Las Fuerzas Armadas ucranianas han logrado hacer su primera incursión más allá de la «línea Surovikin» en dirección a Verbove, sin que esto signifique necesariamente que las posiciones rusas hayan sido superadas. La preocupación en Moscú, mientras tanto, se relaciona con su defensa antiaérea, habiendo dado el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú la orden de que fábricas como Almaz-Antey trabajen las 24 horas del día, después de los múltiples ataques ucranianos de las últimas 48 horas a distintos puntos en el interior de Rusia. Orden que ha llegado de la mano del lanzamiento de misiles sobre localidades ucranianas como Kiev o Zhytomyr.
En el anterior informe hablamos sobre los ataques ucranianos tanto a la base aérea de Pskov, en la que habrían resultado dañados cuatro aviones de transporte estratégico Ilyushin Il-76, como sobre la infraestructura rusa relacionada con los hidrocarburos. Ataques que han seguido en las últimas horas, aunque con objetivos diferentes como Voronezh, Oryol o Kaluga, entre otros.
Así las cosas, y aunque no parece que el Estado Mayor ucraniano esté siguiendo una línea de acción clara a la hora de seleccionar sus objetivos -más allá de llevar la guerra a las ciudadanía rusa-, lo ocurrido estas últimas semanas ha terminado por hacer saltar las alarmas en el Kremlin. O, al menos, ha provocado que se comiencen a dar órdenes encaminadas a aumentar la producción de sistemas antiaéreos, de forma que parezca que el poder político y el poder militar están haciendo algo para paliar la situación, por más que luego se tarden meses en fabricar determinados equipos.
Precisamente, sobre los sistemas antiaéreos rusos y su defensa antiaérea en general, merece la pena hacer unos breves comentarios, pues lo que está ocurriendo sin duda da lugar a malentendidos. Recientemente, en la red social Twitter (X), hemos compartido un mensaje en el que hablábamos sobre las bondades de los sistemas antiaéreos rusos «tomados individualmente». Modelos como los Pantsir, o especialmente los S-300 y S-400 son sin duda equipos competentes dentro de sus categorías y que cumplen con aquello para lo que fueron diseñados, entendiendo que no hay sistemas ni perfectos, ni invulnerables.
Las numerosas ventas al exterior, incluyendo estados como China, India o Turquía, avalan su calidad, especialmente en este último caso, dado el empeño que mostró el país en hacerse con los S-400 aun asumiendo importantes pérdidas, como la de los F-35, por ello. Así pues, menospreciarlos por no poder hacer frente a amenazas para las que no fueron concebidos, es un error, como lo sería criticar a los IRIS-T o Patriot occidentales por lo mismo, algo que ha ocurrido en muchas ocasiones.
Dicho lo anterior, hay que entender también cómo se configura la defensa antiaérea rusa, que no está pensada para cubrir el conjunto del territorio, algo que sería imposible en tanto hablamos de un país que excede los 17 millones de kilómetros cuadrados, esto es, más de 30 veces la superficie de España. Así las cosas, en el caso ruso y tras acometer sucesivas reformas tras la caída del comunismo, las defensas antiaéreas quedaron encuadradas en dos grandes ramas, siguiendo la tradición soviética: defensa antiaérea estratégica territorial y defensa antiaérea táctica para las tropas terrestres.
En el primer caso, la defensa aérea estratégica (antigua V-PVO), ha quedado bajo responsabilidad de las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación Rusa (VKS), específicamente en el Comando de Defensa del Aire y el Espacio. Entre los sistemas actualmente en uso se cuentan los siguientes, generalmente sobre ruedas:
- S300PMU2 (SA-20)
- 40R6 S400 (SA-21)
- 96K6 Pantsir-S1 (SA-22)
- 50R6A S350
En el segundo, la Defensa Aérea de las Tropas Terrestres (PVO-SV) tiene como responsabilidad el ofrecer un paraguas antiaéreo a las fuerzas terrestres rusas en sus despliegues, para lo que recurre a sistemas móviles -muchas veces sobre orugas-, como los:
- 9K37M BUK M2 (SA-17)
- 2K22M1 Tunguska M1 (SA-19)
- 9K338 IGLA-S (SA-24)
- 9K331M TOR-M2 (SA-15)
- 9K81M S300V4 (SA-23)
- 9K333 VERBA (SA-25)
- 9K317M BUK-M3
Como cabe suponer, Rusia no es el único país que distingue entre ambos tipos de defensas antiaéreas. Todos lo hacen en mayor o menor medida, incluyendo España. Ahora bien, en el caso ruso esta distinción cobra mayor sentido, pues incluso en el caso de luchar en su propio territorio podrían tener que hacerlo en áreas que no contasen con protección por parte de la defensa aérea estratégica, centrada en impedir el vuelo de los bombarderos estratégicos estadounidenses o de los misiles, tanto balísticos como, en lo posible, de crucero. De ahí el énfasis puesto en ofrecer una buena cobertura a las tropas en su despliegue siguiendo una lógica de la Guerra Fría y de un tiempo en el que esperaban tener que hacer frente a la aviación táctica de la OTAN en Europa Occidental, así como a las armas de teatro, pero que sigue siendo válida.
El problema, en cualquier caso, sigue siendo el área a cubrir. Ucrania ha demostrado ser capaz de batir los antiaéreos rusos a distancias considerables, como hemos visto recientemente en Crimea. Sin embargo, el daño causado a la defensa antiaérea rusa en su conjunto no parece ser excesivo después de año y medio de guerra, ni siquiera si hablamos únicamente de la de campaña. Lo que sí están aprendiendo a hacer con notable solvencia las AFU es aprovechar los vacíos y puntos ciegos de la defensa antiaérea rusa, para «colar» drones o misiles de crucero –parece que al fin han culminado el desarrollo de una variante de ataque a tierra del antibuque «Neptune»– en el interior de Rusia –o del territorio controlado por esta-, incluyendo Moscú, que siempre se ha presupuesto la ciudad mejor defendida del mundo contra amenazas aéreas. De hecho, se habla de hasta 190 ataques en los últimos 8 meses, en lo que podría ser solo la antesala de una campaña que no puede sino ganar en intensidad.
Ahora bien, esto no es tanto demérito de los rusos, que como ocurre con todos los demás, no estaban bien preparados contra las nuevas amenazas, como mérito de los ucranianos, que seguramente dispongan además información de primera mano acerca de la disposición de los antiaéreos rusos, algo que pueden saber a través de los EORBATS elaborados por los medios de reconocimiento electrónico, pero también gracias a la inteligencia humana (HUMINT).
En resumen, que antes de criticar tal o cual sistema, como recomendamos siempre, es necesario atender al contexto de uso, las razones tras su concepción y encuadre orgánico y demás factores, como las innovaciones introducidas por Ucrania. Elementos a los que se debe sumar, por supuesto, el eslabón humano, casi siempre el más débil y que podría explicar algunas de las fallas de las defensas aéreas rusas. Lo que no es de recibo es caer en la crítica fácil, pues mal que nos pese va en detrimento de nuestros propios intereses, al provocar una falsa sensación de seguridad que terminaría por conducir a la autocomplacencia, uno de los peores males de cualquier ejército.
Explicado lo anterior, toca pasar a relatar lo ocurrido sobre el terreno en las últimas horas. En primer lugar, comenzando por la nueva oleada de misiles y drones que Rusia ha lanzado sobre Ucrania y que han dejado varios heridos y destrucción material, a pesar de que el Estado Mayor ucraniano asegura haber derribado hasta 28 misiles y 15 drones. Del lado contrario, Ucrania ha continuado atacando objetivos más allá de la línea de frente, como Feodosia (en Crimea) o Voronezh.
En cuanto a los combates y movimientos, comenzando como siempre por el sector más septentrional del frente, la situación se mantiene estable en la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, con los habituales ataques y contraataques y cambios mínimos de posición, incluso a pesar de las reclamaciones de algunas cuentas rusas, que hablan de avances de hasta un kilómetro diario, sin presentar evidencias.
En el área de Bakhmut, en donde los militares rusos aseguran que les conviene una nueva batalla, el grueso de los combates continúa desarrollándose al sur, en donde las Fuerzas Armadas ucranianas han retomado algunas posiciones controladas por Rusia recientemente a la altura de Ozarianivka, mientras continúan con sus intentos por expulsar al Ejército ruso de Andriívka y, en general, de los últimos focos de resistencia a poniente del canal de agua dulce.
Respecto al sur, comenzando por el eje de Velyka-Novosilka, allí las Fuerzas Armadas ucranianas han continuado consolidando las ganancias al norte de Pryiutne y entre esta localidad y Staromaiorske, a la vez que presionando sobre el sur de Urozhaine, en donde llevan prácticamente estancados desde días después de su reconquista.
Como en jornadas anteriores, las noticias más interesantes llegan del eje de Orijiv-Tokmak, en donde diversas fuentes hablan de una ruptura ucraniana a través de la «línea Surovikin» a la altura de Verbove. Ahora bien, que se hayan visto elementos de la 82ª Brigada ucraniana al este de las fortificaciones rusas -lo que implica haber traspasado los campos de minas, las zanjas y los «dientes de dragón»-, no es necesariamente un sinónimo de ruptura, para lo cual en principio deberían lograr atravesar la zona con unidades completas y lograr cierta explotación.
A falta de más pruebas, lo máximo que se puede asegurar por el momento es que se ha producido una infiltración ucraniana (hay una parte de debate semántico aquí bastante entretenida) y que están llevando a cabo acciones encaminadas a la exploración en fuerza, probando las defensas rusas y evaluando la capacidad de respuesta tanto de la infantería desplegada en la zona -a donde trasladan elementos de la 76º VDV (por cierto que Rusia está ampliado las tropas aerotransportadas)-, como de la artillería que debe apoyarla, por de pronto en entredicho. Por otra parte, tampoco es en absoluto descabellado, dado el retardo entre el momento en que se producen algunas acciones y el momento en el que llega la información, que la situación rusa en Verbove esté más comprometida de lo que se puede suponer en base a lo visto, algo que se terminará de aclarar en las próximas horas.
Lo que sí parece claro es que Ucrania está comenzando a seguir, en la medida de lo posible, las recomendaciones de aliados como Estados Unidos, relativas a la concentración de fuerzas y los intentos de realizar progresos en profundidad en un frente estrecho. Una apuesta que generará un elevado nivel de desgaste y que, dando por descontada la voluntad ucraniana, necesitará de mucho más apoyo material y de muestras firmes -y tangibles- de compromiso por parte de Occidente para doblegar la voluntad rusa.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la sección institucional y diplomática con un despunte de la actividad a nivel europeo debido a la celebración de la Cumbre informal de los ministros de Defensa de la Unión Europea en Toledo con ocasión de la presidencia española del Consejo.
Antes de poner rumbo a Toledo para asistir a la reunión de los ministros de Exteriores que daría comienzo por la tarde, el ministro ucraniano Dmytro Kuleba fue recibido por el presidente Emmanuel Macron durante su estancia en Francia. Durante su encuentro han discutido un mayor apoyo militar, la expansión de la coalición de la Fórmula de Paz y las exportaciones ucranianas de cereal a países de África, pero también a otros.
Mientras los ministros de Exteriores de los Veintisiete viajaban hasta el lugar de la reunión para celebrar la conocida “Cumbre de Gymnich”, estaban reunidos los ministros de Defensa debatiendo sobre el apoyo a Ucrania junto con la situación en Níger y en el Sahel.
Al concluir la reunión, el Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, ha informado que el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, se ha dirigido a sus homólogos europeos mediante un mensaje de vídeo para actualizarles sobre la situación sobre el terreno y sobre la contraofensiva ucraniana en curso. Posteriormente y tras haber conversado con Reznikov, los ministros de Defensa han discutido los compromisos europeos a corto y largo plazo para la seguridad de Ucrania.
De este modo, ha subrayado que “a pesar de la condena mundial, Putin no muestra ningún signo de ceder en su agresión contra el pueblo ucraniano” y, por ello, Ucrania necesita apoyo militar a largo plazo, sostenible y predecible. Un apoyo que también considera importante para la contraofensiva ucraniana.
Asimismo, Borrell, ha confirmado que durante la reunión se ha discutido el apoyo en tres áreas:
- Equipamiento militar: el Alto Representante ha propuesto un Fondo de Asistencia a Ucrania por importe de 5.000 millones de euros al año, entendiéndose esta cifra como límite máximo, no como objetivo de gasto. Este punto será debatido igualmente por los ministros de Exteriores de la UE y Borrell espera contar con un acuerdo antes de finales de año.
- Capacitación: incrementar el objetivo de entrenamiento a soldados ucranianos a través de la Misión de Asistencia Militar de la UE a Ucrania (EUMAM Ukraine) a 10.000 efectivos adicionales. Hasta la fecha se ha brindado entrenamiento a 25.000 soldados y en octubre, en lugar de diciembre, se habrá logrado el objetivo de entrenar a 30.000 efectivos este año.
- Municiones: entregas anticipadas mediante el triple enfoque que está desarrollando la UE destinadas a proporcionar 1 millón de proyectiles a Ucrania en un plazo de 12 meses adquiridos de manera conjunta entre los Estados miembros, pero procedentes también de sus stocks.
Hay que tener en cuenta, además, que se trata de un Consejo informal de Defensa, por lo que pese a que se discuta en profundidad sobre determinadas cuestiones las decisiones se toman en los Consejos formales. Según el Alto Representante, los Consejos informales revisten importancia pues es donde se crea la opinión de los ministros, se intercambian puntos de vista y se analizan en profundidad las cuestiones. Pese a ello, también es destacable que el próximo Consejo formal de Defensa tendrá lugar el 14 de noviembre, por lo que las medidas de apoyo a Ucrania pueden dilatarse demasiado en el tiempo. Todo ello, teniendo en cuenta además, que la UE aún no ha propuesto medidas restrictivas adicionales que sigan al 11º paquete de sanciones adoptado el pasado 23 de junio.
Sin embargo, sigue habiendo discrepancias entre los Estados miembros para lograr determinados acuerdos respecto al apoyo a Ucrania. Más concretamente, Hungría sigue mostrando su negativa a continuar con las negociaciones sobre la financiación a Ucrania, mientras OTP, el mayor banco húngaro, continúe en la lista de “patrocinadores internacionales de la guerra” y así lo ha trasladado el ministro de Defensa de Hungría, Kristof Szalay-Bobrovniczky, a sus homólogos.
En cuanto a la ayuda, durante la Cumbre no se han dado nuevos anuncios de asistencia militar a Ucrania. No obstante, Alemania sí ha actualizado su lista de material enviado en la que se confirma la entrega, entre otras cosas, de 10 Leopard 1A5, 1 radar TRML-4D, 16 drones de reconocimiento VECTOR, en torno a 13 millones adicionales de disparos para armas ligeras y un hospital de campaña.
Mientras tanto en Ucrania el jefe del gabinete del presidente Zelenski, Andriy Yermak, celebraba una reunión con las autoridades locales y regionales de Ucrania, pero también la séptima con representantes de las misiones diplomáticas extranjeras en Ucrania sobre la implementación de la Fórmula de Paz. Una reunión que ha contado con más de 70 participantes, incluidos varios viceministros ucranianos, reunidos en una fábrica de pan en el óblast de Kiev que fue atacada por misiles en 2022. En cuanto al contenido, esta ha versado -tal y como se había adelantado-, sobre el punto de la Fórmula a debatir era el dedicado a la seguridad alimentaria.
Durante la reunión Yermak ha incidido en que solo en África hay 32 países que dependen de las exportaciones de cereales de Ucrania, agradeciendo el apoyo recibido para garantizar el funcionamiento del corredor del Mar Negro, pero también a la iniciativa humanitaria “Grano de Ucrania”. De este modo, ha hecho hincapié una vez que más que Ucrania está dispuesta a continuar con estas iniciativas, pero poniendo de manifiesto que Rusia ha bloqueado el suministro de alimentos desde el Mar Negro y destruido almacenes de cereales e infraestructuras portuarias, por lo que “utiliza armas para chantajear a otros países con una posible crisis alimentaria”. Teniendo esto en cuenta, Yermak ha destacado que necesitan crear un sistema logístico sostenible y por eso están trabajando con los socios en medidas y acciones concretas “para garantizar que Rusia ya no obliga a la gente a morir de hambre”.
Sobre las iniciativas hay que tener en cuenta que en las próximas horas el ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, -tras haber visitado esta semana Ucrania- mantendrá conversaciones en Moscú acerca de las exportaciones de cereal. Según fuentes diplomáticas, se espera que el ministro turco sugiera que el acuerdo de Estambul y, por ende, la Iniciativa de Granos del Mar Negro se reanude en su formato original.
Llegados a este punto cabe recordar una vez más que la implementación de la Fórmula está concebida en tres niveles. Los intercambios de opiniones y desarrollos conjuntos de los distintos grupos de trabajo en torno a los 10 puntos de la Fórmula son la base para las reuniones de los asesores políticos y de seguridad nacional. Por tanto, pasará a ser contenido de la tercera reunión de este tipo cuya fecha de realización está aún por determinar, al igual que el lugar, aunque podría ser en Noruega a raíz de la última conversación entre el presidente Zelenski y el primer ministro noruego. A su vez, el resultado de las reuniones de los asesores será el contenido que los líderes de países y gobiernos consideren en la Cumbre de Paz Global que Ucrania continúa preparando.
A colación de Noruega, el Ministerio de Comunidades, Territorios y Desarrollo de Infraestructura de Ucrania ha firmado un protocolo con el Ministerio de Transporte noruego sobre el “régimen de transporte sin visado” que prevé el transporte de mercancías sin necesidad de contar con un permiso previo. Está previsto que el protocolo entre en vigor el 1 de septiembre, aplicándose tanto al tráfico bilateral como al de tránsito y, en particular, a camiones de norma Euro 5 y superiores. Según las autoridades ucranianas, en estos momentos los transportistas ucranianos cuentan con un régimen de exención de visas con 35 países. Por ejemplo, el pasado mes de junio concluyeron un acuerdo similar con Macedonia del Norte, pero también con Azerbaiyán sobre una cuota de permisos de transporte internacional de mercancías para 2024.
Por otro lado, el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, se ha reunido con Matti Maasikas, jefe de la Delegación de la Unión Europea en Ucrania antes de que finalice su mandato. Shmyhal le ha trasladado su agradecimiento por su compromiso personal con el progreso de Ucrania hacia la membresía de la UE, habiendo ya logrado la perspectiva europea y el estatus de candidato oficial.
Para finalizar, sobre la adhesión, el presidente Zelenski ha expresado en su discurso diario -también emitido en vídeo- que ha mantenido una reunión con representantes del Parlamento, funcionarios gubernamentales y de relaciones internacionales para discutir sobre la preparación del inicio de las negociaciones de adhesión con la Unión Europea. En particular, han abordado la implementación de las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea y el presidente confirma que los proyectos de ley necesarios ya están preparados y deben ser aprobados en el Parlamento. De este modo, ha indicado que 226 votos de los diputados “por cada decisión de Ucrania en la Unión Europea es una obligación”.
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