Una jornada más en la que las noticias en el plano internacional superar en importancia a las que llegan del campo de batalla, no en vano se han reunido en Kiev los ministros de Exteriores de la Unión Europea, solo unos días después de que algunos de sus homólogos de Defensa hiciesen lo propio. Además de esto, Dinamarca ha abierto una nueva oficina de su embajada en Mikolaiv, mientras desde Alemania han pedido un plan de «protección invernal para Ucrania» que incluya desde un refuerzo del suministro eléctrico al envío de más sistemas antiaéreos.
En demasiadas ocasiones hemos dicho, a lo largo de casi seiscientos informes, que el estancamiento se ha convertido en la norma. Es así, no hay más que atender a los escasos movimientos que se han producido en el frente desde noviembre de 2022. Más allá de los errores por parte de los aliados de Ucrania, que no lograron suministrar toda la ayuda necesaria para intentar romper el frente cuando hubo una pequeña ventana de oportunidad -aunque era sumamente difícil y, además, la ayuda siempre ha estado sujeta a los resultados, lo que ha ralentizado los ritmos-, había razones estructurales que lo motivaban.
Esto no quiere decir que, en un momento dado y tras causarse el daño suficiente al contrario, no se puedan lograr avances más rápido; sí que las operaciones de ruptura son y serán francamente difíciles y que, por el momento y salvo sorpresa, lo que veremos serán ganancias del tipo de «morder y sostener», logradas a un gran coste y medidas en unos pocos kilómetros cuadrados.
Hay que tener en cuenta que los dos grandes avances ucranianos, el de Jersón y el de Járkov, se produjeron en contextos demasiado específicos como para considerar que, una vez acortado el frente y aumentada la densidad de defensores, pudiesen repetirse con la misma facilidad. En el primer caso, durante unos meses Ucrania chocó con enormes problemas para romper las líneas de una Rusia todavía decida a aguantar al oeste del Dniéper.
En el segundo, se supieron aprovechar de forma magistral los huecos en el despliegue ruso consecuencia de las pérdidas de los meses anteriores, entre otros elementos. Sólo con el cambio de dirección en las fuerzas rusas en Ucrania y la decisión de retirarse de Jersón se pudo aumentar el ritmo de los avances por parte ucraniana e, incluso así las tropas rusas lograron efectuar una retirada bastante ordenada para lo que cabía esperar.
Más importante si cabe, una vez establecidas líneas defensivas sólidas por parte de Rusia –que continúan perfeccionándose– y acortado el «gap» en cuanto a drones de todo tipo, con especial importancia por parte de los drones comerciales letalizados, las tornas se igualaban, lo que sin duda ha contribuido a que los objetivos maximalistas de Putin se mantengan en vigor incluso a pesar de las pérdidas y los reveses.
Decíamos que la razón del estancamiento es estructural, como lo fuera algo más de un siglo atrás, en el marco de la Gran Guerra. Hemos sido testigos de cómo en un breve plazo, la democratización de ciertas tecnologías comenzaba a favorecer a la lanza frente al escudo. Esta es una idea un tanto contraintuitiva, pues que los sistemas atacantes dispongan de cierta ventaja parece implicar que el atacante disponga a su vez de ventaja sobre el defensor.
Sin embargo, la realidad sobre el terreno es más compleja. Es el defensor quien aprovechando la sensorización del campo de batalla y la disponibilidad de un gran número de armas baratas, ligeras y precisas obtiene una ventaja frente a las costosas plataformas blindadas y acorazadas del atacante, que no pueden moverse libremente por el terreno sin ser descubiertas y batidas por artillería, drones o incluso minas controladas a distancia.
Este es, ni más, ni menos, el muro contra el que chocaron las columnas blindadas y acorazadas rusas en los primeros meses tras la invasión. Muro que tuvo forma en un primer momento de armas contracarro avanzadas como los Javelin y NLAW, así como de sistemas MANPAD[11] en el caso de los aviones en misiones CAS y los helicópteros de combate, pero que, cada vez, ha ido tomando la forma de drones letalizados.
Así las cosas, durante cada uno de los miles de enfrentamientos a pequeña escala que han tenido lugar en la guerra (a nivel incluso sub-táctico), los drones comerciales letalizados o las armas contracarro se han ido imponiendo, a lo que se suma que los drones de reconocimiento han permitido a la artillería batir en minutos a las tropas enemigas en movimiento, una vez este se iniciaba. De hecho, la sorpresa ha sido prácticamente imposible desde el inicio de la invasión: recordemos el papel de muchos civiles ucranianos proporcionando información a sus Fuerzas Armadas, logrando así maximizar el rendimiento de la artillería).
Es, quizá, lo que hace tan extraordinario lo ocurrido en Járkov, cuando utilizando un «puño acorazado» mínimo y fuerzas muy ligeras, Ucrania logró recuperar una parte sustancial de su territorio en unos pocos días. Lamentablemente, lo que tenemos hoy es un escenario completamente diferente, en el que para intentar hacer un pequeño progreso, se necesitan días o semanas de preparación. Sirva como ejemplo el intento ruso sobre Vuhledar, ciudad al sur de Ucrania que, caracterizada por sus altos edificios, están intentando «aplanar» a base de bombas FAB500, pues de otra forma es imposible superar ese escollo, como demostró la pérdida de dos unidades de infantería naval meses atrás. Lo mismo que en otro obstáculo, en este caso natural, como es el bosque al sur de Kreminna, en donde se lucha desde hace largos meses sin que ni unos ni otros logren hacerse con él.
Dentro del enorme drama que supone la pérdida continua de vidas, así como la destrucción económica que conlleva la guerra, lo que vemos en Ucrania está sirviendo para clarificar algunas cuestiones cruciales no solo respecto a las razones profundas del estancamiento, sino más importante aún, respecto a lo que supone para el presente y futuro de la guerra (por cierto, que Rusia tiene sus propias ideas sobre esto) la proliferación de drones, la aparición de sistemas de gestión del campo de batalla como Delta, el final del «arsenal barroco» o sobre al Revolución Militar en ciernes. Lo difícil será que entendamos estas lecciones y, mucho más, que apliquemos las medidas correctas ahora que estamos a tiempo, ya pensando en clave nacional…
Cambiando de tercio, ya sobre el terreno en las últimas horas se ha producido un nuevo lanzamiento de drones Shahed por parte rusa, aunque en número mínimo. Además, según la defensa antiaérea ucraniano, habrían sido capaces de derribar los cuatro aparatos empleados hoy por su enemigo, tres de ellos sobre Dnipró y el otro, presumiblemente, sobre Mikolaiv. Además de esto, han continuado los ataques rusos, que se producen ciertamente con regularidad, contra la localidad de Jersón.
En cuanto al frente, comenzando como siempre por el sector más septentrional, tras bombardear la mayoría de los puentes que cruzan el Oskil, el Ejército ruso habría comenzado a lanzar bombardeos más o menos selectivos contra posiciones al lado este del río.
En el área de Bakhmut las Fuerzas Armadas ucranianas han vuelto a lanzar ataques al norte de Klischiívka, así como entre esta localidad, Andriívka y Zelenopilia, todas ellas más al sur, logrando algunas ganancias marginales. Según algún canal ruso de Telegram, el teniente general Sychevoy, al mando del grupo de fuerzas rusa en Bakhmut habría sido apartado de su puesto, aunque es una noticia por confirmar.
Al oeste de Donetsk, concretamente en Avdiívka, se han registrado ataques rusos tanto desde el noreste, hacia Stepove, como hacia Tonenke, desde el sur. No hay cambios, pero sí intensos combates. Además de esto, en Vuhledar han continuado los ataques rusos, como hemos explicado más arriba, con la clara intención de terminar con cualquier construcción con un mínimo de altura, aunque esto no cambiará la posición de la localidad, que está en altura controlando todo el territorio al sur de la misma.
En cuanto a los dos ejes de avance ucranianos, el de Velyka-Novosilka y el de Orijiv, en el primer ha vuelto a ser el Ejército ruso el que ha lanzado ataques una vez más en dirección a Staromaiorske y al norte de Pryiutne, sin cambios. En el segundo, se sigue combatiendo al sur de Robotyne, en donde la aviación rusa lanza ataques aéreos con regularidad mientras los ucranianos siguen intentando avanzar entre Novoprokopivka y Verbove. Además, el Ejército ruso ha lanzado un nuevo ataque desde Novopokrovka -al noreste de la penetración ucraniana-.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La semana ha comenzado con un fuerte incremento de la actividad institucional y diplomática en Kiev con la visita de los ministros de Exteriores de los 27, en vísperas de que mañana tenga lugar la Cumbre de la Comunidad Política Europea y a la que seguirá el Consejo Europeo informal en Granada. Por tanto, un día copado en su totalidad por las declaraciones del lado de Ucrania y de la UE relacionadas con el apoyo al país en guerra.
Esta visita en sí misma es un hito histórico en la UE, pues por primera vez sus ministros de Exteriores se reúnen fuera de las fronteras de la Unión. Según el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, la reunión se produce “dentro de sus fronteras futuras”.
Como señalaba la ministra francesa, Catherine Colonna, se trata de una situación excepcional para manifestar el apoyo decidido de la UE a Ucrania. Por su parte, el ministro español en funciones, José Manuel Albares, publicaba el siguiente mensaje en sus redes sociales:
En la reunión también ha tomado parte el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien en su discurso a los ministros europeos ha destacado que el hecho de que la reunión se celebrase en Ucrania es un símbolo vital de la solidaridad europea. Sobre esto añadía, además, que una victoria ucraniana era una causa común para Europa en su conjunto enfatizando: “Rusia se ha convertido en una fuerza antieuropea que aterroriza y trata de socavar todos los cimientos de una vida estable y pacífica en Europa”.
Además, y teniendo en cuenta todas las críticas recibidas en los últimos meses, Zelenski ha agradecido de manera explícita el nivel de apoyo recibido de sus socios europeos: “apreciamos los esfuerzos de cada país, cada líder, cada empresa europea”.
Otro de los puntos que ha subrayado ha sido precisamente el de la necesidad de aumentar la presión de las sanciones sobre Rusia. En este sentido, ha insistido en que “Cualquier pausa en las sanciones prolonga la agresión rusa, y la pausa después del undécimo paquete de sanciones ya se ha prolongado demasiado”. Hay que tener en cuenta que el último paquete se aprobó el 23 de junio y estaba dedicado a combatir la elusión de las sanciones a través de terceros países. Por tanto, la petición ucraniana de sancionar a la industria nuclear rusa, aún no se ha producido.
Asimismo, también ha agradecido a sus socios la iniciativa de crear un fondo separado por importe de 20.000 millones de euros dentro del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (European Peace Facility, EPF) para apoyar sus necesidades de defensa “de manera sostenida” durante 4 años. El presidente ucraniano ha subrayado también que esperan con interés “el desbloqueo y desembolso del octavo tramo de ayuda militar de 500 millones de euros a través del EPF”.
Sobre la ayuda militar en particular sí ha subrayado que es muy importante “maximizar el refuerzo del escudo aéreo de Ucrania en el periodo previo al invierno”. Así, insiste en que los sistemas de defensa antiaérea que ya han recibido como los Patriot, IRIS-T o NASAMS ya están desempeñando un papel positivo y salvando vidas, y que necesitarían más. En particular, indica que unos pocos Patriot en las regiones del Sur de Ucrania “pueden cambiar fundamentalmente la situación y, en gran medida, hacer que el terrorismo ruso carezca de sentido”.
Por otro lado, el líder ucraniano también ha tenido ocasión de destacar la implementación de la Fórmula de Paz, así como las garantías de seguridad.
Durante la rueda de prensa conjunta ofrecida por Kuleba y Borrell al concluir la reunión, este último ha enfatizado que hoy han discutido sobre el apoyo general a Ucrania. Esto va desde la perspectiva de la seguridad hasta la Fórmula de Paz, pasando por el apoyo militar, el proceso de adhesión y la rendición de cuentas.
Ante los medios, además, Borrell ha señalado que el apoyo de la UE a Ucrania “no depende de los avances de un día”, sino que es “un apoyo estructurado y permanente porque nos enfrentamos a una amenaza existencial para Europa”.
Asimismo, el Alto Representante Borrell y su equipo ha sido recibido al margen de la reunión principal por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el ministro Kuleba para mantener “un debate oportuno” sobre el apoyo militar de la UE a Ucrania como el EPF, la entrega de municiones y el entrenamiento de militares ucranianas. Asimismo, ha estado presente la cuestión de las sanciones. Las partes han discutido sobre la necesidad de adoptar lo antes posible el 12º paquete de sanciones contra Rusia y sus prioridades clave.
España ha tenido un lugar destacado al ostentar la Presidencia del Consejo. Prueba de ello ha sido, además, la conversación telefónica entre Zelenski y el presidente en funciones del país, Pedro Sánchez. En particular, han discutido sobre una mayor cooperación en defensa entre los dos países, agradeciendo el apoyo político y militar desde que comenzó la invasión. Ya en el plano europeo, Zelenski ha vuelto a trasladar a España que espera que la Presidencia española “sea eficaz a la hora de abrir las negociaciones sobre la adhesión de Ucrania a la UE”. Según Zelenski, Ucrania cumplirá con las 7 recomendaciones de la Comisión Europea y estará lista para iniciar las negociaciones en el momento que deseaba; antes de que finalice 2023. Igualmente, han discutido sobre los próximos eventos internacionales y temas de seguridad de actualidad.
Por su parte, el ministro Kuleba también se ha reunido al margen con varios de sus homólogos por separado. En primer lugar, con la recién nombrada ministra de Exteriores neerlandesa, Hanke Bruins Slot, y con quien está de acuerdo en que el establecimiento de un Tribunal Especial para el Crimen de Agresión es necesario para garantizar la rendición de cuentas. Asimismo, han discutido sobre las medidas para fortalecer la defensa aérea de Ucrania a medida que se acerca el periodo invernal.
En segundo lugar, con el ministro de Exteriores de Chipre, Constantinos Kombos, para discutir sobre una amplia gama de temas. Aun así, Kuleba ha incidido en que Ucrania acoge con agrado la participación activa de Chipre para implementar la Fórmula de Paz y garantizar la rendición de cuentas por los crímenes rusos.
En tercer lugar, y de manera conjunta, se ha reunido con algunas de sus contrapartes nórdicas y bálticas. En particular, con los ministros de Exteriores de Dinamarca, Estonia, Lituania, Letonia y Suecia.
Por su parte, Annalena Baerbock, ministra alemana de Exteriores, ha pedido a Occidente “un plan de protección invernal que incluya defensa aérea, generadores y un refuerzo del suministro energético” para Ucrania para ayudar al país a afrontar la “brutalidad” de Rusia. Además, no ha dudado en prever que la UE pronto se extenderá desde “Lisboa hasta Lugansk”.
Por otro lado, el grupo polaco PGZ ha confirmado que han entregado a Ucrania los primeros carros de combate Leopard renovados en Bumar-Łabędy.
En paralelo, Antonio Tajani, vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro de Exteriores de Italia, pero también conocido por haber sido presidente del Parlamento Europeo, se ha reunido con el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal. Durante su encuentro han discutido sobre las necesidades de recuperación del país y como resultado han emitido una declaración conjunta en virtud de la cual Italia asume el patrocinio de la reconstrucción de la ciudad de Odesa y de la región. En particular, bajo su patrocinio se financiará la reconstrucción de la catedral Spaso-Preobrazhensky y otros monumentos históricos de la ciudad. El objetivo es, por tanto, como en el caso de otros patrocinios, es el de “acelerar el proceso de recuperación y el desarrollo de posguerra para apoyar el sector privado, la transición verde y la buena gobernanza, centrándose en la cooperación en los ámbitos de infraestructura, industria marítima, transporte, planificación urbana, desarrollo de pequeñas y medianas empresas, medio ambiente, digitalización, apoyo a la juventud, cultura y turismo”.
Además, Tajani también ha sido recibido por Zelenski. Además de discutir sobre la situación en el campo de batalla, las necesidades militares del país y la infraestructura de cara al invierno, el presidente ha agradecido la adhesión de Italia a la coalición para el desminado del país y a la “coalición de IT” (Information technology) impulsada por Estonia y Luxemburgo. De igual modo, han discutido sobre la implementación de la Fórmula de Paz y la Cumbre de Paz Global que están preparando, pero también sobre las esperanzas del presidente Zelenski de que Ucrania esté entre las prioridades clave de la presidencia italiana del G7 en 2024.
Por supuesto, también han abordado el apoyo de Italia a Ucrania en su camino hacia la adhesión a la UE y la OTAN, así como a las garantías de seguridad tras la adopción de la Declaración Conjunta de Apoyo a Ucrania del G7.
Relacionado con esta cuestión, Dinamarca ha decidido la apertura de una oficina de su embajada en Mykolaiv, ciudad apadrinada por el país nórdico para impulsar su reconstrucción. Lars Løkke Rasmussen, ministro de Exteriores danés, enfatizaba: “Debemos hacer todo loque podamos para apoyar a Ucrania y no podemos esperar hasta el final de la guerra para reconstruir el país. La oficina de la embajada es un símbolo importante de la estrecha colaboración que se ha desarrollado entre Dinamarca y Mykolaiv. En concreto, la oficina debe garantizar un diálogo estrecho con las autoridades regionales y locales”.
Por otro lado, el presidente Zelenski también ha conversado hoy con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pero por teléfono. Además de coordinar las posiciones para los próximos eventos internacionales, han discutido sobre los corredores de exportación alternativos para los productos agrícolas ucranianos toda vez que hay Estados miembros que siguen manteniendo las restricciones unilaterales en este sentido. Zelenski y Von der Leyen han acordado mantener un “diálogo constructivo” sobre el levantamiento de las prohibiciones a las exportaciones de productos agrícolas que aún persisten en Polonia, Hungría y Rumanía.
Asimismo, Zelenski ha elogiado la iniciativa de la Comisión para contar con un instrumento financiero para ayudar a Ucrania dotado con 50.000 millones de euros para un periodo de 4 años. Al mismo tiempo, ha señalado “la necesidad de un mayor respaldo por parte de todos los Estados miembros de la UE”.
Por último y también relacionado con la ayuda a Ucrania, el primer ministro Shmyhal y el ministro de Finanzas, Sergii Marchenko, se han reunido con dirigentes de la misión del Fondo Monetario Internacional en Ucrania para discutir sobre la implementación del programa de 4 años en el marco del “Servicio Ampliado del Fondo” por un importe total de 15.600 millones de dólares. Recordemos que este tiene por objetivo apoyar la estabilidad macroeconómica, restaurar la sostenibilidad de la deuda y reconstruir Ucrania en su camino a la membresía de la UE. En lo que va de 2023, Ucrania ya ha recibido 3.600 millones de dólares del Fondo para financiar las necesidades presupuestarias urgentes.
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