Además de progresar sobre la «Línea Surovikin» entre Novoprokopivka y Verbove, las Fuerzas Armadas ucranianas han lanzado en las últimas horas ataques entre Urozhaine y Vuhledar, aprovechando que Rusia había retirado tropas de la zona para cubrir otros puntos y confirmando los rumores previos. Más allá del frente, desde Washington trataban de disuadir a Pyongyang de cara al envío de armas a Rusia, mientras que Alemania ha anunciado un nuevo paquete de ayuda militar a su aliado ucraniano, aunque desde Berlín siguen negándose a proporcionar misiles de crucero Taurus a Kiev.
Como quiera que ambos contendientes tienen notables problemas para cumplir con las exigencias del campo de batalla por sus propios medios -muchas más, por razones obvias, desde el lado ucraniano-, se ven obligados a recurrir a sus aliados para abastecerse de aquello que sus industrias no pueden producir. En el caso de Rusia, como hemos comentado en alguna ocasión, esta necesidad le ha llevado a confiar, entre otros, en dos estados principalmente: Corea del Norte e Irán. Así, mientras el segundo país ha entregado tanto municiones como especialmente drones y tanto el conocimiento de cara a su uso, como las transferencias tecnológicas necesarias para su fabricación en territorio ruso -no sin interesantes retornos-, el primero se ha centrado en la munición de artillería, elemento crítico en esta guerra.
Ahora bien, especialmente en el caso de Corea del Norte -pues en el de Irán había pruebas sobradas del tráfico de aviones de transporte entre ambos países-, las entregas y los acuerdos se han venido llevando con bastante discreción, al menos hasta que en los últimos días el tema volviese a saltar a la palestra, dada la posibilidad de que Moscú y Pyongyang cierren a corto plazo un acuerdo de venta de municiones de artillería, lo que ha despertado los recelos estadounidenses y ha motivado serias advertencias por parte del asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien ha asegurado que Corea del Norte «pagará un precio» si lleva a efecto el acuerdo y suministra armamento a Rusia.
Por supuesto, resulta difícil creer que las acciones estadounidenses -o de sus aliados-, puedan llegar mucho más allá del terreno de las amenazas y, en el mejor de los casos, de la ampliación de las sanciones a las que Corea del Norte ya está sometida. Sin embargo, es un tema que tiene interesantes flecos, pues lo que se intenta no es solo que Rusia no cuente con un importante apoyo de cara a mantener las operaciones (si por algo destaca el Ejército norcoreano es por las cifras de su artillería, aunque en muchos casos sea vetusta), sino que la relación entre ambos estados no se estreche más de la cuenta.
En relación con esto, no se puede olvidar que el programa nuclear norcoreano ha seguido avanzando y que lo que un día fue la participación rusa en las conversaciones encaminadas a la no proliferación en la región ha ido dando paso a un interesado laisser-faire. Así, en las últimas horas desde Corea del Norte han organizado un simulacro de ataque nuclear táctico, mediante el empleo de misiles de crucero con carga simulada, lo que ratifica que el país avanza no ya hacia la disuasión del débil al fuerte, sino más allá, hacia el warfighting nuclear.
Tampoco que desde Moscú han invitado recientemente tanto a Corea del Norte como a la República Popular de China a participar en unas futuras maniobras navales que buscan estrechar lazos y mejorar en la coordinación y la homogeneización de procedimientos, de forma que sus armadas puedan presentarse como una alternativa creíble a las de sus competidores occidentales. Y es que no puede verse el acercamiento entre Moscú y Pyongyang al margen de los intentos rusos por cambiar radicalmente el orden internacional, buscando la forma de compensar lo que considera un poder excesivo por parte de Occidente. Una amistad en la que la aislada Corea del Norte, además de seguramente una interesante fuente de divisas, ganará cierta impronta internacional.
Esto del lado ruso. Del ucraniano, recientemente han recibido la buena nueva de un paquete adicional de ayuda militar por parte de Alemania, de largo el país que más está haciendo por su aliado, dejando al margen a los Estados Unidos. Berlín suministrará así 10.080 disparos para los antiaéreos Gepard, 8,5 millones de cartuchos para armas ligeras y medias, 27.000 disparos de 40mm, 32 camiones Zetros y material de protección, entre otros.
Por desgracia para Ucrania, y entre fuertes debates internos, el Gobierno germano sigue sin dar su brazo a torcer respecto al envío de misiles de crucero Taurus, armas con un alcance nominal de unos 500 kilómetros (y real de más de 700) que podrían suponer una ayuda extraordinaria, como en su momento lo fueron los Storm Shadow y a la espera de que se confirme el envío en algún momento de las municiones GLSDB para los M-142 HIMARS y M270 MLRS. La excusa oficial sigue siendo la misma: el temor a que Ucrania utilice estos sistemas para atacar el interior de Rusia, algo que tiene poco sentido, en tanto las AFU están siendo bastante escrupulosas al respecto, respetando en todo momento los vetos aliados al uso de determinadas armas y sistemas, como por ejemplo en Crimea.
Siguiendo con la ayuda, interesante es el caso de Bélgica. El pequeño país europeo, que cualquiera que conozca solo puede catalogar como «estado fallido» dado el funcionamiento de sus instituciones, ha decidido entregar a Ucrania ocho misiles tierra-aire Sea Sparrow adquiridos a Alemania, así como otro equipamiento por valor de 150 millones de euros. Armas que Ucrania y Polonia trabajan en integrar en los vehículos de lanzamiento de los sistemas antiaéreos Buk de origen soviético, aunque todavía no está claro que puedan llevar a efecto su intento.
Lo chocante no es que Bélgica envíe ayuda a Ucrania, sino lo reacio que se ha mostrado a enviar cualquier tipo de ayuda de una mínima entidad. Así las cosas, Bélgica se ha mostrado mucho más cerca de Francia que de los Países Bajos en este aspecto, rehuyendo cada vez que ha sido posible el comprometerse con Ucrania y con el resto de sus socios, participando siempre «de puntillas» en los acuerdos, como la coalición para el envío de carros de combate o, más recientemente, la que permitirá la entrega de cazabombarderos F-16, aun cuando cuentan con una importante flota de estos con menos horas de vuelo que su contraparte neerlandesa. Pese a ello, los Países Bajos se han comprometido a suministrar varias decenas.
La posición belga sería irrelevante, de no ser una muestra más de las divisiones que asolan a la Unión Europea en muchos ámbitos -especialmente los relativos a la defensa- y que tienen causas profundas relacionadas con la historia o la geografía muy difíciles de combatir. De ahí la titubeante posición de algunos estados como Francia, el compromiso con Rusia de otros como Hungría o la vocación atlantista de otros como los bálticos o Polonia. Una situación que se agravará más si cabe con futuras ampliaciones…
Pasando ya a lo ocurrido sobre el terreno, en las últimas horas se han registrado nuevos ataques con drones ucranianos sobre el interior de Rusia, en dirección a Moscú. Según las autoridades rusas, todos ellos habrían sido neutralizados, aunque los restos de uno habrían provocado un incendio en un garaje de Pavlovskaya Sloboda, en la región de Moscú. Además, se habría producido un nuevo gran incendio en Oleshky, en la parte de la región de Jersón controlada por Rusia, al sur del Dniéper. Una zona, por cierto, en la que las acciones de infiltración y los combates no cesan, a pesar de que tiene mucha menor cobertura mediática que otros sectores del frente.
Respecto al frente, al norte del mismo fuentes rusas denuncian nuevas incursiones por parte de elementos del «Cuerpo de Voluntarios Rusos» en territorio de la Federación Rusa. No hay sin embargo novedades en la línea Kupyansk-Svatove-Kreminna, a pesar de que continúan los combates en la zona.
Más al sur, en Bakhmut, se han registrado leves avances ucranianos al norte de la urbe, en la zona de Zalezniansky, cercana a Orikhovo-Vasilyvka. También al sur, en torno a Andriívka –al sur de Klischiívka– en donde las AFU están tratando de rodear esta pequeña localidad.
Al oeste de Donetsk, la única novedad tendría que ver con un nuevo avance ruso hacia el oeste de la prácticamente desaparecida localidad de Mariínka, ya prácticamente bajo su control, de no ser porque cada ganancia de apenas un centenar de metros viene a costar, de media, varios meses, viviéndose una situación parecida a la de otras poblaciones en la región como Pisky.
Una jornada más, no obstante, lo verdaderamente relevante llega del sur de Ucrania. En primer lugar, porque parecen confirmarse los rumores sobre ataques ucranianos no tanto en la zona de Vuhledar, como entre esta población y Staromaiorske, en el eje de Velyka-Novosilka (en donde también continúan los combates). Los ucranianos estarían aprovechando que Rusia ha retirado algunas unidades de este sector para cubrir otros como el de Robotyne. De hecho, comienzan a verse interesantes muestras de que Rusia, pese a la ventaja que ofrece la defensiva, tiene carencias en cuanto a personal -sin el cual es imposible atender líneas de cientos de kilómetros-, de ahí que la rumorología en torno a una posible nueva movilización no haya dejado de crecer, incluyendo alguna que otra fake new. Lo más posible, al menos por el momento, parece ser que Putin siga evitándola, recurriendo a otros mecanismos para captar personal, como la recluta en países de Asia Central.
Además de lo anterior, las AFU han seguido ampliando la brecha en el eje de Orijiv, logrando según algunas fuentes tomar la posición rusa más importante al sur de Robotyne (un extremo discutido) y alcanzando la capa final de las defensas rusas frente a Verbove, logrando pues avances significativos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la sección internacional con las últimas declaraciones del presidente de Rusia, Vladímir Putin, sobre Ucrania y el presidente Volodímir Zelenski.
Durante una reunión del “comité organizador de la Victoria de Rusia”, Putin ha expresado que Rusia no está luchando contra el pueblo ucraniano, sino contra “monstruos banderitas” y sus semejantes. En sus propias palabras:
“Es necesario desenterrar [las pruebas] y mostrarlas [al mundo], para que no haya malentendidos sobre la naturaleza de aquellos contra quienes luchamos. Para que quede claro y comprensible qué objetivos perseguimos y quién es nuestro enemigo. No es el pueblo ucraniano, sino estos monstruos y sus seguidores. Pero es necesario demostrarlo, que es una realidad”.
Además, el asesor presidencial Vladímir Medinsky señaló que al menos 13,5 millones de civiles soviéticos, incluidos 1,5 millones de judíos fueron asesinados “por los secuaces nazis en Ucrania” durante la Segunda Guerra Mundial.
Por otro lado, el mandatario ruso ha apuntado que Occidente instaló a Zelenski como líder en Ucrania para encubrir la glorificación del nazismo:
“Los occidentales han colocado a una persona –un judío étnico, con orígenes judíos– a la cabeza de la Ucrania moderna. De esta manera, en mi opinión, están tratando de ocultar la esencia antihumana que es la base… del Estado ucraniano moderno. Hace que toda esta situación sea extremadamente repugnante, en el sentido de que un judío étnico encubre la glorificación del nazismo y encubre a quienes lideraron el Holocausto en Ucrania, es decir, el exterminio de un millón y medio de personas”.
Por tanto, una vez más nos encontramos ante la situación en la que Rusia intenta asociar al líder ucraniano con los asesinatos de judíos por los nazis. Ha sido Mykhailo Podoliak, asesor del presidente Zelenski, quien ha respondido a estas declaraciones afirmando que “Una vez más, una persona que deliberadamente da órdenes de atacar a otro país con misiles, matar en masa, violar, secuestrar niños y arrasar ciudades y pueblos ofrece una nueva justificación para su suficiencia interna”. En esta respuesta, destaca también que “Putin no es un actor racional en el que valga la pena invertir en asociaciones a largo plazo”, realizando un llamamiento a los distintos actores de la escena internacional y, en especial referencia a Oriente Medio.
Por otro lado, se ha producido la apertura del 78º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y Rusia ya ha realizado su primera declaración relacionada en redes sociales. Más concretamente, el Ministerio de Exteriores ha señalado:
“Para Rusia, la posesión de armas nucleares en esta coyuntura histórica es la única respuesta posible a las amenazas externas específicas y crecientes. La situación de seguridad se está degradando debido a los intentos destructivos de Estados Unidos y la OTAN”.
Cambiando de tercio, la Verkhovna Rada (Parlamento ucraniano) ha aceptado la dimisión del hasta entonces ministro de Defensa, Oleksii Reznikov. Tras 22 meses en el puesto, Reznikov se ha dirigido por última vez como ministro de Defensa a los parlamentarios ucranianos para destacar el trabajo realizado durante este periodo destacando especialmente la ayuda que ha recibido el Ejército ucraniano gracias a la labor del Ministerio de Defensa, la creación de las reuniones de Ramstein para coordinar la ayuda y en la que se han establecido coaliciones como las de los carros o aviones de combate, la profundización en la relación con la OTAN, etc. A nivel interno, también ha destacado que se han sentado las bases sólidas para el desarrollo de la industria de defensa ucraniana haciendo alusión al caso de los drones, la producción de obuses de 155mm o a los acuerdos de cooperación suscritos con empresas como Baykar, BAE Systems, Rheinmetall o SAAB.
En cuanto a la actividad de Zelenski, el presidente ucraniano ha continuado su visita a las tropas en el óblast de Donetsk y, en particular, a las que se encuentran en la zona de Bakhmut. En relación con Donetsk, también cabe destacar que Zelenski ha destituido a su gobernador, Pavlo Kyrylenko.
Por su parte, el jefe del gabinete del presidente Zelenski, Andriy Yermak, se ha dirigido a los visitantes de la exposición “Crímenes de guerra rusos” en Berlín tras su inauguración. En su mensaje transmitido por vídeo, ha destacado la importancia de que los países se adhieran a la Fórmula de Paz, pero también de llevar a Rusia ante la justicia por los crímenes de guerra cometidos. En este sentido, ha subrayado que desde febrero de 2022 se han cometido 136.000 crímenes contra Ucrania como resultado de la invasión de Rusia, lo que ha provocado, según los datos que maneja la Presidencia, la muerte de aproximadamente 11.000 civiles, incluidos 497 menores. De igual modo, Yermak ha puesto de manifiesto que 20.000 menores han sido secuestrados y deportados a Rusia.
Sobre esta cuestión, también se ha pronunciado Canadá haciendo hincapié en que comienza la vuelta al colegio tras el verano, pero que en Ucrania será distinto. País en el que según sus cifras 19.456 menores, “suficientes para completar 279 autobuses escolares, han sido deportados a Rusia. Este mensaje en redes sociales ha ocasionado que la embajada de Rusia en Canadá responda sosteniendo que “parece que el único deber diario del gabinete de Justin Trudeau es difundir mentiras descaradas que cubren los crímenes del régimen de Kiev”. Sobre esto añaden que, “Pretendiendo ‘preocuparse por los niños’ mientras suministra cínicamente armas utilizadas por Ucrania contra civiles”, así como que “el dinero de los contribuyentes canadienses está en manos capaces”.
De otro lado, el ministro de Exteriores de Ucrania, además de conversar por teléfono con su homólogo de Zambia, Stanely K. Kakubo, y su recién nombrada contraparte neerlandesa, Hanke Bruins, se ha dirigido a los estudiantes y profesores del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev. Durante su discurso ha puesto el acento en la diplomacia militar desarrollada por Ucrania a raíz de la invasión de Rusia, y que ha permitido lograr un nuevo nivel de interacción con comunidades y sociedades de todo el mundo. Asimismo, ha subrayado que “La victoria de Ucrania en esta guerra significará al caída de Rusia como idea de agresión y esclavización”.
Además, el ministro Kuleba sostiene que Ucrania se convertirá en un pilar de la nueva arquitectura de seguridad en Europa y en el mundo:
“La guerra nos ha obligado a veces a actuar en contra de la tradición, a romper las reglas y a encontrar soluciones atípicas a problemas que ningún otro país ha enfrentado en la historia reciente. La tarea clave ahora es convertir los conocimientos de la diplomacia militar ucraniana en un sistema”.
En consecuencia, considera que las tareas claves a las que se enfrente Ucrania son garantizar su membresía en la UE y la OTAN, pero también abrir nuevos horizontes en las relaciones con los países de África, Asia y América del Sur.
En lo que concierne a la ayuda, más allá de la militar destacada en esta ocasión en la sección anterior, el Banco Mundial (BM) y el Ministerio de Finanzas de Ucrania han firmado un acuerdo para la financiación del proyecto Reparación de Vivienda para el Empoderamiento de las Personas (HOPE). El acuerdo prevé que el Banco Mundial financie 232 millones para abordar las necesidades urgentes y críticas de reparación de edificios individuales y residenciales parcialmente dañados en las zonas controladas por Ucrania. Estos fondos proceden, a su vez, de una donación de 162,2 millones de dólares del Fondo Fiduciario de Ayuda, Recuperación, Reconstrucción y Reforma de Ucrania (URTF) del Banco Mundial, así como de un préstamo de 70 millones del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (adscrito al BM) garantizado por el gobierno de Japón. No obstante, la financiación total del proyecto alcanza los 800 millones de dólares.
Por otro lado, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) y el Ministerio de Finanzas de Ucrania han modificado un acuerdo anterior que permite que el actual préstamo de 182 millones procedente del BERD se destine a modernizar las carreteras en Ucrania para mejorar las conexiones de transporte entre Ucrania y la UE. En particular, el objetivo es el de mejorar la carretera M-09 Ternopil-Lviv-Rava-Ruska que conduce a la frontera de Ucrania con Polonia.
Es igualmente destacable que la UNESCO por su parte, recomienda incluir la catedral de Santa Sofía de Kiev y el centro histórico de la ciudad de Lviv en la lista de Patrimonio Mundial en peligro debido a la invasión de Rusia a Ucrania. El Comité responsable se reunirá en los próximos días y basándose en la opinión de los expertos cabe esperar que se tome la decisión de que “los sitios están evidentemente en peligro”, según el responsable del programa del Patrimonio Mundial, Lazare Eloundou. Cabe recordar que el 25 de enero de 2023, se decidió la inscripción del centro histórico de Odesa en la lista de Patrimonio Mundial, reconociendo “el valor universal excepcional del sitio y el deber de toda la humanidad de protegerlo”.
Para finalizar, el Reino Unido va a declarar al Grupo Wagner como organización “terrorista” de modo que se prohibirá al grupo bajo la Ley Antiterrorista debido a “la naturaleza y escala de las actividades de la organización así como la amenaza que representan para los ciudadanos británicos en el extranjero”. Una vez realizada la declaración, se permitirá que los bienes de Wagner sean categorizados como propiedad “terrorista” y confiscados, pero también será ilegal que cualquier persona en el Reino Unido sea miembro del grupo o lo apoye.
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