Guerra de Ucrania – Día 571

Las Fuerzas Armadas ucranianas han recuperado la localidad de Klischiívka, al sur de Bakhmut, apenas horas después de hacerse con la cercana Andriívka, mientras desde Rusia lanzaban una docena de drones y misiles contra Ucrania y Canadá anunciaba una nueva ayuda destinada al refuerzo de la defensa antiaérea de su aliado. Además de esto, Kim Jong-un ha abandonado ya el territorio ruso, tras una visita en la que ha sido agasajado hasta límites insospechado. Por último, ha aparecido publicado un vídeo de Kadírov en el que desmiente los rumores sobre su enfermedad.

Kim Jong-un ha dejado Rusia. Ha puesto así fin a una visita de varios días en la que, además de reunirse con Putin o con el ministro de defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha recorrido distintas instalaciones relacionadas con la producción militar en el Extremo Oriente ruso. Curiosamente, no ha trascendido por el momento que se haya firmado acuerdo alguno entre ambos estados, y menos uno relativo a la venta o al suministro de armamento, pese a lo cual, nadie se engaña al respecto.

Ya antes del viaje de Kim a Rusia, coincidiendo con la feria de armamento Army 2023, el propio Shoigú había visitado con sumo interés la sección norcoreana, adelantando lo que vendría tan solo unas semanas después: un encuentro en el que ambos líderes, en una situación difícil, han podido tratar temas tan diversos como el armamento, sí, pero también el espacial, el alimentario o el sanitario. Eso, y el establecimiento de nuevas rutas aéreas entre ambos estados, que ya estarían en pruebas.

Lo más importante -incluso entendiendo las implicaciones de lo que la ayuda masiva en forma de munición podrían tener para el curso de la guerra- es, no obstante, la consolidación de una alianza anti-occidental en la que Bielorrusia espera tener cabida y que Kim resumiera a la perfección al resumirse al apoyo de su país a la causa «sagrada» de la lucha rusa en Ucrania (contra Occidente, se entiende).

El cuarto en discordia, y quien más se beneficia de estos encuentros, China, sigue manteniéndose en un segundo plano, lógico tanto para no despertar más recelos al mostrarse cada vez más como un aspirante a hegemón –lo que está facilitando a los Estados Unidos el crear o reforzar alianzas a su vez opuestas- como por sus problemas internos, como los que encontramos detrás de la purga que se viene produciendo de un tiempo a ahora.

Dicho esto, el líder norcoreano se va de Rusia, más allá de con un guante de cosmonauta y con un rifle, regalo de Putin, cinco drones suicidas y otro de reconocimiento, obsequio del gobernador de la región de Primorie, que comparte frontera con Corea del Norte. Puede interpretarse, por supuesto, como parte del agasajo habitual a un líder extranjero, pero también cabe la posibilidad de que esto último sea un indicativo de uno de los principales intereses de Kim en Rusia y de una de las cartas con las que podría jugar a cambio de facilitar munición de artillería al Ejército ruso: recibir tanto drones como especialmente conocimiento relativo a su uso y diseño.

No olvidemos que Corea del Norte, a lo largo de la historia, se ha venido aprovechando de diversas transferencias tecnológicas para desarrollar a partir de ellas sus propias soluciones, algo que se deja ver en su programa de submarinos, o en el de misiles. Si en esta ocasión vemos, de aquí a unos años, cómo este país termina fabricando drones basados en los Geran-2 (Shahed-136), se habría cerrado en cierto modo un círculo, pues tampoco sería la primera vez ni mucho menos que hay intercambios entre el régimen juche y el de los ayatolás, en última instancia diseñador de estos sistemas.

Mientras esto ocurre, tal y como hemos ido contando estos días, nuevos cargueros navegan hacia Ucrania para cargar grano, saltándose así un bloqueo ruso que por distintas razones no está siendo efectivo. Los ataques de los últimos días contra la Armada Rusa parecen haber dado la puntilla a la posibilidad de que Moscú llegue a interceptar el tráfico marítimo que recorre el estrecho pasillo propuesto por Ucrania para la navegación, algo que de por sí ya resultaba complicado, dadas las capacidades A2/AD ucranianas en la zona más occidental del mar Negro.

Ucrania, ahora mismo exporta la mayor parte de su producto por vía terrestre, mediante ferrocarril o directamente a través de camiones. Sin embargo, se trata de métodos que no pueden suplir al transporte por mar, de ahí el énfasis puesto por Kiev para romper el bloqueo ruso.

Más allá de la vertiente puramente militar del asunto, hay que insistir en que la negación de las exportaciones ucranianas tiene varias caras más. Durante el último año, los agricultores rusos han logrado una cosecha récord, a la que también tienen que dar salida, de ahí el interés en no renovar el Acuerdo de Granos del Mar Negro por parte de Moscú.

En otro orden de cosas, después de los rumores esparcidos en las últimas horas por la inteligencia ucraniana sobre el líder checheno, Kadírov, se ha publicado un vídeo en el que este desmiente que su salud esté quebrada, aunque no está clara la fecha de grabación. Pese a ello, no han sido pocos los que han especulado no ya sobre el estado real del checheno, sino sobre su posible sucesión o destino.

Es más, ha sido tema de conversación hoy en diversos canales de Telegram e incluso personajes como Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio de Interior ucraniano, han vuelto a ligar las noticias relativas a Kadírov con la muerte de Prigozhin, interrogándose acerca de si Putin, una vez eliminado Kadírov, sería capaz de mantener el control de Chechenia, una cuestión interesante, pero por ahora sin respuesta.

Pasando a lo ocurrido en las últimas horas en términos militares, Rusia ha lanzado media docena de drones Shahed y hasta una decena de misiles de crucero (varios de ellos serían antiaéreos S-300 en función de ataque a tierra) sobre Ucrania, de los que las defensas antiaéreas de este país aseguran haber derribado seis y seis respectivamente.

Sobre el terreno, comenzando por el norte, se ha informado de pequeños avances rusos al sur de Kreminna, en lo que algunos denominan «el bosque interminable», toda vez que son ya meses y meses de combates sin que los cambios allí excedan unos pocos cientos de metros en todo este tiempo.

En el área de Bakhmut es en donde se ha producido la noticia más importante del día, en tanto allí las Fuerzas Armadas ucranianas han reclamado la reconquista de la localidad de Klischiívka apenas unas horas después de hacer lo propio en Andriívka y tras meses de combates, para lo cual han subido a las redes sociales una imagen de sus militares junto a las ruinas de la iglesia que ocupa el centro de esta población, prácticamente destruida. Posteriormente ha sido el presidente ucraniano, Zelenski, quien ha rendido homenaje en su alocución diaria a los militares que han tomado parte en las operaciones, agradeciendo su sacrificio.

Pese al deterioro de la situación en torno a Bakhmut para el Ejército ruso (sin que esto implique que vayan a perder la ciudad a corto plazo), en las últimas horas se ha podido ver al conocido propagandista WarGonzo recorriendo la parte oriental y sudoriental de la ciudad. Un vídeo interesante en el que se puede ver tanto el estado de algunas infraestructuras, como la destrucción material, en términos de vehículos y material militar.

Al sur del país, continúan los combates tanto en el eje de Velyka-Novosilka, en donde se han producido ataques ucranianos entre Urozhaine y Novodonetske, como contraataques rusos en dirección a la primera de estas localidades, como en el de Orijiv. Allí, pese a que no hay apenas ganancias territoriales en los últimos días, las Fuerzas Armadas ucranianas prosiguen con su labor de zapa desde Robotyne, tratando de ampliar la anchura del propio eje, de forma que puedan avanzar hacia el sur con mayor seguridad.

Además de todo lo anterior, mientras elaborábamos el informe ha aparecido en redes una imagen en la que se ve de lejos el incendio posterior a una explosión supuestamente en Sebastopol, Crimea. Por el momento no hay datos, con lo que quedará para el informe de mañana.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En el apartado internacional, y a la espera de que durante la semana se celebre la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, son pocas las novedades. En primer lugar, el Gobierno de Canadá ha anunciado que contribuirá con 33 millones de dólares canadienses (22,85 millones de euros al cambio actual) a reforzar la defensa antiaérea ucraniana.

Así lo ha hecho saber el ministro de Defensa del país norteamericano, Bill Blair, quien aclaró además que este nuevo paquete era parte de uno mayor, valorado en 500 millones de dólares canadienses anunciado por el Primer Ministro Trudeau en junio. No obstante, no han dado detalles sobre el contenido exacto del paquete, aunque lo más probable es que se materialice en forma de envío de misiles o radares en tanto se canalizará a través de una asociación liderada por el Reino Unido que está entregando equipos antiaéreos de «alta prioridad» a Ucrania.

Siguiendo con el tema de la ayuda, continúan los debates en los Estados Unidos relativos al posible envío -o no- de misiles balísticos ATACMS para los M270 y M142 que opera Ucrania. En las últimas horas, en relación con esto, un grupo de senadores estadounidenses ha enviado una carta al presidente Biden instándolo a enviar ATACMS a Ucrania, asegurando que «un retraso adicional solo socavará aún más los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y extenderá el conflicto».

No han sido los estadounidenses los únicos que han hablado recientemente sobre los ATACMS. También el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se ha referido a esta posibilidad, asegurando que son los Estados Unidos los que controlan las acciones militares en Ucrania «suministran armas, municiones, información de inteligencia, datos de satélites» y «libran una guerra contra nosotros» pero que, en última instancia, el envío o no de misiles de mayor alcance que los que ya tiene Ucrania no cambiará la esencia de lo que está ocurriendo en Ucrania.

También sobre Ucrania han hablado los Estados Unidos, pero en esta ocasión con China. En concreto ha sido el asesor de seguridad nacional norteamericano, Jake Sullivan, quien se ha reunido con el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en Malta. Un encuentro en el que además de tocar temas como la situación de Taiwán y de comprometerse a mantener abiertos canales de comunicación estratégica, habrían tocado el tema ucraniano, aunque en la nota de prensa oficial no se ha dado apenas información. La reunión, en cualquier caso, podría servir de preparativo ante un futuro encuentro que reuniese a los máximos líderes de ambos países el próximo mes de noviembre, cuestión que habrá que seguir con detalle por sus potenciales implicaciones.

Y siguiendo con los Estados Unidos, es obligado hacer una referencia a una cuestión que hoy ha sido portada de The Guardian: la exportación por parte de la empresa norteamericana Halliburton de equipos por valor de 7,1 millones de dólares a Rusia desde que esta compañía anunciase que ponía fin a sus operaciones en dicho país. Esta sociedad, que es uno de los mayores proveedores mundiales de productos y servicios para la exploración de petróleo y gas se deshizo meses atrás de sus oficinas en Rusia, lo que al parecer no ha impedido que haya continuado, aunque de forma mínima, suministrando material.

Volviendo al Viejo Continente, recientemente una asociación de agricultores de Rumanía ha solicitado al gobierno de su país que prohíba las importaciones de cereales ucranianos, después de que las restricciones hayan sido eliminadas por la Comisión Europea hace apenas dos días. Desde dicha asociación han asegurado no estar en contra de que los productos ucranianos pasen de camino a otros destinos, aunque al parecer no quieren padecer las consecuencias sobre los precios que la llegada de los productos ucranianos podrían tener. Por el momento, les tocará esperar al próximo plan que se espera que su gobierno presente en los próximos días y que podría seguir la estela de los anuncios hechos por Polonia, Eslovaquia o Hungría, países que han dejado claro que establecerán sus propias prohibiciones unilaterales.

Pasando a un tema muy diferente, la edición ucraniana de Forbes ha publicado recientemente una serie de cálculos sobre el coste de la guerra, que permiten inferir hasta cierto punto el impacto de la misma en la fiscalidad rusa. Así, según los periodistas de Forbes, la guerra estaría costando a Rusia 300 millones de dólares al día. A la vez, este país habría gastado entre enero y junio más fondos de los que esperaba invertir en defensa en todo el año. El sumatorio de gasto militar directo desde el comienzo de la invasión ascendería a 167.300 millones de dólares, habiendo perdido material por valor de 34.000 millones de dólares. Más interesante si cabe, el total invertido en compensaciones a los familiares de los muertos sería de 25.600 millones de dólares en el último año y medio…

Por último, nos retiramos por hoy con una noticia deportiva: en los últimos días se han celebrado los Invictus Games en la localidad alemana de Düsseldorf, que reúnen a veteranos militares de distintas procedencias. El equipo ucraniano ha finalizado su participación con un número récord de medallas, al hacerse con 12 de oro, 14 de plata y 8 de bronce, siendo una de las más exitosas entre las 23 delegaciones participantes en esta edición.


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