Aumenta la preocupación respecto de los preparativos rusos para reeditar la campaña de ataques estratégicos a la infraestructura energética y eléctrica ucraniana, al tiempo que el cerebro tras los mismos, Surovikin, ha sido visto en Argelia, entre rumores sobre su destino. Sobre el terreno, Rusia pone en duda las informaciones ucranianas sobre Andriívka, mientras siguen apareciendo datos relativos al desgaste sufrido allí por su ejército. Además, han aparecido imágenes de la corbeta «Samun» de la Armada Rusa, siendo remolcada a Sebastopol, con un excesivo asiento de popa.
Los dos últimos informes sobre la guerra en Ucrania los hemos dedicado a analizar tanto las cuentas relativas a la producción y consumo de proyectiles de artillería por parte de ambos ejércitos, como a la relación entre coste y efectividad de los drones comerciales letalizados en comparación con otros sistemas de armas. Hay sin embargo una cuenta que es difícil de llevar a cabo por falta de datos pero que, sin embargo, está causando una creciente preocupación: el número de misiles de crucero en poder de Rusia.
Para quien haya estado siguiendo nuestros informes, los reportes prácticamente diarios de lanzamiento de drones Shahed sobre el territorio ucraniano no pueden constituir novedad alguna. Sin embargo, lo que cada vez ha sido menos habitual desde la primavera ha sido el empleo de misiles de crucero, utilizados casi como excepción. Algo que no puede ser una coincidencia y que no tiene que ver con que se les puedan estar acabando como por una otra razón mucho más lógica: el coste.
Cuando Rusia comenzó a emplear drones de diseño iraní, de los que se calculaba un coste individual de 20.000 dólares aproximadamente por unidad, era una forma razonable de complementar e incluso de sustituir a los carísimos misiles de crucero y balísticos que, además de limitados en número, podrían tener un precio de adquisición para el Ministerio de Defensa ruso que, para algunos modelos, alcanzaba varios millones de dólares.
La introducción de los drones iraníes permitió saturar la débil defensa aérea ucraniana durante un tiempo, complementando la acción de los misiles que, además, cada vez eran menos efectivos en tanto Occidente envió a Ucrania sistemas antiaéreos y misiles para los mismos de forma masiva, evitando que la campaña de ataques estratégicos tuviese un coste inasumible para la población y paralizase por completo la economía ucraniana, fundamental para mantener el esfuerzo bélico.
El uso creciente de drones Shahed -a la vez que disminuía el de misiles de crucero y balísticos- llegado ese momento tuvo como objetivo más que hacer daño -pues hace mucho tiempo que se alcanzó un punto en el que la relación coste/efectividad dejó de ser adecuada-, mantener el consumo de misiles y municiones por parte de la artillería antiaérea ucraniana -también onerosos, por cierto-. Se ha venido tratando de evitar, por parte rusa, que Ucrania pudiese hacer un acopio importante de estos de cara al próximo invierno. Si bien es difícil evaluar hasta qué punto han conseguido o no esto último, está claro que la actividad diaria de los sistemas antiaéreos ucranianos ha sido alta.
Mientras tanto, Rusia habría podido centrarse en aumentar la producción de misiles de crucero, para rellenar sus mermados stocks en preparación de una nueva campaña ante la que los aliados de Ucrania están tomando medidas, al igual que este país, en previsión de que se lleve a cabo a partir de noviembre. Está por ver, además de dichas medidas, qué papel pueden jugar las nuevas capacidades ucranianas a la hora de atacar el interior de Rusia y si este país es capaz de llegar a generar algún tipo de disuasión en este aspecto, aunque no parece demasiado probable.
Cambiando radicalmente de tema, en las últimas horas han sido noticia también las imágenes del general ruso Surovikin en Argelia, al parecer como parte de una delegación militar rusa. Se está generando una situación curiosa, pues para algunos, el hecho de que haya sido visto sin el uniforme que le corresponde les hace pensar que ha sido expulsado del Ejército ruso. Para otros, sin embargo, Surovikin podría haber encontrado una salida aceptable, siendo una suerte de relevo de Prigozhin en África, aunque en este caso bajo un control estricto del Ministerio de Defensa ruso.
Recordemos que Surovikin había sido ligado en varias ocasiones a Prigozhin y que, con culpa o sin ella, habría pagado también la osadía de este en su asonada. La eliminación de Prigozhin, que para algunos podría haber sido consecuencia directa del incumplimiento del acuerdo con el Kremlin de mantenerse en segundo plano, tras aparecer en un vídeo desde África, sería en este sentido un aviso lo suficientemente evidente como para que ninguno de sus posibles aliados volviese a sacar ni medio pie del tiesto.
Lo cierto, es que cualquier teoría ahora mismo no pasa de ser una mera especulación. Es posible que haya sido restituido en parte y, dado su anterior enfrentamiento con Shoigú y Guerásimov, se le haya dado una salida aceptable. En Argelia fue visto ofreciendo una conferencia. En vista de los intereses de Rusia en este país y de cómo ha ido evolucionando el equilibrio militar en el Magreb, con un Marruecos que amenaza la tradicional posición de hegemón militar regional que mantenía Argelia, enviar a un tipo que tiene unas capacidades evidentes, podría ser una forma de apuntalar la relación, mantener la influencia y, quizá, adaptar parte de la experiencia ganada en Ucrania a las necesidades argelinas.
Por cierto, antes de pasar a lo ocurrido sobre el terreno, que en las últimas horas también ha sido objeto de especulaciones –en este caso los rumores han sido difundidos por la inteligencia ucraniana– el tercero en discordia de la antigua terna Prigozhin-Surovikin-Kadírov. Este último, según aseguran los ucranianos, se encontraría en coma, lo que de ser cierto abriría la cuestión de la sucesión en Chechenia (que podría pasar a alguno de sus hijos, en su caso).
Claro está, no es la primera vez que se especula sobre su salud, pues una situación parecida se ha visto ya al menos dos veces a lo largo únicamente de este año. De hecho, incluso recientemente Kyrylo Budanov, hablaba sobre Putin dejando caer que el verdadero Putin había fallecido en algún momento de 2022, tras ser visto por última vez el 26 de junio de 2022. Es decir, que independientemente de lo que ocurra con Kadírov (su muerte por accidente coronario o cerebrovascular tampoco sería tan sorprendente, al fin y al cabo), difundir rumores sobre el estado de salud de sus enemigos, es una táctica habitual de los ucranianos. Y no solo, por cierto. Recordemos lo ocurrido recientemente con Lukashenko…
Y pasando ya a las novedades sobre el terreno, hoy no han trascendido noticias relativas a ataques a larga distancia de unos u otros. Sí una imagen de la corbeta «Samun» de la Armada Rusa siendo remolcada a puerto y con la proa notablemente más elevada que la proa y escora a babor, lo que ha llevado a algunos a interpretar que habría sido alcanzada por alguno de los ataques ucranianos con USV de los últimos días, extremo sin confirmar.
Además de esto, en las últimas horas no se han reportado novedades llegadas del sector más septentrional del frente.
En el caso de Bakhmut, la actividad sigue concentrándose al sur, tanto en Andriívka –el Ministerio de Defensa ruso asegura que sus tropas siguen allí– como en Klischiívka, a pesar de que hay pruebas de los avances ucranianos en ambos lugares. En cualquier caso los combates continúan en la zona, con intentos rusos por retomar posiciones, como es lógico. En las redes continúan las especulaciones relativas al grado de derrota sufrida por el Ejército ruso en Andriívka, aunque hay pocas pruebas en un sentido o en otro y, por el momento, no parece haber explotación ucraniana, algo que sería de esperar en un caso así. Las tropas rusas parecen haberse situado tras la línea férrea.
Al oeste de la ciudad de Donetsk, en las últimas horas han proseguido los intentos ucranianos sobre Opytne, al sur de Avdiívka. En Mariínka la situación permanece sin cambios, algo que reconocen ambos bandos.
Al sur de Ucrania, por último, la situación permanece sin cambios reseñables en las últimas horas, lo que no quiere decir ni mucho menos que no se haya producido actividad. Los intercambios artilleros continúan, así como la acción de la infantería de una y otra parte.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos con la noticia acerca de que decenas de habitantes se han reunido frente al ayuntamiento de Kiev para exigir que los fondos públicos se destinen a adquisiciones militares, como drones o vehículos, en lugar de en infraestructuras públicas.
Precisamente ayer el gabinete de Ministros aprobó el proyecto de presupuesto para Ucrania en 2023, donde la prioridad es la seguridad y defensa del país. Sector que en 2023 recibirá financiación por más de 1,5 billones de grivnas. Se espera que el Ministerio de Industrias Estratégicas gestiones para el desarrollo de la industria de defensa un presupuesto de casi 55.800 millones de grivnas. El objetivo pasará en concreto por centrarse principalmente en la producción nacional de armas “tanto en las empresas de Ukroboronprom como en los fabricantes privados”.
Por su parte, el ministro de Transformación Digital, Mykhailo Fedorov, ha afirmado en una entrevista para Reuters que “Habrá más drones, más ataques y menos buques rusos. Eso es seguro”. En este sentido, expresaba su esperanza de que Ucrania aumente la producción de drones entre 120 y 140 veces en 2023, en comparación con 2022. Asimismo, confirmaba que en lo que va de 2023 la producción ya se ha multiplicado por 100 en comparación con el año pasado, indicando que el país ya está realizando pruebas de sistemas de inteligencia artificial para localizar objetivos a varios kilómetros de distancia y eludir las medidas de guerra electrónica. Sobre esto, añade:
“Por el momento todo está en fase de prueba, pero algunos drones que estamos comprando utilizan IA para reconocer objetivos. En un bosque, puede detectar un objetivo y reconocer si es una persona, un tanque o un vehículo determinado. Estas tecnologías se están desarrollando utilizado activamente”.
A este respecto, es obligado destacar que la empresa alemana Quantum Systems suministrará 100 drones tácticos a Kiev, un acuerdo del que ha informado el alcalde de la capital, Vitali Klitchko. El año pasado Kiev destinó casi 5.000 millones de euros del presupuesto municipal para apoyar a las tropas y ahora “está buscando ayuda de sus socios” para continuar haciéndolo y proporcionar vehículos, drones, botiquines, etc. En este último caso, el acuerdo se ha cerrado con un inversor y los ejecutivos de la propia Quantum Systems en la cumbre anual del Instituto alemán Stern Stewart.
Antes de pasar a otras cuestiones, sobre el armamento proporcionado a Ucrania se han pronunciado en las últimas horas el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, en una rueda de prensa conjunta tras su encuentro en Washington. La prensa planteaba las dudas de ambos gobiernos de entregar ATACMS y Taurus a Ucrania debido al alcance de dichos misiles pues podrían ser adecuados para atacar instalaciones en Rusia, lanzando la siguiente pregunta: “si Ucrania se defendiera de la manera más eficiente, ¿no sería necesario o inevitable al final levantar esas restricciones y permitir que Ucrania utilice armas occidentales en ejercicio de su derecho a la autodefensa en territorio ruso?”.
De manera completamente sincronizada, máxime cuando el próximo 19 de septiembre tendrá lugar la 15ª reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania en la base aérea de Ramstein, han ofrecido respuestas extensas -que se invita al lector a consultar- subrayando que se está analizando esta posibilidad de entregar este material a Ucrania. No obstante, ambos han hecho hincapié en que estos sistemas “sin críticos” y los ucranianos tienen que poder utilizarlos de manera eficiente contando también con la capacitación que pueden requerir sistemas “nuevos y sofisticados”.
Quizá lo más interesante ha sido cómo el secretario Blinken ha aclarado su punto de vista sobre el uso del armamento:
“Cuando se trata de cómo los ucranianos utilizan estos sistemas, las decisiones sobre los objetivos son suyas. No son nuestros. Y tienen que emitir juicios sobre qué puede ser más eficaz para recuperar su plena soberanía y su integridad territorial. Como cuestión de nuestra propia política, no fomentamos ni permitimos el uso de nuestros sistemas de armas fuera de Ucrania. Pero repito, fundamentalmente se trata de decisiones ucranianas.”
Pasando a las exportaciones de cereal, tras la decisión de la Comisión Europea de no extender la prohibición de importación de productos agrícolas ucranianos aplicable a Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Bulgaria, tres de estos países han expresado su intención de continuar actuando de este modo. Así, Polonia, Hungría y Eslovaquia han afirmado que impondrán sus propias prohibiciones al grano pese a que no hayan recibido la autorización de Bruselas como si sucediese la pasada primavera al no ver distorsiones del mercado en estos Estados miembros. Según Viktor Orban “Los burócratas de Bruselas vuelven a hacer la vista gorda ante los problemas de los agricultores europeos”, acompañado del siguiente mensaje: “¡Es hora de tomar cartas en el asunto! Los productos agrícolas ucranianos destinados a África están inundando los mercados centroeuropeos”.
Hungría impuso una prohibición de importación de 24 productos ucranianos entre los que se incluían cereales como las semillas de colza y girasol, determinados productos cárnicos, miel y huevos. En el caso de Polonia se excluyeron el trigo, maíz y colza, pero resta ver las próximas medidas nacionales que adopta el país. Por último, Eslovaquia decidió anoche proponer la prohibición unilateral a la importación de trigo, maíz, colza y semillas de girasol. En lo que concierne a Bulgaria, esta semana el país decidió levantar por sí mismo la prohibición, mientras que en el caso de Rumanía por el momento no hay novedades.
Al mismo tiempo, el ministro de Infraestructuras, Oleksandr Kubrakov, confirma que dos buques graneleros han acordado entrar en el puerto ucraniano de Chornomorsk en el Mar Negro con el objetivo de cargar 20.000 toneladas de cereales para países africanos y asiáticos. El “Resilient Africa” y “Aroyat” enarbolando bandera de Palau serían los dos primeros buques civiles que han aceptado acceder a un puerto ucraniano tras la retirada de Rusia de la Iniciativa del Mar Negro. A modo aclaratorio, los cinco buques civiles que han zarpado de Ucrania desde la suspensión de la Iniciativa a través del corredor marítimo temporal eran barcos que se habían quedado bloqueados en puertos ucranianos en febrero de 2022 con el estallido de la guerra.
Por otro lado, Andriy Yermak, jefe del gabinete del presidente Zelenski, y la ex viceprimera ministra y ministra de Exteriores de Suecia, Margot Wallström, se han reunido para mantener la segunda reunión del Grupo de Trabajo Internacional sobre las Consecuencias Ambientales de la Guerra con el fin de seguir trabajando en “el desarrollo e implementación de un plan integral de recuperación ecológica”. Como resultado del encuentro, el Grupo ha adoptado un acuerdo marco en el que, entre otras cosas, se establecen tres áreas prioritarias que abordarán para evaluar lo que se sabe sobre estos ámbitos, dónde hay lagunas y lo que se necesitaría para una diseñar una política global que responda a las consecuencias medioambientales de la guerra. En particular,
- Evaluación del daño
- Rendición de cuentas teniendo que no solo es la ley ucraniana la que considera las acciones que ocasionan desastres medioambientales como ecocidio.
- Reconstrucción verde
Para finalizar, el Ministerio de Exteriores de Macedonia del Norte ha ordenado la expulsión de tres diplomáticos rusos “tras recibir información de las instituciones competentes sobre las actividades llevadas a cabo en violación la Convención de Viena”, reguladora de las relaciones diplomáticas entre Estados (1961). De este modo, ya son 14 diplomáticos de la embajada de Rusia en Skopje que han sido expulsados desde el inicio de la invasión el 24 de febrero de 2022.
Deja una respuesta