Ucrania ha asestado el que sería por el momento el mayor golpe contra zonas del interior de Rusia, alcanzando objetivos a más de 700 kilómetros de la frontera entre ambos países y dañando al menos cuatro aviones de transporte estratégico Il-76. No ha sido la única noticia de una jornada en la que se ha celebrado el funeral de Yevgueny Prigozhin sin presencia gubernamental, en la que los Estados Unidos han aprobado un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 250 millones de dólares y en la que las AFU han seguido progresando por el eje de Orijiv en dirección a Verbove y el este de Novoprokopivka.
Durante la pasada noche, seguramente a ultimísima hora del día 29 -de ahí que lo incluyamos en el informe correspondiente a dicha jornada-, un ataque ucraniano con drones ha logrado golpear la base aérea de Pskov, situada a unos 700 kilómetros de Ucrania y muy cerca de la frontera rusa con las tres repúblicas bálticas.
Unas instalaciones empleadas para albergar, entre otros, los cruciales aviones de transporte Ilyushin Il-76, que constituyen la base de la capacidad de transporte estratégico de las Fuerzas Armadas rusas y que, por lo tanto, juegan un papel fundamental a la hora de trasladar materiales de todo tipo, permitiendo así la proyección de la fuerza. También, como hemos visto en más de una ocasión, juegan un importante papel a la hora de transportar medios entre algunos de los países suministradores de Rusia –caso de Irán– y el territorio ruso, por lo que han construido sobremanera a la hora de mantener a las Fuerzas Armadas rusas en lalucha.
En el marco del ataque, según las propias fuentes rusas, habrían resultado dañados al menos cuatro aparatos, lo que ya de por sí ofrece indicios sobre el número de drones empleado para ejecutarlo, en tanto la base, pese a no contar con hangares protegidos (el tamaño de los Il-76 lo dificulta), sí está diseñada para minimizar daños en caso de ser alcanzada, como puede verse en la siguiente imagen, espaciando para ello los estacionamientos y situándolos en diferentes direcciones.
Es decir, que sería prácticamente imposible dañar más de una aeronave, salvo que los operarios cometiesen importantes imprudencias (como acercar los aparatos), lo que apunta a que Ucrania habría dirigido al menos un drone por objetivo. Una acción para la que se necesitaría inteligencia precisa y actualizada, bien obtenida por otros drones, bien por satélites de observación, bien por efectivos sobre el terreno.
El ataque, de paso, demuestra una vez más la preocupante incapacidad de la defensa antiaérea rusa para proteger una de sus bases principales, de la que depende una parte sustancial de su logística militar y, como consecuencia, de su capacidad de proyección. Hasta el punto de que a mediados de este mismo mes, las imágenes por satélite nos hablan de 22 aparatos basados en Pskov, la mayor parte de ellos Il-76.
No en vano, los aparatos ucranianos habrían debido recorrer no menos de 700 kilómetros desde el extremo norte del país, sobrevolando en su vuelo una parte nada desdeñable de la frontera entre Rusia y Bielorrusia. Por supuesto, cabe la opción de que hayan atravesado el espacio aéreo de este último país, pero tiene poco sentido, pues constituiría una provocación innecesaria que seguramente fuese mal vista por los aliados de Kiev, deseosos de limitar al máximo la escalada, como hemos explicado en varias ocasiones.
De no ser así, esto es, de haber atravesado Bielorrusia para acortar camino (innecesario, dada la autonomía de los drones que Ucrania suele emplear) y encontrar una red antiaérea menos nutrida, constituiría un interesante aviso a Minsk, ahora que los aliados de Ucrania en la zona están presionando para que Lukashenko tome medidas contra Wagner Group, aunque esta última hipótesis es poco probable.
Y sin embargo, las imágenes no dejan lugar a dudas, apreciándose perfectamente la destrucción completa de al menos un aparato en alguno de los vídeos aparecidos, así como que han sido varios los puntos afectados por las llamas, en otros e incluso el momento exacto en el que se producía alguna de las explosiones debidas al impacto de un drone.
De ahí que haya fuentes ucranianas que hablan de hasta una veintena de drones empeñados en la operación, una cantidad importante, pero cada vez menos sorprendente en vista de la forma en la que los ataques ucranianos en profundidad han ido creciendo en los últimos meses- pero necesaria para superar las defensas antiaéreas, que se han podido ver en acción también en alguno de los vídeos.
Lo que es peor para Rusia, no ha sido el único ataque en el interior de su territorio sufrido en las últimas horas, toda vez que se han registrado explosiones en lugares tan distantes entre sí como la propia Pskov, Briansk, Riazán o Tula. Ataques que podrían estar dirigidos contra la infraestructura de transporte y tratamiento de hidrocarburos rusa, como parece que así es en el caso del ataque Bryansk y que de perseverar en ellos podrían ser incluso más relevantes que lo acaecido en Pskov.
Por supuesto, es muy pronto para adivinar las intenciones ucranianas, pero en absoluto resultaría descabellado, una vez han desarrollado aparatos capaces de alcanzar distancias considerables con un grado de éxito importante en sus misiones, que pasaran a concentrarse en la infraestructura energética rusa -y no solo en los hidrocarburos-, tratando de devolver parte de los golpes que han venido recibiendo y que esperan recibir en los próximos meses, una vez el frío arrecie.
De hecho, lo que estamos viendo ni siquiera es algo nuevo. En el pasado se han producido acciones de este tipo en otras latitudes, como se pudo ver en su día a propósito de los ataques hutíes a las refinerías saudíes, empleando para ello la experiencia ganada por Irán en los años precedentes. Experiencia que sirvió a Rusia para lanzar una campaña de ataques estratégicos durante el pasado invierno gracias a los drones Shahed, pero que como ocurre siempre en las guerras largas, Ucrania ha tenido tiempo para igualar en base a sus propios desarrollos. No es descabellado en absoluto, por tanto, que este tipo de ataques en lugar de constituir intentos puntuales, vayan a más, especialmente una vez el mal tiempo vuelva a ralentizar las operaciones en el frente, mediante las cuales ya es demasiado difícil lograr una ruptura como hemos venido viendo.
Además, más allá de lo ocurrido en Pskov, a Ucrania le interesa golpear la infraestructura energética rusa, especialmente la relacionada con el gas natural y el petróleo, para continuar apartando a varios estados de la UE de Rusia, en tanto algunos como España o Bélgica continúan importando gas ruso a volúmenes récord pese a que haga más de año y medio que Rusia iniciase la invasión de Ucrania.
Antes de pasar a lo acaecido sobre el terreno en las últimas horas, es necesario hacer un breve apunte relativo al funeral de Prigozhin. Sepultado en el cementerio Porokhosvky de San Petersburgo en medio de estrictas medidas de seguridad, su funeral se ha celebrado de forma muy discreta por orden del Kremlin. Desde Moscú, como explicamos anteayer, querían evitar a toda costa que tanto la ceremonia religiosa como el propio sepelio se convirtiesen en un circo mediático –algo que no han podido evitar por completo-, de forma que la figura de Prigozhin no tomase todavía más relevancia después de muerto que la que tuvo en vida.
No es de extrañar por tanto que ningún cargo público relevante haya acudido a rendir homenaje al difunto fundador de Wagner Group, lo que no ha evitado que numerosas coronas de flores hayan sido depositadas alrededor de su tumba. Tampoco las especulaciones respecto a su fortuna, o el futuro de Wagner Group, algunos de cuyos miembros claman venganza (mientras otros fichan por Redut), a pesar de que la organización ha sido en buena parte desmantelada o absorbida por las Fuerzas Armadas Rusas. En este sentido, aunque no es descartable que se produzcan atentados o ajustes de cuentas en el futuro llevados a cabo por algunos de sus antiguos integrantes contra funcionarios rusos, lo más probable es que vayan cayendo en el olvido.
Al margen de todo lo anterior, en las últimas horas se han producido explosiones en Olenivka (Crimea), así como en Torez (Luganks), zonas ambas bajo control ruso. Precisamente en la capital de esta última óblast ha estado también activa la defensa antiaérea, lo que nos habla de más ataques ucranianos. Del lado contrario, Rusia ha atacado con un drone suicida la ciudad ucraniana de Nikopol, causando cuatro heridos.
Además de esto, pasando ya a la línea de frente, no se han registrado noticias de consideración en la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, al noreste de Ucrania, salvo al sur de la misma, en donde las troas rusas están cerca de alcanzar el río Zherebetsk (aunque hace largas semanas que es así sin que logren romper las defensas ucranianas en Zarichne) y han lanzado ataques sobre Bilohorivka sin éxito.
En Bakhmut continúan los enfrentamientos, tanto al norte, en las zonas de Orikhovo-Vasylivka y Berkhivka, como al sur de la ciudad, con nuevos progresos ucranianos en el sur de Andriívka y en Klischiívka.
Respecto a los dos ejes principales de ataque ucranianos, el de Velyka-Novosilka y el de Orijiv, continúan los progresos ucranianos. En el primer caso, en la zona de Pryiutne, en donde se acercan a esta localidad por el noreste, esto es, por el espacio entre dicha población y Staromaiorske, bajo control ucraniano. También han ganado una escueta franja de terreno al norte de Novodonetske, en donde por el momento Rusia aguanta sin excesivos problemas aprovechando el curso del río Shaitanka. En el segundo caso, los ataques ucranianos han proseguido en dirección al espacio entre Novoprokopivka y Verbove, en donde están por el momento chocando con la «línea Surovikin» (aunque hay indicios de que podrían haberla traspasado recientemente), mientras buscan la forma de progresar sin empeñarse en duros combates urbanos hacia las alturas en dirección a Pshenyche.
Por último, en la región de Jersón, al sur del Dniéper, ha podido verse una bandera rusa en el pequeño asentamiento de Dachi, al sur del puente de Antonovsky, lo que si bien no cambia el curso de la guerra, al menos sirve para demostrar que las operaciones en la zona continúan.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la jornada 552ª a nivel internacional con el anuncio de un nuevo paquete de ayuda militar por parte de Estados Unidos por un importe de 250 millones de dólares.
El secretario de Estado Antony Blinken ha anunciado que esta nueva asistencia de seguridad incluirá munición de artillería y defensa aérea, equipos de remoción de minas, vehículos médicos y otros equipos para ayudar a Ucrania a contrarrestar la guerra de Rusia y proteger a su pueblo. Más detalladamente, enviarán:
Con este último paquete, Estados Unidos ha comprometido más de 43.000 millones de dólares en ayuda militar desde el 24 de febrero de 2022.
Ayuda adicional que ha sido especialmente agradecida por el presidente Zelenski, el primer ministro Shmyhal, así como por el ministro Reznikov. Mientras tanto, la embajada de Rusia en Washington ha criticado este nuevo paquete de ayuda calificándolo como “el colmo de la hipocresía” y “Especialmente cuando los funcionarios atribuyen la asistencia militar a la ‘preocupación’ por el pueblo”. Sobre esto, añade el comunicado: “En realidad, Washington no renunciará al concepto de luchar contra Rusia hasta el último ucraniano”.
Pasando a las conversaciones de alto nivel, antes de dirigirse a Toledo para la cumbre ministerial de Defensa, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, se ha reunido con su homóloga francesa, Catherine Colonna, con el objetivo de ofrecer una rueda conjunta ante los embajadores de Francia.
Además, su visita a Francia ha comenzado con una reunión a la que han asistido representantes de las compañías de defensa francesas, las cuales han sido invitadas a participar en el primer Foro de Industrias de Defensa el próximo otoño. El ministro Kuleba ha subrayado que el objetivo no es otro que el de crear un sistema integrado de producción de armas y municiones en el que participe Ucrania y los países europeos. En sus propias palabras:
“Hasta hace poco se desarrollaban conceptos estratégicos según los cuales la seguridad europea era imposible sin la participación de Rusia. Pero la agresión rusa ha puesto fin a eso. Espero que ahora haya quedado claro para todos que la seguridad estratégicamente autónoma de Europa es imposible sin Ucrania. Y este es un cambio tectónico en la forma en que pensamos sobre Europa y su futuro.”
Por otro lado, el ministro ucraniano ha agradecido el apoyo de Francia a nivel militar, energético y político, pero también en su camino a la adhesión a la UE y a la OTAN. Asimismo, Kuleba y Colonna han tenido ocasión de discutir sobre la Iniciativa de Granos del Mar Negro y las salidas a las exportaciones ahora que Rusia se ha retirado del acuerdo.
La ministra Colonna por su parte ha subrayado una vez más que Francia apoyará a Ucrania mientras sea necesario, de forma tal que el “apoyo de Francia -militar, político, financiero, humanitario, jurídico-es firme y continuará, porque lo que está en juego es la ley y la moral”.
No obstante, esta no ha sido la única actividad de alto nivel en la agenda del ministro Kuleba, pues ha mantenido una llamada con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para discutir sobre los próximos pasos de Ucrania en su camino a la adhesión a la Alianza. Más concretamente, han discutido sobre el Programa Nacional Anual adaptado y la implementación completa del recién lanzado Consejo Ucrania-OTAN. Por otro lado, Kuleba ha informado a Stoltenberg sobre los preparativos del Foro de Industrias de Defensa en octubre.
Además, la viceprimera ministra para la Integración Europea y Euroatlántica, Olha Stefanishyna, ha indicado que el progreso de la adhesión se medirá con base en el Programa Nacional Anual adaptado y se espera que sea “muy breve”. En este sentido, Stefanishyna ha confirmado que ya se ha aprobado la lista de prioridades del Plan que ahora será discutido con sus socios. Entre estas se incluyen: la reforma de los organismos encargados de hacer cumplir la ley, el fortalecimiento del control civil sobre el sector de seguridad y defensa, la política anticorrupción, el logro de la interoperabilidad con la OTAN y el desarrollo del sector de seguridad y defensa de Ucrania. Asimismo, ha destacado la necesidad de armonizar los procesos de integración europea y euroatlántica, teniendo en cuenta que están teniendo lugar de manera simultánea.
En el caso del presidente Zelenski, ha hablado por teléfono con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, siendo el principal tema de conversación la Fórmula de Paz. Además de expresarle su agradecimiento por el apoyo recibido a la Fórmula, Zelenski le ha informado sobre los preparativos de la próxima ronda de consultas a nivel de asesores de seguridad nacional, la Cumbre de la Paz Global y ha invitado a Japón a sumarse a estos eventos. Además, han abordado los preparativos de la Conferencia para la Recuperación de Ucrania que tendrá lugar en Japón a principios de 2024. Por otro lado, el mandatario ucraniano ha elogiado una vez más la adopción de la Declaración Conjunta del G7 sobre garantías de seguridad para Ucrania y expresa que están dispuestos a iniciar el proceso de negociación bilateral con Japón “lo antes posible”.
De otro lado, Zelenski ha informado a Kishida sobre los esfuerzos de Ucrania para ampliar el “corredor de cereales” en el Mar Negro mediante la creación de rutas alternativas. Además, ha reiterado que Ucrania sigue dispuesta a seguir siendo garante de la seguridad alimentaria mundial.
A colación, el jefe del gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, ha indicado que la 7ª ronda de consultas con los representantes de las misiones diplomáticas extranjeras acreditadas en Ucrania estará centrada en la seguridad alimentaria. Hay que tener presente que cada una de las reuniones está centrándose en uno de los puntos de la Fórmula. Por ejemplo, ya han tenido lugar las primeras discusiones sobre los puntos relacionados con el medio ambiente y con la seguridad energética.
Continuando con el país vecino, Corea del Sur proporcionará 520.000 millones de wones (394 millones de dólares) en ayuda financiera a Ucrania en 2024. Esto supone que Corea destinará 8 veces más de fondos el próximo año. En concreto, el paquete quedaría dividido como sigue: 130.000 millones de wones para la reconstrucción, 260.000 millones en ayuda humanitaria y 130.000 millones a través de organizaciones internacionales.
A nivel humanitario, en el día en el que se conmemora el Recuerdo de los Defensores de Ucrania¸ las autoridades han logrado repatriar 84 cuerpos de defensores caídos desde los territorios ucranianos temporalmente ocupados. De otro lado, la misión de las Naciones Unidas para el monitoreo de los Derechos Humanos en Ucrania ha actualizado sus cifras de bajas civiles que ya ascienden a 7.396 personas fallecidas y 14.207 heridas.
Otra de las cuestiones que preocupa a las autoridades ucranianas, pero también a UNICEF es la “pérdida generalizada de aprendizaje” en los niños de toda Ucrania, incluido el deterioro del conocimiento del idioma ucraniano, la lectura y las matemáticas. En este sentido, UNICEF ha subrayado que teniendo en cuenta que la guerra fue precedida de la pandemia de covid-19, la educación se ha visto interrumpida por cuarto año consecutivo. Este asunto junto con la importancia de la nutrición infantil y la salud mental, ha sido, además, debatido por la directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, Regina De Dominicis, y la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska.
Por último, del lado de Rusia, se espera que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, viaje hasta China en lo que será su primer viaje internacional desde que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió la orden de arresto contra él por los crímenes cometidos en Ucrania y, en particular, por aquellos relacionados con la deportación ilegal de menores ucranianos a Rusia. Más concretamente, el presidente Putin asistirá al Foro “Belt and Road” en octubre tras haber sido invitado por el presiente del país, Xi Jinping.
Deja una respuesta