El líder norcoreano, Kim Jong-un ha partido hacia Rusia, en un viaje en el que está previsto un almuerzo formal con el presidente ruso, Vladímir Putin y en el que se hablará, entre otras cosas, de cooperación militar, incluyendo el suministro de armas a Moscú. En Kiev, por su parte, han recibido la visita, por cuarta vez, de la ministra de Exteriores germana, Annalena Baerbock, en la que sin duda se tratará sobre los misiles Taurus, mientras se espera la decisión estadounidense sobre los ATACMS. En el frente, mientras tanto, Ucrania reclama nuevos aunque limitados avances en el sur, a la vez que anuncia la recuperación del control sobre las plataformas de perforación de petróleo y gas cercanas a las costas de Crimea.
Durante la jornada de hoy, finalmente se ha confirmado la largamente anunciada visita del líder norcoreano, Kom Jong-un, a Rusia. El «amado líder» ha partido en su tren personal durante la mañana en dirección al país vecino -comparten una frontera terrestre mínima, de apenas 19 kilómetros-, como parte de un largo viaje en el que se reunirá con Vladímir Putin y en el que se tratarán distintos temas, desde los lazos económicos entre ambos estados, a la colaboración en materia de defensa -está por ver si incluido el espinoso asunto nuclear-, dada la necesidad rusa de suministros.
Dado que no queremos aburrir al lector, y en informes recientes hemos explicado qué podría suministrar Corea del Norte a Rusia, no volveremos a hablar sobre su artillería. Ahora bien, sí merece la pena destacar otros aspectos de la visita y de los renovados lazos entre Rusia y el régimen juche, toda vez que este viaje, que se espera largo, sirve en parte para terminar con el aislamiento internacional de Kim al mismo tiempo que supone un paso más en la formación de un bloque cada vez más unido de naciones opuestas a Occidente.
Detrás de este proceso encontramos las mismas razones por las que Irán, otro régimen sometido a sanciones por su programa nuclear, encuentra incentivos en establecer una incipiente alianza con Moscú, permitiendo el intercambio de conocimientos, la entrada de divisas y la exportación de una serie de materiales como sus drones a los que, de otra forma, tendrían muy difícil dar salida. Y es que es Rusia, alentada por una guerra que no va como esperaban, el país que está removiendo cielo y tierra para alterar un orden internacional en el que nunca se ha sentido cómoda, haciendo en buena medida el trabajo sucio a una China que se mantiene en un cómodo segundo plano.
Al final, si para algo está sirviendo la guerra de Ucrania es, precisamente, para delimitar unas fronteras cada vez más nítidas entre bloques. Fronteras muy parecidas en algunos casos a las de la Guerra Fría y en las que los «no alineados», como India o Brasil, están llamados a jugar un papel todavía más importante que entonces, aunque solo sea porque su importancia económica en esta primera mitad del S.XX es muchísimo mayor de la que lo era en la segunda mitad del anterior. De ahí el esfuerzo puesto por las partes a la hora de cortejar a líderes como Narendra Modi.
Líneas divisorias, por cierto, que es muy difícil que cambien incluso aunque en Rusia se produjese un cambio brusco en el liderazgo, como augura Vladímir Kara-Murza, pues obedecen a razones profundas. No hay más que ver el tipo de homenajes que se celebran en el país para comprender que es un proceso de involución muy difícil de revertir…
Del otro lado, Ucrania hace lo propio, hoy con Alemania. Este país, que ha tomado ya medidas para garantizar la ayuda financiera a Ucrania hasta 2032, en palabras del general Christian Freuding, ha vuelto a dar hoy pasos importantes al anunciar el encargo de 40 vehículos de combate de infantería Marder adicionales que, una vez acondicionados, entrarán en servicio con las AFU.
A la espera de la próxima reunión de Ramstein, que se celebrará en unos días, sigue coleando no obstante la cuestión de los ATACMS, sobre los que nadie se ha pronunciado todavía oficialmente en Washington. También sobre los Taurus, respecto a los cuales la ministra germana de Defensa, Annalena Baerbock no ha dicho nada más allá de lo que ya es sabido, pese a las presiones recibidas por parte de Dmytro Kuleba.
Por cierto, que respecto a estas armas hay quien ha teorizado recientemente que cuando se entreguen será como una forma de compensar los preparativos que Rusia estaría haciendo para una ofensiva durante los próximos meses de febrero y marzo -coincidiendo con el endurecimiento del terreno tras el periodo de raspútitsa-. Una ofensiva para la cual, precisamente, estarían buscando el apoyo en forma de suministro de armas por parte de Corea del Norte e Irán y sobre la que Rusia estaría dando pistas al rechazar cualquier negociación.
Pese a opiniones como estas, que tienen cierta base tanto por el autor, como por el hecho de que los aliados de Ucrania han sido casi siempre más reactivos que proactivos frente a las acciones rusas, sería un error entregar Taurus o ATACMS para frenar una futura ofensiva por parte del Ejército ruso, sabiendo que es ahora cuando Ucrania realmente necesita este tipo de sistemas, de tal forma que pueda maximizar sus oportunidades en la ofensiva ahora en marcha.
Y es que el gran fallo de los aliados de Ucrania ha venido siendo el mismo desde 2014. Entonces nadie se tomó lo suficientemente en serio el intento ruso en el Donbás. No se concedió a Ucrania la ayuda necesaria para expulsar a los elementos patrocinados por Rusia, ni se hizo ningún intento serio –obnubilados por la «guerra híbrida», de revertir la situación en Crimea. Del mismo modo, aunque se sabía que la invasión era una probabilidad mucho más que factible, tampoco se suministró a Ucrania más que ayuda puntual, pensando en infligir desgaste a Rusia, pero no en derrotarla.
Solo cuando el Ejército ruso se demostró plenamente incapaz de alcanzar los objetivos estratégicos marcados por el Kremlin mediante una campaña relámpago, se puso en marcha la maquinaria de apoyo a Ucrania, la cual, pese a todo, siempre ha funcionado de forma renqueante y sujeta a condiciones -como sigue ocurriendo-, algo que era de esperar tanto por las enormes dificultades políticas como por las económicas e industriales, pero que incomprensible para muchos. Tanto más incomprensible si aceptamos algo en lo que hemos insistido en numerosas ocasiones: para Rusia esta no es una «guerra de gabinete» sino una «lucha por la civilización»…
Sobre el terreno, la defensa ucraniana asegura haber derribado hoy una docena de drones Shahed-131/136 lanzados sobre su territorio, así como un drone de reconocimiento. No habrían tenido el mismo éxito a la hora de derribar un misil Kh-35 y varios misiles S-300 que habrían golpeado los suburbios de Zaporiyia. Desde Rusia, por su parte, han anunciado el derribo de dos drones ucranianos en la región de Bélgorod.
En otro orden de costas, medios ucranianos han publicado hoy noticias referentes a la retoma, por parte de las AFU, de las plataformas de perforación de petróleo y gas conquistadas por Rusia en las cercanías de Crimea -en algunos casos desde 2014- y que son de gran importancia desde el punto de vista militar. Una acción en la que aseguran haber dañado un avión de combate Su-30 ruso y en la que se han apoderado de un radar Neva utilizado para seguir el tráfico marítimo en el Mar Negro por parte rusa.
Además de esto, como casi cada día, se han registrado combates en el sector más septentrional del frente, en donde las tropas rusas han vuelto a atacar en las últimas horas en dirección a Sinkiiv’ka, al norte de la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, aunque sin lograr avances significativos.
En el área de Bakhmut, aunque hoy no han trascendido cambios de posición, continúan los combates, intercambios artilleros y las acciones de todo tipo.
Al oeste de la ciudad de Donetsk, sí se han registrado movimientos recientes. Por una parte, al norte de Abdiívka, las tropas rusas y los milicianos han logrado pequeñas ganancias en dirección a Stepove. Por otra, al sur de esta misma ciudad, han sido los ucranianos los que recientemente han vuelto a acercarse a la zona del aeropuerto (aeropuerto de Donetsk), al atacar en dirección a Opytne.
En cuanto al sur, las únicas noticias hoy proceden del eje de Orijiv, en donde se ha reportado un reciente contraataque ruso en dirección a Robotyne que no habría logrado evitar que las tropas ucranianas continúen con sus intentos de progresar tanto hacia el sureste de Robotyne como hacia Verbove, existiendo también fuentes que hablan de otro contraataque ruso precisamente al norte de esta última localidad.
Por cierto, que en esta zona del frente cabe hacer aunque sea una pequeña referencia a la forma en la que se están empleando drones FPV no ya para neutralizar objetivos de alto valor, como pueden ser en este escenario los carros de combate, sino también para la lucha en las trincheras y contra los medios logísticos del contrario, que muchas veces se reducen a vehículos civiles ya que no compensa emplear convoyes, mucho más atractivos para la artillería enemiga.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel internacional la jornada ha estado marcada como se ha adelantado en la sección anterior por la cuarta visita de la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, a Kiev, en la que ha prometido un apoyo inquebrantable al país y elogiado su progreso hacia la membresía en la UE.
La Ministra aseguraba que no relajarán sus esfuerzos para apoyar a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa tanto a nivel económico, militar y humanitario. En este sentido, ha reafirmado que “Con gran coraje y determinación, Ucrania defiende también nuestra libertad ante todos”, por lo que “Ucrania puede contar con nosotros” a cambio.
Uno de los temas principales en la agenda no era otro que el de discutir sobre un mayor apoyo militar. De hecho, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, ha expresado durante la rueda de prensa junto a su homóloga que no “entiende por qué perdemos el tiempo” en referencia a la falta de decisión de Alemania sobre la entrega de misiles Taurus. En sus propias palabras:
“Le decimos al gobierno alemán: ‘Respetamos sus discusiones, respetamos sus procedimientos, pero basándonos en todo lo que sabemos sobre el Taurus, no hay un solo argumento objetivo en contra de no hacerlo. Cuanto antes se haga, mejor se valorará. Es muy sencillo”.
No obstante lo anterior, ha afirmado que “la opción de suministrar estos misiles sigue abierta y que el proceso de toma de decisiones dentro de Alemania avanza”.
Baerbock por su parte ha sostenido que “al igual que con entregas anteriores que se han realizado, todas estas cuestiones deben resolverse”. Pese a este punto de fricción en lo que respecta a los Taurus, la ministra no hay ido a Kiev con las manos vacías, pues ha anunciado que Alemania entregará 40 vehículos de infantería Marder 1A3 adicionales que ya ha encargado a Rheinmetall. El objetivo de la compañía pasa porque estas nuevas unidades solicitadas en agosto puedan comenzar a entregarse en 2023.
Sobre esta cuestión el jefe del gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, ha indicado que cuando Ucrania pide misiles de largo alcance “es más que un deseo, es una necesidad real”. De este modo, incide en que de ello dependen las capacidades del Ejército ucraniano en el campo de batalla, pero también la vida de los soldados y el progreso de la ofensiva.
Posteriormente, la ministra Baerbock se ha reunido con el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, para discutir sobre la cooperación energética entre ambos países, el apoyo de Berlín a la reconstrucción y la Fórmula de Paz. De otro lado, han discutido sobre la integración de Ucrania tanto en la UE como la OTAN.
En lo que concierne a la membresía de la UE, Baerbock considera que Ucrania ha logrado “buenos avances” en ciertas áreas como las reformas del sistema judicial, pero aún tiene “un largo camino por recorrer” en referencia a la lucha contra la corrupción y la implementación de la ley antioligarcas. En este sentido, ha señalado que con carácter previo a la decisión de iniciar las negociaciones de adhesión, Ucrania está sujeta a siete recomendaciones de la Comisión Europea para cumplir con las prioridades de reforma. De otro lado, ha enfatizado que la UE debe trabajar para garantizar estar en condiciones de aceptar “nuevos presidentes en la mesa”.
Por otro lado, la ministra germana se ha referido al desplazamiento forzoso de menores ucranianos a Rusia, enfatizando que el presidente Putin “no se detendrá ante nada” para quebrar al pueblo ucraniano. Según Baerbock, “no hay justificación para librar esta guerra a costa de los más inocentes: los niños” y “El primer paso hacia la paz sería que Putin permitiera que estos niños regresaran a casa”.
Además, Baerbock ha sido recibida por el presidente Zelenski para conversar sobre los temas mencionados anteriormente y, en especial, sobre los pasos para fortalecer las capacidades de defensa aérea y artillería, proteger el sistema energético ucraniano de cara al próximo invierno y avanzar en la recuperación de Ucrania. Sobre este último punto es interesante destacar que la próxima conferencia internacional de recuperación de Ucrania tendrá lugar en Berlín en verano de 2024.
Desde Francia, la ministra de Exteriores, Catherine Colonna, además de afirmar que las tropas ucranianas están avanzando “especialmente en el Sur” ha subrayado que “la necesidad prioritaria” de Ucrania es el armamento, asegurando que la comunidad internacional está ayudando a las AFU a defenderse.
A Francia y Alemania le ha dedicado hoy unas declaraciones el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, al afirmar que ni el presidente Emmanuel Macron ni el canciller Olaf Scholz pueden actuar de mediadores para resolver el conflicto en Ucrania al haber perdido su “autonomía”. En particular, defiende que han perdido su “autonomía” y, con ello, su oportunidad de ser mediadores al preferir “alinearse con las decisiones que se toman en Washington”, aunque esto les perjudique a ellos y sus países. No obstante, ha destacado que el presidente Putin “nunca descartó la posibilidad de continuar el diálogo con los líderes europeos”. De hecho, ha afirmado que “Nadie rechazará jamás la mediación. Si un mediador puede hacer algo útil lo agradeceremos [Rusia]”.
Por otro lado, ha subrayado -y recordado lo siguiente- la situación que no pueden aceptar y que se deben adoptar las medidas adecuadas:
“La posición de Moscú es clara, transparente, sólida y consistente. No hay nada nuevo en esto y no lo será. Debemos garantizar nuestra seguridad y la seguridad de nuestras generaciones futuras. No podemos permitir que un régimen nacionalista se fortalezca cerca de nuestra frontera. No podemos permitirnos que los misiles y la infraestructura militar de la OTAN se desplieguen a varios kilómetros de nuestras fronteras”.
Volviendo sobre la ayuda, el recién nombrado ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, ha mantenido su primera llamada de trabajo con Estados Unidos. En concreto, ha conversado con su homólogo, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, sobre las necesidades urgentes de las AFU y la 15ª reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania tendrá lugar en la base aérea de Ramstein el 19 de septiembre.
Además, han conversado en un día simbólico pues se cumplen 22 años del ataque terrorista del 11-S en Estados Unidos. Un día que las autoridades ucranianas como el presidente Zelenski y el primer ministro Shmyhal no han dudado en recordar en sus redes sociales como muestra de solidaridad con el pueblo estadounidense. A nivel de la UE, la fecha tampoco ha pasado desapercibida o, al menos no, para el Servicio Europeo de Acción Exterior.
Del lado de Rusia, hay otro tema que no puede obviarse: los resultados de las elecciones llevadas a cabo del 8 al 10 de septiembre en los territorios ucranianos ocupados y anexionados ilegalmente en septiembre de 2022 por Moscú. Esto es, recordemos, en los óblasts de Jersón, Donetsk, Lugansk y Zaporiyia, así como la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol. Según la presidenta de la Comisión Electoral, Ella Pamfilova, las elecciones se han desarrollado “de manera dinámica y con pocas violaciones”.
Unas elecciones que tras conocerse los “resultados” en los que ha salido victorioso el partido “Rusia Unida” con más del 70 por ciento de los votos han sido condenadas también por la Unión Europea, el Consejo de Europa (no confundir con el Consejo ni con el Consejo Europeo) y otros países como Estonia que se suman a declaraciones anteriormente emitidas por otros socios como España o Francia.
El Consejo de Europa señala que estas “elecciones falsas” constituyen “una ilustración más de la negación por parte de la Federación Rusa de los valores de la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho defendidos por el Consejo de Europa”. Hay que recordar, además, que Rusia decidió abandonar la Organización -o fue expulsada, según prefiera analizarse- en 2022.
En el caso de la Unión Europea, en el comunicado oficial del Consejo se ha advertido a Moscú que habría “consecuencias” para los involucrados en los “comicios”: “La dirección política de Rusia y todos los implicados en la organización [de estas elecciones] tendrán que afrontar las consecuencias de estos actos ilegales”. Así las cosas, desde la UE se rechazan “enérgicamente los inútiles intentos de legitimar o normalizar su control militar ilegal y la anexión de parte de territorio ucraniano”.
La tensión entre la UE y Rusia, además, está creciendo debido a la nota explicativa publicada por la Comisión Europea sobre la “Importación, compra y transferencia de bienes” enlistados en el Reglamento del Consejo 833/2014, de 31 de julio de 2014, relativo a medidas restrictivas motivadas por acciones de Rusia que desestabilizan la situación en Ucrania. En esta nota, entre otras cosas, se aclara la decisión de prohibir a los ciudadanos rusos ingresar a la UE con artículos personales cotidianos. En particular, la Comisión Europea ha prohibido, entre otras cosas, la importación de automóviles, teléfonos inteligentes, maletas y champú a la UE desde Rusia incluso para un uso estrictamente personal.
Una decisión que según Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, no pretende ser un castigo por lo que la UE considera el “régimen criminal y agresivo del Kremlin”, sino un “escupitajo en la cara de todos los rusos”. De este modo, ha pedido nada más y nada menos que la suspensión de las relaciones diplomáticas con la Unión Europea. Sobre el tema, añade:
“¿Qué debemos hacer al respecto? Desde luego, no imponer restricciones de represalia a los ciudadanos de la UE. No somos racistas, al contrario que muchos dirigentes de esos países cuyos familiares sirvieron en las SS. Además, los [europeos] que viajan aquí suelen sentir amor y aprecio por Rusia. Sería mejor suspender las relaciones diplomáticas con la UE durante un tiempo. Y llamar a casa a nuestro personal diplomático.”
La portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova, califica de racistas las explicaciones de la Comisión Europea sobre la prohibición de los bienes que pueden acceder a la UE.
“Creo que esto es puro racismo. No es parte de las sanciones, ni tampoco se trata de crear beneficios adicionales para la economía de la UE que se está hundiendo. Esto es racismo en su máxima expresión”.
Para concluir, si el presidente de Brasil, Inázio Lula da Silva, ayer decía que si Putin acude a la próxima cumbre de líderes del G20 en Río de Janeiro en 2024 no se le detendría con base en la orden de arresto emitida contra él por la Corte Penal Internacional (CPI), hoy ha dado marcha atrás en sus afirmaciones que habían generado críticas a nivel interno. Así, sostiene ahora que “Si Putin decide unirse (a la cumbre del próximo año, es el poder judicial el que decidirá (sobre un posible arresto) y no mi gobierno”. Por otro lado, Lula ha expresado que revisará la membresía de Brasil en la CPI aludiendo a que quiere saber por qué Estados Unidos, India y China “no han firmado el tratado de la CPI y por qué nuestro país lo firmó”.
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