compromisos de envío de nuevas defensas antiaéreas y antidron desde países como España y constatándose en buena medida la disposición de los Estados miembros de la UE -con las habituales excepciones- a tomar el relevo de los Estados Unidos en lo posible, mientras se resuelve la situación política en este país. Sobre el terreno, el Ejército ruso ha atacado en las últimas horas el saliente creado por Ucrania en Orijiv, buscando ralentizar los avances ucranianos. Todo en una jornada en la que un bombardeo ruso sobre la aldea de Groza, en la región de Járkov, ha dejado más de medio centenar de muertos en una localidad de apenas 300 habitantes.
Volodímir Zelenski de viaje oficial en España -por primera vez desde que su país sufriese la invasión rusa- para participar en la cumbre de la Comunidad Política Europea que reúne en Granada a los jefes de Gobierno de una cuarentena de países, ha pedido «unidad» y «ayuda» a los demás líderes europeos, consciente de las dificultades por las que atraviesa su principal valedor hasta el momento en términos militares, los Estados Unidos.
Por el momento, su llamada ha surtido efecto –algo que ha agradecido a través de su canal de Telegram– logrando algunos compromisos en cuanto a envíos de nuevos equipos, como explicaremos en la segunda parte del informe. Especialmente antiaéreos, lo que de forma más apremiante necesita el país. No todo han sido, sin embargo, buenas noticias para Ucrania, pues Alemania continúa mostrándose reacia al envío de misiles Taurus, a pesar de su necesidad imperante, según publica el diario Bild. Eso sí, teóricamente mantiene abierta la opción de entregarlos en el futuro. Por otra parte, Borrell se ha encargado de rebajar las expectativas, afirmando que Europa «no puede sustituir» el apoyo de los EE. UU. a Ucrania.
En donde no parece haber freno a las expectativas, a pesar del baño de realidad que el resultado de la invasión debería haber supuesto, es en el Kremlin. Desde Sochi, donde se encuentra hoy Putin, ha declarado que «Nos enfrentamos esencialmente a la tarea de construir un mundo nuevo «, criticando la «hegemonía» occidental y presentando su ofensiva en Ucrania a través de este prisma, negándose a verla como un «conflicto territorial».
Es curioso, aquí, ver cómo las justificaciones han ido cambiando a lo largo del tiempo, pasando los líderes rusos de poner el acento en la amenaza que suponían las Fuerzas Armadas ucranianas (casi inexistentes al inicio de la invasión) y el régimen «nazi» de Zelenski (argumentos de consumo interior, como las justificaciones más recientes a la muerte de Prigozhin, por cierto), a centrarse en aquello que más vende en algunos de los regímenes en los que busca apoyo (argumentos de consumo exterior).
Una estrategia de división que busca erosionar el régimen liberal internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial y que está dando resultado, aunque quizá no de la forma en que al Kremlin le gustaría, pues hay más razones para pensar que nos acercamos a un orden bipolar imperfecto que al «paraíso» multipolar que Putin parece perseguir. En cualquier caso, hay que entender que lo que ocurre en Ucrania no sería más que la «puntilla» a un orden que ya estaba en decadencia por distintos motivos, situación que no implica necesariamente que los intereses de Estados Unidos -el máximo enemigo de Rusia- y sus aliados vayan a verse perjudicados.
De lo que Putin suele evitar hablar, es de las oportunidades que la guerra de Ucrania ha hecho perder a Rusia. En varias ocasiones hemos compartido estudios sobre el coste limitado que las sanciones occidentales estarían teniendo para su economía, pero hay una segunda clase de efectos consecuencia de la decisión de invadir a su vecino, que normalmente quedan al margen de cualquier investigación. Por ejemplo, el modo en que algunos de los planes de desarrollo de Siberia, que eran piedra angular del futuro de la nación, se han visto frustrados, incluyendo la construcción de algunas vías férreas como las que tendrían que vertebrar el Extremo Oriente ruso.
Lo mismo, siguiendo con los transportes, respecto de lo que se conoce como «Ruta del Norte» y que durante un tiempo Putin esperó que se convirtiese en el gran corredor marítimo entre Asia y el Norte de Europa, toda vez que el tránsito por aguas polares, junto a las costas rusas, permitía acortar sobremanera el tiempo y coste de los fletes en comparación con Suez. Ahora, sin embargo, parece difícil que los estados europeos, por muchas ventajas que ofrezca -en algunos casos, dudosas-, se muestren demasiado dispuestos a cruzar aguas rusas para comerciar, al menos durante un tiempo.
Eso por no hablar del Nord Stream 2 cuya destrucción, haya sido consecuencia de una acción rusa, estadounidense, polaca o ucraniana, condiciona a todo el sector ruso de los hidrocarburos, en tanto los precios que pueden conseguir en otras latitudes son peores que los que Alemania pagaría gustosa y, en cualquier caso, la que era una de las mejores herramientas para influir sobre la UE, ha desaparecido.
Todo esto por no hablar de su industria militar, que intentan desarrollar multiplicando la inversión, respondiendo así a las necesidades que impone el campo de batalla, pero que ha perdido en parte la otra «pata» que podía ayudar a su desarrollo: el mercado exterior. Y lo ha hecho por dos factores, el primero, la falta de material exportable, dado que la mayoría ha debido destinarse al frente. El segundo, por la mala imagen trasmitida por el armamento de diseño ruso, lo que ha provocado la cancelación de algunos contratos.
O de cómo a pesar de controlar una mayor franja costera en el Mar Negro que antes de la invasión, su flota ha perdido el acceso a buena parte de las aguas de este mar restringido. Es más, la Armada Rusa se está retirando paulatinamente de Sebastopol, que ya no es una base segura, no solo hacia Novorossiysk, sino también -al menos a futuros- hacia territorio georgiano. Allí, en la región de Abjasia, que controla desde 2008 de facto, está dando los primeros pasos para hacerse con una base naval permanente en Ochamchira (coordenadas 42.7429862956215, 41.42661975951979), tras firmar un acuerdo con los independentistas locales.
Sin embargo, nada de esto parece importar demasiado a Putin y sus adláteres, pues el de Ucrania sigue tratándose para ellos de un conflicto civilizatorio en el que no cabe otra opción que imponerse -por los medios que sea- o asistir a la desaparición de lo que consideran que Rusia debe ser. Esto implica que no tienen ningún incentivo para aceptar una paz a medio o largo plazo salvo que: 1) hayan sufrido una derrota tal que haga imposible cualquier regreso a las hostilidades; 2) Ucrania y sus aliados desarrollen tal capacidad de disuasión que a Rusia se le haga impensable volver a la fase militar del conflicto, o; 3) que Rusia vea totalmente satisfechas sus reclamaciones. Es decir, que cualquier acuerdo de alto el fuego o incluso de paz que no cumpla con los puntos anteriores implicará, tarde o temprano, una nueva agresión por parte rusa. De ahí la necesidad por parte de sus aliados de mostrar públicamente un apoyo firme a Ucrania, flaquee o no este de puertas hacia adentro.
Cambiando de tercio, la actualidad militar de la jornada comienza, de forma obligada, por la pequeña aldea ucraniana de Groza, en la región de Járkov y en donde más de cincuenta civiles han perdido la vida tras impactar un misil Iskander ruso en una zona muy frecuentada. Por poner la cifra en contexto, supone más de una sexta parte de los 300 habitantes de esta población, lo que supone una auténtica tragedia que ha suscitado reacciones internacionales y la declaración de tres días de luto por parte del gobernador de la óblast.
Más allá de Groza, el Ejército ruso también ha bombardeado un hospital en Beryslav, empleando para ello un misil y causando heridas al menos a dos personas. De hecho, estos no han sido los únicos ataques en un día en el que también habría lanzado Rusia 29 drones Shahed sobre territorio ucraniano, de los cuales 24 habrían sido abatidos por las defensas antiaéreas de este país. Aun así, se han registrado explosiones en Myrhorod, en la región de Poltava y en Kropivnytsky.
Los ucranianos, por su parte, habrían atacado distintos puntos de la región fronteriza rusa de Kursk, alcanzando un edificio administrativo y dos subestaciones eléctricas.
En cuanto al frente, comenzando por el norte, por la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, allí han continuado produciéndose intercambios artilleros especialmente al oeste de Lyman Pershyi, pero no cambios de posiciones. También se han reportado intentos rusos en dirección a Makiívka y Dibrova, al sur de la línea, en las inmediaciones de Kreminna.
Respecto al área de Bakhmut, allí continúan las operaciones ofensivas ucranianas, sin que se hayan reportado avances o cambios en las últimas horas verificables, aunque las fuentes de este país hablan de éxitos parciales en la zona y hemos podido ver vídeos de la 5ª brigada ucraniana en acción. Además, se ha seguido combatiendo, aunque mediante la artillería, en la zona de Verkhn’okam’yanka, al norte.
Más al sur, al oeste de la ciudad de Bakhmut, ha continuado la tónica de días anteriores, con ataques rusos sobre Avdiívka, tanto hacia el sureste de la urbe, como en dirección a Severne y Pervomaiske. También en Mariínka, en dirección oeste y sur.
Por último, de los dos ejes de avance ucranianos al sur del país llegan noticias dispares. En el caso del eje de Velyka-Novosilka, situado más a levante, la situación parece ser relativamente tranquila, a pesar de un ataque ruso al este de Novodonetske. En el caso del eje de Orihiv, el Ejército ruso ha lanzado diversos ataques sobre varios puntos, buscando presionar los flancos ucranianos al oeste de Robotyne, desde Verbove y desde Novopokrovka. Hay cierto debate acerca de las intenciones rusas, considerando algunos que estamos ante un intento de poner en riesgo la posición ucraniana. Lo más probable, sin embargo, es que además de buscar ralentizar los avances ucranianos, estén intentando contener el ensanchamiento del saliente creado por Ucrania en su avance, a la vez que ganan tiempo para seguir construyendo posiciones más al sur. En cualquier caso, a pesar de los ataques rusos, parece que las AFU han logrado incluso realizar algunos pequeños avances al este de Novoprokopivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada de hoy ha estado marcada indudablemente por la tercera Cumbre de la Comunidad Política Europea. Los jefes de Estado y de gobierno de 47 países, incluidos los 27 Estados miembros de la UE, se han dado cita en Granada para debatir “cómo hacer que Europa sea más resistente, próspera y geoestratégica”. Una Cumbre que dará pie a la informal del Consejo Europeo de mañana.
Se trata además del primer viaje del presidente Zelenski a España desde el inicio de la invasión, siendo los temas claves para él y su equipo en la Cumbre la seguridad, la integración europea y la seguridad alimentaria, y así lo ha hecho constar el líder ucraniano en su discurso a sus homólogos.
Confirmado por el propio Zelenski, el principal resultado de la Cumbre son “los importantes acuerdos relacionados con la mejora de las capacidades de defensa aérea de Ucrania”, tema del que hablaremos en las próximas líneas.
Por otro lado, el presidente ha reconocido que la crisis política en Estados Unidos es “peligrosa” para Ucrania, pero Kiev está “dispuesta a afrontarla”. Con ello se refiere al periodo electoral en el que “hay voces discordantes”. No obstante, ha asegurado que cuenta con el apoyo “bipartidista” en Washington y “espera que Estados Unidos y Europa vuelvan a estar del lado de Ucrania”.
A colación de Estados Unidos, hoy han conversado por teléfono el secretario de Defensa del país, Lloyd Austin, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. El objetivo de la llamada era revisar las prioridades para la cumbre de los ministros de Defensa de la Alianza que tendrá lugar los días 11 y 12 de octubre. Además, más allá de discutir sobre cuestiones relacionadas con la seguridad transatlántica y, en particular, sobre la implementación de los resultados de la Cumbre de Vilna y las operaciones en curso de la OTAN en los Balcanes e Irak, han conversado sobre la reciente visita de Stoltenberg a Ucrania. Así, ambos han hecho hincapié en “la unidad de la OTAN en apoyo de la autodefensa y la soberanía de Ucrania”.
En nombre de la Unión Europea, el alto representante y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, afirmaba que Europa no puede sustituir el apoyo estadounidense. Según Borrell, además, la Comunidad Política Europea es una expresión de “la unidad paneuropea frente a la agresión ilegal y brutal de Rusia”. En este sentido, subraya que “juntos” pueden afrontar desafíos compartidos que darán forma a nuestro futuro y que van desde el cambio climático al multilateralismo pasando por la inteligencia artificial.
Sobre la ayuda de la UE a Ucrania, el presidente Zelenski tras su reunión con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmaba: “Contamos con ayuda militar adicional de la UE y sus Estados miembros, así como con un apoyo estable en el marco del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz”. Asimismo, ha expresado su agradecimiento “por el apoyo fuerte y a largo plazo de la UE, así como la ayuda práctica de los Estados miembros”.
A nivel de la UE, Zelenski también se ha reunido con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a quien ha agradecido personalmente que la Eurocámara respalde la propuesta de la Comisión Europea para la creación de un instrumento de asistencia macrofinanciera a Ucrania dotado con 50.000 millones de euros durante un periodo de 4 años.
Por otro lado, también han evaluado los avances de Ucrania en la implementación de las recomendaciones de la Comisión Europea para iniciar las negociaciones de adhesión. Zelenski ha conformado que Ucrania “casi ha completado este trabajo” y confía en que se inicien las negociaciones en 2023. Asimismo, y como cuestión obligada, han discutido sobre la preparación de otro paquete de sanciones contra Rusia y medidas para contrarrestar la propaganda rusa.
Sobre la ayuda concreta, hoy destaca el país anfitrión de la Cumbre: España. Sin embargo, es cierto que el presidente Zelenski se ha reunido al margen de la Cumbre y por separado con los líderes del denominado “Grupo de los 4”. Esto es, Francia, Alemania, Italia y España.
En su reunión con el presidente en funciones de España, Pedro Sánchez, han discutido sobre la implementación de la Fórmula de Paz y de los preparativos de la próxima reunión de los asesores políticos y de seguridad. De hecho, Turquía será anfitriona de la tercera reunión de este tipo en la que se darán cita asesores de más de 40 países. Recordemos que se trataría de una reunión de segundo nivel, siendo el tercero a nivel de jefes de Estado y de gobierno y que coincidirá con la Cumbre de Paz Global que está organizando Ucrania, y el primero a nivel de embajadores.
Por su parte, Sánchez le ha trasladado a Zelenski “su apoyo a una paz justa y duradera, basada en el Derecho internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas”. Asimismo, le ha reiterado el respaldo de España en el camino de Ucrania hacia la UE; respaldo que, como explicábamos en nuestro informe anterior podría materializarse antes de que acabe el año con la decisión de la apertura de las negociaciones de adhesión.
España además ha sido noticia puesto que, durante el encuentro entre ambos presidentes, Sánchez ha anunciado que el gobierno de España podrá a disposición de Ucrania 6 lanzadores Hawk “para hacer frente a los posibles bombardeos rusos contra objetivos civiles e infraestructuras críticas, así como para la defensa del nuevo corredor de grano”. Igualmente, Sánchez ha ofrecido al presidente de Ucrania formación especializada para los soldados ucranianos en el empleo de los sistemas aéreos y antidrones, pero también equipos de desminado. También han tenido ocasión de discutir sobre otro tipo de ayuda. En particular, sobre el suministro de equipos energéticos a Ucrania antes del inicio de la temporada invernal.
Por otro lado, el presidente Zelenski y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, además de conversar sobre la situación en el campo de batalla y las necesidades de las AFU, han discutido sobre la cooperación bilateral en el sector de defensa y han acordado continuar trabajando para ampliar las capacidades del sistema de defensa aérea de Ucrania. En este sentido, el mandatario ucraniano ha afirmado: “Gracias, Emmanuel, por confirmar todo lo que acordamos anteriormente. Ahora podemos pasar a la implementación de estos acuerdos”. En paralelo, han discutidos sobre posibles formas de mejorar la situación de seguridad en la región del Mar Negro, proteger la región de Odesa y la infraestructura portuaria de Ucrania.
Por su parte, Emmanuel Macron también expresaba hoy que cree que Europa debe seguir movilizada para ayudar a Ucrania incidiendo en que “No tenemos derecho a estar cansados”.
Además, finalmente Zelenski, Macron y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se han reunido con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, tras la negativa del presidente azerí a mantener una reunión conjunta en la que participasen los líderes de Francia, Alemania y de la UE. Más concretamente, la negativa se dirigía contra la participación de París tras decidir que enviará armamento a Armenia; otra cuestión que abordamos en nuestro informe de ayer.
En el caso de Alemania, el presidente Zelenski se ha reunido con el canciller Olaf Scholz, a quien ha informado sobre la situación en el campo de batalla y las necesidades que afrontan las AFU. De este modo, el principal resultado del encuentro ha sido la afirmación del líder germano acerca de los trabajos que está llevando a cabo Berlín para entregarle a Ucrania un sistema Patriot adicional para los meses invernales.
En paralelo, el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, ha conversado por teléfono con su contraparte germana, el ministro Boris Pistorius sobre las necesidades prioritarias de las AFU y, en particular, las relacionadas con la defensa aérea, los MLRS y los vehículos blindados.
Mientras tanto, se ha confirmado que la empresa Rheinmetall ha recibido otro pedido por importe de 2 millones de euros para suministrar a Ucrania sistemas móviles de vigilancia con drones. En particular, se trata del sistema SurveilSpire, diseñado en Estonia.
Antes de pasar a Italia, hay que destacar dos noticias relacionadas con la ayuda militar alemana. De un lado, según el medio Bild “Alemania no tiene previsto entregar misiles de crucero Taurus en un futuro próximo”. No obstante, es una noticia pendiente de confirmar pues Berlín aún no ha rechazado oficial y públicamente la petición de Kiev. De otro, hay fuentes que afirman que Berlín está planeando entregar sistemas de defensa antiaérea Gepard y IRIS-T adicionales -se rumorea una docena-, también con el objetivo de proteger los envíos de cereales de posibles ataques rusos. De hecho, Ucrania también pidió este tipo de sistemas a sus socios con el objetivo de destinarlos a los óblasts del Sur del país para proteger su infraestructura crítica allí -como la portuaria- y, en consecuencia, velar por la seguridad alimentaria.
Durante la reunión mantenida entre el presidente Zelenski y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, los temas de conversación han sido, como en los otros casos, la situación en el frente y las necesidades de defensa del país. Además, ambos han enfatizado la “inadmisibilidad de convertir en armas la energía, los alimentos o cualquier otra cuestión social”.
A esto se suma que han discutido sobre la celebración de un acuerdo bilateral entre Ucrania e Italia sobre garantías de seguridad basado en la Declaración del G7 adoptada en Vilna, y la futura presidencia del G7 de Italia.
Asimismo, el ministro Umerov ha conversado con el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, y en este caso las necesidades prioritarias para las AFU abordadas han sido aquellas relacionadas con los lanzacohetes de largo alcance y los sistemas de guerra electrónica. Además, Umerov le ha agradecido la ayuda militar brindada a Ucrania y su participación en la coalición de “información y tecnología” (IT). Por último, el ministro ucraniano también ha invitado a Italia y a sus compañías a invertir en la industria de defensa ucraniana.
Mientras unos países incrementan su ayuda a Ucrania e invocan que el apoyo continúe, el presidente de Eslovaquia ha bloqueado la asistencia a Kiev. La razón reside en que el país debe formal nuevo gobierno tras las recientes elecciones. No obstante, hay que tener en cuenta el éxito electoral de los partidos opuestos a brindar ayuda a Ucrania. La formación del nuevo gobierno ha sido confiada a Robert Fico, opuesto a la ayuda y considerado prorruso.
La presidenta del país, Zuzana Čaputová, expresaba que “no ha cambiado su posición sobre la ayuda militar a Ucrania y que seguirá apoyándola dentro de los límites de las posibilidades todavía disponibles para las Fuerzas Armadas Polacas”. Así, también sostiene que comparte con el primer ministro saliente que la decisión sobre la ayuda militar a Kiev debería reflejar los resultados de las elecciones legislativas, pues en estos momentos podría sentar “un precedente para futuros cambios en el poder político”. Esto por no decir que “el actual gobierno saliente tiene capacidades limitadas”.
Dejando a un lado a los Estados miembros de la UE, el presidente Zelenski se ha reunido con el premier británico, Rishi Sunak, el presidente Zelenski y el ministro Kuleba han discutido sobre los “esfuerzos para asegurar un apoyo global duradero para Ucrania”. Según ha informado el propio Zelenski, Ucrania y el Reino Unido continuarán y ampliarán la cooperación en materia de defensa.
Asimismo, han tenido ocasión de conversar sobre las rutas de exportación de cereales y ambas partes coinciden en la necesidad de proteger la libertad de navegación en el Mar Negro.
Pasando al plano humanitario, y teniendo en cuenta lo ya expresado en la sección anterior sobre el ataque a Groza, Europol participará en un equipo conjunto de investigación sobre los presuntos crímenes internacionales graves en Ucrania junto a fiscales de siete países.
Para concluir, uno de los galardonados en la presente edición del Premio Nobel de Física, el húngaro Ferenc Krausz, ha anunciado que planea donar el dinero del premio a una organización benéfica que él mismo fundó en 2022 para ayudar a Ucrania. En particular, se trata de la organización Science4People, dedicada a brindar oportunidades de aprendizaje a escolares y que trabaja internacionalmente para ayudar a los estudiantes ucranianos a acceder a la educación superior de manera gratuita.
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