Guerra de Ucrania – Día 566

La Unión Europea ha dado un importante paso, después de meses de bloqueo en las instituciones, para aumentar la producción de municiones de artillería, gracias a la aprobación del Reglamento que prevé el “Refuerzo de la industria europea de defensa mediante la ley de contratación pública (EDIRPA)”, propuesto por la Comisión Europea el 19 de julio de 2022. No ha sido la única noticia en una jornada en la que Dinamarca ha liberado nuevos fondos para Ucrania y en la que se ha vuelto a hablar sobre el viaje de Kim Jong-un a Rusia. Mientras tanto, continúan los combates sin grandes cambios sobre el terreno, a pesar de los intentos ucranianos por romper las líneas rusas en una guerra en la que los drones y la lucha contra los mismos requieren cada vez más recursos por parte de uno y otro ejército.

La guerra de Ucrania es una guerra de desgaste desde hace ya bastante tiempo. Hasta aquí, nada nuevo. Si bien desde Kiev hacen lo posible por acortar la duración del conflicto, intentando alcanzar una victoria militar, del lado ruso como era de esperar han optado por «adormecer» la guerra, buscando conservar su ejército en lo posible y confiando en que el agotamiento de los aliados de Ucrania o cambios políticos en los mismos terminen por cambiar el curso de la misma. De ahí, como explica Mick Ryan, las diferencias entre lo que vemos en Zaporiyia y lo que se observa en Lugansk, en donde la tan cacareada «ofensiva» rusa no llega a tener lugar.

En este particular contexto, en el que las pérdidas diarias suponen un goteo mucho menor –y desde luego, nada parecido a las expuestas por Putin– que en otras fases de la guerra, pero aun así alto, son los drones los grandes protagonistas -junto a las minas-, tanto por su capacidad de proveer información a la infantería y a la artillería, como por su utilidad como arma, en el caso de los drones comerciales letalizados y de modelos ad hoc, como los archiconocidos Lancet rusos.

Dada la dificultad de hacerles frente con los medios C-UAS disponibles, parece que en los últimos tiempos Ucrania ha optado por ir directamente contra las bases en las que los operadores de estos últimos -y de los inseparables Zala-, buscando así maximizar el efecto de los ataques, pues la mitigación, en el sentido de evitar por medios softkill o hardkill una parte sustancial de los impactos, se está demostrando difícil y costosa.

Como es obvio, no siempre van a contar con la capacidad en cuanto a inteligencia como para poder obtener las coordenadas de este tipo de bases. Además, si los ataques ucranianos llegan a hacerse habituales, Rusia optará, como ha hecho con su logística, por evitar la concentración, dispersando más si cabe personal y medios. Especialmente personal, pues en el caso de los drones comerciales letalizados, mucho más baratos que los Lancet (aunque Rusia también intenta rebajar su coste), el verdadero cuello de botella son los operadores, que cada ejército debe proteger a la vez que forma nuevos pilotos, algo que ambos hacen en cifras cada vez mayores.

Esta será, guste o no, la tónica del futuro. En Ucrania lo tienen meridianamente claro, de ahí que estén invirtiendo recursos ingentes en su «Army of drones» que, más que un ejército, terminará bien por ser un servicio entero, como lo son actualmente las marinas de guerra, las fuerzas aéreas o los ejércitos de tierra -con el añadido de ser sistemas interdominio- o, en el peor de los casos, un arma dentro de las fuerzas terrestres, comparable a las armas de artillería, infantería, caballería o ingenieros y plenamente integrada con estas.

Volviendo sobre las cifras -aunque como todo lo que sucede en esta guerra, hay que tomarlas con ciertas reservas, especialmente cuando son tan redondas-, desde Ucrania aseguran haber formando ya 10.000 pilotos de drones, estando en trance de formar a otros tantos. Lo mismo que ocurre en Rusia, país que después de tomar nota dramáticamente de su retraso inicial en este aspecto, ha hecho un esfuerzo considerable por reducir la diferencia respecto a Ucrania. Un esfuerzo que no solo ha afectado a su Ejército, sino también a las milicias de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, por más que con el paso de los meses hayan ido pasando a un segundo plano.

Con todo, y como quiera que no puede renunciarse a la mitigación -incluso por razones psicológicas, ya que estar plenamente desprotegidos influye notablemente en la moral de la tropa-, se siguen desarrollando soluciones en algunos casos interesantes y con ciertas perspectivas de éxito (insistimos en el término mitigación, pues en mucho tiempo no va a hacer nada realmente efectivo contra los drones) y en otros, de lo más peregrinas, cosas de la eterna lucha entre lanza y escudo en base a la prueba y el error.

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Pasando a lo ocurrido sobre el terreno en las últimas horas, no hay novedades reseñables del sector más septentrional del frente, pese a que los informes tanto rusos como ucranianos hablan de intensos combates en distintos puntos de la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna.

Diferente es la situación en el área de Bakhmut. Allí las Fuerzas Armadas ucranianas habrían logrado ampliar su control al norte de la localidad de Klischiívka, lo que les sitúa a alrededor de 2 kilómetros de Opytne -localidad clave al sur de Bakhmut- y de la carretera T-0513. Por el contrario, al norte de Bakhmut hay fuentes que otorgan al Ejército ruso un control mayor del que se pensaba entre Berkhivka y Yahidne, en base a un ataque artillero ucraniano contra posiciones avanzadas rusas en la zona.

Al oeste de la ciudad de Donetsk, continúan los combates, con una situación análoga a la de ayer, en la que las tropas rusas tratan de progresar al norte de Avdiívka, en este caso en dirección a Novokalynove, mientras las Fuerzas Armadas ucranianas, ya al sur, siguen intentando adentrarse en Opytne.

Respecto al sur de Ucrania, al este del eje de Velyka-Novosilka, en el que hace tiempo que no se producen novedades importantes, han aparecido pruebas de la presencia ucraniana muy cerca de Novomaiors’ke, junto al río Shaitanka. Además de esto, las tropas ucranianas han vuelto a lanzar ataques en las últimas horas al este de Urozhaine, mientras las rusas lo hacían al norte de Pryiutne.

Por último, en el eje de Orijiv, han continuado los ataques ucranianos en dirección a Verbove y al este y norte de Novokropopivka, sin que se hayan registrado cambios de posición respecto a ayer. Por cierto, que aunque rara vez trascienden novedades, también a poniente de este eje, en la zona de Lobkove, se siguen produciendo enfrentamientos y ataques aéreos entre unos y otros.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada 566 ha estado marcada por la nueva ayuda militar anunciada por Dinamarca, la sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo, pero también por la reciente decisión del presidente Zelenski relacionada con la lucha contra la corrupción.

Asimismo, se trata de un día marcado por la llegada del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, a Rusia para reunirse con el presidente Vladímir Putin para “cooperar en áreas sensibles que no deberían ser objeto de divulgación y anuncios públicos”, así como asistir a la Foro de Vladivostok, como se ha recogido en la sección anterior. Por el momento, el líder norcoreano ha sido recibido ya por el ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente.

Precisamente en este Foro Económico Oriental en Vladivostok, el presidente Vladímir Putin ha planteado a la audiencia: “¿cómo podemos cesar las hostilidades si el otro lado [Ucrania] está llevando a cabo una contraofensiva? ¿Qué se supone que debemos hacer?”. Además, insiste en que, para iniciar un proceso de paz, “el régimen de Kiev debería levantar primero la prohibición legislativa de las negociaciones”. De este modo, considera que los funcionarios de Kiev también deberían declarar que están preparados para las negociaciones “y luego ya veremos”. Al respecto, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha indicado que cuanto más pospongan las conversaciones desde Kiev, más difícil será llegar a un acuerdo más adelante”.

Por otro lado, el presidente Putin ha destacado que la entrega de aviones de combate F-16 y municiones de racimo a Ucrania no cambiará nada, sino que “sólo prolongará el conflicto”. Sobre los aviones de combate hoy también hay novedades, pues Suecia estaría planteándose la posibilidad de explorar la entrega de algunos de sus aviones Gripen.

No obstante, a nivel de ayuda militar, si destaca algún país durante esta jornada es Dinamarca que en vísperas de la próxima reunión de Ramstein el 19 de septiembre ha anunciado su nueva contribución. Además, se trata de su mayor paquete de ayuda militar a Ucrania por un importe de 5,8 millones de coronas danesas (aproximadamente 777 millones de euros) y que incluirá, entre otras cosas: carros de combate, vehículos de combate de infantería, municiones para carros y de artillería. Esta asistencia se proporcionará por tramos entre 2023 y 2024, aunque el desembolso de la mayor parte de los fondos, 4.300 millones de coronas, está previsto para este año 2023. Para 2024 y 2025 los gastos asignados ascenderán a 1.400 y 52 millones de coronas respectivamente. Sin embargo, el Comité de Finanzas de Dinamarca aún debe autorizar este paquete. Según el ministro de Exteriores de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen:

“Con el paquete de donación de hoy, entramos en una nueva fase. Después de más de un año y medio de guerra, pronto hemos vaciado los arsenales de Defensa. Es por eso que ahora estamos estudiando adquisiciones conjuntas y colaboraciones internacionales más específicas, que se adapten a las necesidades de Ucrania aquí y ahora”.

Por otro lado, Alemania ha entregado a Ucrania un hospital de campaña Role 2 transferido por la germana Rheinmetall en virtud del acuerdo firmado en septiembre de 2022. Un pedido del Ministerio de Defensa alemán que asciende a 9 millones de euros y que no solo incluye el hospital en sí, sino también el apoyo formativo relacionado. Asimismo, la compañía también ha proporcionado los medios de transporte necesarios para trasladar los 20 contenedores médicos que conforman el hospital.

A nivel de la Unión Europea, es obligado destacar que el Parlamento Europeo en su sesión plenaria en Estrasburgo ha votado a favor del Reglamento que prevé el “Refuerzo de la industria europea de defensa mediante la ley de contratación pública (EDIRPA)” tras haber sido propuesto por la Comisión Europea el 19 de julio de 2022. Tras más de un año desde su propuesta, EDIRPA verá la luz con 527 votos a favor, 62 en contra, 32 abstenciones y un presupuesto final de 300 millones de euros -en lugar de 500 como estaba inicialmente previsto – hasta 2025. Aunque aun reste la aprobación formal del Consejo, se puede considerar un trámite que no conllevará nuevas sorpresas en el procedimiento toda vez que se logró un acuerdo en trílogos entre el Parlamento y el Consejo el 27 de junio de 2023. 

En detalle, las compras conjuntas deberán involucrar al menos a tres Estados miembros y estarán abiertas a la participación de miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio que sean miembros del Espacio Económico Europeo. Además, el presupuesto de la UE financiará la contratación pública hasta un 15 por ciento, o un 20 por ciento si se trata de pymes o medianas empresas. De igual modo, se fijan bonificaciones para aquellos proyectos que apoyan a Ucrania y Moldavia. 

Sobre las iniciativas de la UE puestas en marcha como consecuencia de la guerra de Ucrania, hay que destacar además que la Agencia Europea de Defensa (EDA) ha firmado 8 contratos marco con la industria europea para la adquisición conjunta de munición de 155 mm para los obuses PzH 2000 y Krab, dando así vida a la segunda vía del enfoque conocido como “three track approach” para enviar munición a Ucrania y reponer los stocks de los Estados miembros de la UE. Según Josep Borrell, Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea -también director de la EDA-, declaraba al respecto:

“Estamos dando un paso más en nuestra iniciativa de tres vías sobre municiones. Los Estados miembros ahora pueden aprobar pedidos dentro de ocho contratos marco. El tiempo es esencial. Putin no da señales de cejar en su agresión contra el pueblo ucraniano. Por eso debe continuar nuestro apoyo militar a la defensa de Ucrania”.

Por su parte, Jiří Šedivý, director ejecutivo de la EDA, afirmaba que esta firma “muestra nuestra capacidad para asegurar rápidamente los mejores acuerdos posibles para los Estados miembros de la UE y Noruega”. Además, hace hincapié en que “Ahora ofrecemos [EDA] oportunidades viables para que los Estados miembros realicen pedidos a la industria a través de la EDA, ya sea para apoyar a Ucrania o para reponer sus propias existencias nacionales. Ahora corresponde a los Estados miembros hacer pleno uso de estas opciones”. Por tanto, habrá que continuar siguiendo la cuestión para ver qué empresas son finalmente las suministradoras de los nuevos pedidos de los Estados miembros. Sobre este último punto hay que recordar que el acuerdo general del proyecto de la EDA para la adquisición colaborativa de municiones ha sido firmado por 26 Estados miembros y Noruega.

Hablando de munición, el Reino Unido ha incrementado su pedido de munición a BAE Systems por un valor que se estima en 130 millones de libras esterlinas. Hay que recordar que el Ministerio de Defensa británico firmó el primer contrato de producción de munición por un importe de 280 millones de libras en 2022, pero el valor total del contrato ascendería ahora a 410 millones. Según informa BAE Systems, el pedido completo se suministrará a través de sus instalaciones en Washington (condado de Tyne and Wear, Inglaterra) y Glascoed (Gales), generando más de 200 nuevos puestos de trabajo.

De manera más detallada, este contrato de 410 millones de libras también respaldará inversiones que incluyen:

  • Una línea de mecanizado adicional de 155 mm en Washington
  • Una nueva instalación de llenado de explosivos en Glascoed
  • Restablecimiento de la capacidad de fabricación de calibre medio de 30 mm en Washington y Glascoed.

En referencia a la guerra de Ucrania, el ministro de Adquisiciones de Defensa, James Cartlidge, ha realizado las siguientes declaraciones:

“Mientras el Reino Unido continúa respaldando la resistencia de Ucrania a la invasión ilegal de Rusia, es vital que incrementemos nuestra producción soberana de municiones. Este contrato reforzará aún más las reservas de municiones, al mismo tiempo que respaldará nuestra industria de defensa y respaldará cientos de empleos altamente calificados en el Reino Unido.”

Cambiando de tercio, tras varios días de polémica interna en Ucrania, el presidente Zelenski se ha opuesto a un proyecto de ley de la Verkhovna Rada (Parlamento) que mantiene la confidencialidad de las declaraciones de los bienes de los funcionarios durante un año adicional. Para el mandatario ucraniano las restricciones son “inaceptables” y apela a su apertura con carácter inmediato, no en un año, en línea con las reformas para luchar contra la corrupción que el país está emprendiendo. Además, se han registrado un total de 83.000 firmas -de las 25.000 necesarias- en el portal de iniciativas ciudadanas que exigen un acceso público inmediato para que la sociedad civil pueda detectar posibles enriquecimientos sospechosos.

Esta cuestión como bien saben nuestros lectores, combatir la corrupción es uno de los puntos clave en las reformas que Ucrania debe llevar a cabo para cumplir con las recomendaciones de la Comisión Europea que le permitirán al Consejo decidir sobre la apertura de las negociaciones de adhesión. Recordemos asimismo que el objetivo de Ucrania es que esta apertura se produzca a finales de 2023.

Pasando a las exportaciones de cereales, Varsovia ha anunciado que mantendrá las restricciones a la importación de bienes agrícolas ucranianos más allá del 15 de septiembre. Este era el día en el que expira la autorización de la Comisión Europea que le permitía bloquear las importaciones no solo a Polonia, sino también a Rumanía, Eslovaquia, Hungría y Bulgaria debido a las alegaciones de estos Estados acerca del impacto del alto volumen de productos agrícolas ucranianos en su mercado local. No obstante, esta restricción no implicaba que estos países pudieran impedir el tránsito de los cereales a otros países. Este anuncio ha sido realizado por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, mediante un vídeo en X (anteriormente Twitter), en el que expresaba: “Polonia no permitirá que nos inunde el grano ucraniano. Independientemente de lo que decidan los funcionarios de Bruselas, no abriremos nuestras fronteras”.

A las declaraciones de Morawiecki ha respondido el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, defendiendo que “a pesar de la guerra y del bloqueo ruso de nuestros puertos, Ucrania cumple con sus obligaciones tanto en virtud del Acuerdo de Asociación con la UE como de la legislación de la Organización Mundial del Comercio [OMC]”. Así, incide en que no tienen ninguna intención de perjudicar a los agricultores polacos, mostrando además su agradecimiento al pueblo polaco por su apoyo. Ahora bien, Shmyhal ha advertido que, si se produce una “violación del derecho comercial en interés del populismo político antes de las elecciones, Ucrania se verá obligada a recurrir al arbitraje de la OMC para obtener una compensación por la violación de las normas del GATT [Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio]”.

Del lado de la UE, hay que recoger otra noticia en este informe aunque esté pendiente de confirmarse. Según fuentes diplomáticas, la Unión no renovará las sanciones contra tres empresarios rusos cuando expiren las medidas restrictivas también el próximo viernes 15 de septiembre. En particular, se trata del empresario ruso Grigory Berezkin, el multimillonario Farkhad Akhmedov y el exdirector de Ozon, una empresa rusa de comercio electrónico, Alexander Shulgin.

Para finalizar, los ministros de Justicia de los países miembros y observadores del Consejo de Europa -organización de la que Rusia no forma parte desde 2022-, han adoptado una declaración en la que se establecen los “principios de Riga” que describen cómo se debe responsabilizar a Rusia por las pérdidas y los daños causados a Ucrania.

En particular, estos principios subrayan, entre otras cuestiones, que el Registro de Daños para Ucrania debe tener un enfoque centrado en las víctimas para proporcionar reparaciones especialmente a los más vulnerables. Un Registro que consideran el primer paso para que “Rusia pague por los daños que ha causado en Ucrania a través de su guerra ilegal”.

Asimismo, los ministros de Justicia han subrayado la importancia de las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI) en relación con los presuntos crímenes de guerra de deportación ilegal y transferencia de niños desde o hacia las áreas temporalmente controladas u ocupadas de Ucrania.


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